miércoles, 11 de mayo de 2011

El fin de las carpetas forradas

Foto from justinbieber.es

El cierre de Súper Pop en su formato físico demuestra que ha acabado una época y también que la industria del disco ya no es la que era. Queda mucho más cool decir que una leía 'El Víbora', 'Vibraciones' o todas esas revistas musicales que nos hablaban de artistas de culto, pero lo cierto es que la mayoría de las mujeres españolas que rondamos los 40 años hemos comprado Súper Pop, Lily y Esther y Su Mundo (que, por cierto, se vuelve a editar ahora que las antiguas lectoras tienen niñas preadolescentes).
A mediados de los 70 el boom del fenómeno de fans era tremendo y las listas de éxitos estaban copadas por artistas como Miguel Bosé, Pecos, Iván, Pedro Marín, Mabel e, incluso, otros más roqueros como Tequila o Radio Futura, a los que la industria intentó vender como ídolos de quinceañeras porque sus frontmen era guapos. Súper Pop contaba todo lo que una adolescente quería saber sobre su ídolo. Qué le gustaba de una mujer, su comida favorita, si tenía novia o no (la respuesta siempre era negativa, ellos no podían tener pareja); su color preferido, que si coincidía con el nuestro nos hacía pensar que era el hombre de nuestra vida.
Las fans ya no son lo que eran
El aspecto musical, lógicamente, era lo de menos y la revista proporcionaba todo ese merchandising que permitía a las niñas desarrollar su fanatismo moderado. Aportaba las letras de las canciones para tararearlas a dúo mientras una ponía el álbum en un tocadiscos de esos de maleta o incluso en el comediscos; traía pegatinas para poner en la mochila; fotos para componer carpetas por medio de collages en los que aparecían la cara de todos los ídolos del momento y, por supuesto, el gran póster central, mucho más cotizado que el de playboy, para colgar en nuestra habitación.
Ahora ya casi no se venden discos y las niñas, aunque siguen teniendo ídolos, no necesitan revistas que les cuenten su vida. Ponen el nombre en Google y ya está. La única pena de esta desaparición de Súper Pop en el formato de papel es que ya no podrá ser la fuente para esas creaciones artísticas que son las carpetas de las adolescentes ni podrán desarrollar su vena decorativa llenando su habitación de pósters. Las fans ya no son lo que eran.
Por Silvia Grijalba | Madrid from elmundo.es 10/05/2011

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