Niños en una carretera inundada en Quezon (Filipina), donde el tifón Rammasun dejó al menos 12 muertos y provocó la evacuación de al menos 370,000 personas el 16 de julio del 2014 (NurPhoto / Getty)
Los científicos del IPCC piden acciones urgentes para contener el calentamiento en 1,5º C, e invocan una apuesta por las renovables y el abandono de carbón
El cambio climático ocasionado por el hombre ya está aquí, y sus consecuencias ya han sido observadas por los científicos. La subida de temperaturas (un grado respecto a las de la época preindustrial), la elevación del nivel del mar o los daños en los ecosistemas naturales son algunas pruebas. Así lo indica el informe especialCalentamiento Mundial de 1,5º C, redactado por el Panel Intergubernamental de Expertos de Cambio Climático de la ONU (IPCC, por sus siglas en inglés) que se aprueba hoy. Los expertos alertan que algunos de los impactos futuros pueden ser duraderos e irreversibles” (por ejemplo, la pérdida de algunos ecosistemas). Los estragos del calentamiento podrían reducirse si se frena el aumento de temperaturas a 1,5º C. Pero esta ambiciosa meta requeriría introducir cambios rápidos, “de gran alcance y sin precedentes”, en el modelo energético y económico. Adaptarse y combatir el calentamiento contribuiría, no obstante, a proteger a los más desfavorecidos, a combatir la pobreza y a velar por los objetivos de desarrollo perdurable de la ONU.
Lo que ya se sabe
El calentamiento provocado por el hombre está incrementando la temperatura a un ritmo de 0,2º C por década. El fenómeno está siendo “experimentado” en muchas regiones terrestres, y alcanza valores entre 2 y 3 veces superiores a la media en el Ártico. Además, persistirá en los próximos siglos. “Estamos ya viendo las consecuencias de un calentamiento mundial de 1ºC a través de temperaturas extremas, aumento del nivel del mar o disminución del hielo marino en el Ártico, entre otros cambios”, dice Panmano Zhai, uno de los copresidentes de los grupos de trabajo del IPCC.
Proyecciones futuras
Se prevén impactos más acusados en la mayor parte del planeta con un aumento de temperaturas de 2ºC en comparación al escenario de 1,5ºC. Habrá más episodios de calor extremo en amplias zonas del planeta e “incrementos en la frecuencia, intensidad y/o la cantidad de fuertes precipitaciones en varias regiones”, pero no en todas. En cambio, la probabilidad de un aumento de sequías o déficit de precipitaciones merece una nivel de confianza medio (tanto puede darse como que no); y lo mismo ocurre con el riesgo de fuertes precipitaciones asociadas a ciclones tropicales. Sí hay seguridad de que el número de días con calor extremos aumentarán.
La subida del mar
La subida del mar sería de entre 0,27 m y 0,77 m para el 2100 (respecto al período 1986-2005), si se contiene el aumento de temperaturas a 1,5º C. Esto supone una elevación de 0,1 metros menos que en un calentamiento de 2º C. Con una subida del 1,5ºC y no de 2ºC, habría 10 millones menos de personas expuestas a esos riesgos, apunta el estudio.
Cambios desde el Ártico hasta el Pacífico
Con un calentamiento de 1,5ºC, la probabilidad de que el Ártico se quede sin hielo marino en verano es de una por cada 100 años; en cambio, si se llega al aumento de 2ºC la capa helada se perdería un verano cada década. Por su parte, los corales de arrecife, muy sensibles a los efectos de las aguas más calientes, verían destruidas entre el 70% y el 90% de sus poblaciones en la primera hipótesis, mientras que virtualmente desaparecerían con 2ºC adicionales.
Atentos a los polos
“La inestabilidad de las plataformas marinas en la Antártida y/o la pérdida irreversible de las capas heladas de Groenlandia podrían dar lugar a un subida del nivel del mar varios metros a lo largo de los próximos cientos a miles de años”, señala el informe. En el se señala que el creciente calentamiento amplifica la exposición de las pequeñas islas, las áreas costeras llanas y deltas a los riesgos asociados a las subidas del nivel del mar en muchos sistemas ecológicos y zonas pobladas.
Especies
La pérdida de especies y los impactos sobre la biodiversidad también serán menores con un calentamiento limitado a 1,5º C que si se alcanzan los 2ºC. El calentamiento de 1,5ºC cambiará el rango de la localización de muchas especies hacia altas latitudes. También se espera que todo ello conducirá a una pérdida de recursos costeros y una reducción de la productividad de las pesquerías y la acuicultura, sobre todo en (latitudes bajas). En todos los casos, los riesgos son mayores con una subida de 2º C que con una de 1,5º C. Cualquier subida incidirá también sobre la salud humana, la agricultura y la ganadería, la seguridad alimentaria, el abastecimiento de agua o el crecimiento económico pero será más perjudicial si se rebasan el listón de los 2ºC. Lo países subtropicales del hemisferio Sur y buena parte de la población pobre de África y Asia estarán más expuestos a todos estos riegos.
Cambiar la senda: una balance de emisiones 0 para el 2050
Para contener el aumento en 1,5º C y estabilizar el clima, las emisiones de CO2 que produce el hombre deberían descender un 45% para el 2030 con relación a las del 2010 y continuar incluso su senda descendente hasta alcanzar un balance neto de cero emisiones para el año 2050. Esto se podría conseguir con sistemas de neutralización, captación y secuestro del CO2 de la atmósfera (sumideros forestales, geoingeniería). Si la meta fuera contener la temperatura en 2ºC, las emisiones deberían bajar un 20% en el 2030 pero no se conseguiría esa balance cero de misiones hasta el 2075.
Transición energética
Cualquier senda para limitar el calentamiento a 1,5ºC requeriría una transición rápida en sectores como la energía, la agricultura, la gestión urbana o las infraestructuras incluidos el transporte y la edificación. Cambios como éstos se han dado en el pasado en sectores específicos, “pero no hay precedentes históricos para la escala que ahora se precisa”.
“Limitar el calentamiento a 1,5ºC es posible dentro de las leyes de la física y la química, pero eso requeriría cambios sin precedentes”, declaró Jim Skea, otro copresidente de los grupos de trabajo. “Limitar el calentamiento mundial a 1,5ºC comparado con 2ºC reduciría los riesgos de impactos sobre los ecosistemas, la salud humana y el bienestar de las personas, y haría más fácil logar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU”, afirma Priyardarshi Shukia, copresidente del IPCC.
De hecho, proteger el clima y adaptarse al cambio climático permite en paralelo reducir las emisiones contaminantes, mejorar la salud y crear infraestructuras para favorecer un desarrollo justo y perdurable. “El informe da a los responsables políticos y a los gestores la información que necesita para afrotar el cambio climático”, indicó Debra Roberts.
Cumbre de Katowice
El informe sale a la luz ante la próxima cumbre del clima de la ONU en Katowice (Polonia), donde se deben reevaluar las acciones climáticas. Hasta ahora, 181 países han ratificado el pacto para “mantener el incremento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2°C respecto a los niveles preindustriales y continuar los esfuerzos para limitar el aumento a los 1,5 grados”.
Energía limpia
Para contener un aumento de temperaturas a 1,5°C, se necesita acelerar una transición hacia un modelo energético limpio, advierte el IPCC (reducción del consumo, mejora de la eficiencia y una más rápida electrificación). En este escenario climático, las fuentes renovables deben abastecer entre el 70% y el 85% de la electricidad en el 2050. El gas (con tecnología limpia) podría participar en la generación eléctrica (un 8%), mientras que el uso del carbón queda descartado.
Polémico secuestro de carbono
Pero también será necesario poner en marcha grandes planes que permitan absorber y neutralizar el CO2 de la atmósfera; habría que echar mano a sumideros (crecimiento de bosques, reforestación, restauración de suelos), a proyectos de secuestro y almacenamiento de carbono en suelos u océanos y otras soluciones de la geoingeniería climática; todo ello con el fin de lograr un balance de emisiones netas cero para mitad de siglo. Sin embargo, algunas de estas tecnologías han tenido un desarrollo muy escaso. El IPCC admite además que este despliegue puede chocar con limitaciones de “velocidad, escala y aceptación social”. De hecho, algunas de las potenciales medidas para retirar el dióxido de carbono “podrían tener significativas impactos sobre el territorio, la energía, el agua o los nutrientes si se despliega a gran escala”, se señala. .
La bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS) es una tecnología potencial de mitigación de gases de efecto invernadero que produce emisiones de dióxido de carbono negativas al combinar el uso de bioenergía (energía de biomasa ) con la captura y almacenamiento de carbono).
Los compromisos son insuficientes
Los actuales compromisos firmados por los países bajo el Acuerdo de París (2015) suponen incrementos de emisiones futuras que no encajan con la meta de 1,5ºC (aumentan hasta 52-58 GtCO2 eq para el año para el 2030). No se lograría un clima estable ni siquiera haciendo esfuerzos suplementarios de acción climática a partir del 2030, dice el IPCC. Evitar ese exceso de emisiones sin recurrir a los sistemas de capturas de carbono (a veces denostados) sólo “puede conseguirse si las emisiones globales empiezan a declinar mucho antes del 2030”, recuerda el IPCC.
Amigos de la Tierra
Amigos de la Tierra criticó que la comunidad científica haya incluido escenarios que se apoyan “en el uso injustificado de tecnologías no probadas para reducir la concentración de carbono en la atmósfera”. Algunos escenarios contemplan el uso de métodos “tan arriesgados y desconocidos como la bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS), la baza estrella de los partidarios de la geoingeniería climática. Diversos estudios certifican que estas medidas no solo no garantizarían una disminución de partículas de carbono en la atmósfera, sino que además generarían diversos problemas adicionales especialmente entre las poblaciones más empobrecidas”, señala esta organización..
Marcellesi, de Equo
“El informe de los expertos climáticos internacionales no deja lugar a dudas: hay que actuar más rápido y con más ambición para cumplir con el acuerdo de París. Primero, para evitar el coste de la inacción, que supondría convertir el sur de España en un desierto de aquí a finales de este siglo. Pero sobre todo porque es una gran oportunidad social y económica: proteger el clima significa mejorar nuestra salud y crear millones de empleos sostenibles. Por eso llamo la UE y el gobierno español a alzar su ambición de reducción de emisiones para aprovechar esta oportunidad y ser los líderes de la transición ecológica”, indicó a este diario Florent Marcellesi, diputado de Equo en el Parlamento Europeo desde 2016.
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