jueves, 3 de octubre de 2019

¿Creer en Dios influye en nuestro cerebro? Las diferencias entre ser creyente y ateo

Foto: Un típico cerebro humano. (iStock)
Un típico cerebro humano. (iStock)

Un equipo de investigadores ha realizado un estudio para analizar cuáles son las reacciones cerebrales de los creyentes al rezar y si se diferencian de las que tienen los ateos


Al comparar la actividad cerebral de personas que creen en Dios y personas ateas, los especialistas en neurociencia han encontrado algunas diferencias motivadas por la fe, considerada ésta como la creencia en que existe un ser superior que guía a sus fieles en su camino. Así, es especialmente curioso el resultado del trabajo del investigador de la Universidad de Aarhus, Uffe Schjødt, que observó cuáles eran las reacciones cerebrales al rezar, tal y como recoge BBC.
Aquellas personas que se consideran religiosas ven en Dios una figura que, al igual que los seres humanos, interactúa y muestra sus intenciones. Por esa razón, los creyentes analizan su comportamiento también en relación a su creencia religiosa, por lo que la fe está inmiscuida en los procesos cognitivos relacionados con la capacidad de ponernos en la piel de otros. De hecho, estudios de neuroimagen han demostrado que dirigirse en oración a Dios produce una respuesta cerebral similar, en las mismas regiones encefálicas, que la que se ocasiona al pensar en qué ocupa la mente de los otros.
La investigación de Schjødt contó con 20 cristianos devotos, seis hombres y 14 mujeres entre los 21 y los 32 años. En el experimento en el que participaron se demostró que, al rezar, hay un estímulo mayor en el núcleo caudado, perteneciente al sistema nervioso y parte de los ganglios basales. Esta zona del cerebro es la que transmite las sensaciones de alarma o placer, el sistema de recompensa. Las personas que, habitualmente, están acostumbradas a orar, sienten bienestar cada vez que realizan ese hábito.

Para monitorizar la actividad cerebral de los sujetos, que no contaban con enfermedades psiquiátricas o neurológicas conocidas, se jugó con dos conceptos de rezo: el consistente en oraciones memorizadas, como el Ave María o el Padrenuestro, y los rezos a través de charlas informales con Dios. Al pedirles que los sustituyeran por una canción de cuna recitada y una petición mental de regalos a Papá Noel, se comprobó que se generaba una fuerte respuesta en sendas zonas del cerebro. La misma que surge cuando se acogen a Dios y que, por una cuestión de hábito y repetición, volvía a aparecer en estas circunstancias.

La reacción cerebral que surte al rezar sería equivalente a la que se produce en el cerebro de los ateos al hablar con un amigo

Las conclusiones neurocientíficas de este trabajo indican que la reacción de satisfacción de estos feligreses sería equivalente a la que se produce en el cerebro de los ateos al hablar con un amigo. En definitiva, no dieron con ningún elemento místico que sirviera de explicación, sino vieron que la creencia subjetiva de los participantes se asemeja a la interacción cotidiana que puede tener cualquier sujeto con sus amistades.
Una de las zonas que intervenían a la hora de rezar, la corteza prefrontal, se convirtió en el factor clave para analizar los resultados del estudio. Mientras que el convencimiento sobre la existencia de un dios estimulaba esta región durante su rezo cotidiano, el pensamiento dirigido a Papá Noel no generaba esa actividad, puesto que los devotos lo veían como un personaje ficticio. Estos resultados se interpretaron teniendo en cuenta que esa área no suele presentar cambios si un individuo interacciona con un personaje de ficción, ya que se asume que no se va a recibir respuesta alguna ni muestra de sus intenciones.


AUTOR
EL CONFIDENCIAL   02/10/2019 05:00
https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2019-10-02/cerebro-dios-diferencias-creyente-ateo_2197419/

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