martes, 29 de octubre de 2019

De Copacabana a la Barceloneta: las 7 playas que desaparecerán por el cambio climático

Foto: La playa de la Barceloneta es una de las que podría desaparecer por el cambio climático. (EFE)

La playa de la Barceloneta es una de las que podría desaparecer por el cambio climático. (EFE)


Algunas de las playas más conocidas del mundo podrían desaparecer en las próximas décadas por los efectos que se derivan del cambio climático y, con ello, de la subida del nivel del mar


Algunas de las playas más conocidas del mundo podrían desaparecer en los próximos años por el aumento del nivel del mar como consecuencia del cambio climático. Los arenales son lugares cambiantes, puesto que en ellos, con cada ola rompiente, con las mareas que suben y bajan y con los millones de fragmentos de arena y roca que se depositan o vuelven agua adentro, las costas se reorganizan de forma constante.
Sin embargo, la naturaleza no entiende de paseos marítimos, viviendas en primera línea de playa o instalaciones portuarias, por lo que, al bloquearse el movimiento de la arena hacia la costa, esta se deposita en áreas más profundas en alta mar, lo que deriva en un aumento del nivel del agua. Así, según recoge la CNN, si se combina este aumento del mar con las tormentas cada vez más intensas, el resultado será el actual, una amenaza para algunas de las playas más conocidas del mundo.

Copacabana, Río de Janeiro

La playa de Copacabana, una de las más icónicas de Brasil, recibe cada año a más de dos millones de personas en el espectáculo que se realiza en Nochevieja. Este es su pico máximo, sin embargo, durante el resto del año la afluencia en este arenal también supera, con creces, el millón de bañistas.
Pero Copacabana y otras playas populares de la ciudad de Río de Janeiro cuentan con un alto nivel de vulnerabilidad en los impactos derivados de la subida del nivel del mar. Este hecho se ha vuelto más evidente en los últimos años, puesto que una serie de tormentas han erosionado diferentes tramos de los arenales de la urbe y han enviado parte de la arena a las calles circundantes.
Playa de Copacabana en Río de Janeiro. (Reuters)
Playa de Copacabana en Río de Janeiro. (Reuters)

Waikiki, Honolulu, Hawái

Esta playa, que atrae a cientos de surfistas cada año, corre un serio riesgo de verse anegada por las mismas olas que surcan los deportistas en un periodo de 15 a 20 años, según un informe de 2017 de la Comisión Climática de Hawái. Perder Waikiki no solo sería devastador por su valor como referencia del surf, sino que también afectaría a la economía de la isla, puesto que los visitantes generan anualmente unos 2 mil millones de dólares.
Sin embargo, aunque el gobierno local está tomando medidas climáticas como generar el 100% de su energía a partir de fuentes renovables desde el año 2045, lo cierto es que los científicos afirman que, sin una acción global rápida para reducir las emisiones, un aumento del nivel del mar, por mínimo que sea, ocurrirá igualmente.
Playa de Waikiki, en Honolulu, cerrada al baño. (Reuters)
Playa de Waikiki, en Honolulu, cerrada al baño. (Reuters)

South Beach, Miami Beach, Florida

En el caso de Miami Beach, la ciudad que alberga esta playa está tomando diferentes medidas para mantener secas sus zonas más vulnerables. En este sentido, algunas de las fórmulas más comunes pasan por la construcción de diques, la instalación de bombas y la elevación de carreteras, aunque los últimos huracanes y el aumento del nivel del mar, han erosionado ya algunas partes de South Beach.
Tras las últimas tormentas, la ciudad ha intentado reponer la arena perdida dragándola desde la costa, aunque encontrar arena útil se está volviendo cada vez más difícil en zonas cercanas a South Beach. Por este motivo, ahora están explorando la compra de arena en las Bahamas, así como en otros lugares.
Surfistas en South Beach, Miami Beach. (EFE)
Surfistas en South Beach, Miami Beach. (EFE)

Barceloneta, Barcelona

Tal y como ocurre con cada una de las ocho playas con las que cuenta la Ciudad Condal, la Barceloneta ha sido creada de forma artificial y cuenta con muy poco espacio para retranquear, en caso de ser necesario. Esto se debe a la proximidad de la misma con el entramado urbano, por lo que mantenerla supondrá un desafío para la ciudad.
En este sentido, en los años 2008 y 2010, ocurrieron diferentes episodios atmosféricos que destruyeron varias secciones de las playas barcelonesas, incluida la Barceloneta. Aunque se repararon, lo cierto es que en los años siguientes la mitad del arenal fue reclamado por el mar. Así, con el incremento que se espera del nivel del mar, es probable que la Barceloneta desaparezca antes de lo previsto, que se estimaba para el año 2100.
Playas de la Barceloneta y Somorrostro en Barcelona. (Reuters)
Playas de la Barceloneta y Somorrostro en Barcelona. (Reuters)

Ocean City, Maryland

Esta es una de las playas más visitadas de Estados Unidos y su paseo marítimo, uno de los mayores impulsores económicos para el estado de Maryland. Sin embargo, mantener estos activos supone un costoso trabajo, dado que las playas de Ocean City se reponen, de media, cada cuatro años. Pero, en 2016, tras el paso de una tormenta de invierno, la erosión causada motivó que la ciudad se viese obligada a comenzar a dragar y bombear arena en la playa antes de lo programado, lo que ocasionó un coste no previsto de 12,7 millones de dólares.
Un nuevo informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU determinó que los ciclones tropicales se volverán más intensos a medida que los océanos continúen calentándose. Además los aumentos del nivel del mar podrían amplificar también el daño de la tormentas en lugares como Maryland.
Playa de Ocean City, en Maryland, afectada por un temporal. (Reuters)
Playa de Ocean City, en Maryland, afectada por un temporal. (Reuters)

Ocean Beach, San Francisco

La proximidad al centro urbano, la amplitud de la playa y el tamaño de las olas hacen que Ocean Beach sea una de las playas que más surfistas atrae en Estados Unidos. Sin embargo, igual que muchos otros arenales urbanos, este enclave se enfrenta a diferentes desafíos. El principal de ellos es la erosión, puesto que los fenómemos recientes de El Niño, relacionados con el calentamiento del Pacífico, han retranqueado hasta 55 metros la arena de Ocean Beach.
Por ello, para prevenir el aumento del mar, San Francisco está llevando a cabo una estrategia combinada que pasa por nutrir la playa con arena dragada y realizar retiradas sistemáticas de infraestructuras. Así, lo que buscan es mover las carreteras hacia el interior, lejos de la erosión, para permitir que los procesos naturales se afiancen mientras se fortalecen las instalaciones que podrían estar en peligro.
Surfistas en la playa de Ocean Beach, en San Francisco. (EFE)
Surfistas en la playa de Ocean Beach, en San Francisco. (EFE)

Santa Monica Beach, Los Ángeles

Santa Monica atrae cada año a millones de visitantes a tomar el sol y surfear, pero este lugar tampoco se librará de los impactos de la crisis climática. Así, con el paso de los años, estas playas de Los Ángeles han sido alteradas por la mano del hombre, que ha introducido millones de metros cúbicos de arena, así como ha construido espigones para crear amplios arenales después de que estos se hayan visto afectados por la erosión.
En este sentido, un programa piloto de la Fundación Bay está cultivando plantas e instalando dunas a modo de amortiguador contra el aumento del mar en un total de 12.141 metros cuadrados. Estas soluciones ayudarán a la playa a ser más resistente, sin embargo, con un 66% de posibilidades de que el nivel del mar suba casi un metro en los próximos 80 años, el futuro a largo plazo de Santa Monica sigue siendo complejo.

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