viernes, 7 de noviembre de 2025

Bóvedas repletas de oro desde Pekín hasta Europa: China levanta un inmenso corredor que puede cambiar el sistema monetario para siempre

 

Una bóveda acorazada repleta de oro.


  • Si el yuan tiene un respaldo físico de oro puede ser más atractivo
  • La Bolsa de Oro de Shanghái está levantando bóvedas en varios países
  • "Estas bóvedas generan una confianza que el dólar no puede crear"


Que China (banco central y hogares) está comprando grandes cantidades de oro es una realidad irrefutable. Que otros países como la India, Rusia, Turquía o Polonia también lo están haciendo es igual de cierto. Esto son datos y aunque no son del todo exactos (hay quien asegura que China está comprando muchísimo más oro del que declara), sí muestran una clara tendencia: la demanda de oro está en aumento. Sin embargo, lo que hay detrás de esta tendencia es algo más difícil de descifrar. Es casi imposible saber qué hay detrás de cada decisión de compra de oro y más cuando entran en juego cientos de miles de hogares en China, por ejemplo. Las razones pueden ser muchas: el miedo al estallido de una burbuja en las acciones, a una guerra, a un shock que dañe a las divisas fiat... No obstante, hay una teoría de la que se ha hablado poco, pero resulta un tanto atractiva, aunque a día de hoy suene muy lejana e improbable. Algunos analistas han comenzado a especular con la posibilidad de que las ingentes compras de oro de los países emergentes respondan a una estrategia liderada por China que busca destronar al dólar y el orden monetario predominante. El yuan no es rival para el dólar en la actualidad, porque su respaldo (la economía china, sus instituciones y sus reservas) no pueden hacer frente a EEUU. Pero, ¿qué pasaría si China asegurase que cada yuan está respaldado por una cantidad fija de oro?

Los defensores de esta teoría sostienen que esto explicaría las frenéticas compras de oro por parte de China. El yuan se desmarcaría del resto de divisas fiat cuya oferta se mueve al antojo de los bancos centrales y tesoros de las jurisdicciones pertinentes. Sin embargo, un yuan respaldado por oro mostraría un mayor compromiso con la preservación de su 'valor' futuro.

"China está impulsando una revolución financiera, respaldando audazmente su yuan con oro para desafiar el dominio del dólar estadounidense y fomentar un orden global cooperativo y multilateral. El Banco Popular de China (BPC) se ha consolidado como uno de los grandes compradores de oro del mundo, acumulando reservas a un ritmo vertiginoso. Esta ambiciosa estrategia o debasement trade (devaluación del dólar) busca restaurar la confianza en el yuan mediante un activo tangible que el dólar abandonó hace décadas. Lejos de aspirar al dominio, la estrategia china promueve un sistema económico multipolar, destinado a transformar los mercados, elevar los tipos de interés, impulsar las materias primas y desafiar a las criptomonedas como el Bitcoin", asegura Angelo Giuliano, analista financiero y geopolítico afincado en China desde 1995.

Este experto con más de 400.000 seguidores en la red X hila unos eventos con otros para alcanzar una conclusión e intentar validar su teoría: China quiere poner fin al reinado del dólar y ayudar a fomentar un mundo multilateral donde el poder monetario tenga un mayor reparto. La Bolsa de Oro de Shanghái (SGE), ahora el principal mercado físico de oro del mundo, es la piedra angular de esta transformación. A mediados de 2025, el SGE inauguró una importante bóveda en Hong Kong (la primera fuera de los que se conoce como mainland China y considerado un lugar donde florecen las operaciones financieras internacionales). Esta bóveda y mercado está operado por un banco chino líder, que permite la celebración de contratos de oro denominados en yuanes con entrega física (de ahí la bóveda con los lingotes) e incentivos en las comisiones hasta fin de año.

El corredor del oro chino

Esta bóveda constituye el pilar de lo que Giuliano denomina como el 'corredor del oro' de China, una red que abarcará los países BRICS: Brasil, Rusia, India, Sudáfrica, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos o Suiza. "Estas bóvedas ofrecen una confianza que el dólar no puede brindar, vulnerable a la impresión, la congelación o el impago, y están diseñadas para promover el comercio y las finanzas equitativas en un mundo multipolar".

Esto explicaría, en parte, por qué hay tantos países emergentes comprando oro a marchas forzadas. Las razones son muchas, pero una de ellas podría ser la configuración de este nuevo orden en el que el oro pasaría a ser un activo mucho más importante, jugaría un papel de respaldo que cimentaría la confianza en las divisas que tengan una mayor cantidad de oro detrás. También por qué el precio del oro se ha disparado hasta superar los 4.000 dólares por onza, aunque parece encontrarse en una relativa consolidación.

Tenencias de oro de los países emergentes.
Los países emergentes acumulan oro a marchas forzadas.

Desde Unicredit no apuestan de forma directa por esa teoría, de hecho, ni la mencionan, pero sí explicaban hace unas semanas que estos movimientos en el mercado del oro mostraban "una convergencia de factores tradicionales del mercado y cambios a medio plazo en la estrategia global de reservas. A medida que las economías emergentes reducen gradualmente su dependencia del dólar estadounidense, sus compras sostenidas de oro están transformando silenciosamente la dinámica de la demanda. En este contexto, el oro adquiere cada vez mayor relevancia, no solo como cobertura contra crisis o inflación, sino también como una inversión estratégica en un panorama monetario en transformación".

Los analistas del banco italiano señalaban que los bancos centrales de los mercados emergentes se han convertido en actores cada vez más influyentes en el mercado mundial del oro. Países como China y Rusia han expandido significativamente sus reservas en las últimas dos décadas, mientras que otros, como India y Turquía, han incrementado sus tenencias de forma constante... Polonia ha cuadruplicado con creces sus reservas de oro desde 2018. Esta acumulación generalizada refleja un giro estratégico que se aleja de los activos de reserva tradicionales, en particular del dólar estadounidense, y subraya el creciente deseo de estas naciones de diversificar sus inversiones y reducir su exposición a los riesgos asociados al dólar.

"Estos riesgos incluyen la posibilidad de sanciones financieras, la congelación de activos y restricciones de acceso al sistema financiero estadounidense. El continuo auge del oro forma parte de una tendencia más amplia de desdolarización, a medida que las economías buscan una mayor independencia monetaria y resiliencia ante los cambios en la política estadounidense. Al anclar sus reservas en oro, los mercados emergentes no solo se protegen contra la inflación y la volatilidad cambiaria, sino que también señalan una transformación en la arquitectura financiera global, que favorece cada vez más las estrategias de reservas multipolares frente al predominio del dólar. Es probable que este movimiento esté transformando el papel del oro, pasando de ser una reserva pasiva de valor a un instrumento activo de estrategia soberana".

Giuliano cree que el tema de las sanciones es fundamental para explicar lo que está pasando: "Las bóvedas ofrecerán una custodia a prueba de sanciones, reduciendo la dependencia de centros occidentales como Londres o Nueva York. El oro almacenado en Hong Kong, Dubái o en los depósitos proyectados en Rusia, India y África está a salvo de embargos (o al menos diversifica el riesgo), gracias a la tecnología blockchain y las auditorías que garantizan la transparencia... además, estas bóvedas impulsan la internacionalización del yuan, posicionándolo como una alternativa respaldada por oro al dólar. La integración de Dubái y las bóvedas proyectadas en Europa y África amplían este marco de cooperación, mientras que Arabia Saudí se centra en los mercados petroleros, erosionando el dominio del dólar en las reservas mundiales".

Así se permite de forma sencilla y descentralizada la entrega física de oro para el comercio en yuanes, facilitando a los socios la conversión de yuanes en oro tangible, un factor de confianza vital tras la congelación masiva de reservas extranjeras por parte de Estados Unidos en 2022. "La bóveda de Hong Kong admite contratos denominados en yuanes, permitiendo a los países de la ASEAN liquidar transacciones con lingotes de oro, sin depender de sistemas occidentales como SWIFT", asegura este experto.

Si la intención de China con las compras de oro es cimentar su posición como un mercado alternativo al sistema estadounidense, como parece, con la acumulación de oro que está llevando a cabo y el intento de convertirse en una bolsa de metales alternativa en el mundo, el país puede conseguir matar dos pájaros de un solo tiro. Si se logra crear una bolsa de metales que compita con referencias mundiales, como la de Londres, esta se puede convertir en un imán para inversiones internacionales y en un foco de actividad de negociación que cimente al país, y a su divisa, como un mercado atractivo y de fiar.

Al mismo tiempo, aceleraría un proceso de alejamiento del dólar, una divisa que, desde que desapareció el patrón oro (el que ahora China podría querer recuperar para su propia divisa), ha perdido valor de forma sostenida frente a los activos reales. Además, para el bloque de países fuera de la órbita estadounidense, y que rodean a China como la gran alternativa, la creación de un mercado alternativo al dólar, basado en el oro, y con reservas suficientes para sostener el sistema, sería una protección frente a ataques como las sanciones que se han impuesto en los últimos años por parte de Estados Unidos y la Unión Europea.

China ya ha dado pasos

China, de hecho, ya se ha ofrecido a sus socios a convertir el Banco Popular de China, el banco central del país, en un custodio de oro de otros propietarios, guardando las reservas extranjeras a buen recaudo. La creación de cámaras fuera de las fronteras del país asiático, pero ligadas a la misma red de custodia, sería un paso más en el plan del país para ganarse la confianza de socios externos, y tratar así de atacar a Estados Unidos donde más le duele: en su liderazgo comercial por un sistema mundial que se basa en el dólar.

"También se impulsa la financiación respaldada por oro, utilizando el oro almacenado como garantía para préstamos en yuanes. Las bóvedas de Singapur y Malasia, vinculadas a la iniciativa china de la 'Ruta Dorada', respaldan el comercio y la infraestructura regionales sin supervisión occidental. La bóveda de Arabia Saudí, actualmente en construcción, permitirá liquidaciones de petróleo, yuanes y oro, creando un corredor más amplio para el desarrollo compartido en Asia y África", sentencia este analista, que es el principal creador de la teoría de las bóvedas y el corredor del oro chino.

Con todo, Giuliano concluye que el corredor del oro de China puede ser un catalizador geopolítico para un mundo multipolar. Las bóvedas en Singapur, Malasia, Dubái y, próximamente, Arabia Saudí, Rusia y otros países, permiten a los aliados de los BRICS y de la Franja y la Ruta comerciar y desarrollarse sin el control occidental.

"Con importantes reservas de oro (oficialmente vastas, y probablemente aún mayores extraoficialmente), la acumulación abierta de China señala un compromiso con la prosperidad compartida, atrayendo a decenas de países a un ecosistema del yuan. Los mercados se enfrentan a una gran agitación: los precios del oro se dispararán, los tipos de interés subirán y las materias primas se dispararán. El bitcoin podría flaquear ante la fiabilidad tangible del oro. El reinado del dólar, erosionado por la pérdida de confianza, se enfrenta a un profundo desafío a medida que las bóvedas repletas de oro de China allanan el camino para un orden mundial cooperativo respaldado por el yuan", sentencia este analista.