lunes, 16 de septiembre de 2024

¿Cuáles son realmente los países más ricos de África? Estos son los datos



Una calle en Ghana (Fuente: iStock)



En la actualidad, algunos indicadores como el PIB o el PIB per cápita, que ofrecen una visión más cercana del promedio de los ciudadanos, son indicadores clave para medir la riqueza




Cuando se piensa en África, a menudo se evoca la imagen de un continente marcado por los desafíos económicos y la desigualdad. Sin embargo, esta visión puede resultar engañosa y no del todo cierta. África alberga naciones con economías pujantes, recursos naturales abundantes y un crecimiento notable. Pero, ¿qué países lideran realmente el ranking de riqueza en el continente? Dependiendo de cómo se mida, la respuesta puede variar, lo que refleja la complejidad de determinar qué significa ser "rico" en el contexto africano.

El Producto Interno Bruto (PIB) es una de las métricas más utilizadas para medir la riqueza de un país. Esta cifra representa el valor total de los bienes y servicios producidos dentro de un país en un periodo determinado. 

En el contexto africano, los países con economías más grandes en términos de PIB son Egipto, Nigeria, Sudáfrica, Argelia y Etiopía.


placeholderJohannesburgo (Fuente: iStock)
Johannesburgo (Fuente: iStock)

Egipto encabeza la lista con el PIB más alto del continente. Su economía diversificada, que incluye desde el turismo hasta la agricultura y la producción de petróleo, ha permitido al país mantenerse a flote a pesar de los desafíos económicos globales. Nigeria, por su parte, sigue de cerca a Egipto gracias a su población y sus ricos yacimientos de petróleo, que representan una parte significativa de su economía.

Sudáfrica, a pesar de ser considerada la economía más avanzada y diversificada de África, ocupa el tercer lugar en el ranking de países más ricos del continente en términos de PIB. La nación tiene una economía terciaria robusta y centrada en servicios como el comercio y el transporte, que impulsa su posición en el continente. Por último, Argelia y Etiopía completan la lista de los cinco principales países africanos por PIB, con economías basadas, sobre todo, en los hidrocarburos y la agricultura, respectivamente.

El PIB por sí solo no siempre cuenta toda la historia. Para obtener una imagen más precisa del poder adquisitivo real de los ciudadanos, los economistas a menudo recurren a la paridad del poder adquisitivo (PPA), que ajusta el PIB en función de las diferencias de precios entre los países. Este enfoque nos permite comparar las economías en términos de lo que realmente pueden comprar sus ciudadanos con su moneda.

Sin embargo, la PPA también tiene sus limitaciones. Aunque puede dar una idea más clara de la calidad de vida en diferentes países, no necesariamente refleja la distribución de la riqueza dentro de un país, un tema crucial en muchas naciones africanas.


El PIB per cápita, un indicador clave

Para superar las limitaciones del PIB, se suele utilizar el PIB per cápita, que divide el PIB total de un país entre su población. Esta métrica ofrece una visión más cercana de la riqueza promedio de los ciudadanos, aunque también tiene sus desventajas, como no considerar la desigualdad interna.

Aquí, Libia destaca como el país africano con el PIB per cápita más alto. A pesar de la inestabilidad política y la guerra civil que afectó al país en el año 2011, la riqueza derivada del petróleo ha permitido a Libia mantener una posición económica destacada en términos de riqueza per cápita.


placeholderLibia (Fuente: iStock)
Libia (Fuente: iStock)

Botsuana, conocido por su próspera industria de diamantes, sigue a Libia en este ranking. A pesar de ser un país pequeño y sin salida al mar, Botsuana ha logrado un crecimiento económico significativo en las últimas décadas, aunque sigue enfrentando desafíos en términos de desigualdad.

Guinea Ecuatorial y Gabón también se encuentran entre los países africanos con un PIB per cápita elevado, gracias en gran medida a sus ricos recursos naturales, especialmente el petróleo. Sin embargo, ambos países enfrentan críticas por la distribución desigual de la riqueza, con gran parte de su población viviendo en la pobreza a pesar de los altos ingresos del petróleo.

Finalmente, Sudáfrica vuelve a aparecer en esta lista, lo que subraya su posición como una de las economías más importantes y diversificadas del continente. Aunque su PIB per cápita es elevado, el país sigue luchando contra una alta desigualdad económica.



domingo, 15 de septiembre de 2024

¿Por qué damos tantas vueltas a las cosas? Así funciona la técnica 10-10-10 para aprender a relativizar



¿Por qué damos tantas vueltas a las cosas? Así funciona la técnica 10-10-10 para aprender a relativizar (Freepik/krakenimages)




La técnica 10-10-10 ofrece una forma práctica de evaluar nuestras decisiones considerando sus efectos inmediatos, a medio y largo plazo, ayudándonos a relativizar y tomar mejores decisiones




Las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida, ya sean pequeñas o trascendentales, tienen un impacto profundo en nuestro bienestar. Cada elección que hacemos moldea, de alguna manera, el camino que seguimos, y también afecta la manera en que percibimos y aceptamos las situaciones que nos ocurren. Aprender a aceptar las consecuencias de nuestras decisiones de manera saludable es fundamental para mantener un equilibrio emocional y la paz mental.

Sin embargo, muchas veces nos encontramos atrapados en un ciclo de dudas e indecisión, preguntándonos una y otra vez si hemos tomado la decisión correcta. Este proceso de dar vueltas a las cosas puede generar una carga mental innecesaria y aumentar nuestros niveles de ansiedad. Aquí es donde entra en juego la técnica 10-10-10, una herramienta diseñada para ayudarnos a relativizar y tomar decisiones de manera más consciente y serena.


Cómo funciona la técnica 10-10-10

La técnica 10-10-10, popularizada por Suzy Welch, propone una forma sencilla pero muy clara de evaluar nuestras decisiones. Esta estrategia nos invita a preguntarnos cómo nos sentiremos acerca de una decisión en tres momentos clave: en 10 minutos, en 10 meses y en 10 años. De esta manera, se busca proporcionar un marco temporal que permita analizar no solo las consecuencias inmediatas, sino también el impacto a medio y largo plazo.

En primer lugar, el método nos anima a considerar cómo nos sentiremos dentro de 10 minutos después de tomar una decisión. Esta etapa nos ayuda a evaluar nuestras emociones inmediatas, que a menudo son las que más influyen en nuestro proceso de decisión. ¿Nos sentiremos aliviados, estresados o satisfechos?

El siguiente paso es proyectar nuestra mente hacia los próximos 10 meses. Aquí, se trata de reflexionar sobre el efecto a medio plazo de la decisión tomada. ¿Las emociones iniciales se mantendrán, o es probable que cambien? ¿Las consecuencias prácticas de la decisión serán relevantes en este plazo de tiempo?

Finalmente, la técnica nos lleva a considerar cómo nos sentiremos dentro de 10 años. Esta perspectiva a largo plazo permite evaluar si la decisión tendrá un impacto duradero en nuestras vidas o si, por el contrario, será algo que apenas recordaremos en el futuro. Es una manera eficaz de poner en perspectiva lo que, en el momento presente, puede parecer abrumador.

Al utilizar la técnica 10-10-10, podemos reducir el peso de la indecisión y aprender a tomar decisiones de manera más equilibrada, basándonos en una visión más completa del futuro. Este método, además de ser una herramienta para decidir, también es un recordatorio de que no todas las decisiones son tan trascendentales como parecen en el momento. La clave está en entender que, aunque cada elección importa, no todas definirán nuestra vida de manera tan profunda y duradera.



sábado, 14 de septiembre de 2024

La paradoja de Newcomb, un problema que divide a los filósofos en dos campos… ¿de qué lado estás tú?

 


Una paradoja divertida, engañosamente simple, pero sorpresivamente profunda.

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Te tenemos un problema. Pero no te preocupes, es divertido y no es difícil de entender.

Es un experimento mental creado por el físico teórico William A. Newcomb en 1960 mientras meditaba sobre la famosa paradoja de la teoría de juegos llamada "el dilema del prisionero".

Newcomb nunca escribió sobre él pero, unos años más tarde, llegó a oídos del renombrado filósofo estadounidense Robert Nozick.

Advirtiendo que no sabía si tenía derecho a presentar la paradoja pues no era su autor, Nozick contó que los intentos por abordarla en sus discusiones con amigos, incluido Newcomb, lo habían animado a hacerlo, en un artículo publicado en 1969.

"Es un problema hermoso. Ojalá fuera mío", expresó.

Así que sin más preludio, aquí está:

Imagínate que estás frente a una mesa sobre la que hay dos cajas cerradas:

  • la caja A contiene US$1.000;
  • la caja B contiene US$1.000.000 o nada.

Tienes dos opciones:

  • llevarte sólo la caja B
  • llevarte las dos cajas

Tú te quedarás con todo lo que haya en la/s caja/s que escojas y tu objetivo es llevarte la mayor cantidad de dinero.

Antes de tomar la decisión, debes tener en cuenta que todo esto fue ideado por un ser supremo cuya capacidad de predicción es casi perfecta.

Ha predicho correctamente cosas que tú y otros han hecho, incluso en situaciones como ésta, sin equivocarse ni una sola vez, hasta donde se sabe.

Ayer, pronosticó qué harías.

Si predijo que tomarías ambas cajas, dejó la B vacía.

Si anticipó que escogerías sólo la B, metió en ella el millón de dólares.

Entonces, ¿qué eliges? ¿Te llevas dos cajas o sólo una?

Dos argumentos

¿Te parece que la respuesta es obvia?

Pues la gran mayoría de la gente concuerda contigo en eso.

Pero sólo alrededor del 50% concuerda contigo en que tu respuesta es la obvia.

Resulta que este engañosamente simple problema ha sido uno de los enigmas más polémicos de la filosofía.

Por 55 años ha tenido a los pensadores divididos en bandos enfrentados, con cada lado extremadamente seguro de que tiene razón y de que el otro lado está equivocado.

Lo curioso es que las encuestas muestran que el público reacciona igual: más o menos la mitad está convencida de que la opción 1 es la correcta y la 2, absurda; y la opinión de la otra mitad es igual de contundente, pero al revés.

De hecho, fue por esa dificultad de hallar consenso que Nozick decidió publicarla.

El problema es que hay dos argumentos plausibles y muy intuitivos que llevan a decisiones diferentes:

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La razón para decantarse por la opción 1

¿Por qué tomar sólo la caja B?

Si tomas lo que hay en ambas cajas, el ser supremo, casi con certeza, lo habrá predicho y no habrá puesto el millón de dólares en la caja B, y por lo tanto, casi con certeza, obtendrás US$1.000.

Si tomas solamente la caja B, el ser, casi con certeza, lo predijo y así que al abrirla, casi con certeza, encontrarás US$1.000.000.

Por lo tanto, lo lógico es optar por tomar solo una caja.

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Lo que piensan quienes no dudan en decidirse por la opción 2

¿Por qué escoger las dos cajas?

El ser supremo ya hizo su predicción; el millón de dólares ya está o ya no está en la caja B.

Esa es una situación fija y determinada.

El dinero no se va a esfumar dependiendo de tu elección, pues una decisión en el presente no cambia una tomada en el pasado.

Si el ser ya puso el millón en la caja B y tomas ambas, obtendrás US$1.001.000, mil más que si tomaras una sola caja.

Si el ser no puso el millón en la caja B y escoges ambas, al menos te quedarás con US$1.000, en vez de nada.

En veremos

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Ambas opciones siguen en juego

No te sorprendas si, a pesar de haber leído las razones de quienes escogieron la opción distinta a la tuya, te sigue pareciendo irracional.

Eso ha venido pasando incluso desde antes de que Nozick popularizara la paradoja.

"He planteado este problema a un gran número de personas, tanto amigos como estudiantes en clase", escribió el filósofo.

"Para casi todo el mundo es perfectamente claro y obvio lo que se debe hacer.

"La dificultad es que estas personas parecen dividirse casi por igual sobre el problema, y ​​un gran número piensa que la mitad opuesta simplemente está siendo tonta".

Sin embargo, subrayó, "dados dos argumentos opuestos tan convincentes, no basta con conformarse con la creencia de que uno sabe qué hacer. Ni basta con repetir uno de los argumentos en voz muy alta y lentamente".

Agregó que era necesario "desarmar el argumento opuesto; explicar por qué no se sostiene, mostrándole el debido respeto".

Muchos han intentado hacerlo; varios están convencidos de que lo lograron.

Pero la paradoja de Newcomb sigue siendo un rompecabezas espinoso y tremendamente controvertido, con ramificaciones en la teoría de la decisión, la economía, la psicología filosófica y la ciencia política.

Además, es fascinante pues, como señala Martin Gardner en "El libro colosal de matemáticas" (2001), gira en torno a uno de los problemas perennes de la filosofía: la naturaleza del libre albedrío.

Nozick esperaba que la publicación del problema pudiera “dar con una solución que me permitiera dejar de volver, periódicamente, a él”.

Pero hasta ahora, a pesar de que se ha estudiado, discutido y escrito profusamente sobre esta paradoja, no se ha llegado al consenso que le habría restaurado su paz mental.


  • BBC News Mundo
  • Título del autor,Redacción
  • 01/09/2024
  • https://www.bbc.com/mundo/articles/cx2n8nm7d1no

viernes, 13 de septiembre de 2024

Así se comporta el cerebro cuando estamos enfermos

 


Más allá de los síntomas físicos, nuestro cerebro activa una serie de síntomas que se conocen como "comportamiento de enfermedad".

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Si nos dicen que vamos a pillar un gripazo, lo primero en lo que pensamos es en los síntomas físicos: los dolores musculares, la tos y la fiebre. Sin embargo, lo que realmente nos hace sentir pachuchos es el cansancio extremo, la apatía, la irritabilidad y esa niebla mental que parece que se va a quedar con nosotros para siempre.

A este conjunto de síntomas se le conoce como el comportamiento de enfermedad y, aunque es desagradable, tiene un propósito importante.

El comportamiento de enfermedad

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Los estudios muestran que el cuerpo redirecciona sus recursos energéticos para combatir infecciones bacterianas o virales

Se ha descubierto que los síntomas que sufrimos durante una infección viral o bacteriana no son simplemente efectos colaterales de la enfermedad, sino que cumplen una función beneficiosa: permiten a nuestro cuerpo redirigir su energía hacia la lucha contra los patógenos que nos han invadido. En otras palabras, nos sentimos mal para poder estar bien.

No obstante, el comportamiento de enfermedad también puede ser un efecto secundario no deseado en pacientes con cáncer o enfermedades autoinmunes.

Estas personas reciben tratamientos con fármacos que incluyen moléculas inmunitarias conocidas como interferones. Los interferones son producidos y liberados por nuestras células del sistema inmune cuando sufrimos una infección, pero su uso terapéutico puede desencadenar estos síntomas desagradables.

La barrera hematoencefálica

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¿Cómo afecta la enfermedad a la función del cerebro y a nuestro estado mental?

Para intentar responder a la anterior pregunta, primero hemos de presentar a la barrera hematoencefálica, una estructura compleja cuya principal función es proteger a las células del cerebro.

La barrera hematoencefálica es un sistema de protección que impide que la mayoría de los patógenos y moléculas inmunitarias entren en el cerebro.

Durante mucho tiempo se pensó que esta barrera también bloqueaba las señales del sistema inmunológico. Sin embargo, hoy día se conoce la existencia de toda una serie de mecanismos que permiten que ciertos mensajeros crucen la barrera e influyan en el comportamiento.

Lo que nos dicen los ratones

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Con el fin de esclarecer cómo una infección puede dar lugar al comportamiento propio de la enfermedad, un grupo de investigación alemán llevó a cabo un estudio en el que expuso a ratones a un virus que causa una breve patología.

A continuación, evaluaron los efectos del patógeno en el comportamiento utilizando una prueba estándar para detectar depresión en roedores. Esta prueba, conocida como el laberinto acuático de Morris, consiste en colocar a los animales en un recipiente con agua donde deben nadar hasta encontrar una plataforma que les permita salir.

Por lo general, los ratones sanos luchan hasta conseguirlo, pero los animales deprimidos se rinden rápidamente y se ponen a flotar. Aquí viene lo más interesante: los ratones infectados con el virus pasaron casi el doble de tiempo flotando, lo que sugiere que el virus estaba alterando su comportamiento; es decir, estando enfermos se deprimían notablemente.

En este estudio se detectó que el virus inducía a los ratones a producir un tipo de interferón, el interferón-β, una molécula inmunológica que, a su vez, estimula a otras moléculas receptoras que se sitúan en estructuras que forman parte de la barrera hematoencefálica.

Genética y comportamiento de enfermedad

Para determinar si estos receptores localizados en la barrera hematoencefálica desencadenan el comportamiento de enfermedad, los investigadores compararon ratones normales con animales genéticamente modificados que carecían de estos receptores.

Después, activaron en los ratones las mismas respuestas inmunitarias que los virus y los sometieron a la prueba de flotación. En ella, los ratones modificados tardaron aproximadamente un 50% menos de tiempo en encontrar la plataforma que los ratones normales, lo que sugiere que los primeros son mucho menos vulnerables a la depresión al no portar el receptor.

El papel de CXCL10 en el cerebro

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Como hemos comentado, los investigadores consiguieron identificar dos partes de un mecanismo que transmite señales inmunitarias a través de la barrera hematoencefálica: el interferón-β y los receptores a los que estimulaba. Sin embargo, aún era necesario determinar qué molécula, en esta cascada de señales, causaba los cambios en el cerebro.

Descubrieron que, en respuesta al interferón-β, las células de los vasos sanguíneos producen otra molécula: el CXCL10, que tiene conocida actividad inflamatoria en la artritis reumatoide.

Cuando se midió la actividad eléctrica de las neuronas del hipocampo, una parte del cerebro que ayuda a formar recuerdos y también influye en nuestras emociones, el grupo de investigación detectó que el CXCL10 alteraba las respuestas de las neuronas de modo que podría reducir la capacidad de aprendizaje de los animales.

Así, pudieron explicar a nivel celular y electrofisiológico la base del comportamiento de enfermedad.

Una implicación importante de este trabajo es que abre puertas para encontrar formas de detener el comportamiento de enfermedad en pacientes con cáncer o enfermedades autoinmunes que reciben tratamiento con interferones.

Con todo, lo que nos queda claro es que la sensación de estar enfermo no es simplemente una molestia sin propósito. Los síntomas que experimentamos son una parte vital de la respuesta de nuestro organismo a las infecciones, que permite que el sistema inmune se concentre en combatir a los invasores.


*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia Creative Commons. Haz clic aquí para leer la versión original y ver los vínculos a los estudios citados.

  • Francisco José Esteban Ruiz
  • Título del autor,The Conversation*
  • 01/09/2024
  • https://www.bbc.com/mundo/articles/c4gdkke2xj5o