viernes, 23 de agosto de 2024

¿Las fábricas se van de China? No tan rápido: el secreto de Pekín tras el récord de empresas extranjeras

 

Ciudad de Shenzen, China (Dreamstime)


  • El número de empresas sigue creciendo con la inversión cayendo
  • "La capacidad de sus rivales es demasiado pequeña"
  • China cuenta con grandes ventajas, tecnología, precios de transporte, todo tipo de materiales... etc



El 'estatus' de China como la gran fábrica del mundo está en peligro. Las empresas de todo el globo durante años colocaron sus plantas en el gigante asiático para aprovechar la globalización y los menores precios. Ahora, con las tensiones geopolíticas en aumento y problemas en las cadenas de suministro, están decidiendo desplazar su producción fuera de este país, a un lugar más seguro (como India o Vietnam) o incluso relocalizar esta industria a un entorno más próximo. Esta idea, que parecía inapelable los últimos años, se ha reforzado este año con la debilidad económica del país… pero se ha encontrado con una realidad muy diferente: las empresas extranjeras localizadas allí no solo no caen sino que siguen subiendo.

Las alarmas sonaron con los datos de Inversión Extranjera Directa (IED, por sus siglas en inglés), que se han desmoronado a su nivel más bajo en 23 años, algo que generó la imagen de empresas saliendo a marchas forzadas del país. Pero los expertos advierten que estos datos están cargadas de matices.

Es cierto que Apple e Intel están trasladando para de su producción fuera del país. Sin embargo, el ejemplo paradigmático es Apple. El mayor proveedor en China de la firma, Foxconn, anunció que se expandía en la India con una inversión de 1.5000 millones de dólares para diversificar su suministro en Asia. Sin embargo, en las últimas cuentas de Apple se ve cómo ha reforzado sus suministradores chinos. De hecho, la propia Foxconn ha ampliado sus bases de producción en el país ante las ventajas que aún sigue ofreciendo la potencia asiática. Este mismo mes de marzo Tim Cook, director ejecutivo de la firma, explicaba que "no hay una cadena de suministro que sea más importante para nosotros que China".

Esto que se ve con Apple ha pasado con todo tipo de empresas. De hecho, el número de empresas ha ido creciendo. Según los últimos datos del ministerio de Comercio del país, el número de empresas con inversión de otros países crecieron en un 19,2% el primer trimestre. Es decir, 16.805 empresas nuevas en todo el país. Eso sí, mientras esto ocurre la inversión extranjera directa ha caído un 28%."La tendencia fundamental de la recuperación económica de China y las perspectivas positivas a largo plazo no han cambiado, y el atractivo del mercado chino para los inversores extranjeros ha seguido fortaleciéndose", afirmó el ministerio.

En ese sentido, desde BCA Research señalan que la inversión extranjera perdida no se ha ido a otros países y que "el indicador de la balanza de pagos de China, ampliamente citado, sobreestima el grado de desinversión de las empresas extranjeras en China". No niega que haya una tendencia hacia la desinversión, "pero el ritmo ha sido modesto".

Respecto al porqué la inversión directa cae si se generan nuevas empresas, señala que el motivo fundamental viene de que la IED sobre representa "los paraísos fiscales" y otros fenómenos. En ese sentido señala que "la disminución de la IED entrante puede deberse a que estas empresas chinas ahora retienen una mayor parte de su capital en el exterior en lugar de repatriarlo". Además se han frenado las grandes OPIs de empresas chinas en mercados extranjeros "lo que provocó entre 2018 y 2021 picos de entradas de IED".

En ese sentido, remarcan que esto se detecta en que, a pesar de que el IED de China se ha desplomado, la realidad es que las conocidas alternativas, México, Vietnam e India, no han recibido un incremento proporcional. El motivo está claro "la producción manufacturera de estas economías en desarrollo es demasiado pequeña para dar cabida rápidamente a una gran reubicación desde China, si bien la participación de estos países en el valor agregado manufacturero global puede estar aumentando, parten de una base muy baja y todavía representan solo una fracción de la posición de China en la cadena de suministro manufacturera global".

Además, señala que décadas de luchar y alcanzar el trono de 'la fábrica del mundo' han otorgado a China enormes ventajas a la hora de competir por el desembarco de empresas, en particular industriales, que ahora "son muy difíciles de replicar en otros países". Estos serían los motivos por los que las fábricas puedes querer abandonar esta nación… pero lo están haciendo poco a poco y en un camino plagado de dudas.

Las ventajas de China

El principal motivo que explican desde BCA es que China tiene una enorme facilidad para obtener todo tipo de recursos y una infraestructura fuerte para el transporte de mercancía a través de su país. El resultado es claro, "como el mayor fabricante del mundo, el país ofrece importantes ahorros en costos de transporte y logística". Por su parte, también ofrece una alta tecnología para las compañías y una mano de obra barata respecto a occidente, pero cualificada. El salario mínimo en China apenas es de 3.220 euros al año y el salario promedio es de 1.066 dólares al mes (frente a los 5.316 dólares de EEUU).

Hay otros lugares que ofrecen una diferencia salarial incluso más elevada, pero estos no cuentan con el resto de ventajas que también abaratan la actividad de las compañías. "Los rivales no solo carecen de la infraestructura, sino de productividad laboral y un entorno operativo favorable, como para atraer". De hecho, consideran que "sus experiencias en otros mercados emergentes sugieren que construir un nuevo ecosistema fuera de China es realmente un desafío formidable".

Esto se ve claramente con el coste de logística, que es muy caro en los países menos desarrollados. Un ejemplo es la India, donde el Consejo Nacional de Investigación Económica Aplicada (NCAER) considera que está cerca del 14% del PIB en comparación al 9% de China. Vietnam Logistics Services Association (VLA) explica que esta cifra es del 16,8% en su país, mientras que Tailandia sería del 15,5% y en Malasia del 13%.

"La mayoría preferirán no abandonar la cadena de suministro que se han pasado décadas construyendo"

Rosemary Coates, Directora Ejecutiva del Reshoring Institute, defiende que hay motivos más sombríos por los que las empresas tienen incentivos para no abandonar el país. "Cuando una empresa abandona China, también abandona su propiedad intelectual de fabricación si a los chinos se les han enseñado métodos de producción confidenciales. Todos hemos oído historias de terror sobre el robo, la copia y la falsificación de propiedad intelectual en China".

Desde Rabobank explican que, a pesar de que sí ven una tendencia a la deslocalización en algunas empresas, "la mayoría preferirán no abandonar la cadena de suministro que se han pasado décadas construyendo". Además, señalan que el gran esfuerzo que ha hecho China en diversificar sus propias cadenas de suministro para futuras industrias claves (semiconductores, coches eléctricos, energía verde… etc) "cobrará una importancia clave". Todo esto es suponiendo que la tensión EEUU-China siga creciendo, con aranceles, amenazan de invasión de Taiwán… etc, pero si se genera una distensión, de hecho ven a China reforzándose y con nuevas fábricas abriéndose a toda velocidad. "Las oportunidades de crecimiento en China siguen siendo muy atractivas y China tiene muchas ventajas sobre otros países asiáticos".

Sin embargo, la última encuesta de la Cámara de Comercio de EEUU, muestra que, si bien no terminan de dar el paso, cada vez más empresas están planteándose emprender el proceso para marcharse, a pesar de todas las ventajas. En la UE, lo mismo, en 2025 ha incrementado marginalmente el número de empresas que están considerando (8%) y que ya han tomado la decisión (13%) de retirar sus inversiones del país. En ambos casos se trata de dos y una décima más respectivamente, respecto a la última encuesta de hace un año. En resumen, "las multinacionales están intentando expandir sus cadenas de suministro más allá de China, pero las ventajas competitivas de este último país en el sector manufacturero son difíciles de replicar. El resultado es un proceso de reubicación de la cadena de suministro más lento de lo esperado".