sábado, 24 de agosto de 2024

Pastillas de yodo, tampones... La 'lista de la compra' del Gobierno danés ante un ataque




Un supermercado de productos básicos en Aarhus, Dinamarca. 
(EFE/Bo Amstrup)



El sólido respaldo del país escandinavo a Ucrania en su guerra contra Rusia ha elevado la amenaza de guerra híbrida que pone en peligro sus infraestructuras críticas y le expone a situaciones de crisis



El Gobierno danés ha puesto deberes para este verano a sus ciudadanos: acumular en casa suministros suficientes para sobrevivir tres días a una situación de crisis. La idea es que puedan aguantar si las infraestructuras críticas del país se ven dañadas, especialmente por ciberataques, en un contexto de amenaza de guerra híbrida que ha crecido tras la invasión rusa de Ucrania. Para facilitar esta preparación, el Ministerio de Defensa ha publicado una ‘lista de la compra’ que tiene en cuenta a todos los miembros de la familia, incluidos animales de compañía, y que es reflejo de cómo los peligros para la seguridad nacional han entrado ya en los hogares daneses.

Tres litros de agua por persona y día -más la que consuman las mascotas de la casa-, comida no perecedera, tabletas de yodo y productos de higiene personal como papel higiénico, tampones, compresas o pañales, son algunos de los artículos que la Agencia Danesa de Gestión de Emergencias ha incluido en el listado facilitado al público. También deben contar con un kit de primeros auxilios, ropa de abrigo, velas, baterías para cargar sus teléfonos, pilas, una radio FM y dinero en efectivo. Así podrán responder a situaciones en las que no funcionen los cajeros, no haya señal de televisión, esté cortada la línea telefónica, no lleguen suministros a los supermercados o se queden sin electricidad y calefacción.

“Es el momento para que, como ciudadanos, nos preparemos para una situación de crisis”, advirtió el ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen, cuando presentó en junio ante los medios estas recomendaciones. “No se espera que haya soldados rusos en las calles, pero Dinamarca y nuestros aliados estamos amenazados por la guerra híbrida, ciberataques y sabotajes. Por lo tanto, nos debemos preparar”, explicó Poulsen.

Pese a la contundencia de las declaraciones, Copenhague ha ido arrastrando los pies respecto a sus vecinos a la hora de advertir a sus ciudadanos, ante el temor a provocar el pánico en la sociedad. Fue el aviso del gobierno sueco el pasado enero advirtiendo de que “la guerra podía llegar” lo que acabó desatando un debate público en Dinamarca entre expertos, opinadores y la oposición que ha empujado al Ejecutivo a anunciar estas recomendaciones.

“Mi impresión es que las autoridades habrían preferido publicarlas antes, pero a nivel político se habían agarrado a la narrativa de ‘nada malo puede pasar en la pequeña y pacífica Dinamarca”, explica Rasmus Dahlberg, profesor asociado del Royal Danish Defence College, a El Confidencial. “La explicación solía ser que Dinamarca es muy diferente debido a su pequeño tamaño, a que no comparte fronteras con Rusia y es miembro de la OTAN”.

“Sin embargo, durante la primavera de 2024, al menos el ministro de Defensa se dio cuenta de que la población danesa quería recomendaciones sensatas y razonables sobre cómo prepararse para estas crisis, y cambió de opinión”, apunta Dahlberg. Días antes de la publicación de esta lista, Dinamarca ya tuvo que elevar el nivel de alerta ante ciberataques destructivos al 3 en una escala de cinco, lo que significa que hay uno o más actores con intención y capacidad para atacar, aunque no hay indicaciones de ningún plan específico.

La población está preocupada. Siete de cada 10 daneses temen que pueda producirse un ataque contra las infraestructuras críticas del país, según una encuesta de Analyse Danmark publicada en julio. “Nos quedamos un poco asombrados cuando vimos en las noticias que el Gobierno nos estaba animando a mejorar los preparativos para una crisis. Te hace pensar que la guerra está a la vuelta de la esquina", cuenta a este diario Charlotte, una trabajadora del sector público de 34 años. En la medida de lo posible, ella y su pareja están siguiendo las recomendaciones, aunque "no religiosamente" por las dimensiones de su apartamento. Ya cuentan con agua embotellada, comida enlatada, velas y una batería. Ahora se están planteando comprar una radio y un hornillo para poder seguir las noticias y cocinar si se va la luz. Aunque ya han pasado unas semanas desde la publicación de la lista, "parece que sigue presente en la mente de la gente", añade.


“Las palabras no ganan guerras”

Dinamarca es un firme aliado de Ucrania y su primera ministra, Mette Frederiksen, ha expresado en numerosas ocasiones la determinación de su Gobierno en apoyar a Kiev pese a las amenazas de Vladímir Putin. “Las palabras no ganan guerras”, aseguró Frederiksen durante la pasada Conferencia de Seguridad de Múnich en la que se comprometió a donar todo el arsenal de munición de artillería de su país al Ejército de Volodímir Zelenski. Dinamarca también fue uno de los primeros países en ceder aviones F-16 a Kiev, un total de 19, cumpliendo una de las grandes demandas de los ucranianos. Poco después autorizó que fueran usados en territorio ruso. Moscú ha reaccionado con la advertencia de que este paso supone una escalada del conflicto y planea “medidas de respuesta” para contener esta “seria amenaza”, según las palabras del portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

“Como una de las naciones que lidera el apoyo a Ucrania en su guerra con Rusia, Dinamarca ha quedado expuesta a la guerra híbrida. Las agencias de inteligencia danesas evalúan las amenazas a Dinamarca a menudo y, aunque los ciberataques y las campañas de desinformación han sido numerosas durante algún tiempo, el nivel de amenaza por ciberataques destructivos se ha elevado a nivel medio”, recuerda Rasmus Dahlberg, del Royal Danish Defence College. “Unido al mayor riesgo de sabotajes, ha llevado a las autoridades a pintar una imagen cada vez más oscura del futuro”, agrega el profesor asociado, que a la vez recuerda que el Ejecutivo ha enfatizado que “no se trata de una amenaza militar tradicional de ataque o invasión”.

Los daneses ya se han puesto manos a la obra y se están preparando, algunos incluso antes de que su Gobierno hiciera la recomendación oficial. Casi un 20% de los ciudadanos aseguraban en una encuesta dada a conocer pocos días después de la publicación de la lista que ya contaban con suministros almacenados para emergencias como comida en lata, pilas y agua embotellada. Cerca del 40% de los encuestados en el sondeo, con una muestra de algo más de 1000 personas, consideraba razonable poner en marcha estos preparativos.

Las empresas también han visto oportunidad de negocio con esta ‘lista de la compra’. Nada más anunciarse, las cadenas de supermercados salieron a asegurar que contaban con suficientes existencias como para cubrir el incremento de demanda de comida enlatada y agua. El Giganten, lo más parecido a un MediaMarkt que puedes encontrar en Dinamarca, sacó a las puertas de sus centros carteles que invitaban a comprar radios FM y otros dispositivos para “prepararse para situaciones emergencias”.

Aunque una parte de la población ya está preparándose para los escenarios de crisis, aún queda gente rezagada. Sergio, un español de 34 años que lleva algo más de una década viviendo en Copenhague, confiesa que aún no ha acumulado lo propuesto. “En casa sabemos de qué se trata y cuáles son los puntos, pero es que no sé ni por dónde empezar, si te digo la verdad. Las pastillas de yodo no sé ni dónde comprarlas”, explica.

Los expertos consideran que la siguiente meta que se debe marcar el Gobierno es conseguir que los ciudadanos que aún no están preparados se pongan a ello. “El reto al que se enfrentan ahora las autoridades danesas es mantener la atención de ese 40% que expresó una actitud positiva de cara a estar mejor preparado, sin centrar la narrativa tanto en los peligros para la seguridad como para que provocando fricciones por ‘avisar de que viene el lobo”, advierte Rasmus Dahlberg, el investigador del Royal Danish Defence College.