domingo, 11 de agosto de 2024

Los japoneses están hartos de trabajar sin parar. La solución puede arruinar al país



Empleados de una fábrica de Kawasaki, en Japón. 
(Reuters/David Dolan)



Una nueva ley puesta en marcha en Japón impone restricciones a las horas extras en varios sectores de la economía, pero tanto la sociedad como muchas empresas están empezando a notar sus consecuencias



En Japón hay una palabra específica para describir la muerte por exceso de trabajo: karoshi. No es casualidad que exista un término exacto para una cultura laboral conocida por ser una de las más duras y demandantes. Hasta hace pocos meses, las horas extra ni siquiera tenían un límite y solamente era necesario un acuerdo previo entre empleadores y empleados para que las jornadas laborales se alargaran mucho más allá de las 8 horas reglamentarias. Ahora, el Gobierno japonés ha tomado la primera medida para intentar limitar el tiempo que sus ciudadanos pasan en la oficina. Pero la solución ha acabado convirtiéndose en un problema para su economía.

En abril pasado entró en vigor una nueva ley que limita las horas extra para los médicos y camioneros, que no podrán trabajar más de 960 horas al año. Los trabajadores de construcción tendrán su límite en 720 horas. La reforma nació en 2019 para implementar estas restricciones en todos los sectores, pero se suspendió durante cinco años para estos grupos laborales por la escasez crónica de trabajadores.

La ley ha acabado evidenciando el problema de Japón con su mano de obra y, después de la entrada en vigor de la reforma laboral, se registraron incidencias en hospitales, mientras que los expertos alertan de un efecto negativo en el desarrollo de las infraestructuras. El Gobierno de Fumio Kishida, no obstante, busca con esta medida mejorar la productividad del país, una de las más bajas de la OCDE, así como mejorar la calidad de vida y la salud de los trabajadores.

Los sectores, mientras tanto, han empezado a hacerlos cambios necesarios para adaptarse a esta ley. Los hospitales y ambulatorios han contratado a más personal para ayudar en tareas como ingresar registros médicos. En Japón, el número de estos profesionales aumentó en 1.759 (un 23%) de 2008 a 2017, y el crecimiento ha sido de un 1% anual desde ese año.

Por su parte, la empresa nacional de correos, Japan Post, introdujo relevos en ciertas rutas de transporte desde abril, lo que permite reducir las horas de trabajo de los conductores. Esta medida ha provocado un retraso en algunos envíos, y el correo urgente llegará en algunas zonas del país hasta un día más tarde que antes de la introducción de la ley.

Además, empresas de transportes como Sagawa Express están contratando más personal para trabajos como cargar paquetes, lo que permite a los conductores mantener sus horas de conducción. Hato Bus, la corporación de transportes de turismo, está ajustando algunas de sus rutas para garantizar que el tiempo total del viaje no exceda las 9 horas. Esto implica eliminar paradas en tiendas de souvenirs en ciertas rutas y adelantar la hora de finalización de los servicios nocturnos para proporcionar un intervalo de descanso más largo antes de comenzar el próximo día laboral.

Muchas empresas han tenido que cambiar su estrategia organizacional por esta reforma, pero el verdadero problema radica en los costes laborales por la escasez de conductores y de trabajadores de la construcción. Según el ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar Social, los salarios en las industrias del transporte y la construcción aumentaron entre un 3% y un 4% en 2023. Sagawa Express y Yamato Transport respondieron con una subida de los precios de algunos servicios relacionados con el envío de paquetes. Además, la industria de los autobuses ha cerrado algunas de sus rutas y en otras ha reducido su frecuencia. Un ejemplo específico es el de la empresa Odakyu Bus, que interrumpió el servicio que conecta la estación Shinjuku y la estación Musashi Sakai, una de las rutas de mayor distancia en Tokio.


El 'Problema de 2024'

Los medios y expertos japoneses están divididos sobre la ampliación del reglamento. "La encuesta de 2022 del Ministerio de Salud y Bienestar encontró que alrededor del 40% de los aproximadamente 11.400 médicos trabajan más de 960 horas al año", afirmó el diario japonés Yomiuri Shimbun. Además, señaló que la sobrecarga de trabajo se ha convertido en una realidad para los trabajadores del sector. Al mismo tiempo, el periódico afirma que "hay un aspecto de que el sector médico se ha mantenido gracias a las largas jornadas de trabajo de los médicos", y añade que "la escasez de médicos en las provincias no ha mejorado en el futuro y es posible que los ciudadanos sigan sufriendo la escasez de mano de obra".

El profesor de Derecho en la universidad tokiota de Soka, experto en Derecho Laboral, de la Seguridad Social y Derecho español, Fuminobu Okabe, explica a El Confidencial que el principal motivo de la implantación de estos límites es "corregir la realidad de las largas jornadas laborales constantes en estas industrias", donde se realizan más de 100 horas anuales de trabajo más que en la industria manufacturera.

El segundo es "mejorar las condiciones laborales, como el horario de trabajo, y el entorno para resolver la escasez de recursos humanos, ya que el número de trabajadores japoneses está disminuyendo rápidamente debido al descenso de la natalidad". Según el académico, más del 80% de la industria de la construcción y todas las empresas del sector de la logística y el transporte de pasajeros por carretera tienen escasez de empleados fijos.

Según explica el profesor a este periódico, la ley propone que tanto trabajadores como empresarios deben esforzarse por determinar con exactitud el número de horas extraordinarias trabajadas. Por otro lado, se busca dar más importante a las vacaciones y otros derechos de los trabajadores. "Estas industrias no solo están sometidas a largas jornadas laborales constantes, sino también a una gran fatiga física y mental debido a los trabajos peligrosos y a las tareas de atención al cliente", afirma Okabe.

Okabe añade que la aplicación de la ley repercutirá en la economía japonesa de ahora en adelante, algo que ya se conoce en Japón como el ‘Problema de 2024’. Según el profesor, habrá dos tipos de impacto. A corto plazo, la limitación de las horas en el sector del transporte "provocará una reducción física de la capacidad operativa, dificultades para contratar empleados, retrasos en los plazos de entrega y un aumento de los costes de transporte en el sector del transporte. También, todo ello conllevaría probablemente una reducción de la calidad de los servicios en los sectores de la construcción y el transporte, y si no se la redujera, esto significaría inevitablemente que los precios de los servicios tendrían que subir".

En un mediano y largo plazo, es posible que se produzca un deterioro de la gestión de las pequeñas, medianas empresas. Algunas de ellas, advierten los expertos, tendrán incluso que cerrar. El segundo efecto podría ser aún más grave, según Okabe, y se basa en la preocupación de que aumente el trabajo ilegal y los contratos irregulares. "Si esto sucede, se teme que estas industrias tomen medidas tales como asegurar el personal necesario a través de contratos bajo el derecho civil, el trabajo por contrata en lugar de contratos laborales bajo el derecho laboral. Si se convierte en un contrato basado en el derecho civil, las leyes laborales como esta ley ya no se aplicarán, por lo que no importa cuántas horas se trabaje, no se aplicarán las regulaciones de límite superior actuales".


El eterno problema para Japón

Finalmente, Okabe avisa que si los sectores empresariales adoptan este enfoque, "no sería posible esperar los efectos esperados de la actual regulación del límite máximo y mejorar las condiciones laborales de los empleados". Además, todo ello "conduciría a una mayor escasez de recursos humanos dentro de estas industrias", concluye el profesor.

Por su parte, Tomohiko Haruno, responsable de Asahi Ichiban, una pequeña empresa de transportes del norte de Tokio, explica a El Confidencial que la implementación de la nueva ley ha supuesto un desbarajuste considerable en su empresa. "Es evidente que las restricciones a las horas extras están teniendo un impacto significativo en la forma en que operamos y en nuestros costos laborales". "Nos hemos visto obligados a revisar y ajustar nuestras operaciones para cumplir con los nuevos límites de horas extras", añade.

Los empresarios, explica, han tenido margen para hacer cambios en horarios, procedimientos y estrategias de contratación, así como aumentos de precios en algunos servicios para compensar los mayores costos laborales. "La escasez de mano de obra en algunas industrias ya era un problema antes de la implementación de esta ley, y ahora estamos viendo cómo esta situación se agrava aún más", se queja Haruno.

A pesar de ello, las empresas se están adaptando y tratando de encontrar soluciones para seguir operando de manera efectiva dentro de los límites establecidos por la ley. Haruno por su parte, cree que las autoridades "deberían consideren las necesidades y desafíos específicos de cada industria al implementar regulaciones de este tipo, para garantizar un equilibrio adecuado entre la protección de los trabajadores y la viabilidad de las empresas, especialmente las más pequeñas".