viernes, 29 de abril de 2022

¿Qué vemos cuando vemos sombras? El misterio que nos acecha a través de los siglos



Luces y sombras en la Grand Central Station de Nueva York. Fuente: Wikipedia



Aunque muchos las identifican como un "reflejo en negativo", son en realidad una doblez en la trayectoria luminosa. Grandes pensadores a lo largo de la historia han reflexionado sobre estas imágenes oscuras



"Skia", la palabra griega que designa sombra, también significa trazo. Como una imagen en sí misma, una sombra puede estar en un objeto, proyectándolo y convirtiéndose, a su vez, en su doble opuesto. De hecho, el concepto chino del "Yin-Yang" significa, literalmente, "ladera en sombra - ladera en claridad". ¿Es entonces la sombra una consecuencia, una causa, la oposición a todo?

En árabe medieval, el nombre de sombra sugería otra idea, la de "seguidor" o "seguidora", porque una sombra se contiene a sí misma, escondiendo un objeto, poseyéndolo, y es así como es capaz de seguirlo, desprendiéndose de él. Todas estas definiciones son correctas, aunque se oponen entre ellas, y ahí es ahí donde está la respuesta: una sombra es el todo de la nada. No se trata de aspectos físicos, de ausencia de luz, también del aspecto perceptual, de la visibilidad.

Así, por ejemplo, la altura de una torre y el ángulo del sol nos explican la longitud de su sombra. Sin embargo, la longitud de la sombra y el ángulo del sol no pueden explicar la altura de la torre. Esta especie de trabalenguas como ecuación es más sencilla de lo que parece: la sombra no causa la altura de la torre ni la posición del sol, sino que estos la causan a ella.


Pintura al óleo de 1950 de Gertrude Abercrombie. Strange Shadows (Shadows and Substance). Fuente: Charles Walbridge/Instituto de Arte de Minneapolis.


Un reflejo, una doblez

Actualmente, la RAE la define como una "imagen oscura que sobre una superficie cualquiera proyecta un cuerpo opaco, interceptando los rayos directos de la luz". Por tanto, entendemos que una sombra ocurre solo cuando existe un cuerpo opaco que no deja pasar la luz. Una definición que grita consecuencia.

En este sentido, pensamos la noche como una propiedad exclusiva del cielo, y no como una consecuencia de la interferencia de la tierra. No la consideramos como parte del concepto de sombra, quizás porque no reconocemos la presencia de la sombra si no hay al menos un poco de luz. Es decir, como si no existiera la sombra sin trazo.


Eclipse solar. Fuente: Wikipedia.


Aunque muchos las identifican como un "reflejo en negativo" de cualquier cuerpo que no pudo ser atravesado por la luz tridimensional, las sombras son en realidad una doblez en la trayectoria luminosa que da como resultado la proyección de una imagen bidimensional en estricto sentido contrario.


Sobre lo visible

En la Edad Media, la noción de perspectiva aún no había tomado forma en el arte. Entonces, las sombras eran fenómenos marginales y rara vez se representaron en las pinturas de la época. "Quizás los artistas retrataron solo lo que creían que era visible", dice el profesor de filosofía Roy Sorensen en 'Jstor'.

Siglos antes, Aristóteles ya había apuntado en su obra 'De Anima' que cada sentido tiene su objeto propio: "La vista tiene color, el oído sonido, el gusto sabor". Para el pensador griego, el color requiere luz, por lo que sin luz, no hay vista. Por eso no podemos ver en la oscuridad. Pero... ¿Seguro?


Dibutades o el origen del dibujo. Fuente: Wikipedia.


No obstante, como explica Sorensen, las sombras fuerzan una profunda excepción a esa percepción de "ver es ver la luz", básicamente porque una sombra es una ausencia de luz, de manera que las sombras no pueden absorber la luz, pero las vemos. No dejamos de verlas.
Entre el bien y el mal

Muchos son los refranes y dichos que se refieren a esa compañía constante: no le temas ni a tu propia sombra. Este miedo se remonta precisamente a la Antigüedad, cuando las sombras eran consideradas como guardianes, influyendo así en la espiritualidad de cada individuo, certeza que ha durado hasta nuestros días.


Fotograma de la película 'Nosferatu' (1922).


En 1721, Frederik Ruysch escribía 'Opera omnia', un conjunto de ocho volúmenes donde habla de las sombras. Según Ruysch, cuando un ser humano está protegido por una sombra, esa persona no puede ser atacada por demonios u otras entidades sobrenaturales malignas, tanto en el mundo de los vivos como en el más allá. Como resultado, este botánico y anatomista neerlandés aseguraba que las sombras trascendían a la luz y la oscuridad, que estaban entre el bien y el mal.

"En Rumanía se llegó a considerar que las brujas usaban las conocidas como muñecas samca con el deseo de influir en las sombras de las personas"

Bajo esta premisa, en Rumanía se llegó a considerar que las brujas usaban las conocidas como muñecas 'samca' con el deseo de influir en las sombras de las personas. Se creía que, al infligir daño a la sombra, la persona también sufriría. Algunas creencias incluso afirman que al matar la sombra de alguien, también se podía matar al individuo.


La sombra de un pájaro

Otro dilema interesante: por un lado, la metafísica ha considerado que la realidad es siempre positiva y que "solo vemos luz". Por otro, el arte lo ha puesto en duda en todas sus formas. Una sombra es un agujero en la luz, no una parte de lo que se ve, sugiere la primera. La luz se aprecia a través de sus sombras, propone el segundo.


Mercado Groote en Haarlem, Ámsterdam, 1673. Cuadro de Gerrit Adriaensz Berckhey. Fuente: Wikipedia.


Los metafísicos positivos apuntan que las sombras se "ven" como figuras, y no tanto como un fondo. Eso es lo que las convierte en ejemplos de ilusión, recuerda Sorensen. En la 'Alegoría de la caverna', Platón explica la distorsión de la realidad a través de este recurso: los hombres son engañados con sombras para que crean que son, en realidad, los objetos tangibles, una realidad falsa. El público nace así, en un juego de sombras.

Mientras tanto, los moístas chinos buscaron respuesta a las sombras, centrándose en ellas y no tanto en la luz. A partir de ello, defendían el aforismo de Chuang Tzu: "La sombra de un pájaro volador nunca se mueve". Porque las sombras "duran" solo un instante. El dialéctico chino Kung-sun Lung (ca. 325-250 a. C.) parece haber extendido la objeción al pájaro. En cada momento, el pájaro está donde está, y por eso no viaja. Como el pájaro está siempre en reposo, el pájaro no se mueve más que su sombra.


Lo que nos dice el fuego

El ejemplo del pájaro venía a decirnos algo más importante: una sombra es la imagen de un cuerpo, y esto nos permite reconocer a su dueño. Depende del cuerpo, es también una imagen fantasmal, inmaterial, incolora y plana. Incluso es, probablemente, el único objeto concreto y no abstracto, realmente bidimensional.


Fotograma de la película 'Vértigo' (1958).


En cambio, algunos cuerpos no tienen sombra. Esta es la realidad que destaca del fuego: un cuerpo capaz de generar su propia luz no puede impedir el paso de la luz porque es una fuente de ella, por eso una llama no tiene sombra. Los metafísicos medievales insistirían en esto para rebatir el pensamiento filosófico chino de las Cien escuelas. El movimiento del ave, dirían, difiere del "movimiento" de su sombra porque una etapa del ave causa sus etapas subsiguientes. Las sombras carecen de esta causalidad inmanente, o lo que es lo mismo: sus etapas están controladas externamente por la fuente de luz y el objeto que bloquea la luz. ¿Es esto mismo lo que demuestra el fuego?

La duda sigue acechándonos en la actualidad, aun sabiendo que la razón por la que el ojo humano puede detectar sombras incluso en la oscuridad. La ciencia ha comprobado que nuestro cerebro es capaz de procesarlas, aunque no identifique una fuente luminosa que las origine, porque incluso la oscuridad contiene luz.




Por
Carmen Macías
28/04/2022 - 05:00 Actualizado: 28/04/2022 - 12:54
¿Qué vemos cuando vemos sombras? El misterio que nos acecha a través de los siglos (elconfidencial.com)
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