La Agencia Internacional de la Energía (AIE) redujo a la mitad su estimación sobre la producción rusa de petróleo en abril, ya que el país ha sido capaz de encontrar nuevos clientes, a pesar de las restricciones mundiales y las auto-restricciones de los compradores tradicionales.
La agencia prevé ahora que la producción rusa caerá en 1,5 millones de barriles diarios este mes, frente a una proyección anterior de tres millones al día de caída.
Los compradores de Asia han conseguido contratos de suministro de petróleo ruso con fuertes descuentos, según la AIE.
Las sanciones contra Rusia por su invasión de Ucrania han llevad a empresas como TotalEnergies SE o Shell Plc a comprometerse a reducir sus compras de petróleo ruso.
Vitol Group, el mayor intermediario independiente de petróleo del mundo, explicó el miércoles que tiene la intención de dejar de comerciar con crudo y productos de origen ruso a finales de este año.
Estados Unidos también ha dejado de comprar el petróleo de este país y el Reino Unido hará lo mismo a finales de año.
Las restricciones han hecho que las empresas rusas ofrezcan grandes descuentos en su petróleo, lo que ha atraído a clientes de Asia.
Los envíos marítimos se recuperaron a principios de abril, aumentando a casi 4 millones de barriles diarios en la primera semana completa del mes, el nivel más alto visto en lo que va de año, según los datos de seguimiento de buques monitorizados por Bloomberg.
Sin embargo, la AIE prevé mayores recortes de las exportaciones en las próximas semanas, con un descenso de la producción rusa que alcanzará los 3 millones de barriles diarios previstos a partir de mayo, "a medida que el impacto de la ampliación del embargo voluntario impulsado por los clientes de Moscú".
En los seis primeros días de abril, la producción del país experimentó la mayor caída en casi dos años, alcanzando unos 10,52 millones de barriles diarios, según cálculos de Bloomberg basados en datos de la unidad CDU-TEK del Ministerio de Energía. Esto supone una caída de unos 500.000 barriles diarios en comparación con los niveles de producción de febrero.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE), en línea con lo que hizo ayer la OPEP, revisó a la baja de forma significativa sus previsiones sobre la demanda mundial de crudo para este año y, aunque existe una importante incertidumbre sobre el petróleo ruso, en principio no espera graves problemas de escasez.
En su informe mensual sobre el mercado petrolero publicado este miércoles, la AIE indica que los confinamientos decretados en China ante la aparición de brotes de covid explican buena parte de esa revisión -que se concentra sobre todo en el segundo trimestre- con respecto a lo que había calculado en marzo.
De acuerdo con las nuevas prospectivas, China absorbió 730.000 barriles diarios menos de lo anticipado en marzo, cifra que será 925.000 en abril y 690.000 barriles en mayo.
Además, los datos del primer trimestre muestran que el consumo también estuvo por debajo de lo que se daba por descontado, en particular en Estados Unidos.
Al añadir todos esos elementos, los expertos de la agencia creen ahora que la demanda global será este año de unos 99,4 millones de barriles diarios, es decir 1,9 millones más que en 2021, pero 260.000 menos que lo que habían augurado hace un mes.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) había recortado, en su estudio mensual divulgado el martes, en 410.000 barriles diarios su estimación previa, y dejó su proyección para el conjunto de 2021 en 100,5 millones de barriles diarios, lo que supondría 3,67 millones más que el ejercicio pasado.
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