Según el Reporte Anual de Tendencias de la cadena Hilton, uno de cada cinco viajeros optará en 2025 por el viaje que fomenta el autodescubrimiento a través de la espontaneidad y la simplicidad
Hace unas semanas terminaba un largo viaje por el sudeste asiático, y decidí pasar una última semana en Bangkok antes de volver a España. Ya había conocido la capital tailandesa durante el inicio del viaje y, por una vez, me resultó acertado pasar tiempo en una ciudad que ya conocía bajo la única pretensión de limitarme a comer, pasear y ver qué podía encontrarme.
Reservé mi alojamiento en una antigua casa de la zona de Samsen, al norte de la turística Khao San Road. Durante una semana me limité a escribir en sus cafés, entrar en el pequeño restaurante de una familia que preparaba barbacoas en la propia acera o tomar ron con Didie, la dueña de un salón de masaje, y sus amigos a escasos metros de mi hotel. Sin querer, había sucumbido al necesario soft travel, como lo llaman ahora.
'Soft travel'
El perfecto balance entre autocuidado, confort, y experiencias libres de estrés al viajar
Según las predicciones del Hilton Annual Trends Report 2025 - el mismo que vaticinó el éxito de las “vacaciones para no hacer nada” -, el próximo año estará marcado por diversas tendencias: desde los viajes deportivos hasta el auge del MeMooner como celebración del viaje en solitario más disfrutón pasando por el soft travel o viaje suave. Una versión viajera del movimiento soft life, surgido a partir de una ola de influencers de moda en Nigeria, y que apunta a una forma de viajar que se aleja de las expectativas irreales y donde prima simplificar la experiencia.
Te contamos en qué consiste esta forma de viaje que se convertirá en la mejor inspiración a la hora de conocer el mundo en 2025.
¿Cómo fomentar el soft travel?
Al viajar no siempre dejamos atrás el estrés y las exigencias: nos esmeramos en perfilar plannings interminables y cumplirlos a rajatabla, no perdernos ese taller de artesanía, tener wifi, llegar a tiempo, tantas maletas, tres hoteles en una semana y un largo etcétera de tópicos que marcan la antítesis del soft travel. A partir de aquí, la premisa es fácil: obtener un perfecto balance entre autocuidado, confort y experiencias libres de estrés al viajar.
Así es el manifiesto del movimiento soft life impulsado por diversos influencers nigerianos de moda, como Purple Speedy, Enioluwa, and Softmadeit, quienes a través de redes sociales como TikTok han fomentado un estilo de vida que, por supuesto, no ha tardado en saltar al sector turístico.
De esta forma, viajar suave se convierte en la evolución natural del slow travel y las do nothing vacation en una experiencia donde no existe el exhaustivo control ni la necesidad de sucumbir a todas las posibilidades que ofrece un destino.
Más bien, se trata de sucumbir a los siguientes soft tips.
Elige un único destino
Según Yulia Saf, directora ejecutiva y fundadora de Miss Tourist, elegir un solo lugar para toda una estancia, en lugar de múltiples paradas, es la base del soft travel. Contar con un único alojamiento permite relajarse en bares, cafeterías, ... , conocer nuevas personas de forma espontánea, y ver la vida pasar sin la pretensión de descubrirlo todo en modo “pantalla de videojuego”. “No hay presión para verlo todo o ir a ningún otro lugar”, dice Saf. “El objetivo es adaptarse al ritmo suave de ese nuevo entorno y relajarse de verdad”.
Considera dejar abierto tu itinerario
El objetivo del soft travel consiste en experimentar el ritmo de la vida local, menos turística. De ahí que dejar abierto tu itinerario y dejarte seducir por las sorpresas se convierta en otro de los pilares de este tipo de viaje. Si, por ejemplo, decides visitar Roma, puedes prescindir de ese tour exhaustivo a lo largo de todos los emblemas turísticos, para reservar alojamiento en barrios como Trastévere o el universitario San Lorenzo, y dejarse llevar por todas las serendipias que tienen que ofrecer, desde tiendas vintage hasta antiguas librerías, pasando por terrazas donde escribir mientras tomas un Aperol.
El acierto de un alojamiento con cocina
Imagina bajar cada mañana al mercado, hacerte con las hierbas más frescas, comprar una carne típica y dedicar unas horas a cocinar un rico plato en la cocina de tu hotel. La gastronomía también cumple un papel importante en esta nueva tendencia, y darse el placer de disfrutar de tus propias recetas en un alojamiento con cocina puede ser la opción perfecta cuando se trata de trasladar esa sensación de confort y tranquilidad de tu punto de origen al nuevo destino.
Detenerse implica conocer mejor un lugar, sus costumbres, postales diarias y, también, a las personas
Conecta con la cultura local
Detenerse implica conocer mejor un lugar, sus costumbres, postales diarias y, también, a las personas. Si decides quedarte en ese barrio o destino durante un tiempo no tardarás en adentrarte en ese taller de artesanía y descubrir las historias que un alfarero tiene que contarte. Hablar con el panadero al que acudes más de un día a por esos ricos cruasán de almendra, sucumbir a la galería de un artista local, sumarte al grupo de hombres que juega a la petanca en un parque de Toulouse o aprender los nombres de las flores que alguien vende en un puestecito de la plaza.
Escucha a tu cuerpo y tu mente
No pasa nada si un día decides quedarte en la cama leyendo mientras disfrutas de una copa de vino. Ni perderte durante horas en un bazar o descubriendo todos los platos de ese restaurante local que te ha conquistado. El soft travel habla mucho de escuchar cómo el entorno resuena en nosotros y nos hace sentir. Convertir tu próximo destino en una experiencia permite descubrir una esquina llena de sorpresas o un jardín secreto lleno de farolillos que, de otro modo, nunca habrías descubierto al viajar saltando una casilla tras otra. Como quien busca un faro sin percatarse de todas las luciérnagas que encontramos a nuestro paso.