:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F441%2F7dc%2Fa76%2F4417dca76b8760ac347e2f192b10db70.jpg)
Imagen al microscopio de 'Prochlorococcus'
(MIT/Whitehead Institute/Luke Thompson)
Hasta ahora, se consideraba que las bacterias 'Prochlorococcus' eran invulnerables al calentamiento de los océanos. Una investigación publicada en Nature demuestra que no es así
El calentamiento de los océanos se perfila como un riesgo silencioso para la vida en la Tierra, más allá de huracanes o danas. Investigaciones recientes muestran que el aumento de la temperatura marina podría reducir el oxígeno disponible debido a la vulnerabilidad de los Prochlorococcus, microorganismos esenciales para la fotosíntesis y el equilibrio de la cadena trófica.
Los Prochlorococcus son bacterias fotosintéticas presentes en más del 75% de las aguas superficiales y responsables de casi un tercio del oxígeno del planeta. Durante años se creyó que soportarían bien el cambio climático por su presencia en aguas tropicales, sin embargo, los datos publicados en Nature Microbiology contradicen esta idea.
El equipo científico ha comprobado que su rango de crecimiento óptimo se encuentra entre 19 y 28 grados. Cuando la temperatura del mar supera los 30 grados, la capacidad de división celular de estas bacterias cae hasta un tercio, lo que limita de forma severa su abundancia y productividad en los océanos más cálidos.
Un organismo diminuto con un gran impacto
El investigador François Ribalet, de la Universidad de Washington, subraya que este descenso repercute en todo el ecosistema: "En las regiones más cálidas no están funcionando tan bien, lo que significa que habrá menos carbono y menos alimento para el resto de la red trófica". Esta situación podría abrir espacio a otras especies como Synechococcus, aunque con consecuencias inciertas para la biodiversidad.
Los modelos climáticos utilizados en el estudio advierten que, con un escenario de calentamiento medio, la productividad de Prochlorococcus descendería un 17% en aguas tropicales y un 10% a nivel global. En un escenario extremo, la caída sería de 51% en las zonas cálidas y de 37% en el conjunto del planeta.
Los científicos destacan que estos microorganismos podrían no desaparecer, sino desplazar su rango de distribución hacia latitudes más frías. Este cambio transformará los ecosistemas tropicales y subtropicales, dependientes desde hace millones de años de la actividad de los Prochlorococcus como base del suministro de oxígeno y nutrientes.
Aunque los expertos admiten la posibilidad de que existan cepas resistentes al calor no detectadas, el panorama actual refleja un problema mayor: el calentamiento global no solo intensifica fenómenos meteorológicos, también amenaza la capacidad de los océanos para seguir generando el oxígeno que sostiene la vida en el planeta.