- La manera en la que valoramos los diferentes tipos de infidelidad puede suponer un problema de comunicación grave en la pareja
Cada día resulta más difícil en nuestro país cumplir aquello de “prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad”, ya que según el portalAshley Madison -un Tinder para gente casada y con pareja-,España es el país más infiel de Europa y el quinto a nivel mundial por detrás de Estados Unidos, Canadá, Australia y Brasil.
Después de este impactante dato, solo cabe preguntarse cuáles son las consecuencias a tanta infidelidad y de qué manera lo vivimos o le damos importancia tanto hombres como mujeres. Un estudio de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología planteó cuatro escenarios diferentes e hipotéticos de fraude a 92 parejas heterosexuales para averiguar cómo se sentían.
Todos los casos tenían un comienzo común: una persona con pareja iba a una fiesta solo y allí conocía a otra persona con la que bailaba y flirteaba toda la noch e. En dos de ellos, el participante era el infiel, ya sea porqueacababa teniendo sexo con su acompañante en la fiesta o simplemente participando en la ‘infidelidad emocional’ al bailar íntimamente y coquetear. En los otros dos restantes era el engañado, tanto a nivel sexual como emocional. Tras exponerles esos escenarios hipotéticos, a todos los voluntarios se les pidió que calificaran sus sentimientos.
El perfil de los participantes era de jóvenes de entre 19 y 30 años, cuya duración promedio de sus relaciones era de un año y nueve meses. En las conclusiones de los investigadores quedó reflejado -en ambos géneros y tanto en los escenarios de infidelidad sexual como emocional- elfenómeno denominado ‘sesgo de perdón negativo’, es decir, cuando el tramposo subestima hasta qué punto su pareja le ha perdonado por su desliz.
En ambos géneros y escenarios, quedó reflejado el ‘sesgo de perdón negativo’, es decir, cuando el tramposo subestima hasta que punto su pareja le ha perdonado por su desliz”
Sin embargo, las diferencias quedaron patentes sobre cómo percibían hombres y mujeres la infidelidad emocional. Las féminas tendían a creer que sus parejas no las habían perdonado simplemente por bailar y coquetear en la fiesta.
Por su parte, los hombres se mostraban más proclives a perdonar este tipo de infidelidad porque de base no lo consideraban como una ‘trampa’, pues consideran que para que haya una infidelidad se requiere sexo. Por ello, también pensaban que sus ‘tonteos’ serían fácilmente perdonados, sin tener en cuenta el dolor que podría causar a su pareja, pues desconocían la magnitud del daño.
Finalmente, los expertos determinaron que ambos sexos reaccionaron severamente ante la infidelidad sexual. A priori, los hombres se sentían mucho más amenazados por la infidelidad sexual de sus compañeras. No obstante, al no ser engaños hipotéticos, la magnitud de los resultados varía mucho que si fueran reales.
Los expertos aseguraron que esta interpretación tan diferente sobre el valor y la importancia de la infidelidad emocional podría constituir una fuente de malentendidos, conflictos y falta de comunicación en las parejas, y que tal vez debería ser un tema que los consejeros de pareja deben abordar.
Ambos sexos reaccionaron de forma severa ante la infidelidad sexual, pero la mayoría de los hombres no consideraban la emocional como una ‘trampa’ a su pareja”
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