- Cada viajero tiene sus preferencias muy claras en el momento de seleccionar el asiento, y no siempre está relacionado con la comodidad
La mayoría de las personas tiene predilección por escoger un determinado asiento del avión cuando viaja, no hay medias tintas, o ventana o pasillo. Ambas posiciones tienen sus ventajas o desventajas, en la ventanilla se puede ver el exterior, tomar las mejores fotos, acurrucarse en la pared y crear su propio espacio, en el pasillo, en cambio, es más fácil para ir al baño y se desembarca primero.
Y aunque no exista un estudio científico sobre lo que significa cada opción, el asiento que escogemos dice mucho de nosotros, más de lo que podamos imaginar.
El especialista opina
En una entrevista para el medio The Telegraph, la doctora Becky Spelman, psicóloga jefe de la clínica privada de Terapia de Harley Street, afirmó que: “los pasajeros que prefieren el asiento de la ventana les gusta tener el control y tienden a adoptar una actitud de que cada uno se las apañe en la vida, y también son más fácilmente irritables. Les gusta ‘anidar’ y prefieren vivir en su propia burbuja”.
Mientras que aquellos que se sientan en el pasillo son “de naturaleza más reservada, menos irritables y son más considerados con los demás. Eso, o son claustrofóbicos o simplemente son unos meones”.
“Los de ventanilla tienden a ser más egoístas, son expertos viajeros que no les importa molestar a los demás, por contra, los de pasillo son personas a menudo más sociables y definitivamente más abierto a la gente, y probablemente estén más inquietos y nos sean capaces de dormir en un avión”.
Existe una tercera posibilidad: escoger el asiento de en medio, pero no hay nada que decir, muy pocos escogerían esta opción, y es más bien falta de planificación o mala suerte.
O ventana o pasillo, ambas posiciones tienen sus ventajas y desventajas
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