
- El mercado mundial de hoteles de lujo está en pleno auge y París lo confirma con la Suite Impériale de Le Bristol, desde 45.000 euros la noche. Es el reflejo de un sector en el que más del 40% de las reservas de alta gama ya se hacen en suites, y en el que las estancias por encima de 20.000 euros han crecido más de un 30% en cinco años, con especial tirón en Estados Unidos, Oriente Medio y Asia. España no se queda atrás: hay una suite de un hotel en Madrid que se cuela en el exclusivo ránking de las más caras.
1. Suite Impériale de Le Bristol
En la planta noble de la Rue du Faubourg Saint-Honoré, la recién estrenada y ya legendaria Suite Impériale funciona como un palacio dentro del palacio. No es tanto una habitación como un universo privado de más de 320 metros cuadrados, planteado para reconciliar herencia y vanguardia con naturalidad: salones con chimeneas originales del XVIII, biblioteca en roble francés, un comedor de aire aristocrático y ventanales a los tejados de París.

El conjunto se ha rematado con un gesto rotundo: una puerta de oro macizo y con un guiño contemporáneo que cambia la atmósfera: obras originales de George Condo, convertidas aquí en la columna vertebral de un relato artístico propio. Todo ello llega en el año del centenario del hotel, tras una renovación que busca definir cómo debe sentirse el lujo en el siglo XXI.

¿Por qué esta suite es tan deseable y, al mismo tiempo, tan cara? La respuesta está en que aquí el huésped no "pide": anticipa. Un mayordomo dedicado 24 horas, un chef que cocina a puerta cerrada como si fuera la mesa más codiciada de la ciudad, tratamientos del spa La Prairie sin salir de la suite y un programa de experiencias a medida que conecta con la agenda cultural y gastronómica de París. No se trata de acumular comodidades, sino de orquestarlas para que la estancia tenga ritmo propio, del primer café de la mañana al último brindis de la noche.

Y es que La Impériale no vende vistas, que las tiene, vende sensación de pertenecer por un instante al tejido íntimo de la ciudad: estar en casa o mejor y, a la vez, en la capital del estilo. También es un termómetro de hacia dónde va el ultra-lujo. El viajero que puede pagar esas cifras no busca un catálogo de mármoles sino momentos irrepetibles; no quiere que le vean, quiere vivir algo que no existe en otra parte. Por eso el precio es alto: compra tiempo, control de la escena y la tranquilidad de que lo imposible se resuelve con una llamada. En definitiva, La Impériale ofrece ubicación histórica, artesanía con firma, arte contemporáneo y un servicio que entiende la palabra "a medida" de forma literal y cuyo precio parte de los 45.000 euros la noche.
2.- Madrid. Royal Suite Four Seasons Hotel

En la planta noble del Four Seasons Hotel Madrid, la Suite Real condensa un siglo y medio de historia en 431 m² que fueron salón del Casino de Madrid y, más tarde, despacho y sala de juntas del antiguo Banco Español de Crédito. Su interiorismo funde herencia y presente: suelos de marquetería en pino melis y Oregón, molduras con pan de oro, chimenea monumental y ventanales de tres metros bajo techos que alcanzan los 4,80. El trazado axial ordena un gran salón-comedor, estudio, cocina, gimnasio y un vestidor que conecta dormitorio y un baño-escenario con bañera circular de mármol Michelangelo y mural de ónix. Más que una suite, es un apartamento palaciego donde artesanía española y piezas contemporáneas dialogan, rematado por el servicio preciso que define a la casa. Su precio parte de los 28.000 € por noche, lo que la sitúa entre las más exclusivas de Europa.
3.- Marbella. Villa del Mar en el Marbella Club Hotel Golf Resort & Spa

En primera línea de la Milla de Oro, Villa del Mar, la gran residencia del Marbella Club Hotel, es una casa de playa "con apellido" que se vive como un pequeño resort privado: alrededor de 6.000 m² entre interiores y jardines, seis dormitorios y nueve baños, salones que miran al Mediterráneo y acceso directo al paseo y a la arena. A la estampa la rematan una piscina exterior climatizada de borde infinito, spa propio con sauna y baño turco, gimnasio, cine y una discreta colección de arte. La experiencia es la del club, pero de puertas adentro: mayordomo 24 h, chef y personal de servicio; todas las comodidades de una villa hecha para quienes piden privacidad sin renunciar al rito del gran hotel. Su precio es de 34.000 euros por noche, consolidándola como una de las residencias hoteleras más deseadas de nuestro país.
4.- Nueva York. The Mark Penthouse, The Mark Hotel

El deslumbrante penthouse de The Mark es, hoy por hoy, la suite de hotel más grande de Estados Unidos: supera los 930 m² en total y presume de una terraza privada de 232 m² en la azotea con vistas a Central Park, al Met y al skyline. Concebido por el legendario Jacques Grange, se vive como una residencia majestuosa y contemporánea, repartida en las dos últimas plantas del hotel: 5 dormitorios, 4 chimeneas, 6 baños, 2 aseos de cortesía y 2 barras. La gran sala de estar, que puede transformarse en un salón de baile, luce techos de casi 8 metros de altura, chimenea y bar contiguo. El ático incorpora además invernadero propio, salón-biblioteca, comedor elegante y una espectacular terraza con zonas de comedor y entretenimiento al aire libre. Su precio es de 75.000 dólares por noche.
5.- Dubái. Royal Mansion, Atlantis The Royal

La Royal Mansion de Atlantis The Royal es hoy el emblema hotelero de Dubái: un dúplex de 1.128 m² en Palm Jumeirah que combina salón de doble altura, cuatro dormitorios y una terraza de 476 m² con piscina infinita suspendida sobre el Golfo Pérsico. Con acceso privado y servicio de mayordomo 24/7, define un protocolo de discreción que la convirtió en base de operaciones de Beyoncé durante la apertura del hotel. Desde sus ventanales, el skyline y la palmera se convierten en decoración permanente. Su tarifa declarada: 100.000 dólares por noche.
6.- Ginebra. Royal Penthouse Suite, Hotel President Wilson

La Royal Penthouse Suite del Hotel President Wilson domina toda la octava planta frente al lago Lemán: 1.680 m² con 12 dormitorios y salones panorámicos que convierten Ginebra en un decorado privado. Con acceso por ascensor exclusivo y cristales antibalas, además de un piano de cola, está pensada para jefes de Estado y gente famosa en busca de máxima discreción. La biblioteca, la sala de billar y los servicios a medida completan un refugio que figura desde hace años entre los más caros del mundo, con tarifas que suelen moverse entre 80.000 y 100.000 dólares por noche.