lunes, 10 de noviembre de 2025

Los mares vuelven a rebosar petróleo: los avisperos de buques llenos de crudo se multiplican y anticipan un nefasto final para el 'oro negro'

 

Aglomeración de buques a la espera de entrar en el puerto de Singapur. Foto: iStock


  • Las reservas de petróleo en el agua se acercan a los niveles del covid
  • Por el efecto de las sanciones a Rusia y la mayor producción de la OPEP
  • Que el precio se hunda depende de donde acabe este exceso de petróleo


Que haya ocurrido antes no significa que no sea preocupante. Cada vez que el petróleo empieza a acumularse en alta mar... el resultado es conocido: los precios terminan cayendo con mucha intensidad. La última vez que esto sucedió de forma clara fue en un evento un tanto único e inédito en tiempos modernos: la pandemia del covid. Ahora, sin coronavirus de por medio, el crudo está acumulándose a toda velocidad en los avisperos de buques petroleros que se están constituyendo en los mares y que conforman una constelación cada vez más densa. Este petróleo no solo se acumula por el tráfico marítimo, también porque se están usando los buques como depósitos flotantes ante la gran oferta de 'oro negro' que se está generando en el mundo.

Las reservas de petróleo en el agua -de las cuales alrededor del 95% corresponde a petróleo en tránsito- se acercan a los niveles registrados durante la pandemia, cuando los precios del crudo Brent rondaban los 30 dólares por barril, recoge un informe reciente de Capital Economics. "Uno de los desafíos a los que se enfrenta la OPEP+ en los próximos cuatro meses es el rápido aumento del volumen de petróleo en alta mar. Los datos de transporte marítimo sugieren que el nivel de petróleo en el mar ha aumentado drásticamente en los últimos meses. Desde mediados de agosto, los datos de Vortexa indican que el volumen de petróleo en el mar ha aumentado hasta en 250 millones de barriles, alcanzando los 1.400 millones de barriles", apunta otra investigación reciente de Bank of America (BofA).

Los diferentes analistas aclaran que parte de este aumento parece ser estructural, ya que probablemente los envíos de petróleo están tardando más en llegar a los compradores. Esto se debe principalmente a que las sanciones impuestas desde el inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania han distorsionado los flujos comerciales. Por ejemplo, el crudo ruso se está enviando a lugares más lejanos, como la India, a pesar del deseo del presidente de EEUU, Donald Trump, de que cesen estos flujos, en lugar de a Europa. También se está dando el caso de que la evasión de las sanciones, mediante transferencias clandestinas de combustible de barco a barco (ship to ship) así como mediante la operativa de las 'flotas fantasmas' de viejos buques sin seguro, esté provocando que los petroleros pasen más tiempo en el mar.

"Este aumento de los barriles transportados por mar probablemente esté relacionado con las nuevas sanciones a Rusia, ya que los buques tendrán ahora que recorrer distancias más largas y posiblemente reducir su velocidad mientras esperan a que aparezcan compradores", certifica el equipo de materias primas de BofA comandado por Francisco Blanch. "Es probable que las nuevas sanciones impuestas a Rusia hayan provocado una importante reorganización de las tarifas de transporte marítimo, como ocurrió a principios de este año. Además, los datos de transporte marítimo en el estrecho de Malaca muestran un importante retraso en los movimientos de transporte en esa zona. La reducción de la velocidad y el alargamiento de las rutas, junto con el mayor tiempo necesario para transportar los barriles rusos sancionados, probablemente justifiquen los mayores niveles de petróleo en el agua", amplían desde el banco estadounidense.

Aparte del efecto de las sanciones a Rusia, desde Capital Economics también admiten que el incremento es producto de la política de la OPEP de abrir las compuertas del crudo. "Al fin y al cabo, el grupo ha aumentado la producción en más de 1,5 millones de barriles diarios desde abril y el periodo de fuerte demanda interna estacional en muchos Estados miembros está llegando a su fin. Esto ha permitido a esos productores exportar más petróleo. De hecho, las exportaciones de crudo de Arabia Saudí aumentaron un 10% intermensual en septiembre. Mientras tanto, los datos de seguimiento de buques muestran que las exportaciones de crudo de Rusia alcanzaron su máximo en dos años, aunque esto también se debe en parte al impacto de los ataques ucranianos contra las refinerías rusas", destaca su analista Hamad Hussain.

El resultado es que el precio del petróleo está a punto de entrar en la estructura denominada contango, que se produce cuando el petróleo crudo físico (de entrega inmediata) se vende a menor precio que los futuros. Esto sucede cuando el mercado 'nada' en petróleo, cuando hay tanto crudo que los barriles ya extraídos se venden a un precio más bajo para intentar colocarlos a otro agente antes de que las instalaciones de almacenamiento colapsen. Esto es lo que está empezando a suceder ahora.

Que todo este petróleo en el mar provoque una bajada de los precios depende de dónde acabe el exceso de petróleo, señala Hussain: "La acumulación de reservas por parte de China ha actuado básicamente como una fuente de demanda. Si estos barriles en el mar acabaran en los tanques de almacenamiento de China, eso limitaría la presión a la baja sobre los precios. Pero dada la cantidad de suministro adicional de crudo, el ritmo de acumulación de reservas de China tendría que acelerarse considerablemente para evitar una acumulación considerable en las reservas comerciales de la OCDE, lo que sería coherente con una caída brusca de los precios del petróleo".

El momento es crucial. El crudo se enfrenta a una combinación explosiva como pocas veces en la historia. Ahora todo parece poco si se compara con el covid (cuando medio mundo estuvo confinado en casa sin poder moverse), pero si la pandemia no hubiera existido, la situación actual del petróleo sería casi inaudita: por un lado, la oferta crece a un ritmo muy elevado por la apertura de grifos de la OPEP (que está deshaciendo años de recortes) y la creciente producción de América (EEUU, Canadá, Brasil, Guyana, Argentina...). Al mismo tiempo, la economía parece perder algo de tracción, mientras que las energías verdes le quitan cuota de mercado al petróleo. Este cóctel explosivo de sobreoferta es el que está permitiendo que el precio del crudo cotice entre los 60-65 dólares (relativamente barato) en medio de las históricas sanciones a Rusia (segundo mayor productor del mundo).

Con todo, desde la Agencia Internacional de la Energía (AIE) vaticinaban un superávit histórico que está a punto de llegar e 'inundar' el mundo. Las últimas perspectivas de la AIE disparan su predicción de un superávit para 2026 hasta superar incluso los cuatro millones de barriles cada día (bpd), desde los aproximadamente 3,3 millones de bpd que preveía el mes pasado. Un superávit medio para el año que viene de 4 millones de bpd equivaldría a casi el 4% de la demanda mundial, un dato que supera con creces las predicciones de otros analistas y del mercado. Para comprender este gran superávit es útil señalar que España consume cada día entre 1,3 y 1,4 millones de barriles de crudo, por lo que con el petróleo que sobrará en el mercado se podría 'abastecer' a tres economías de España. Cabe recordar que, en términos de PIB, España es la decimosegunda economía del mundo.

En opinión de la AIE, (publicó su último informe en octubre) la oferta está aumentando mucho más rápido que la demanda. Este año, se espera que la oferta aumente en tres millones de bpd, frente a los 2,7 millones de bpd anteriores. El próximo año, la oferta aumentará en otros 2,4 millones de bpd más, según la agencia. Al mismo tiempo que la producción no para de aumentar gracias a la OPEP+ y los países productores de América (EEUU, Guyana, Brasil), la demanda crecerá menos de lo previsto por las turbulencias económicas a nivel mundial, y por un frenazo en el crecimiento en China.

El incremento de oferta en el grupo de países ajenos al cártel de la OPEP+ que más están aumentando la producción es llamativo de cara al año que vine: la agencia lo sitúa en 1,2 millones de barriles diarios en 2026, 200.000 barriles diarios más de lo que esperaba el mes pasado. Al mismo tiempo, la agencia ha recortado su pronóstico de crecimiento de la demanda mundial para este año a 710.000 bpd, 30.000 bpd menos que el pronóstico anterior, debido a un contexto económico más complejo. El petróleo 'invade' el mar porque los almacenes de tierra empiezan a llenarse. Ahora solo falta hacer previsiones sobre el precio. La Agencia de Información Energética (EIA) de EEUU, dependiente del Departamento de Energía, ya vaticina que el precio medio de 2026 rondará los 52 dólares por barril, 11 dólares menos que el precio actual. Y eso es solo el principio.