:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F739%2Fe76%2Fbc5%2F739e76bc5b990c41bff5d825186551ec.jpg)
Vista de la tumba de Tutankamón.
(iStock)
Servían para un antiguo rito que buscaba facilitar la transformación de un gobernante fallecido en Osiris, dios del Inframundo
Un egiptólogo cree haber identificado evidencias de que en la famosa cámara funeraria de Tutankamón se realizó un rito antiguo conocido como el "Despertar de Osiris". El egiptólogo en cuestión, Nicholas Brown, (investigador postdoctoral en egiptología de la Universidad de Yale) señala que es la evidencia más temprana del uso del rito en un faraón.
"Toda la cámara funeraria parece estar diseñada para recrear un rito funerario conocido como el Despertar de Osiris", señaló. Osiris era el dios del Inframundo y, según la mitología, resucitó tras ser asesinado por su hermano Seth. En un momento de la historia es su hijo Horus el que blande un bastón ante él y le ordena que despierte. El rito recreaba en cierto modo la historia, según Live Science.
Al reexaminar los registros de excavación de la tumba de Tutankamón, Brown halló cuatro artesas de arcilla y cuatro bastones en la cámara funeraria. Las cuatro artesas habrían tenido probablemente agua, que se habría vertido sobre la momia del rey niño (o cerca de ella), mientras que los cuatro bastones habrían representado el bastón utilizado por Horus. El agua posee un carácter simbólico, pues en los Textos de las Pirámides (una serie de textos funerarios escritos en las paredes de algunas pirámides) se habla de las libaciones: fluidos derivados del cadáver del difunto o del cadáver de Osiris. "Estos fluidos son necesarios para rejuvenecer el cadáver en descomposición y devolver al cuerpo su fluido vital", señaló Brown.
Se hallaron cuatro artesas de arcilla (que habrían contenido agua) y cuatro bastones en la cámara funeraria
El egiptólogo también señaló que el agua utilizada para esas libaciones, recuperada del Nilo, era conocida como el "Ojo de Horus" y era un poderoso símbolo de regeneración y superación del mal, incluida la muerte. Además, los cuatro canales y los cuatro bastones representaban los puntos cardinales y habrían rodeado simbólicamente al difunto para protegerlo.
El padre de Tutankamón, el faraón Akenatón, intentó pasar del politeísmo al monoteísmo y centralizar la religión egipcia en el culto a Atón, el disco solar. Incluso ordenó una iconoclasia que supuso la destrucción de los nombres e imágenes de otras deidades. Cambió las creencias religiosas del país e incluso la capital, y según Brown esto "afectó irremediablemente las creencias oficiales sobre la otra vida, centradas en la resurrección a través de Osiris".
Pero cuando Tutankamón llegó al poder, todo volvió al status quo anterior y Egipto volvió a la religión politeísta. "Tutankamón y los funcionarios que actuaban en su nombre tuvieron la oportunidad de adaptar, alterar y cambiar las prácticas funerarias reales y traer de vuelta a Osiris a escena", señaló Brown. El ritual del Despertar de Osiris es uno de los mejores ejemplos de este regreso.