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- Aceleraría los esfuerzos de los rivales de Washington por evitar el billete verde
- El perfeccionamiento del yuan digital puede ser una vía de agua para el dólar
EEUU está utilizando todo el poder económico de que dispone para aislar a Rusia. El papel dominante del dólar en el sistema financiero mundial hace que estas medidas sean enormemente poderosas. Sin embargo, esto también pueden tener un posible efecto boomerang: acelerar los esfuerzos de los rivales geopolíticos de Washington para evitar el billete verde buscando otras opciones y reduciendo sus reservas internacionales de la moneda.
El castigo financiero a Rusia conlleva el peligro de convertirse en la espita que dé paso a esta dinámica. El caso de Moscú puede servir para que China, la otra gran potencia mundial ahora mismo en pugna con EEUU, se termine de animar a conformar una alternativa mundial al dólar. La exclusión de algunos bancos rusos del sistema de pagos interbancarios SWIFT puede acabar siendo prueba de ello. Los rusos están haciendo valer su sistema patrio, el SPFS (Sistema para la Transferencia de Mensajes Financieros). No obstante, su alcance es bastante local. Por eso cobra fuerza la hipótesis de que el país se vuelque con el sistema chino, el CIPS.
Aunque recurrir a esta vía reduciría la necesidad de dólares (el comercio Rusia-China se puede liquidar en yuanes), mientras el 40% de los pagos internacionales del mundo sean en dólares, el CIPS -cuya cuota es del 3%- no puede ser una alternativa mundial. Es ahí donde entra en escena el yuan digital. Pese a que ahora mismo está diseñado sobre todo para los pagos minoristas nacionales, el token está preparado para su uso transfronterizo, lo que le otorga un gran potencial para hacer daño al dólar.
Si una empresa o un particular chino se viera amenazado por no poder enviar dinero al extranjero porque SWIFT no transmitiera sus instrucciones, siempre se podría convencer a un intermediario de un país amigo para que aceptara el yuan digital y reenviara un pago en stablecoins en dólares a la contraparte del comprador chino en el extranjero. El intermediario no se enfrenta a ningún riesgo porque está negociando con dinero soberano, respaldado por los contribuyentes de la segunda economía más grande del mundo.
SWIFT nunca verá la transacción y es posible que no se necesite ningún banco occidental para mover fondos a través de las fronteras. Incluso si EEUU prohíbe a las empresas de stablecoins hacer negocios con residentes chinos, no podrá impedir que entidades de un tercer país compren tokens en dólares en un intercambio de criptodivisas para pagar a empresas reguladas por EEUU. La esfera de dominio económico estadounidense podría reducirse, no en un año o dos, sino quizás en una década o más.
"Es algo a muy largo plazo, así que nada inmediato, ni siquiera digamos a dos o tres años vista, pero si lo que estamos viendo es una demostración del poder de la fuerza económica y financiera, la respuesta lógica si existe el riesgo de estar en el extremo receptor es ver qué se puede hacer para inmunizarse", agrega Steven Englander, director general de Standard Chartered Bank. Aquí también jugará un papel más que importante que EEUU se acabe de decidir por el dólar digital.
Zoltan Pozsar (Credit Suisse): "Las guerras tienden a convertirse en coyunturas trascendentales para las divisas mundiales"
El estratega de tipos de interés de Credit Suisse Zoltan Pozsar se hace eco de estos riesgos para el dólar. En su intervención en un podcast de Bloomberg Pozsar ha señalado que las guerras tienden a convertirse en coyunturas trascendentales para las divisas mundiales, y con la pérdida de acceso de Rusia a sus reservas de divisas, se ha enviado un mensaje a todos los países de que no pueden contar con que estas reservas de dinero sean realmente suyas en caso de tensión. Por ello, puede tener cada vez menos sentido que los gestores de las reservas mundiales guarden dólares por seguridad, dado que podrían quitárselos justo cuando más los necesitan. Una lección que, antes que Rusia, aprendieron por ejemplo los talibanes en Afganistán hace unos meses.
Pozsar sostiene que situaciones como estas pueden animar a los bancos centrales a diversificarse y alejarse del dólar, o a tratar de volver a anclar sus monedas en activos menos susceptibles a la influencia de los gobiernos de EEUU o Europa. De este modo, las recientes tensiones podrían dar paso a un nuevo orden monetario en el que los países estén mucho menos interconectados a través de las cuentas y reservas bancarias internacionales.
La propia Rusia ha reducido sus reservas de activos denominados en dólares antes de la invasión de Ucrania. El banco central ruso dijo en enero que el 'billete verde' representaba aproximadamente el 16% de sus reservas de divisas y oro en el segundo trimestre de 2021, solo un poco más que el yuan chino, con un 13%. Aunque se trata de una cifra atípicamente baja, la participación de la divisa estadounidense en las reservas internacionales del mundo de las que se dispone de un desglose lleva un tiempo disminuyendo. En el tercer trimestre de 2021 era del 59%, frente a casi el 65% de cinco años antes y muy lejos del 71% de principios de 1999, año en que se lanzó el euro, según datos recogidos por Reuters.
"La mayoría de las reservas de divisas que existen hoy en el mundo son formas de dinero interno, es decir, son el pasivo de alguien", expone Pozsar. "Tanto si tienes la deuda soberana de un país, como si mantienes un depósito en un banco central de un país extranjero, o si mantienes depósitos en instituciones financieras occidentales, todas estas son formas de dinero interno que no controlas. Alguien te lo debe. Y estas cosas pueden ser sancionadas", explica. Para sortear eso, el experto de Credit Suisse pone el ejemplo del oro. "No sé si se llegará a eso, pero si las cosas empeoran, básicamente se podría volver a anclar el rublo a un montón de oro, porque se necesita un ancla en situaciones como esta".
La vía de las criptomonedas para efectuar los pagos y sortear el dólar y las sanciones también se ha puesto ya sobre el tapete. En cuanto Rusia anunció esta semana restricciones monetarias a sus ciudadanos, la cotización del bitcoin y otras criptodivisas repuntó. Aunque los volúmenes de compra de bitcoin siguen siendo modestos en Rusia (en la semana se han adquirido una media de 210 bitcoin al día en el país), su comercio ha crecido y la UE y EEUU preparan medidas para evitar que los tokens supongan una vía de escape para Rusia.
Pozsar no está solo en sus advertencias sobre la vulnerabilidad del dólar, ya que otros ven las mismas fuerzas en juego en el destino del estatus de reserva de la moneda. Dylan Grice, antiguo estratega de Société Genérale y fundador de Calderwood Capital, describe los recientes movimientos de EEUU y sus socios como un uso "armamentístico" del dinero. "Sólo se puede jugar la carta una vez", ha escrito en Twitter. "China tendrá como prioridad no necesitar ningún dólar antes de ir a por Taiwán. Es un punto de inflexión en la historia monetaria", alerta.
"En un juego cooperativo, más comercio global y la acumulación de reservas de divisas tiene sentido. En un juego competitivo, en el que tus reservas de divisas son emitidas por un adversario y pueden ser congeladas o vaporizadas a discreción de ese adversario, el comercio global y la acumulación de reservas de divisas tiene menos sentido", valora Brent Donnelly, de Spectra Markets.
No ve tan claro que se dé este paso a nivel global Cameron Crise, estratega de Bloomberg: "No está claro que nadie, aparte de EEUU, tenga tanto la capacidad como la voluntad de 'fabricar' activos seguros y venderlos a los extranjeros como la base de un sistema financiero global".
Durante años, el destino del dominio del dólar ha sido una fuente de discusión popular y polémica, con repetidas advertencias y terribles predicciones sobre la desaparición de la moneda. Si las tras la crisis de 2008 hubo numerosas advertencias sobre la desaparición del dólar, ese periodo vio un fortalecimiento del billete verde a medida que la Reserva Federal asumía un papel aún más globalizado para ayudar a rescatar los sistemas financieros del mundo. Incluso se ha puesto de manifiesto la problemática de que, aunque EEUU representaba una parte cada vez menor de la economía mundial, el dólar en sí mismo es tan importante. El riesgo real de lo ocurrido con Rusia está en la 'política', en la voluntad real de una serie de actores mundiales de darle un vuelco conjuntamente a la hegemonía actual.