Archivo DREAMSTIME EXPANSION
Con todos los indicadores de la pandemia a la baja en la mayor parte de los países y con la mascarilla obligatoria como única medida restrictiva común en retirada progresiva, cabe preguntarse cuándo se decretará el fin de la emergencia sanitaria, algo que tendrá que hacer este año la Organización Mundial de la Salud (OMS). La decisión tiene importantes consecuencias socioeconómicas y financieras.
El comité de asesores sobre la pandemia del Covid de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se reúne de forma trimestral desde que en enero de 2020 se declaró el brote de SARS-CoV-2 como emergencia de salud pública internacional, y que dos meses después, el 11 de marzo, pasó a declararse pandemia, con el fin de reevaluar periódicamente hasta cuándo puede seguirse etiquetando como tal.
En su última reunión de enero, la OMS concluyó que era todavía demasiado pronto para decretar el fin de la pandemia, pero en cualquier caso preveía que esta fase concluya este mismo año.
Este comité se reúne de nuevo en abril y es posible que renueve la declaración de pandemia tres meses más, aunque en algún momento la OMS tendrá que reevaluar su postura, más cuando gran cantidad de países como Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia, Reino Unido, Austria, Suiza o Turquía, entre otros, la han dado por superada y otros como Francia, EEUU o España, están en camino de hacerlo aboliendo la obligatoriedad de las mascarillas, la única restricción que se sigue manteniendo tras dejar también atrás paulatinamente el pasaporte Covid. Ante la disminución de la gravedad de la situación y el incremento de la fatiga pandémica, los países cada vez son menos proclives a la cautela y más al regreso a la normalidad.
En el Congreso de EEUU, por ejemplo, los republicanos están tratando de bloquear fondos adicionales para la pandemia y algunos han presentado un proyecto de ley para poner fin a la emergencia federal declarada en marzo de 2020, más en un contexto geopolítico muy complicado con la guerra en Ucrania. Lo más probable es que Reino Unido y EEUU estarán muy por delante de los demás y serán los primeros en declarar que el Covid es pasado. "[Pero] la OMS [debe] considerar lo que es bueno para el mundo entero".
Sin embargo, la declaración formal de la OMS de Emergencia de Salud Pública de Preocupación Internacional (PHEIC, por sus siglas en inglés) obliga legalmente a 196 países signatarios a seguir las recomendaciones de la OMS durante la emergencia.
La decisión de la OMS de levantar la declaración de PHEIC podría darse entre el segundo y tercer trimestre de 2022, si no surge otra variante más virulenta que ómicron. Pero solo se trata de conjeturas, ya aún estamos lejos de saber qué es una pandemia, cómo comienza, cómo se desarrolla y cómo termina y los virus emergentes, como el causante del Covid, se denominan así por eso precisamente, porque emergen sin aviso previo. La OMS, históricamente, ha sido conservadora al dar por concluidas las PHEIC anteriores, como la llamada neumonía asiática, y se espera que vuelva a serlo con el SARS-CoV-2.
Una decisión tremendamente difícil
Decidir cuándo dar el visto bueno al fin de la pandemia es una decisión tremendamente difícil dada la disparidad que hay entre países, según explica Yonatan Grad, epidemiólogo de enfermedades infecciosas en Harvard T.H. Escuela Chan de Salud Pública (HSPH) en un artículo publicado en Science. Dada la complejidad que ha supuesto la pandemia en el orden socioeconómico, "existe la tentación de darla por terminada más pronto que tarde, añade Salim Abdool Karim, máximo responsable del Covid en Sudáfrica.
Además, también condiciona enormemente que las farmacéuticas también han firmado contratos para reducir el coste de los medicamentos contra el Covid mientras esté vigente la pandemia y la cooperación internacional para diagnósticos o vacunas también se desvanecerá una vez se declare el fin de la pandemia: precisamente los mecanismos de cooperación que necesitan los países más pobres para poder atajarla.
El anuncio de declarar la PHEIC del 30 de enero de 2020 implica establecer requisitos obligatorios de salud pública tales como información de brotes sospechosos, puesta en marcha de iniciativas como la vigilancia de variantes de preocupación (VOC), promoción de la vacunación o monitoreo sobre casos y evolución del virus en animales.
Implicaciones financieras de calado
La decisión de poner fin a una PHEIC también tiene implicaciones financieras, agrega Science: Moderna se ha comprometido a no pedir patentes de su vacuna de ARN; algo que no ha hecho Pfizer, pero sí ha acordado, al igual que Merck (MSD fuera de EEUU y Canadá) permitir que los fabricantes de medicamentos genéricos manufacturen los fármacos contra el SARS-CoV-2 hasta que la OMS declare la pandemia finalizada: docenas de empresas fabrican ahora molnupiravir de MSD y Paxlovid de Pfizer para una larga lista de países, la mayoría de ingresos bajos y medios.
"Poner fin a la PHEIC también afectará a los principales programas relacionados con la pandemia que son gestión directa de la OMS, como el Fondo de Acceso Global a las Vacunas COVID-19 (COVAX) y su matriz, el Acelerador de Acceso a las Herramientas COVID-19 (ACT-A), redes globales cooperativas que tienen como objetivo adquirir y distribuir medicamentos asequibles, test de diagnóstico y vacunas", señala Science. Y sin sello de pandemia, "las operaciones de emergencia de COVAX y ACT-A desaparecerán, es difícil mantener eso", explica en Science Seth Berkley, director ejecutivo de GAVI, la Alianza de Vacunas.
Habrá un consenso basado en la opinión mayoritaria
El comité de 18 miembros de la OMS utiliza tres criterios para decidir cuándo declarar una PHEIC y cuándo derogarla. Un evento de salud pública bajo criterio PHEIC debe ser "grave, repentino, infrecuente o inesperado"; con potencial de propagación internacional y que tenga visos de requerir una respuesta común inmediata. Para establecerlo se analizan métricas como vacunas y números de casos (incidencia acumulada), pero son unos criterios más sociales y políticos que científicos, explica Caroline Buckee, epidemióloga de enfermedades infecciosas en HSPH. "No va a haber un umbral científico. Va a haber un consenso basado en la opinión", subraya.
Para complicar la decisión está la posibilidad de que surjan más variantes dañinas, incluidas, potencialmente, de unas 20 especies animales que ahora se sabe que albergan el virus y que en algún momento podrían pasar al ser humano, lo que se conoce como salto interespecie, un comportamiento clásico de los virus emergentes.
El final real de la pandemia no llegará hasta la llegada de una "variante final [que] aunque mute, no pueda presentar ventajas respecto a su versión anterior, tanto en términos de contagio como de escape inmunitario, no pueda hacerlo mejor que la versión anterior en la propagación y el escape de la inmunidad, algo que los expertos esperan que suceda en no menos de dos o tres años.
MARGA CASTILLO
7 MAR. 2022 - 14:15
https://www.expansion.com/economia/2022/03/07/6225ca39468aebfa018b469c.html