Estación de servicio de Shell. (Reuters/M.Shemetov)
La organización internacional de derecho ambiental ClientEarth está preparando acciones legales contra los directores de Shell por la falta de compromiso climático que muestran al frente de la compañía
ClientEarth ha iniciado una acción legal contra la Junta Directiva de Shell por no estar preparando adecuadamente a la compañía para la transición energética. Es el primer caso que busca responsabilizar personalmente a los directores de una gran compañía energética por no emprender medidas de adaptación para hacer frente al cambio climático y por poner de ese modo en riesgo los activos de la empresa.
Esta organización especializada en derecho ambiental para defender la vida en la Tierra, argumenta que el hecho de que la Junta Directiva no esté implementando una estrategia climática alineada con el Acuerdo de París es un incumplimiento de las obligaciones que establece la Ley de Sociedades del Reino Unido. En virtud de esa Ley, el equipo directivo de la petrolera está legalmente obligado a actuar, de manera que “promueva el éxito de la empresa con el cuidado, la habilidad y la diligencia razonables”.
Algo que según Paul Benson, abogado de ClientEarth, no se estaría llevando a cabo. “Shell está seriamente expuesta -afirma el letrado- a los mayores riesgos del cambio climático, sin embargo, su plan de adaptación y mitigación es del todo defectuoso, por lo que estaría engañando a los inversores y al mercado en general”.
El prestigioso equipo jurídico de esta organización dice actuar en defensa de los intereses de Shell al aceptar los litigios de sus accionistas contra la actual dirección, con el propósito de “garantizar que las ganancias a corto plazo no se obtengan a expensas de la viabilidad comercial de la empresa”.
“El mundo de los negocios está plagado de ejemplos de empresas que no supieron adaptarse. Shell se arriesga a seguir el camino de compañías como Kodak o Blockbuster. A menos que la Junta cambie de rumbo, su valor a largo plazo se irá erosionando hasta llegar a desaparecer”, agregó Benson.
Protestas contra Shell en Londres. (EFE/V. Flores)
Una tendencia que podría acelerarse tras la invasión rusa de Ucrania, que ha desencadenado el mayor impacto en los mercados energéticos en décadas. Los analistas alertan que la guerra está acelerando la tendencia internacional a alejarse de los productos de petróleo y gas, más allá de los repuntes que puedan estar experimentando de forma coyuntural.
Muchos de los principales accionistas institucionales de Shell han expresado su preocupación por la estrategia climática de la empresa. Así, ClientEarth recuerda que más del 30 % votaron en contra de la Junta en 2021, introduciendo una resolución que pedía objetivos de emisiones alineados con el Acuerdo de París, recordando que la iniciativa Climate Action 100+, respaldada por los mayores inversores del mundo, hizo un llamamiento en ese sentido.
Una estrategia equivocada y temeraria
En mayo de 2021, un tribunal holandés ordenó a Shell a reducir las emisiones de gases con efecto invernadero (GEI) de su actividad industrial en un 45% neto antes de que acabe la presente década. La compañía apeló el fallo del tribunal, calificándolo de “irrazonable” y argumentando que dicho dictamen es “esencialmente incompatible con su negocio”.
Por el contrario, la petrolera defiende públicamente que su estrategia de reducción de carbono es coherente con el objetivo de contener el aumento de la temperatura en 1,5 °C para eludir las peores consecuencias del calentamiento global, e insiste en que mantiene su objetivo de convertirse en una empresa neutra en carbono en 2050.
Sin embargo, según los cálculos presentados por ClientEarth, dicha estrategia es equívoca, pues no cuadra con dichos objetivos de reducción de GEI. Muy al contrario, según los científicos que han asesorado a la organización, lejos de lograr una reducción del 45% en 2030, la actual estrategia de Shell conduciría a un aumento superior al 4 % en las emisiones netas de GEI para esa fecha.
En ese sentido, cuanto más se demore la Junta Directiva en asumir su responsabilidad, más probable es que la empresa se vea obligada a ejecutar un abrupto 'freno de mano' para mantener su competitividad comercial y adaptarse a los inevitables desarrollos regulatorios para la reducción de emisiones de GEI que, con mayor o menor nivel de compromiso, se están activando ya en todo el mundo.
Planta de hidrógeno de Shell en Colonia, Alemania. (Reuters/T. Schmuelgen)
Durante la Junta de Accionistas del pasado mes de febrero, la compañía declaró un aumento de dividendos cercano a los veinte mil millones de dólares y anunció un plan de recompra de acciones. Sin embargo, en opinión del equipo de expertos de ClientEarth, “aumentar los dividendos y las recompras podría aplacar a los inversores temporalmente, pero ese enfoque es miope, pues el dinero debería emplearse para redigirir la actividad de la empresa hacia un modelo de negocio neutro en emisiones de carbono”.
Para Benson y sus compañeros “la proporción de inversión que actualmente se destina a la transición energética en Shell es, en términos relativos, minúscula. Debe haber un mayor enfoque hacia el largo plazo y una mayor inversión en energías renovables para liberarse de los combustibles fósiles y su volatilidad inherente”.
ClientEarth está alentando a los inversores institucionales a unirse a la reclamación de los accionistas de Shell para obligar a la Junta a adoptar una estrategia climática más ambiciosa y que de verdad proteja a la compañía contra las pérdidas financieras a las que deberá hacer frente si no contribuye de manera más eficaz a evitar el actual avance de la crisis climática hacia los peores escenarios.
Más información en www.redirectingshell.com
Por
Jose Luis Gallego
30/03/2022 - 05:00
"Shell puede acabar como Kodak o Blockbuster" si no refuerza su compromiso climático (elconfidencial.com)
www.elconfidencial.com/medioambiente/energia/2022-03-30/shell-acabar-kodak-blockbuster-compromiso-climatico_3399277/