La perspectiva de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos ha empujado a sus ciudadanos a querer mudarse al extranjero desde hace ya varios meses.
Las empresas que asesoran a los ciudadanos dispuestos a abandonar el país están más ocupadas que nunca. Lo que, en un principio, era una idea remota para muchos, se ha convertido en una fijación después del triunfo electoral del pasado martes del republicano frente a la demócrata Kamala Harris.
Los expertos proponen España porque está considerado como el mejor país del mundo para ser nómada digital, según al empresa Global Citizen Solutions, especializada en tramitar segundas residencias para inversores.
Las principales razones que destaca son la asequibilidad del coste de vida, la conexión a Internet de alta velocidad, las leyes para empresas emergentes y, sobre todo, la ausencia de impuestos sobre los ingresos obtenidos en el extranjero, que suelen estar sujetos a requisitos de ingresos mínimos.
Polémicas visas doradas
Pero cuando se trata de ciudadanos con alta capacidad adquisitiva existe la posibilidad de obtener la residencia a cambio de una inversión. "Estamos hablando con muchos estadounidenses en este momento", dice Artur Saraiva, cofundador de Global Citizen Solutions, quien añade que esto incluye tanto a votantes demócratas como republicanos.
El programa de visa dorada en España permite a los ciudadanos extranjeros obtener un permiso de residencia y viajar sin visado por el espacio Schengen de Europa a cambio de una inversión mínima de 500.000 euros en bienes inmuebles libres de cargas o gravamen, o un millón de euros en fondos de inversión o acciones.
Aunque estos programas sean cada vez más controvertidos porque favorecen la corrupción y el aumento de los precios inmobiliarios, todavía son un camino viable para los más ricos. La vecina Portugal, otro de los países en la lista de preferidos, ha modificado las condiciones de sus visas doradas por estos motivos.
Esto no le ha restado interés. "Portugal sigue siendo muy atractivo para la residencia por inversión", dice Saraiva. Los que quieran desembarcar en el país luso deben invertir un mínimo de 500.000 euros en empresas o fondos que no estén relacionados con el sector inmobiliario, por lo que se aconseja destinar el dinero a empresas de energías renovables o fundaciones de arte.
Grecia es otra de las opciones que compite con España y Portugal por su estilo de vida relajado con una inversión mínima en bienes inmuebles de entre 250.000 euros y 800.000 euros.
La lista la completa Malta con un desembolso mínimo de 600.000 dólares, excluyendo el sector inmobiliario, y las islas caribeñas de Antigua y Barbuda con donaciones mínimas no reembolsables de 230.000 dólares. Estos son los países más demandados, según la firma Henley & Partners, en lo que va de 2024, un año que promete batir récords para la empresa.
Avalancha de consultas
En una encuesta realizada en octubre, entre 7.000 estadounidenses interesados en emigrar, la compañía descubrió que la división política estaba entre las principales razones para querer emigrar, solo superada por "la aventura y el crecimiento personal".
Las consultas sobre las mejores vías para marcharse han aumentado un 500% desde 2020 y durante los primeros diez meses de 2024, se registró más demanda que todo 2023. "El principal factor que impulsa a los estadounidenses a buscar fuera del país es la incertidumbre política", afirma Basil Mohr-Elzeki, director general de Henley & Partners.
Lo más habitual es que los que se fugan no gasten más del 10% de su patrimonio neto en programas de residencia y ciudadanía, cuyo coste puede variar entre los 100.000 y los 8 millones de dólares. Más de 40 países tienen este tipo de programas de residencia por inversión, incluido EEUU, con un mínimo de 800.000 dólares de gasto inmobiliario.
La ola de interés comenzó a coger fuerza después del debate entre Biden y Trump de junio, que forzó al demócrata a abandonar la carrera por sus evidentes problemas cognitivos y ser sustituido por Harris. "Nuestro tráfico se disparó un 900%", dice Jen Barnett, fundadora de Expatsi.
La demanda ha crecido en las últimas semanas ante el posible triunfo del republicano. Otra de las vías para huir es reclamar la ciudadanía por descendencia. Si los estadounidenses pueden demostrar alguna evidencia de que descienden de antepasados extranjeros, pueden estudiar la posibilidad de obtener el pasaporte.
El principal país europeo que permite esto es Italia. Cualquier persona que pueda demostrar descendencia directa de un antepasado italiano nacido después de marzo de 1861, cuando se formó el estado italiano moderno, es elegible para solicitar la ciudadanía.
El abogado italiano Marco Permunian dice que en los últimos años ha notado un crecimiento continuado en las solicitudes de esta modalidad por parte de estadounidenses. Cerca de 480 solicitudes mensuales en 2023 y, en mayo, en plena carrera electoral, registró casi 1.000.
No se sorprende. "La sensación general de inestabilidad en EEUU, tanto política como socialmente, ha sido un impulsor para que muchos ciudadanos busquen un camino hacia la doble ciudadanía", destaca.
Otra posibilidad, al alcance de unos pocos afortunados, es pedir a la compañía para que trabajan que les traslade a una oficina extranjera afiliada a su empresa actual y les tramite un visado de trabajo. La más complicada es solicitar directamente esa visa en un país que busque trabajadores en un oficio específico.
"Esta ruta es la más desafiante, pero eso es lo que la mayoría de las personas menores de 60 años necesitan", dice Barnett de Expatsi. Para conseguirlo y ante la dificultad de encontrar trabajo en un país extranjero, el experto aconseja a sus clientes que se capaciten en conocimientos de enfermería, oficios de construcción o software, ya que son los campos más demandados. Estas son las alternativas para la evasión que se avecina tras la llegada de Trump a la Casa Blanca.
