sábado, 15 de noviembre de 2025

El peligro de una burbuja IA se extiende y salta una alarma clave: Oracle se desploma un 30% tras apostarlo todo

 

Larry Ellison, ceo de Oracle (Bloomberg)


  • La empresa tiene un flujo de caja negativo tras inversiones masivas en la tecnología
  • Su ratio de endeudamiento se ha disparado un 500%
  • En el último mes se desmorona ante la idea de unos retornos menores



La era de la IA está entrando en una etapa complicada. Tras meses y meses de euforia desatada y subidas rampantes para todo aquel que pudiera vincular este fenómeno a sus ingresos, ahora llega el momento de rendir cuentas. Desde los resultados de Palantir las caídas de las tecnológicas se han ido extendiendo. Estos fueron la mecha que hizo a los analistas preguntarse si las enormes inversiones en el sector tendrán un retorno y cada presentación implica ya un examen que puede acabar con desplomes.

Este es el caso de Oracle, uno de los candidatos más inesperados pero fuertes en la carrera de la IA. La empresa de Larry Ellison entró con todo anunciando miles de millones de dólares de inversión para conquistar el negocio de los centros de datos. Principalmente, el rol que se ha ganado en el brillante futuro de la IA ha sido el de suministrador de capacidad informática para sostener esta tecnología. La firma aterrizó en una nueva dimensión dentro de este rol con su acuerdo con Chat GPT y Softbank para una inversión conjunta de 100.000 millones de dólares inicial y 500.000 millones de dólares en total, el proyecto Stargate.

El proyecto consiste en el desarrollo de 4,5 gigavatios de capacidad IA y, paralelamente, Oracle se ha convertido también en uno de los grandes suministradores de ChatGPT, con unos 30.000 dólares al año de ingresos por su negocio de centros de datos. Sin embargo, esta historia de éxito parece haberse gripado con un desplome del 30% en bolsa en el último mes y recorta las alzas en 2025 (que era su gran año) a solo un 31% en un verdadero viaje de ida y vuelta.

No es la única que ha vivido este proceso, aunque sí es la que más lo ha sentido. El último mes Meta cede un 13,94%, Microsoft un 2% y Nvidia pierde un 9% desde sus máximos de octubre (gana un 4% en los últimos 30 días). Amazon sube un 10% aproximadamente en este periodo.

Si bien todas las empresas han apostado por invertir en la IA como si no hubiera un mañana, el riesgo con Oracle se ha vuelto mucho más delicado. La empresa lo ha apostado todo al futuro y se ha metido en una espiral de deuda de la que solo podrá salir airosa si consigue unos retornos muy elevados. Si la inversión acaba siendo algo decepcionante, el lastre que emergerá en sus cuentas será el más alto del sector.

De momento las expectativas siguen siendo optimistas y la gran mayoría de expertos cree que el negocio de infraestructura de Oracle crecerá hasta multiplicarse por 10, superando todos los peligros… pero los nervios se extienden. La empresa ha contraído una deuda de 96.000 millones de dólares frente a los 75.000 millones de hace un año. Por su parte los analistas creen que esta cifra se disparará hasta los 290.000 millones de dólares (según Morgan Stanley). En base a las ventas de bonos y la hoja de ruta que la empresa ya ha establecido.

Sam Altman: ""la gente sobreinvertirá y perderá dinero"

La agencia de calificación crediticia Moody's también ha señalado riesgos significativos debido a la dependencia de Oracle de un número reducido de empresas de IA. S&P Global advirtió que, para 2028, un tercio de los ingresos de Oracle dependerá de un solo cliente, en referencia a su dependencia de OpenAI. Algo que provocó que "aumente el riesgo crediticio".

De los cinco gigantes tecnológicos (Amazon, Google, Microsoft y Meta) Oracle es el único con flujo de caja libre negativo. Su ratio de endeudamiento se ha disparado hasta el 500%, muy superior al 50% de Amazon y al 30% de Microsoft. Estos, en cualquier caso, también están tomando decisiones traumáticas para apostar por la IA. En el caso de Amazon esta reconoció en una carta enviada a sus empleados que recorta 14.000 puestos de trabajo para conseguir liquidez con la que alimentar la IA.

"Algunos podrían preguntarse que sentido tiene despedir cuando hay un buen rendimiento. (...) Esta generación de IA es la tecnología más transformadora y estamos convencidos de que necesitamos una estructura más ágil, con menos capas, para avanzar lo más rápido posible", comentaba la firma en una carta a sus empleados que luego publicó en su página web.

Recuerdos de las puntocom

Según el último estudio de GQG Partners, las grandes tecnológicas de EEUU ya destinan entre el 50% y el 70% de su EBITDA a inversiones en activos fijos que, en su gran mayoría son centros de de datos o infraestructura de nube. Un comportamiento que comparan con lo que ocurrió en la burbuja de las puntocom cuando AT&T destinaba un 72% de su EBITDA a inversiones en activos fijos (redes e infraestructura para internet). También lo comparan con la burbuja energética cuando Exxon dedicaba un 65% de su Ebitda en la época del petróleo caro poco antes de que Rusia y Arabia Saudí inundaran el mercado frente al shale oil de EEUU, algo que llevó a un desplome en su cotización y que llegase a abandonar el Dow Jones.

Ahora no hay sensación de un estallido de burbuja, pero muchos de los principales agentes de la industria advierten que tal vez se ha llegado demasiado lejos y que el riesgo de que se está sobre invirtiendo está ahí. El director ejecutivo de Goldman Sachs, David Solomon, afirmó que prevé que "mucho capital invertido no generará rentabilidad". El fundador y presidente ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, calificó la situación actual como "una especie de burbuja industrial". El mismo Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, advirtió que "la gente sobreinvertirá y perderá dinero" durante esta fase del auge de la IA.

"La operación de Oracle podría resultar costosa , ya que la empresa prevé pérdidas considerables en el alquiler de centros de datos"

Desde Yale comentan que "si bien las perspectivas comerciales sobre la IA entre los líderes empresariales eran entusiastas, existen ya importantes focos de preocupación, que iban más allá de los temores de seguridad, y que cuestionaban las estrategias de inversión desenfrenadas". De hecho, según una encuesta de la universidad "el 60% de los directores ejecutivos encuestados no creía que el auge de la IA hubiera derivado en una sobreinversión; sin embargo, el 40% restante expresó serias dudas sobre el rumbo de este entusiasmo, y consideró inminente una corrección".

Según la firma, el éxito se está concentrando en un conjunto "muy pequeño de empresas", que "están acaparando los grandes contratos". La institución asevera que "Casi a diario se publican noticias sobre inversiones multimillonarias de compañías conocidas como OpenAI, Nvidia, CoreWeave, Microsoft, Google y algunas otras. Si las ambiciosas promesas de la IA no se cumplen, la interdependencia entre estos grandes actores del sector podría desencadenar una reacción en cadena devastadora, provocando un colapso generalizado similar a la Gran Crisis Financiera de 2008".

En el caso concreto de Oracle comentan que la euforia por su participación en OpenAI fue excesiva y que se está inviertiendo demasiado con un claro riesgo de que ese gran acuerdo con el gran referente de la nueva tecnología no sea tan lucrativo como parece. "La operación de Oracle podría resultar costosa , ya que la empresa prevé pérdidas considerables en el alquiler de centros de datos, principalmente a OpenAI".

No hay un riesgo total ni Oracle ha colapsado. Sin embargo, ha unido su destino a la IA como ningún otro y se convierte así con sus caídas en un indicador viviente de una nueva tendencia. Las dudas ya dominan el panorama, tal vez se ha invertido demasiado y los retornos no serán los suficiente. Las recompensas son enormes si todo sale bien, pero los riesgos son igual de importantes. Ahora los inversores dejan atrás el optimismo desaforado y entran en una nueva fase donde el vértigo empieza a imponerse.