jueves, 13 de noviembre de 2025

El gran arma de China para quebrar el reinado del dólar se desata: una inundación histórica de 'pandas'

 

Panda (iStock)


  • Los 'bonos panda' viven una sucesión de emisiones históricas desde 2023
  • Cada vez más países emiten deuda en yuanes 
  • Se trata de deuda emitida por empresas extranjeras en yuanes



China lleva años tratando de reducir su dependencia del dólar y elevar al yuan como una alternativa en los mercados que lastre el dominio del billete verde. Si bien es prácticamente imposible plantear un sorpasso, pues todavía está muy lejos tanto del dólar como del euro, Pekín está poniendo la carne en el asador para aumentar su influencia con una de sus mayores apuestas: los bonos panda.

Deutsche Bank explica que los bonos panda salieron al mercado en 2005 y que ya acumula tres años consecutivos de récord absoluto en sus emisiones. Pero, ¿qué son exactamente? "Se trata de deuda denominada en yuanes y emitida dentro del mercado chino por entidades que están fuera del mercado", comenta el banco alemán. Esto incluye tanto a filiales de empresas chinas en el extranjero como a todo tipo de corporaciones, instituciones o cualquier tipo de sociedad que no pertenezca al país.

Si bien los bonos panda saltaron al mercado en 2005, no eran más que un elemento estético de crecimiento muy lento. A partir de 2010 ya cogieron algo más fuerza con una serie de cambios regulatorios. Sin embargo, el gran giro se dio en 2023, cuando ya con la guerra de Ucrania en activos, el temor a sanciones de EEUU y una voluntad de reducir a toda velocidad la dependencia con el dólar, China dio un impulso enorme a esta fórmula. Más allá de esto, Deutsche también destaca como elementos "los costes de financiación favorable y regulaciones más claras". Sin embargo considera el elemento fundamental "las tensiones geopolíticas".

Según el último informe de S&P Global, la emisión de los bonos panda alcanzó un récord de 23.500 millones de dólares en 2024 (unos 194.800 millones de yuanes). En ese sentido, los tres primeros trimestres habrían sido también totalmente históricos con cerca de 137.300 millones de yuanes en emisiones, según la agencia. Además, diversos países ya han reconocido que van a adscribirse a los mismos.

El último en hacerlo ha sido Indonesia. El país asiático ha reconocido que su ministerio de finanzas está preparado para lanzar su propia deuda en yuanes, a través de bonos panda. Es decir, en vez de recurrir a sus propios mercados o los internacionales, usar Pekín como plataforma y apoyarse en esta moneda. El motivo que dan detrás de esta posible decisión son las mejores condiciones de financiación que ofrece la nación oriental.

No es el único país que emite estos títulos. Dentro de Europa, Hungría, Portugal, Polonia y Eslovenia a nivel nacional han dado el paso. También firmas francesas, alemanas o canadiense se han animado. Fuera de Occidente, Egipto también ha recurrido a estos instrumentos, siendo el primer país del continente en utilizarlos este 2023. Numerosas naciones del continente africano tienen planes para lanzar uno. Este es el caso de Kenia, que anunció que busca financiar varios proyectos paralizados a través de los bonos panda.

El poder del panda

Según Judy Lee, socia en Hong Kong de Appleyby, la emisión de estos bonos sería otro escudo, como lo están siendo las compras masivas del oro a la hora de 'desconectarse del dólar'. "Estos bonos son una herramienta de financiación estratégica para el país", comenta Lee. Respecto a por qué la demanda está acompañando, la experta alega que "el rendimiento de los bonos del gobierno chino a 10 años ha sido consistentemente inferior al de los EEUU, y la brecha de tasas de interés se amplía constantemente.

Este entorno presenta una oportunidad estratégica para las entidades que buscan financiamiento en RMB: la emisión de bonos panda les permite capitalizar los bajos tipos de interés de China, los menores costos de endeudamiento y aliviar las cargas de deuda. Además, acceder a la base de inversores nacionales de China ofrece diversificación, mientras que el apoyo político ha facilitado aún más los esfuerzos de recaudación de fondos".

China quiere que esta estrategia se la base para ampliar la presencia internacional del yuan. Si bien el gigante asiático lleva décadas intentando que la liquidez en yuanes salga fuera de su economía hacia el resto del planeta, falta una enorme estructura para que esto sea una realidad y eso ha dejado a la moneda en un rol muy secundario.

Acabar con el 'asalto fracasado' del yuan

Según los últimos datos del FMI apenas un 2,14% de las reservas internacionales son yuanes y las transacciones apenas son el 2,88% del total frente al 47% del dólar y el 23% del euro, según datos de SWIFT de julio. Está tan atrás que tanto la libra esterlina como el yen japonés siguen superándola. Estas son cifras muy bajas teniendo en cuenta que, según un informe de la Reserva Federal, China es el responsable del 25-30% de la facturación del comercio internacional.

Según un informe de la Bank for International Settlements (BIS) señala que "la mayor barrera al uso internacional del renminbi es la apertura imperfecta del mercado financiero y de capitales". Una mercado semiabierto que ha impedido que su divisa se convierta en uno de los pilares de las transacciones transnacionales. Además de problemas de liquidez y regulación de mercados.

"En China creen que el yuan alcanzará el 20% de los pagos mundiales en 2035"

En ese sentido, los bonos panda, ofrecen un factor clave para que sí se de este crecimiento. Las entidades extranjeras se vinculan al sistema chino y es una puerta de entrada clave para el mayor uso del yuan. "La aprobación de entidades extranjeras para emitir Bonos Panda está diseñada para promover la internacionalización del RMB e impulsar la liquidez del mercado", comenta KPMG en un reciente informe.

Al margen de este mecanismo, Pekín está realizando toda una serie de medidas paralelas para que el yuan crezca y se establezca como una alternativa sólida al dólar, aunque todavía es algo muy lejano. Para empezar una serie de mejoras de la infraestructura de pago cruzado, acuerdos bilaterales y swaps (muchos en África y Latinoamérica). También están imponiendo el yuan en grandes acuerdos internacionales, especialmente en Asia. Por último, con la emisión de su propia moneda digital regulada por el banco central (CBDC), el e-CNY.

El Banco Popular de China espera que la entre 2026 y 2030 todas estas medidas cristalicen en una importante expansión de la moneda en los mercados internacionales. "A medida que se acelera el ritmo de diversificación en el sistema monetario internacional, las entidades comerciales muestran una mayor demanda endógena para el yuan", indicó. Según The China Morning Post, las autoridades del país esperan que su presencia en las transacciones internacionales superen a la libra esterlina y mire de tú a tú al euro con un crecimiento anual de 1 punto y suponga entre un 15%-20% de todos los pagos mundiales denominados en yuanes para 2035.