martes, 18 de noviembre de 2025

"Es muy mala idea", expertos explican por qué es mejor evitar pagar con tarjeta

 

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  • La idea está basada en más de 71 estudios realizados a más de 11.000 personas de todo el mundo



Pagar con tarjeta se ha vuelto un gesto más que común, de hecho, poco a poco se está convirtiendo en el método de pago más utilizado, destacando por su rapidez y comodidad. Sin embargo, este proceso podría no ser tan inofensivo como pensamos, o por lo menos eso es lo que demuestran cada vez más diferentes estudios.

Si bien a la hora de pagar, la cantidad que se debe va a ser la misma, pagando en efectivo o pagando con tarjeta, un estudio publicado por el Journal of Retailing en 2024, a partir de una investigación de 71 estudios diferentes que englobaron las tendencias de más de 11.000 personas, descubrieron que pagar con tarjeta de crédito nos lleva a gastar más que si pagáramos en efectivo.

El efecto sin efectivo

Este análisis señala que existe una correlación con los pagos electrónicos y un mayor gasto a la hora de pagar por la compra, por ejemplo. Los autores describen que el hecho de usar la tarjeta no influye de gran manera, pero que es un hecho "significativo".

Como explica Richard Whittle, economista de la Salford Business School, a la BBC, "la facilidad de pago con tarjeta puede llevar a los consumidores a gastar sin pensar y a comprar cosas que realmente no necesitan ". Y es que no es lo mismo pasar la tarjeta o el móvil por el datáfono varias veces en un día, que ir vaciando la cartera de billetes poco a poco.

Este hecho psicológico influye por lo visible que es, ya que a nadie le gusta estar entregando billetes constantemente y según los expertos, en algunos casos el hecho de usar efectivo disuade a los usuarios de realizar una compra.

Si bien es muy complicado volver a usar solo efectivo a la hora de pagar, después de haber probado su comodidad y utilidad, los expertos señalan que es conveniente intentar volver a usar el dinero en metálico a la hora de pagar. O al menos planificar las compras para mantener un mayor control sobre nuestros gastos.