miércoles, 15 de enero de 2025

El macroestado del petróleo con el que EEUU duplicaría la producción de crudo de Arabia Saudí y Rusia

 


  • El sueño de anexionarse a la región de Alberta supondría un giro en el petróleo
  • Un solo país pasaría a controlar casi el 20% de la oferta global de crudo
  • De este modo, EEUU lograría la independencia energética total



Un inesperado terremoto ha sacudido a Canadá. Semanas antes incluso de tomar posesión como presidente de EEUU, Donald Trump está sacando la artillería contra su vecino del norte. Buscando socavar al actual gobierno liberal, encabezado por un Justin Trudeau que ya ha dicho que tira la toalla, y una relación más beneficiosa en el futuro, Trump ha percutido con fuerza. Primero amenazando con un arancel global del 25% por la supuesta falta de colaboración de Otawa en el control de las fronteras y en la lucha contra el tráfico de drogas. Después, haciendo un llamado a que Canadá pase a ser el estado 51 de EEUU. Aunque este escenario pertenece a la política-ficción y no puede ser más remoto, sí hay una región de Canadá en la que el movimiento separatista tiene una sólida implantación, hasta el punto de poder mostrarse favorable a los cantos de sirena de Trump. Un acercamiento de Alberta a EEUU, se materialice como materialice, abre dos escenarios inéditos: EEUU se convertiría en un 'macro estado petrolero' que haría temblar al mundo entero (produciría el doble de petróleo que Arabia Saudí y Rusia) y la Canadá 'central' sufriría una hemorragia que podría ser letal.

Los analistas políticos tienen claro que Canadá no se va a anexionar de ninguna manera a EEUU. Por un lado, Canadá es en sí una unión federal de diez provincias y tres territorios que no van a unirse para formar un solo estado de los EEUU. Por otro, no hay suficiente apoyo para una unión de ese tipo: una encuesta reciente concluyó que sólo el 13% de los canadienses está a favor de unirse a los EEUU. El gran riesgo, apunta un informe reciente de Capital Economics, es que alguna provincia de Canadá con pulsiones separatistas se muestre proclive a una anexión con EEUU. Y la candidata ideal es la citada Alberta. Según otra encuesta, casi el 40% de los votantes de la región prefiere que fueran un país propio y el porcentaje de ciudadanos favorables a unirse a EEUU es el más alto que en cualquier otro territorio de Canadá.

Aunque la vía de acabar siendo un estado más de EEUU desgajándose de Canadá se sigue antojando remota, una presión creciente abrirá el suelo bajo Otawa y, por supuesto, Trump intensificaría la presión a su favor. Los intereses en juego son muy grandes y todos los actores implicados lo saben. Entre los habitantes de Alberta impera el axioma de que ellos podrían vivir sin Canadá, pero el resto de Canadá no podría seguir adelante sin ellos. Otawa es muy consciente de lo que perdería. Alberta representa el 11% de la población del país, pero el 15% de su PIB y una proporción aún mayor de los ingresos fiscales federales.

El 'oro negro' que brota de las arenas bituminosas

Esta posición de fuerza de Alberta es fruto directo de la gran concentración del sector petrolero del país en la provincia, una auténtica 'golosina' para las ambiciones de Trump. La eventual anexión cumpliría el sueño más 'húmedo' del próximo inquilino de la Casa Blanca: la independencia energética total de EEUU. Aunque EEUU produce en la actualidad 13,4 millones de barriles de crudo cada día, el consumo es de cerca de 18 millones de barriles diarios. Con la anexión de Canadá, EEUU lograría ser autosuficiente. Es decir, no necesitaría para nada a los países de la OPEP. Dentro de Canadá, Alberta es la clave.



Alberta sigue consolidándose como el epicentro de la producción petrolera en Canadá, con cifras que subrayan su importancia en el escenario energético global. Aproximadamente el 83% de la producción de petróleo crudo en Canadá en 2022 se originó en Alberta, según datos del Departamento de Energía de EEUU. Y el impulso sigue. Según el último dato oficial de finales de 2024, la provincia alcanzó un récord histórico con una producción combinada de crudo convencional y arenas bituminosas de 4,2 millones de barriles diarios (b/d), según datos del Alberta Energy Regulator (AER). Esta marca representa un aumento interanual constante durante nueve años consecutivos, un logro significativo en un mercado altamente competitivo.

Ahora sumen esos 4,2 millones de barriles a los 13,4 millones que produce EEUU. El resultado es una producción de 17,6 millones de barriles, casi el doble de la producción de Arabia Saudí o Rusia, que con los recortes de la OPEP+ ha caído por debajo de los 9 millones de barriles diarios. Este macroestado del petróleo produciría casi el 20% de la oferta global del crudo. Cabe recordar que la OPEP (formada por 13 grandes productores) controla alrededor del 30% de la oferta global. Sin duda alguna, esta fórmula de EEUU más Alberta sería un gran contrapeso.

Las arenas bituminosas han sido el motor de este crecimiento espectacular. En 2010, la producción de estas arenas era de 1,6 millones de b/d. Para julio de 2024, esta cifra superó los 3,4 millones de b/d, un salto impulsado por inversiones en infraestructura y tecnología. Según un informe de ATB Financial, "la producción de crudo en Alberta se ha duplicado en 14 años, gracias al desarrollo continuo de las arenas bituminosas. Esto demuestra el potencial de la provincia como líder energético global". Los porcentajes de la Agencia de Información Energética de EEUU (EIA) lo certifican: en 2022, la producción de arenas bituminosas representó el 65% de la producción total de crudo del país, y la de petróleo convencional, offshore tight oil, el 35% restante.

Las proyecciones también son optimistas. S&P Global Commodity Insights estima que la producción total de crudo canadiense, que incluye líquidos de gas natural (NGL), aumentará hasta los 5,6 millones de b/d en diciembre de 2025. Gran parte de este crecimiento provendrá de las arenas bituminosas y de nuevas plataformas de producción como Christina Lake de MEG Energy y Sunrise de Cenovus. "La producción de arenas bituminosas y condensados será el principal motor del crecimiento de la oferta de crudo canadiense durante los próximos 18 meses", señalan los analistas de S&P Global.

El colosal oleoducto para llevar el crudo a EEUU

La inauguración de la ampliación del oleoducto Trans Mountain Expansion (TMX) la pasada primavera ha sido clave para consolidar este crecimiento. Este proyecto, que agregó 590.000 b/d de capacidad (hasta los 890.000 b/d), no solo ha mejorado el acceso al mercado para el crudo canadiense, sino que también ha reducido el descuento del Western Canadian Select (WCS) frente al WTI, situándolo en un rango de 11-16 dólares por barril. Greg Stringham, exvicepresidente de la Asociación Canadiense de Productores de Petróleo, destacó que "TMX ha abierto nuevos mercados y fortalecido la competitividad del crudo canadiense en Asia y la costa oeste de Estados Unidos."

La creciente demanda de los mercados asiáticos está desempeñando un papel crucial en la estrategia de exportación de Alberta. Desde el inicio de operaciones del TMX ampliado en mayo de 2024, las exportaciones han promediado 360.000 b/d, con destinos divididos entre Asia y la costa oeste estadounidense. Stringham destacó que "los refinadores asiáticos están mostrando un creciente interés por el crudo pesado canadiense, especialmente desde China, Taiwán y Japón, donde los diferenciales de precios favorecen estas importaciones."

Además del TMX, el sistema Mainline de Enbridge también desempeña un papel vital en la exportación de crudo. Este oleoducto, con una capacidad de 3 millones de b/d, transporta crudo desde Edmonton hasta refinerías en el Medio Oeste de Estados Unidos y la costa del Golfo. Gina Sutherland, portavoz de Enbridge, anunció que "se está evaluando una posible expansión para 2026-2027, que agregaría 150.000 b/d de capacidad adicional."