Si podemos hablar con nuestros muertos y realmente creer que están 'vivos', ¿qué diferencia la vida de la muerte?
Desde la posibilidad de interactuar con personas fallecidas hasta la gestión del legado digital en testamentos usando inteligencia artificial, una nueva definición de la muerte plantea desafíos éticos, legales y emocionales
Imagina asistir a un funeral en el que la persona fallecida habla directamente contigo, respondiendo a tus preguntas y compartiendo recuerdos. Esto sucedió en el funeral de Marina Smith, una educadora sobre el Holocausto que murió en 2022.
Gracias a una empresa de tecnología de inteligencia artificial llamada StoryFile, Smith parecía interactuar de manera natural con su familia y amigos.
El sistema utilizó respuestas pregrabadas combinadas con inteligencia artificial para crear una experiencia interactiva realista. Esto no era solo un vídeo; era algo más parecido a una conversación real, ofreciendo a las personas una nueva forma de sentirse conectadas con un ser querido después de su partida.
Vida después de la muerte
La tecnología ya ha comenzado a cambiar cómo las personas piensan sobre la vida después de la muerte. Varias empresas tecnológicas están ayudando a las personas a gestionar sus vidas digitales después de fallecer. Por ejemplo, Apple, Google y Meta ofrecen herramientas para permitir que alguien de confianza acceda a tus cuentas de internet cuando mueras.
Microsoft ha patentado un sistema que puede tomar los datos digitales de una persona —como mensajes de texto, correos electrónicos y publicaciones en redes sociales— y usarlos para crear un chatbot. Este chatbot puede responder de manera que suene como la persona original.
En Corea del Sur, un grupo de empresas llevó esta idea aún más lejos. Un documental llamado “Meeting You” permitió a una madre reunirse con su hija a través de realidad virtual. Usando tecnología avanzada de imagen digital y voz, la madre pudo ver y hablar con su hija fallecida como si realmente estuviera allí.
Estos ejemplos pueden parecer ciencia ficción, pero son herramientas reales disponibles hoy en día. A medida que la inteligencia artificial continúa mejorando, la posibilidad de crear versiones digitales de personas después de su muerte parece cada vez más cercana.
¿Quién es dueño de tu vida digital?
Aunque la idea de una vida digital después de la muerte es fascinante, plantea grandes interrogantes. Por ejemplo, ¿quién es el propietario de tus cuentas de internet después de tu fallecimiento?
Este tema ya se está discutiendo en tribunales y gobiernos de todo el mundo. En Estados Unidos, casi todos los estados han aprobado leyes que permiten a las personas incluir cuentas digitales en sus testamentos.
En Alemania, los tribunales dictaminaron que Facebook debía dar acceso a la familia de una persona fallecida a su cuenta, afirmando que las cuentas digitales deberían ser tratadas como bienes hereditarios, como una cuenta bancaria o una casa.
Pero todavía quedan muchos desafíos. Por ejemplo, ¿qué pasa si un clon digital tuyo dice o hace algo en línea que nunca habrías dicho o hecho en la vida real? ¿Quién es responsable de lo que haga tu versión de IA?
Cuando un deepfake del actor Bruce Willis apareció en un anuncio sin su permiso, se desató un debate sobre cómo se pueden controlar, o incluso explotar, los clones digitales de las personas con fines lucrativos.
El coste es otro tema. Mientras que algunas herramientas básicas para gestionar cuentas digitales después de la muerte son gratuitas, los servicios más avanzados pueden ser costosos. Por ejemplo, crear una versión de IA de ti mismo podría costar miles de dólares, lo que significa que solo las personas adineradas podrían permitirse “vivir” digitalmente. Esta barrera económica plantea importantes preguntas sobre si la inmortalidad digital podría crear nuevas formas de desigualdad.
El duelo
Perder a alguien es a menudo doloroso, y en el mundo actual, muchas personas recurren a las redes sociales para sentirse conectadas con quienes han perdido. Las investigaciones muestran que una proporción significativa de personas mantiene sus conexiones en redes sociales con seres queridos fallecidos.
Pero esta nueva forma de duelo trae consigo desafíos. A diferencia de los recuerdos físicos, como fotos u objetos que se desvanecen con el tiempo, los recuerdos digitales permanecen frescos y fácilmente accesibles. Incluso pueden aparecer de manera inesperada en tus redes sociales, trayendo emociones cuando menos lo esperas.
Algunos psicólogos se preocupan de que mantenerse conectado a la presencia digital de alguien pueda hacer más difícil para las personas seguir adelante. Esto es especialmente cierto a medida que la tecnología de IA se vuelve más avanzada. Imagina poder charlar con una versión digital de un ser querido que sientes que es casi real. Aunque esto pueda parecer reconfortante, podría dificultar aún más que alguien acepte su pérdida y le deje ir.
Visiones culturales y religiosas
Diferentes culturas y religiones tienen perspectivas únicas sobre la inmortalidad digital. Por ejemplo:
- El Vaticano, centro de la Iglesia Católica, ha declarado que los legados digitales deben respetar siempre la dignidad humana.
- En las tradiciones islámicas, los estudiosos están discutiendo cómo los restos digitales encajan en las leyes religiosas.
- En Japón, algunos templos budistas están ofreciendo cementerios digitales donde las familias pueden preservar e interactuar con las huellas digitales de sus seres queridos.
Estos ejemplos muestran cómo la tecnología está siendo moldeada por diferentes creencias sobre la vida, la muerte y el recuerdo. También destacan los desafíos de combinar estas innovaciones con antiguas tradiciones culturales y religiosas.
Planifica tu legado digital
Cuando piensas en el futuro, probablemente imaginas lo que quieres lograr en la vida, no qué pasará con tus cuentas digitales cuando mueras. Pero los expertos dicen que es importante planificar qué hacer con tus activos digitales: desde perfiles en redes sociales y cuentas de correo electrónico hasta fotos, cuentas bancarias en internet e incluso criptomonedas.
Añadir activos digitales a tu testamento puede ayudarte a decidir cómo se deberán gestionar tus cuentas después de tu fallecimiento. Podrías dejar instrucciones sobre quién puede acceder a tus cuentas, qué debería eliminarse y si te gustaría crear una versión digital de ti mismo.
Incluso puedes decidir si tu versión digital debería “morir” después de un cierto tiempo. Estas son preguntas que cada vez más personas necesitarán considerar en el futuro.
Aquí tienes pasos que puedes seguir para controlar tu legado digital:
- Decide sobre tu legado digital. Reflexiona sobre si crear una versión digital de ti mismo se alinea con tus creencias personales, culturales o espirituales. Habla sobre tus preferencias con tus seres queridos.
- Haz un inventario y planifica qué hacer con tus activos digitales. Haz una lista de todas las cuentas digitales, contenido y herramientas que representen tu identidad digital. Decide cómo deberán ser gestionados, preservados o eliminados.
- Elige un albacea digital. Nombra a una persona de confianza y con conocimientos tecnológicos para supervisar tus activos digitales y cumplir tus deseos. Comunícale claramente tus intenciones.
- Asegúrate de que tu testamento cubra tu identidad y activos digitales. Especifica cómo deberían ser manejados, incluyendo el almacenamiento, uso y consideraciones éticas. Incluye aspectos legales y financieros en tu plan.
- Prepárate para los impactos éticos y emocionales. Considera cómo tu legado digital podría afectar a tus seres queridos. Planifica para evitar usos indebidos, asegurar fondos para necesidades a largo plazo y alinear tus decisiones con tus valores.
Las nuevas pirámides
Hace miles de años, los faraones egipcios construían pirámides para preservar su legado. Hoy en día, nuestras “pirámides digitales” son mucho más avanzadas y están ampliamente disponibles. No solo preservan recuerdos; pueden continuar influyendo en el mundo mucho después de que nos hayamos ido.