sábado, 28 de diciembre de 2024

¿Por qué hay franceses que pagan 24 euros al mes para que un cartero hable con sus padres?

 




El 35% de los europeos dice sentirse solo al menos parte del tiempo. Durante las fiestas y vacaciones, la sensación es todavía más dolorosa. Algunas iniciativas intentan paliar el dolor




Cuando Serge, un cartero de Saint-Congard y dos pueblos aledaños, en la Bretaña francesa, llegaba a casa de un cliente, charlaba un ratito y a veces, incluso, se sentaba a tomar un café. En los 80 y 90, en la Francia rural, el cartero traía tanto noticias como conversación. “A mi padre le encantaba su trabajo, no solo consistía en llevar cartas, sino en ser útil a la gente y crear vínculos sociales”, recuerda Sylvain, hijo de este cartero que trabajó durante más de cuatro décadas en el oficio y falleció hace cuatro años. El día de su entierro, muchos clientes del cartero Serge fueron a despedirse.

El cartero de pueblo francés era conocido por todos los vecinos, “un personaje esencial de la sociabilidad local, a veces elevado al rango de notable”, escribe el sociólogo francés Didier Demazière. Eso ha cambiado. Ahora, la Poste (Correos de Francia) compite con la competencia y el negocio se ha transformado. Los paquetes han sustituido a las cartas y, para reducir costes, se han revisado las rutas, ha disminuido el personal y eso se ha traducido en una intensificación de los ritmos de trabajo. Al final de su carrera, el trabajo de Serge era muy diferente, recuerda su hijo. Cada vez había menos carteros para los mismos pueblos “y ya no tenía tiempo para la gente”, dice. Hoy, “ya no sabemos ni el nombre del cartero”, coincide Arnaud, un francés de las afueras de París.

Desde 2017, la Poste ofrece este tiempo de charla como un servicio denominado “Veiller sur mes parents” (“Cuida a mis padres”). Por 23,90 euros al mes, los franceses pueden contratar que el cartero pase un rato hablando con sus mayores. El cliente elige el día de la visita del cartero y un trabajador de correos confirma la cita. “Si el cliente da su consentimiento, el cartero va a su casa para tener un momento de conversación amistosa, para controlarlo y discutir de temas que le interesan”, describe la web del programa. El año de la pandemia se dieron de alta cerca de 9.000 clientes. “Para mí, lo que es triste es que ese vínculo social era natural, ahora es comercial”, lamenta Sylvain.

La iniciativa pone de manifiesto que la gente está cada vez más sola. El 13% de los europeos dice haberse sentido solo la mayor parte del tiempo en las últimas cuatro semanas, según la primera encuesta sobre la soledad de la Unión Europea (EU-LS 2022), que se llevó a cabo a finales de 2022. Además, el 35% de los europeos se siente solo al menos parte del tiempo.


El 'monstruo navideño'

Durante las fiestas y vacaciones, la sensación de soledad es más dolorosa que los días normales. Para Lisa, una austriaca de 83 años, todas las mañanas empiezan de la misma manera desde hace unos meses: se levanta, enciende la vela junto a un centro de flores con la foto de su hija y le desea: “¡buenos días, Karin!”. Su hija murió inesperadamente a los 58 años, el año pasado. Eran inseparables. El año pasado, en Nochebuena, antes de acostarse, fue especialmente duro: “Te sientas ahí sola y miras al vacío. Duele tan terriblemente que no puedes describirlo”. Dice que antes le encantaba la Navidad, incluso en la vejez, esperaba la noche casi como una niña. Ahora, “me alegraré cuando se acabe”.

“Mucha gente hace balance, y suele ser muy triste”, explica Antonia Kesselring, responsable del servicio de asesoramiento telefónico de Viena, una línea operativa desde 1992, a la que los vieneses pueden llamar cuando necesitan alguien con quien hablar. Luego está la vergüenza: “Quien está solo, ha fracasado”, añade. Kesselring se refiere a la soledad como “el monstruo navideño”.

El porcentaje de personas solas varía según los países. “Esto puede explicarse por razones culturales, pero también por diferencias demográficas y, posiblemente, por diferencias de muestreo”, explican los autores del estudio. Irlanda es el país de la UE en el que la gente se siente más sola, según esta encuesta EU-LS 2022, con un 20% de encuestados que sufren de soledad. Le siguen Luxemburgo, Bulgaria y Grecia.

Un 25% de los griegos se había sentido muy solo el día anterior, según otro estudio sobre la soledad, realizado por Gallup, que cifra que una de cada cinco personas en el mundo se sienten solas. Por el contrario, los países de la UE donde la gente se siente menos sola son Países Bajos, la República Checa, Croacia y Austria, donde vive Lisa, la madre que espera que se acabe la Navidad pronto.

¿Se puede hablar de una epidemia de la soledad? Para la investigadora austriaca Mareike Ernst, de la Universidad de Klagenfurt, no es cierto del todo. “Quizás simplemente estemos hablando de ello más abiertamente”, afirma. Explica, eso sí, que las cifras han aumentado, sobre todo entre los adultos jóvenes. Y esto se debe, por una parte, a que si fundan una familia, lo hacen más tarde. También la pandemia ha incrementado la sensación de soledad. Para Ernst, hay tres picos de soledad en la vida: en la adolescencia; en la edad adulta, cuando te mudas y tienes un entorno nuevo en tu primer trabajo y cuando te jubilas.


“Lo vimos en TikTok y nos dio mucha pena"


En España, no es el cartero, pero sí un aluvión de cartas el que está llegando a las residencias antes de Navidad, gracias a una iniciativa que se ha hecho viral en redes sociales. Detrás está 'Adopta un abuelo', una empresa social que conecta a jóvenes con personas mayores. “Lo vimos en TikTok y nos dio mucha pena, casi lloramos”, dice Sara, de 12 años, que ha escrito cuatro cartas a residencias desde que se encontró un vídeo en Internet.

Dice que de cada mayor que participa hay una foto, el nombre y sus aficiones. “Si les gusta bailar o la música, les digo que a mí también y que mola mucho lo que hacen, que sigan haciéndolo y les deseo feliz Navidad”. Sara dice que en su grupo, otras amigas suyas también lo han hecho, “pero los chicos no, nos dijeron que era una tontería”. Las cifras dicen, sin embargo, que en España las mujeres mayores se sienten más solas que los hombres, pero en la juventud, la soledad afecta casi por igual a ambos.

La soledad no deseada afecta a la quinta parte de la población de España, según el Barómetro de la soledad no deseada en España de la Fundación ONCE y la Fundación AXA. Además, dos de cada tres personas (67,7%) que sufren soledad llevan en esta situación desde hace más de dos años y un 59% desde hace más de tres años, según este barómetro. En España, la mitad de la población (49,3%) sufre soledad no deseada en el presente o la ha sufrido en el pasado.

No solo hablar, a muchas personas también les falta el contacto. En una residencia de ancianos de Rumia, en el norte de Polonia, María, de 85 años, lleva esperando toda la semana la visita de la masajista. De cabello gris cuidadosamente cortado y peinado, como recién salida de la peluquería, dice que siempre le ha gustado cuidarse. Agnieszka Kawula está especializada en el masaje hawaiano y dirige el pódcast 'Anatomia Dotyku' (Anatomía del contacto).

Además, ha creado un voluntariado para practicar masajes suaves a enfermos, personas dependientes y ancianos en residencias. “Creo que las personas mayores realmente extrañan el contacto físico”, dice Emilia Zawadzka, una masajista de 25 años de esta residencia. "Pero muchos jóvenes, simplemente, les disgusta”, concluye.




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27/12/2024 - 05:00
https://www.elconfidencial.com/mundo/2024-12-27/francia-carteros-regalar-compania-mayores-soledad_4028242/