Un asentamiento humano en Svalbard, el 'archipiélago de los inmortales'
(Reuters/Lisi Niesner)
La norma, que data del año 1950, también prohíbe nacer dentro de su territorio. Sin embargo, ambas prohibiciones se deben a causas muy diferentes
Svalbard, el remoto archipiélago noruego situado en el Ártico, es conocido no solo por su impresionante paisaje gélido y la presencia de osos polares, sino también por una norma inusual: en este lugar está prohibido morir. Esta curiosa medida, vigente desde el año 1950, obliga a las personas en situación terminal a ser trasladadas al continente noruego para recibir tratamiento o, en caso de fallecimiento, ser enterradas fuera del archipiélago.
Además de esta particular prohibición, Svalbard tampoco permite los nacimientos en su territorio. Las mujeres embarazadas deben abandonar las islas antes de la fecha prevista de parto, ya que no existen hospitales en la zona. Las medidas responden a la falta de infraestructuras sanitarias y a la imposibilidad de gestionar emergencias críticas en un lugar tan inhóspito.
Pero ¿qué llevó a las autoridades noruegas a prohibir el fallecimiento de personas en Svalbard, donde aproximadamente viven 3.000 personas en la actualidad? La clave está en el permafrost, la capa de suelo congelado de forma permanente, pero no cubierto siempre de hielo o nieve. Diversas investigaciones científicas han demostrado que dicha capa de suelo puede conservar virus y bacterias durante largos periodos de tiempo. Hasta miles o millones de años.
Un lugar único en el mundo
Las bajas temperaturas del permafrost impiden la descomposición de los cuerpos enterrados, lo que conlleva un elevado riesgo sanitario por su capacidad de preservar los patógenos durante tanto tiempo. Hay muchos ejemplos de esto, pero uno de los más conocidos es la exhumación de cadáveres de personas fallecidas por el brote de gripe de 1918, durante la cual se encontraron restos del virus en condiciones casi intactas.
Este hecho ha propiciado que, hoy en día, Svalbard sea conocido como 'el archipiélago de los inmortales'. En su territorio habitan en torno a 3.000 osos polares, lo que obliga a los residentes y turistas a portar armas de fuego al desplazarse fuera de los asentamientos humanos. Las extremas condiciones climáticas y las singulares normativas hacen de este lugar uno de los más curiosos y fascinantes del planeta.
En Svalbard también está prohibido tener gatos como mascotas, debido al riesgo que representan para la biodiversidad local, especialmente para las aves marinas que habitan la región. Esta restricción busca proteger el delicado ecosistema ártico, que ya enfrenta las amenazas del cambio climático. La vida cotidiana en este remoto archipiélago transcurre bajo estrictas reglas que garantizan tanto la seguridad de los habitantes como la preservación del entorno natural.