- España apoya esta medida, aunque todavía le quedan muchos matices (en el caso de que se aprobase)
En este mundo cada vez más digital, la privacidad se ha convertido en un aspecto que no deja de aumentar de valor. Esto es porque ya no solo nuestros datos personales, como nombre o edad, lo tienen, sino que nuestros gustos o los sitios donde vamos son cada vez más preciados.
Esto ha llevado a que dentro de lo que cabe, los usuarios tienen que tratar de proteger este aspecto lo máximo posible y aunque hay veces que es complicado porque las apps y plataformas que usamos cada día no ayudan a ello (porque tienen intereses comerciales con esta información), sería de esperar que por lo menos las autoridades se pondrían de nuestro lado.
Históricamente siempre ha sido así, y en estos últimos años, la Unión Europea o la propia Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) han impuesto grandes multas a empresas tecnológicas por no proteger adecuadamente la privacidad de los usuarios y exponerla de manera indebida, por eso que ahora la UE vuelva a plantearse la aprobación del Chat Control llama tanto la atención.
¿Qué es Chat Control?
Chat Control es una propuesta legislativa de la Unión Europea que busca obligar a las plataformas de mensajería como WhatsApp, Telegram y Signal, o las de correo electrónico como Gmail u Outlook a escanear automáticamente los mensajes privados de los usuarios para detectar material relacionado con el abuso sexual infantil (CSAM).
La intención de buscar contenido que distribuya pornografía o contenidos de abuso infantil es altamente necesaria, pero claro, esta medida choca directamente con el principio de privacidad debido a que para funcionar requiere que las propias apps lean tus mensajes antes de que se envíen.
No importa el cifrado de extremo a extremo del que tanto se jactan apps como WhatsApp, ya que esta ley permitiría justamente lo que evita esta herramienta, porque las plataformas analizarían todos los mensajes, imágenes y archivos enviados por los usuarios.
Nace con la intención de proteger a los menores, aunque tiene un "pero"
Son muchos expertos y defensores de la privacidad, los que señalan que esta obligación supondría abrir una "puerta trasera" que podría ser explotada por tanto ciberdelincuentes y gobiernos de la misma manera que lo alertaba George Orwell en 1984 o para referencias más modernas la serie Black Mirror. Pero es que en el fondo es lo que han advertido, todo lo que dices y haces pasaría a estar controlado.
Chat Control 1.0, entró en vigor en 2021, y establecía que las plataformas hicieran estos análisis de manera voluntaria, y más tarde se propuso pasar a Chat Control 2.0 que pretende imponer esta obligación a todas las empresas, sin embargo todavía se enfrenta al escrutinio legal.
El pasado 12 de septiembre se llevó de nuevo a debate, donde existió una división de opiniones entre los estados miembro con naciones como España, Portugal, Francia, Italia, Croacia, Hungría, Bulgaria, Chipre, Malta, Islandia, Dinamarca, Suecia, Letonia y Lituania que apoyan esta ley, frente a Austria, Bélgica, República Checa, Finlandia, Alemania, Luxemburgo, Países Bajos, Polonia y Eslovaquia que han mostrado su rechazo.
A pesar de que no se ha llegado a un consenso, el Consejo de Ministros de Justicia e Interior de la UE se reúne el próximo 13 y 14 de octubre, y aunque no se ha confirmado que se vaya a hablar de ello, es altamente probable que se tome una decisión final sobre el tema.
Aun así, y aunque se el Consejo decidiera dar luz verde a esta normativa no entraría en vigor ya la semana que viene, ya que siguiendo los procedimientos de la UE, Chat Control 2.0 estaría solo en su etapa inicial de proceso legislativo, que entre otros aspectos podría cambiar muchos aspectos de la normativa para encontrar "el equilibrio entre la necesidad de luchar contra el abuso sexual infantil en línea y evitar el monitoreo generalizado en internet".
Por todo ello, todavía es muy pronto para predecir qué pasará y cómo será exactamente esta nueva normativa cuando se apruebe (que podría ser dentro de varios años). Lo que está claro es que la privacidad es un bien innegable para todos los usuarios europeos y antes de aprobar nada que la pueda poner en riesgo, desde la UE deben asegurar que tienen todos los flancos cerrados.