viernes, 19 de septiembre de 2025

El ansiado punto de inflexión en el petróleo ya está aquí, según UniCredit: "El mundo ya no necesita el crudo ruso"

 

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  • En 2026 se corre el riesgo de sufrir un considerable exceso de oferta
  • Esto permitiría 'suprimir' el suministro ruso sin dispararse los precios
  • Los analistas instan a 'acorralar' a Moscú con sanciones específicas


El mercado global del petróleo ha cambiado diametralmente desde 2022, cuando la invasión rusa de Ucrania lo trastocó todo. En aquel momento, el mercado se tensó violentamente y el precio del barril se disparó por encima de los 100 dólares. En lo sucesivo, Moscú supo jugar muy bien sus cartas y los pingües ingresos por sus exportaciones de petróleo le permitieron a Vladímir Putin seguir engrasando su maquinaria bélica en Ucrania. Aunque Occidente intentaba poner coto a esto topando los precios del petróleo ruso, lo cierto es que la estrechez de los mercados mundiales impedía ir más lejos a EEUU y sus socios europeos ante el miedo a unos precios aún más disparados. El Kremlin aprovechaba estas lagunas y seguía colocando su petróleo por todo el mundo con su 'flota fantasma' de viejos petroleros. Más de tres años después, el esperadísimo punto de inflexión en toda esta situación parece estar aquí.

En un informe para clientes, los analistas de UniCredit Research señalan lo sorprendentemente diferente que es la perspectiva petrolera prevista para 2026 en comparación con la situación en 2022. En aquel entonces, cuando estalló la guerra en Ucrania, explican, la oferta y la demanda mundial de petróleo apenas se equilibraban. La economía mundial aún se estaba recuperando de la pandemia y el suministro de petróleo estaba volviendo gradualmente al mercado. En ese contexto, el petróleo ruso era crucial para evitar una escasez de petróleo, teniendo en cuenta que Moscú exportaba alrededor de cinco millones de barriles diarios de crudo.

Con los precios del Brent disparándose por encima de los 139 dólares por barril en marzo de 2022, eliminar por completo el petróleo ruso del mercado habría supuesto crear un déficit de alrededor de cinco millones de barriles diarios, que el mercado no habría podido absorber sin que los precios se dispararan. Fue esta encrucijada lo que justificó que los países occidentales introdujeran el famoso límite de precio de 60 dólares por barril para el petróleo ruso en diciembre de 2022. Se buscaba limitar la financiación de la guerra por parte de Rusia y mantener al mismo tiempo un suministro mundial estable de petróleo. "El razonamiento era mantener el petróleo ruso a un precio bajo en lugar de eliminarlo por completo", constatan desde UniCredit.

¿Qué ha cambiado ahora? El mero hecho de que, en 2026, el mercado corre el riesgo de sufrir un exceso de oferta considerable. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que la demanda mundial sea de 104,6 millones de barriles diarios (mb/d) y que la oferta ronde los 108 mb/d. Si la OPEP+ revoca por completo los recortes de 1,65 mb/d que aplicó en 2023 durante los próximos 12 meses, la oferta del próximo año podría aumentar hasta los 109 mb/d, lo que provocaría un excedente de unos 4,5 mb/d.

En tal caso, los precios del Brent podrían caer muy por debajo de los 50 dólares por el próximo año, estiman desde UniCredit. Teniendo en cuenta que Moscú exporta actualmente 4,7 mb/d de crudo (de los cuales alrededor del 60% se destina a China y la India), la eliminación de este suministro ruso del mercado acercaría el mercado del petróleo al equilibrio, lo que no provocaría ninguna presión alcista significativa sobre los precios, redondean su previsión. Además, agregan, la OPEP dispone de una amplia capacidad excedentaria (más de 2 mb/d, incluso teniendo en cuenta la reversión de los recortes de 1,65 mb/d) para compensar cualquier escasez.

En su informe, los analistas de UniCredit trazan el siguiente gráfico, en el que se refleja este gran cambio. En la mitad izquierda se muestra el contexto de 2022. La barra más a la izquierda corresponde a la situación real en ese momento: un ligero déficit mundial de petróleo que se hubiera exacerbado de 'suprimir' el suministro ruso (lo que refleja la barra derecha de esa mitad izquierda). En la mitad derecha se dibuja el panorama para 2026: la barra izquierda del cuadrante derecho muestra el exceso de oferta que se prevé (incluyendo el suministro ruso). Si se 'purga' esa oferta, la situación quedaría equilibrio, como destaca la barra más a la derecha del gráfico. En síntesis, el excedente para el año que viene es tan 'grande' (barra gris), que eliminando el petróleo ruso la situación quedaría prácticamente neutra (un ligero déficit que no dispararía per se los precios).

"La economía mundial puede prescindir de las exportaciones de crudo de Rusia sin correr el riesgo de que se produzca un aumento repentino de los precios del petróleo", sentencia Edoardo Campanella, director y editor jefe del Instituto de Inversiones de UniCredit en el referido informe, titulado de forma más que elocuente 'El mundo ya no necesita el petróleo ruso'.

En comparación con 2022, pormenoriza Campanella, EEUU ha aumentado su producción de petróleo en tres mb/d, lo que ha elevado su oferta a cerca de 21 mb/d. Al mismo tiempo, Arabia Saudí ha cambiado su estrategia de producción por tres razones. Por un lado, quiere recuperar cuota de mercado frente a los productores estadounidenses en lugar de defender los precios. Por otro, Riad quiere castigar a productores como Irak y Kazajistán por bombear por encima de sus cuotas, añade el estratega de UniCredit. Por último, Arabia 1uiere complacer a la Casa Blanca con precios del petróleo relativamente baratos para no enfadar a los consumidores estadounidenses. "En cierto modo, estos acontecimientos del mercado ya están debilitando el poder de negociación de Rusia, ya que los precios del petróleo se enfrentan claramente a una presión a la baja", extrae Campanella.

Esta situación debería liberar a Occidente del 'freno' que se ha estado en cierto modo autoimponiendo. "Hasta ahora, el temor a perder el petróleo ruso en un mercado con escasez de suministro ha impedido que la UE y EEUU supervisen y apliquen seriamente las sanciones existentes (incluidas las impuestas a Irán). Como resultado, Rusia sigue obteniendo cerca de 120.000 millones de dólares anuales por sus exportaciones de crudo (lo que equivale aproximadamente al 5% del PIB ruso). Ahora, Occidente puede adoptar un enfoque más duro, sin correr el riesgo de elevar los precios del petróleo por encima de niveles sostenibles", remarca el informe de la entidad italiana.

Durante el fin de semana, el presidente estadounidense Donald Trump declaró que está dispuesto a aplicar importantes sanciones al petróleo ruso si los países de la OTAN hacen lo mismo. La Casa Blanca propone que sus aliados impongan colectivamente aranceles de hasta el 100% a China y la India en respuesta a sus compras de petróleo ruso sancionado. Esta medida tiene por objeto presionar al Kremlin para que acepte un alto el fuego en Ucrania, pero también es una respuesta a la reciente reunión entre los líderes de China, Rusia y la India en Tianjin, que envió al mundo un mensaje de mayor compromiso entre estas naciones. Mientras tanto, la UE también está intensificando sus esfuerzos para boicotear el petróleo ruso mediante una nueva ronda de sanciones.

"Sería más sensato aplicar mejor las sanciones existentes que imponer aranceles punitivos y prohibitivos a China y la India por sus compras de petróleo ruso sancionado. Los costes para las economías europeas, con el riesgo de represalias tanto de Pekín como de Nueva Delhi, serían demasiado elevados, teniendo en cuenta las perturbaciones de la guerra comercial en curso con EEUU", plantea Campanella. Una estrategia más adecuada para los países occidentales, propone, sería centrarse en empresas específicas (y no en países enteros) que siguen comprando activamente petróleo ruso, como la refinería Nayara en la India. Las sanciones secundarias selectivas serían una alternativa más eficaz que los aranceles altísimos, especialmente teniendo en cuenta el interés de Europa en cerrar un acuerdo comercial con la India, concluye el analista.

'Cercando' a Moscú

En un análisis de corte aún más geopolítico, Matt Gertken, estratega jefe del ramo en BCA Research, corrobora que Washington está perfilando una forma más directa de socavar a Rusia. Y señala también hacia el Golfo Pérsico: "EEUU seguirá coordinado con sus aliados de la región, quienes acordaron reintroducir 1,272 millones de barriles diarios en el mercado este año. Así, podrán extraer más petróleo y recuperar la cuota de mercado perdida". "Los países árabes del Golfo no se encuentran en una posición estratégica para unirse al bloque euroasiático. Dependen de EEUU para su seguridad. Pero exigirán a Washington exportaciones de productos de alta tecnología y de defensa. Trump ya ha demostrado que está dispuesto a pagar ese precio", completa.

Ampliando el radio de análisis, el estratega señala también hacia Venezuela e Irán, destacados productores de petróleo: "EEUU está dando señales de que presionará al régimen del presidente Nicolás Maduro e intentará destituirlo. Pero cambiar el liderazgo en Venezuela sigue siendo poca cosa. Irán también se enfrenta a disturbios sociales tras la humillación que EEUU infligió a sus líderes. Trump privó a Irán de su programa nuclear en un fin de semana. Si Irán y Venezuela sufren una inestabilidad significativa, los inversores globales tendrán que apostar por las probabilidades de cambios políticos o de régimen. Eso significaría una mayor probabilidad de acceder a sus reservas de petróleo y gas. Los precios del petróleo caerían".

Volviendo a Rusia, Gertken consideraba factible un alto el fuego a lo largo de la actual línea de control en Ucrania, especialmente si el precio del petróleo sigue siendo débil y pesa sobre la maquinaria de guerra rusa: "Moscú podría aprovechar la rama de olivo de Trump para declarar la victoria y reducir sus costos de sangre y dinero en aras de la estabilidad futura del régimen. Los costes de la guerra han sido exorbitantes en comparación con la guerra de EEUU en Vietnam, que condujo a una década de inflación y malestar social".

El problema, incide Gertken, es que Rusia aún es capaz de intentar recuperar la última franja de tierra del Donbás que no ha podido conquistar hasta ahora. Según explica el analista, Putin ha aprovechado los primeros movimientos políticos de Trump. EEUU declaró una guerra comercial a sus aliados y redujo el apoyo a Ucrania mientras China mantuvo su apoyo a Rusia. Así, Putin obtuvo la capacidad de intensificar la guerra este año y aferrarse a la idea de tomar el territorio y luego negociar un alto el fuego el próximo año, cuando Trump quiere llegar a las elecciones de mitad de mandato en EEUU con ese alto el fuego bajo el brazo.

Esta obstinación de Putin, sin embargo, resulta muy embarazosa para la administración Trump, que ha puesto en juego su credibilidad en un alto el fuego o, de lo contrario, en consecuencias significativas. Si Trump se retira y no hace nada mientras el ejército ruso gana terreno, quedará en mal lugar ante la opinión pública estadounidense, de forma similar a como lo quedó el expresidente Biden tras su retirada de Afganistán. El índice de aprobación caerá, vaticina Gertken. Por eso, concluye el experto, "el presidente Trump ahora deberá avanzar en la aplicación y ampliación de sanciones". A tenor de lo que telegrafía el mercado del petróleo, el momento puede ser propicio.


El gran 'oráculo' de la represión financiera lanza su última profecía: Russell Napier presagia una era marcada por los controles de capital

 

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  • "Estamos en los albores de estos controles, pero no nos damos cuenta"
  • EEUU se mueve en esa dirección y hay ejemplos en Reino Unido y Alemania


En un mundo cada vez más inflado de deuda (se debe un 235% del PIB mundial, según el último dato actualizado del Fondo Monetario Internacional, FMI), las ya prolongadas advertencias de Russell Napier resuenan con mayor fuerza. El economista y estratega británico, considerado todo un gurú en los mercados financieros por sus acertados análisis sobre la inversión y por anticiparse a las grandes tendencias, lleva años alertando sobre la presión de los gobiernos hacia los bancos centrales para 'quemar' esa rampante deuda con inflación (la deuda contraída se hace 'pequeña' a medida que todo se vuelve más caro). Lo que en fino se denomina dominación fiscal y en grueso represión financiera. Dentro de su certero diagnóstico y sus repetidas alertas, Napier ha aprovechado una reciente entrevista para lanzar su último presagio: la economía global se dirige a una era marcada por los controles de capital, otro mecanismo más de represión financiera.

Para hilar esta serie de advertencias de Napier, lo primero es clarificar conceptos. Expresado de una forma más técnica, la represión financiera ocurre cuando hay políticas que canalizan hacia el gobierno fondos que en un mercado desregulado habrían tomado otra dirección, destaca un paper del Fondo Monetario Internacional (FMI) co-firmado por la prestigiosa economista Carmen Reinhart en el que se ponen como ejemplos préstamos dirigidos al gobierno por parte de audiencias nacionales cautivas (como fondos de pensiones o bancos nacionales), límites explícitos o implícitos a los tipos de interés, la regulación de los movimientos transfronterizos de capital o una conexión más estrecha entre el gobierno y los bancos, ya sea de forma explícita a través de la propiedad pública de algunos de los bancos o mediante una fuerte "persuasión moral". La represión financiera también se asocia a veces con requisitos de reserva (o requisitos de liquidez) relativamente elevados, impuestos sobre las transacciones de valores, la prohibición de la compra de oro o la colocación de cantidades significativas de deuda pública no negociable.

Dentro de este variado elenco, la presión para tener unos tipos de interés 'artificialmente' bajos ha sido el caso más mediático por así decirlo. Tras años de tipos a niveles mínimos (del 0% e incluso negativos, véase la eurozona) después de la gran crisis primero y del estallido del covid después, solo hay que ver a todo un presidente de EEUU como Donald Trump presionar al banco central de su país, la Reserva Federal, para que baje los tipos de interés a su gusto, zarandeando cada día la independencia del instituto monetario más importante del mundo. Otro ejemplo muy comentado ha sido invariablemente el de Japón, con tipos de interés ultra-bajos, una deuda del 240% del PIB y un banco central comprando masivamente bonos soberanos hasta suprimir directamente la curva de rendimientos (sus compras mantenían 'quietos' los rendimientos, el conocido como control de la curva).

Como ha puesto repetidamente en el foco Albert Edwards, veterano estratega de Société Générale que hace décadas trabajó en el Banco de Inglaterra, la salida de la pandemia ha exacerbado la "disentería fiscal" en la mayoría de países. Los ejemplos van desde los masivos estímulos lanzados por la Administración Biden en EEUU (cheques a los ciudadanos, las inversiones de la Ley de Reducción de la Inflación) hasta los estímulos de una China cuya 'japonización' en términos demográficos y de deflación ha transformado su situación fiscal a peor. Siempre tirando de metáfora, Edwards señala que si el transatlántico 'SS América' se dirige hacia las rocas, el 'carguero' chino lo hace directamente a "velocidad supersónica". Las proyecciones del FMI contemplan una deuda pública por encima del 150% del PIB en EEUU y muy cerca del 250% en China para mediados de siglo.

Ante este escenario, Napier tiene claro que la inflación no es la única 'receta' para quemar la deuda y por se está echando mano de otro artilugio dentro de la caja de herramientas de la represión financiera. Preguntado en una entrevista al Financial Times por si esta avalancha de deuda llevará a impagos, expone su tesis: "Probablemente no se produzca un impago total, pero eso es porque se aplican controles de capital. En un mundo en el que se está inflando la deuda del sector público, también se está inflando la deuda del sector privado. Así, a todo el mundo le resulta más fácil pagar sus deudas".

Explicado de forma sucinta, los controles de capital son restricciones legales o administrativas impuestas por un gobierno o banco central para limitar, regular o supervisar el movimiento de dinero (capital financiero) hacia dentro o fuera de un país. Se suelen aplicar para evitar las célebres fugas de capitales cuando los inversores se lanzan a sacar su dinero de un país ante una crisis, para proteger la moneda nacional frente a ataques especulativos o devaluaciones, para estabilizar el sistema financiero en situaciones de estrés, reducir volatilidad del tipo de cambio, mantener reservas internacionales o ganar tiempo antes de aplicar reformas económicas, entre otros escenarios.

Aunque en la prensa financiera es un concepto asociado habitualmente a países como Argentina o a Rusia después de las represalias financieras de Occidente por la invasión de Ucrania, la tendencia de fondo es más amplia, subraya Napier: "De repente, un día nos despertamos y nos damos cuenta de que el capital ya no puede circular libremente a través de las fronteras como antes. Esto es más importante que un impago. Ya no se juega al ajedrez en 3D, se juega en 2D".

EEUU ya está empezando

El gurú no tarda en señalar hacia EEUU como mejor ejemplo de una dinámica que se abre paso a escala global: "Trump está interfiriendo deliberadamente en el flujo de capital. Es decir, afirma haber presionado a los japoneses y los coreanos con amenazas para que inviertan dinero en EEUU. Está cambiando claramente la dirección de los flujos de efectivo de Intel. Está absorbiendo parte de los flujos de efectivo extranjeros de Nvidia. Nos encontramos en los albores de los controles de capital, pero aún no nos damos cuenta".

Como contraparte de sus acuerdos comerciales, Trump ha exigido a socios como Japón o la Unión Europea una serie de inversiones en EEUU. En el caso de Intel, la compra de un 10% del fabricante de chips por parte del gobierno federal ha sido tildado incluso de "política comunista" por parte del inquilino de la Casa Blanca, llegándole a comparar algunos analistas con un dictador chino. Ya el denostado 'impuesto de venganza' contra inversores extranjeros con el que Trump y los suyos coquetearon en la tramitación de su "gran y bella" ley de reforma fiscal fue tildado de represión financiera.

Sin salir de Reino Unido, Napier encuentra otro caso significativo: la propuesta a los fondos de pensiones del Reino Unido que el director general del Lloyds Bank ha calificado como un control de capital. "Obligar a las entidades de ahorro a adherirse al Acuerdo de Mansion House es una forma de control de capital. Quiero decir, no puedes volverte hacia el Gobierno británico y decir: 'Aquí tienes mis dos mil millones para el Acuerdo de Mansion House. Déjame ir a vender algunos bonos del Estado'. Así no es como funciona. Se esperará de ti, en cierta medida, que vendas activos extranjeros para comprar libras esterlinas y luego contribuyas al acuerdo", describe Napier.

El de Mansion House es un acuerdo de inversión promovido por el gobierno británico por el que 17 de los mayores fondos de pensiones del país se comprometen a asignar hasta el 10% de sus carteras a mercados privados para 2030, especialmente en infraestructura y el sector verde. Se espera que al menos la mitad de esa cantidad se invierta en activos del Reino Unido, lo que podría liberar 50.000 millones de libras adicionales de capital 'fresco'.

El plan 'secreto' de Alemania

En esa línea, Napier saca a colación una iniciativa alemana que ha pasado bajo el radar, pero que puede tener gran trascendencia: "Los alemanes han lanzado una iniciativa llamada Made for Germany. No creo que la gente haya comprendido del todo las consecuencias que esto tiene". Según revela el analista, el plan fue ideado por Christian Sewing, director ejecutivo de Deutsche Bank, y se presentó en la Cancillería del Reich cuando (el canciller alemán) Merz estaba allí. Se trata de una especie de iniciativa del sector privado respaldada por el Gobierno. Más de 60 empresas invertirán 631.000 millones de euros de aquí a 2028, es decir, en poco tiempo, precisa Napier.

"Es importante destacar que en esa sala se encontraban Deutsche, Commerz, Allianz, BlackRock y un par de empresas extranjeras de capital riesgo. En otras palabras, los ahorros de la nación alemana se utilizarán para invertir en Alemania, con el fin de desarrollar la capacidad alemana y fabricar productos para Alemania. Y esto es realmente muy importante. En primer lugar, probablemente incumpla todas las normas del Derecho europeo. En segundo lugar, ¿de dónde va a salir ese dinero? En el comunicado de prensa se menciona que una de las razones para hacerlo es detener la salida de capitales de Alemania", ahonda el gurú.

¿Qué pasaría si Alemania comenzara a repatriar capital, qué vendería?, se pregunta Napier. "Bueno, eso es bastante fácil de averiguar. Como todo el mundo, vendería principalmente activos estadounidenses. Pero su segundo activo más importante es Francia", se responde él mismo. "Si Allianz va a empezar a repatriar capital de otros países europeos para financiar inversiones en Alemania, eso tendrá implicaciones mucho más allá de las fronteras alemanas", calibra la magnitud de este movimiento.

La referencia a Francia y la reciente escalada en los rendimientos de los soberanos franceses en medio de su tempestad política y fiscal le sirven a Napier para atar su tesis: "Supongamos que mañana por la mañana nos despertamos y el rendimiento de los bonos franceses a 10 años es del 5,5% (ahora mismo están en el 3,5%). Bueno, habrá fuegos artificiales. Pero creo que los fuegos artificiales no serán por un impago, sino por los controles de cambio". Y recuerda las palabras del candidato izquierdista a la presidencia de Francia, Jean-Luc Mélenchon -que "no va a llegar al poder"- quien ha dicho que Francia no tiene un problema de deuda, que todo ese dinero lo han prestado extranjero y son los extranjeros los que tienen un problema. "Así que creo que, si tenemos que buscar fuegos artificiales, apostemos por los controles de capital", redondea.

"En el mundo desarrollado, lo hemos visto en GreciaChipre Islandia. Todos ellos impusieron controles de capital bajo los auspicios del FMI. Si recordamos la crisis financiera asiática, solo hubo un país que impuso controles de capital, Malasia, y fue despreciado por ese mismo FMI. Pero los controles de capital como método para hacer frente al endeudamiento excesivo son ahora totalmente legítimos. Quiero decir, 'completamente' legítimos. ¿Cuántas veces tiene que ladrar este perro para que la gente se dé cuenta de que así es como se está haciendo frente a los problemas de deuda?", remata Napier.


China crea un nuevo modelo de IA que es 100 veces más rápido que los de EEUU




(Kohji Asakawa - Pixabay)



Investigadores chinos afirman haber desarrollado el primer modelo de IA inspirado en el cerebro humano que procesa datos 100 veces más rápido que los sistemas convencionales y funciona exclusivamente con chips locales



Un equipo del Instituto de Automatización de la Academia China de Ciencias en Pekín ha desarrollado SpikingBrain 1.0, un modelo de lenguaje de inteligencia artificial que imita el funcionamiento del cerebro humano al activar únicamente las neuronas necesarias para cada tarea. Esto significa que, en vez de movilizar toda su red neuronal como hace ChatGPT y otras IAs tradicionales, responde de forma selectiva al estímulo recibido, lo que reduce el consumo de energía y agiliza notablemente los tiempos de respuesta.

Gracias a ese diseño inspirado en la biología, SpikingBrain puede aprender a partir de apenas una porción diminuta de datos de entrenamiento —menos del 2% de lo que requieren los sistemas habituales— y sigue operando de manera rápida y eficiente aun cuando se enfrenta a textos muy extensos. En pruebas, llegó a funcionar hasta cien veces más rápido que modelos tradicionales, según un estudio técnico todavía no revisado por pares, publicado en arXiv del que se ha hecho eco el South China Morning Post.


Independiente de EEUU

Otro de los avances claves del SpikingBrain 1.0 radica en su independencia tecnológica de EEUU. Funciona íntegramente sobre el ecosistema de chips chinos, específicamente en la plataforma MetaX, lo que lo libera del yugo de Nvidia. Esto otorga al desarrollo un valor estratégico añadido en momentos en los que Estados Unidos endurece el control sobre las exportaciones de chips avanzados para IA.

Li Guoqi, investigador principal del instituto, asegura que el modelo “abre un nuevo camino para el desarrollo de la inteligencia artificial” y proporciona un marco optimizado para los chips chinos. Según Li, esta IA puede ser útil para procesar largas secuencias de información como documentos legales, historiales médicos o simulaciones científicas. Para democratizar el acceso, el equipo ha hecho pública una versión reducida y mantiene un modelo de mayor tamaño disponible para pruebas públicas.

“¡Hola! Soy SpikingBrain 1.0, o ‘Shunxi’, un modelo de IA inspirado en el cerebro humano”, dice el sistema en su página de demostración. “Combino la forma de procesar información del cerebro humano con un método de computación de impulsos, con el objetivo de ofrecer servicios de IA potentes, fiables y eficientes en el consumo de energía, construidos completamente con tecnología china”.


Requiere menos energía

Los modelos de lenguaje como ChatGPT requieren una enorme capacidad de computación, centros de datos repletos de chips de gama alta y grandes necesidades de refrigeración, lo que supone un consumo energético altísimo. Aun después del entrenamiento, estos sistemas siguen consumiendo muchos recursos, por lo que enfrentarse a textos largos o generar respuestas complejas puede ralentizarlos y forzar aún más la memoria, elevando los costes y la huella ambiental.

SpikingBrain es radicalmente diferente. Los investigadores aseguran que en vez de procesar toda la información de una vez, el sistema actúa solo cuando recibe un estímulo, lo que le permite ser más ligero y consumir mucha menos energía.

Dos versiones del SpikingBrain —una de 7.000 millones de parámetros y otra de 76.000 millones— demostraron, usando apenas una pequeña parte de los datos tradicionales (unos 150.000 millones de tokens), unos rendimientos comparables a los mejores modelos de código abierto. En una prueba, el modelo más pequeño fue capaz de responder a una entrada de 4 millones de tokens más de cien veces más rápido que los modelos de lenguaje estándar, funcionando de manera estable durante semanas con cientos de chips MetaX y consumiendo bastante menos energía.

“El resultado no solo demuestra la viabilidad de entrenar modelos grandes de manera eficiente sobre plataformas ajenas a Nvidia, sino que apunta a nuevas posibilidades para el despliegue y aplicación de sistemas inspirados en el cerebro en la computación del futuro”, concluyen los investigadores.



jueves, 18 de septiembre de 2025

La nueva 'TikTok EEUU' ya tiene dueños: Oracle, Silver Lake, Andreessen Horowitz y el Gobierno de Trump

Foto: Bloomberg


  • El magnate llamará a Xi este viernes para confirmar la venta
  • Los inversores estadounidenses tendrán el 80% del capital de la nueva firma


Las negociaciones para la venta de TikTok a EEUU ya están muy avanzadas, y ya se conoce el nombre de los futuros propietarios de la aplicación de vídeos cortos: Oracle, Silver Lake, Andreessen Horowitz y el propio Gobierno de EEUU, según ha avanzado esta noche el Wall Street Journal.

El acuerdo, que todavía está terminándose, daría a las entidades estadounidenses un 80% de la nueva compañía que sería la propietaria de 'TikTok EEUU', mientras que los inversores chinos mantendrían el 20% restante. La nueva junta directiva tendría un consejero designado por el Gobierno estadounidense, junto a los otros nombrados por los grandes grupos inversores norteamericanos, que controlarían conjuntamente la firma.

A los nuevos compradores se sumarían otras firmas de inversión, como Susquehanna International, KKR y General Atlantic, que ya forman parte del capital de la red social, y cuya participación se mantendría dentro del 80% reservado para empresas de EEUU.

Este acuerdo implica una serie de modificaciones para el uso de TikTok en EEUU. Así, se pedirá a los actuales usuarios en el país norteamericano que se descarguen una nueva aplicación, que la propia TikTok ya ha creado y se encuentra probando en estos momentos. Posteriormente, los ingenieros de la aplicación fundada en China crearán nuevos algoritmos de recomendación de contenido, empleando tecnología homologada por ByteDance.

Eso sí, los capos de las empresas tecnológicas involucradas en este acuerdo indican que, para que el nuevo plan de TikTok se ajuste al marco legal estadounidense, los algoritmos de la aplicación deben ser creados y mantenidos por un equipo de ingenieros estadounidense, alejado de la influencia china.

Así se cumplirían las exigencias de ambas partes. China quería evitar que EEUU tuviera acceso directo al código del algoritmo de recomendación, clave del éxito de la aplicación. En su lugar, tendrán que seguir comprándolo a la matriz china sin poder conocer los detalles más íntimos de su funcionamiento. Y EEUU quería poder controlar las recomendaciones, de forma que pudieran evitar que Pekín 'empujara' a los usuarios a consumir contenidos políticos pro-China. Precisamente, la manera de gestionar el algoritmo de TikTok ha sido un tema delicado durante las negociaciones, no solo por su complejidad, sino porque también es la parte más lucrativa de la compañía.

En este esquema, Oracle, firma que lleva trabajando con TikTok durante mucho tiempo, gestionará los datos de los usuarios en sus instalaciones en Texas, garantizando que los datos de los usuarios estadounidenses no salgan del país, otra de las exigencias de Washington.

Donald Trump ha celebrado los avances en las negociaciones, y ha afirmado a la prensa que "el viernes" hablará con el presidente chino, Xi Jinping, "para confirmarlo todo". Por el momento, Trump ha dicho que extenderá la prórroga del plazo para negociar la venta, que legalmente terminó en abril y que no podía ser extendida más allá de ese día, hasta el próximo 16 de diciembre.