miércoles, 22 de mayo de 2024

Los trabajos más infelices del mundo tienen una cosa en común: la soledad

 





¿Qué hace a un trabajador infeliz? La tareas excesivas, los salarios bajos o la explotación corporativa son algunas de las razones más obvias. Sin embargo, los empleos que generan más insatisfacción tienen todos una cosa en común muy diferente.

La última edición del estudio sobre la felicidad que elabora desde hace 85 años la Universidad de Harvard tiene la clave. Los trabajos más infelices del mundo comparten un síntoma en común: la soledad.

El equipo de la prestigiosa universidad situada en Boston (EEUU) ha entrevistado a más de 700 personas en todo el mundo desde 1938 para determinar qué nos hace felices a los humanos en todos los ámbitos de la vida.

Cuando se trata del ámbito laboral, donde los españoles pasan cerca de 1.826 horas y 27 minutos de media al año, la infelicidad surge cuando los trabajadores pasan la jornada en soledad sin contacto con nadie y sin poder tener un equipo con el que compartir las tareas.

El análisis estuvo conducido por Robert Waldinger, profesor de psiquiatría y director del Estudio de Desarrollo de Adultos de Harvard, quien desentrañó uno de los secretos más antiguos de lo que se necesita para tener satisfacción en la vida laboral y personal. "El trabajo en equipo aumenta tanto la productividad como la moral de los empleados", comenta sobre los resultados.

El estudio concluye que los trabajos que requieren poca o ninguna interacción humana y no ofrecen oportunidades para interactuar con otras personas tienen los empleados más miserables. "Si estás más conectado con la gente, te sientes más satisfecho con tu trabajo y lo haces mejor", reveló Waldinger.

El fenómeno de la infelicidad laboral se acentuó durante la pandemia cuando los empleados tuvieron que recluirse en sus casas. El teletrabajo, consolidado en numerosas empresas cuatro años después, ha hecho aumentar los problemas de salud mental de los trabajadores.

Otro de los motivos fue el aumento de los servicios a través de internet como la comida a domicilio o las compras online que aglutinó una nueva masa de trabajadores que ejercen de manera solitaria. Los repartidores y los trabajadores de los centros logísticos de gigantes como Amazon, Walmart o Ebay son algunos con mayor nivel de insatisfacción.

La historia laboral arrastra otros muchos empleos donde la interacción entre colegas es casi imposible. Esto les sucede a los telefonistas de los servicios al cliente, que, además, tienen que lidiar con consumidores enfadados y descontentos. El estrés en estos puestos puede alcanzar niveles tales que los empleados acaban deprimidos.

Entre los empleos clásicos con mayor descontento se encuentran los operarios del turno de noche de las fábricas, que se cruzan con pocas personas sin capacidad para interactuar; los guardias de seguridad nocturnos; que además se enfrentan a un posible riesgo, y los camioneros con sus largas travesías en soledad. Según Waldinger, construir relaciones positivas en el trabajo significaría "menos estrés" y "menos días en los que se vuelve a casa con malestar".



Bitcoin cumple 14 años: Qué pasó con el hombre que pagó 10.000 bitcoins por dos pizzas


  • El ingeniero Lazlo Hanyecz pagó 10.000 Bitcoin por dos pizzas de Papa John's, lo que en ese momento equivalía a unos 41 dólares
  • Hoy esa cantidad de Bitcoin tendría un valor de más de 330 millones de euros



¿Recuerdas la primera vez que escuchaste hablar de Bitcoin? Tal vez pensaste que era una moda pasajera o una idea demasiado futurista para prosperar. Sin embargo, ahora con la criptomoneda en máximos 14 años después de su creación, la criptomoneda no solo sigue vigente sino que ha transformado para algunos la manera de entender el dinero.

Pero, ¿cómo se compara su situación actual con la de los primeros días? La historia de Laszlo Hanyecz y sus dos pizzas compradas con 10.000 Bitcoin es un recordatorio fascinante de los humildes, y a veces absurdos, comienzos de esta revolución digital.

Laszlo Hanyecz es un nombre grabado en la historia de Bitcoin. En 2010, cuando la criptomoneda aún era una curiosidad en los foros de internet, Hanyecz decidió hacer algo extraordinario: usó 10.000 Bitcoin para comprar dos pizzas. En ese momento, nadie podría haber imaginado que esta transacción se convertiría en una de las más legendarias del mundo financiero.


Dos pizzas: 10.000 bitcoins

En mayo de 2010, Bitcoin era apenas conocido fuera de un pequeño círculo de entusiastas de la tecnología. Laszlo Hanyecz, un programador de Jacksonville, Florida, publicó un mensaje en un foro ofreciendo 10.000 Bitcoin a quien le entregara dos pizzas. Jeremy Sturdivant, conocido en línea como "Jercos", aceptó la oferta y así, el 22 de mayo de 2010, se realizó la primera compra de bienes con Bitcoin. Este día es ahora celebrado anualmente como el "Bitcoin Pizza Day".

Hanyecz pagó 10.000 Bitcoin por dos pizzas de Papa John's, lo que en ese momento equivalía a unos 41 dólares. Hoy, esa cantidad de Bitcoin tendría un valor de más de 330 millones de euros, incluso considerando las recientes fluctuaciones en su precio. Este hecho no solo subraya el crecimiento explosivo de Bitcoin sino también la fe y la visión de sus primeros usuarios.


Laszlo Hanyecz y su legado

A pesar de la "pérdida" en términos monetarios, Hanyecz no se arrepiente de su decisión. En una entrevista para un documental de "60 Minutes", expresó que estaba emocionado de poder utilizar Bitcoin en una transacción real. "Sinceramente, pensé que sería genial poder decir: 'Oye, acabo de cambiar este, ya sabes, dinero de Internet de código abierto por un bien del mundo real", comentó Hanyecz.


¿Qué pasó con los 10.000 Bitcoin?

Jeremy Sturdivant, el receptor de los 10.000 Bitcoin, también jugó un papel crucial en esta historia. Sturdivant gastó la criptomoneda en videojuegos de la plataforma Humble Bundle, reintegrando así los Bitcoin en la economía digital en crecimiento. Al igual que Hanyecz, Sturdivant no se ha involucrado significativamente en la comunidad de Bitcoin desde entonces.

Desde aquella famosa transacción, Bitcoin ha recorrido un largo camino. Ha pasado de ser un experimento de nicho a convertirse en una forma de inversión reconocida y una alternativa al sistema financiero tradicional. Sin embargo, la historia de las pizzas de Hanyecz sigue siendo una anécdota que ilustra tanto el potencial como la volatilidad de las criptomonedas.

Hoy, muchas empresas aceptan Bitcoin como forma de pago, y los gobiernos están comenzando a regular su uso. El caso de Hanyecz y sus pizzas ha sido contado y recontado, convirtiéndose en un símbolo de cómo una tecnología emergente puede desafiar las expectativas y cambiar el mundo.


martes, 21 de mayo de 2024

Por qué las respuestas a nuestros problemas del presente están en nuestro pasado



Imagen: iStock.



En los últimos años, ha despuntado mucho un truco psicológico que intenta hallar respuestas sobre el futuro en las memorias episódicas de cada uno. Una especie de "viaje mental en el tiempo"




De media, los jóvenes piensan en el futuro unas 59 veces al día. Este pensamiento anticipatorio de lo más próximo a lo más lejano en el tiempo es uno de los rasgos que más nos define como seres humanos. A la hora de afrontar una adversidad o un conflicto con nosotros mismos o con nuestro entorno, generalmente surge el bloqueo como producto de la zozobra. Las decisiones que nos vemos impelidos a tomar en ocasiones nunca son bienvenidas, por muy ocurrentes, necesarias o resolutivas que sean.

Cuando nos levantamos, recogemos el testigo de la persona que fuimos el día anterior y, de forma automática o consciente, empezamos a tomar decisiones sin parar. Qué comer, a qué hora salir de casa, cómo desplazarte hasta el trabajo, a qué hora hay que ir a recoger a los niños (en caso de tenerlos), cuánto dinero puedo gastar hoy basado en lo que ya llevo gastado de mes... El futuro se construye mediante un cálculo basado en nuestro pasado, en ocasiones el más inmediato: quiénes hemos sido y qué hemos hecho los días anteriores y cómo se relaciona con quiénes vamos a ser y qué vamos a hacer los días siguientes.

También podemos hacer oídos sordos a este razonamiento y vivir en piloto automático, lo cual parece muy útil y funcional a corto plazo, pero no a largo. Para que eso no ocurra, una corriente de la psicología de nuestra época ha intentado definir cómo viajar mentalmente en el tiempo para tomar mejores decisiones o intentar despejar la mayor duda que nos puede asaltar, sobre todo si tenemos un problema: ¿Quiénes vamos a ser o qué vamos a hacer con el tiempo que se nos ha dado?

Fue el psicólogo experimental Endel Tulving quien habló de dos tipos de memoria, la episódica (las experiencias que recordamos del pasado) y la semántica (almacenar conocimientos adquiridos basados en la experiencia). Gracias a la primera podemos revivir momentos del pasado, lo que a su vez nos permite proyectarnos hacia el futuro. Este razonamiento es muy simple: si tienes que ir en autobús a algún sitio, inmediatamente antes de hacerlo y a veces de manera automática, te verás a ti mismo cogiendo ese u otro autobús en el pasado. Al igual que si un día decides improvisar una receta de cocina y te sale bien, querrás repetirla; para ello, necesitarás rememorar los pasos que seguiste en su elaboración.



"Una vez que el cerebro crea esos futuros potenciales, estos se convierten en recuerdos sobre los que volver a reflexionar tiempo más tarde"


Recientemente, un grupo de investigadores de China definieron lo que son los "viajes mentales en el tiempo", basados en la capacidad del individuo de "obtener información del pasado como andamiaje del futuro", lo que ha tenido mucho peso en la terapia psicológica para saber qué decisión debemos tomar cuando nos asalta la duda o la zozobra en un momento complicado de nuestra vida. De alguna forma, se trata de "recordar el futuro", y bajo esta bella paradoja poder saber hacia dónde queremos dirigirnos en caso de estar perdidos.


Los tres niveles de Jane McGonigal

Algunas psicólogas actuales, como Jane McGonigal, han escrito libros en los que explica cómo conectar con tu 'yo' más profundo a partir de este "viaje mental en el tiempo", recordando sucesos del pasado para dar forma y previsualizar cómo sería el futuro. Según ella, hay una serie de preguntas, divididas en tres niveles de longitud temporal (mañana por la mañana, un año después o diez años después) que puedes hacerte para "conectar con quién eres" y, con ello, hacia dónde quieres dirigirte. 
En el nivel 1, es decir, cuando te despiertes mañana por la mañana, intenta responder lo máximo posible a estas preguntas:

¿En qué habitación o espacio estás?
¿Qué es lo que te ha despertado (una alarma, la luz del sol, alguien que te llama...)?
¿Hay luz o está todavía oscuro?
¿Hay alguien contigo?
¿Qué llevas puesto?
¿Cuál es tu estado de ánimo?
¿Qué es lo primero que haces ahora que estás despierto?

Una vez hayas respondido con el mayor número de detalles posible a estas preguntas (McGonigal propone un tiempo mínimo de media hora), llegó la hora de imaginar que vuelves a despertar, pero esta vez transcurrido un año entero. Estamos en el nivel dos y la cosa se complica:

¿Qué ha cambiado (con respecto a ayer)?
¿Estás en un lugar diferente?
¿Has cambiado físicamente?
¿Cómo es tu estado de ánimo?
¿Tienes un nuevo hábito matutino?
¿Cuál crees que podría ser ese hábito?

Tras responder con el mayor nivel de detalle posible estas cuestiones, subimos al nivel tres, el cual es mucho más complejo de visualizar, ya que tienes que suponer que te despiertas dentro de diez años.

¿Dónde estás?
¿Qué hay a tu alrededor?
¿Qué ves, oyes, hueles y sientes?
¿Qué es lo primero que piensas al despertar?
¿Qué tienes planeado hacer durante el día?
¿Cómo de diferente eres físicamente?

Un detalle a tener en cuenta, según recuerda la revista Life Hacker, que se ha hecho eco de estas preguntas propuestas por McGonigal, es que no tienes que usar tu imaginación para crear ese futuro hipotético, sino tu razón. Esto es, no tienes que irte a escenarios utópicos o irrealizables, sino neutros y realistas. Lo importante es reflexionar sobre cómo llenar todo ese gran bloque de tiempo que te separa de tu futuro: "Se necesitará tiempo y esfuerzo, pero por eso mismo los viajes mentales en el tiempo pueden ser tan poderosos", asegura la experta. "Una vez que el cerebro crea esos futuros potenciales, estos se convierten en recuerdos sobre los que volver a reflexionar tiempo más tarde. Cuando tu mente regresa a estos escenarios imaginarios, presta atención a cualquier reacción emocional que te venga".

Otra de las aplicaciones psicológicas más comunes de estos "viajes mentales en el tiempo" es para tratar algún tipo de adicción. Un estudio de 2023 publicado en la revista Current Addiction Reports recogió la efectividad de recordar conscientemente un pasado anterior al consumo de la sustancia o del hábito compulsivo que se quiere corregir en el momento en el que surge un nuevo antojo.



¿Shakespeare también era un racista? "Los blancos le han utilizado"



Foto: iStock.


Aunque no podamos extrapolar categorías del presente al pasado, sí que podemos analizar cómo la obra literaria de este dramaturgo influyó con el tiempo en la discriminación racial de ahora en el mundo anglosajón



Sería raro que un autor tan universal como Williiam Shakespeare, sobre el que se han escrito ríos de tinta, no tuviera nada que decir en un asunto tan de actualidad como la condición racial. En obras como Otelo, cuyo protagonista principal es negro en la Venecia del siglo XVI, la raza juega un papel esencial en el devenir de la historia, situándole como un "otro" en una sociedad predominantemente blanca. Lo cierto es que a pesar de su amplia trayectoria como militar, Otelo es percibido como un outsider al que todo el mundo coloca el epíteto de extranjero. De ello se aprovecha su antagonista, Iago, quien alimenta sus celos por su amada, Desdémona.

Sin embargo, no podríamos concluir que esta obra sea antirracista, puesto que la raza no es el tema principal de la historia, ejerciendo como un factor contextual para abordar otros grandes temas, entre ellos el amor, los celos, la traición o el arrepentimiento. En la literatura inglesa de la época, los moros y demás personas de piel oscura representaban el papel de villanos en la mayoría de las obras, lo cual convierte Otelo en una ruptura con el canon literario por parte de este autor que supo revertir los moldes de la creación literaria.

Al margen de esta tragedia, existen otras cuyos personajes más representativos son judíos, indígenas o africanos, como en Antonio y Cleopatra, El mercader de Venecia o La tempestad. Pero, ¿qué sucede en otras donde la condición racial no ejerce una trama tan importante, como Hamlet o Macbeth? David Sterling Brown, profesor del Trinity College, ha escrito un artículo en The Conversation en el que profundiza en cómo la idea de "blancura" (o whiteness, en su propio idioma) se asocia en estas obras del dramaturgo que no tienen personajes racializados a la idea de bien.


Los buenos, los justos, los castos

"En varias de sus obras, por ejemplo, el dramaturgo utiliza 'manos blancas' como metáforas de pureza y superioridad", asegura Brown. "También llama la atención a la hora de describir a sus personajes como 'blancos' o 'justos'". Y, a la par, "utiliza el color negro como símbolo de estar contaminado". El académico pone el ejemplo de la comedia Mucho ruido y pocas nueces, en la que una joven blanca, llamada Hero, es acusada de engañar a su prometido por su novio, Claudio, el mismo día de su boda. Entonces, Leonato, el padre de la novia, avergonzado de su supuesta traición conyugal, describe la afrenta familiar de Hero como "si hubiera caído en un pozo de tinta".


"La obra de Shakespeare fue fundamental para llenar de atributos raciales a la blancura durante el Renacimiento"


Antes de estar casadas, las mujeres inglesas del siglo XVI eran propiedad del progenitor, y más tarde de su marido, por lo que Shakespeare utiliza esta expresión pronunciada por su padre para remarcar la afrenta familiar que pende sobre ella, situándola como una mujer perdida por su propio deseo, y con ello asociando a las negras con la incontinencia sexual. No por ello se sospecha que el dramaturgo usara la metáfora de la tinta, el sexo y la negritud de una manera literal; al tratarse de una comedia, es difícil precisar si precisamente intentaba denunciar lo contrario mediante la ironía, como hacen las series de televisión de hoy en día a la hora de presentar a personajes racializados junto con todos los prejuicios racistas que se les atribuye con el propósito de escenificar crudamente ese racismo imperante en la sociedad.

Ahora bien, mucho más interesante es el enfoque de Daniel Pollack-Pelzner, profesor de Lengua Inglesa en la Portland State University, quien el año pasado publicó un artículo sobre el mismo tema en The Atlantic en el que profundiza aún más en la idea de Brown: es muy fácil argumentar que Shakespeare era antirracista en obras como Otelo o El mercader de Venecia, pero... ¿Qué ocurre en otras como Hamlet o Romeo y Julieta? ¿Acaso el simple hecho de plantearnos esto ya no es de por sí racista? Esta perspectiva es la que adopta Arthur Little Jr., profesor de UCLA experto en Shakespeare, quien con el título de una de sus investigaciones ya lo dice todo sobre su punto de vista: White People in Shakespeare ("Los blancos en Shakespeare", que podríamos traducir).


"Los blancos han utilizado a Shakespeare para reglamentar la jerarquía social desde entonces"


"Durante tanto tiempo los blancos han sido considerados como la norma universal en el canon literario occidental que el simple hecho de nombrarlos como blancos ya implica involucrarse en un estudio racial crítico", asegura Pollack-Pelzner. "Hamlet y Romeo y Julieta tienen tanto que decir sobre la raza como Otelo", sostiene, a pesar de que no contengan protagonistas racializados, puesto que "la obra de Shakespeare fue fundamental para llenar de atributos raciales a la blancura durante el Renacimiento, y a su vez, "los blancos han utilizado a Shakespeare para reglamentar las jerarquías sociales desde entonces".

Esto es interesante y podría darnos la respuesta a la pregunta de si efectivamente el dramaturgo era o no racista; no más que lo que nosotros estemos dispuestos a creer a la hora de reparar en sus obras, tan reproducidas hasta la saciedad por infinidad de libros, series y películas como para no darnos cuenta de que todas esas adaptaciones y textos eran también el pretexto para hacer esa separación entre blancos y negros, situando a los primeros como la condición normativa de los personajes de esas narraciones. Por ejemplo, en el Rey León, inspirada en Hamlet, Mufasa y Simba, los buenos, tienen el pelaje mucho más claro que Scar. De esto no tiene la culpa Shakespeare, pero sí los que adaptaron su obra, en este caso Disney.


Lo que la élite posee y lo que "la gente" no

Hay que tener en cuenta que los conceptos e ideas que hoy consideramos racistas no pueden aplicarse al pasado. Como es obvio, el mundo de hace cinco siglos es muy diferente al de ahora; sin embargo, según Little, sí que es apropiado hacer una reflexión histórica: "A pesar de que las personas de los siglos XVI y XVII no usaran las mismas categorías raciales que nosotros, hay evidencias que apuntan a que sí que estaban lidiando ya con la construcción de una jerarquía social basada, en parte, en la condición racial, que más tarde dio forma a nuestro mundo", admite Pollack-Pelzner. "De hecho, la idea de la blancura, tanto como categoría racial como estética, se desarrolló desde el período medieval hasta principios de la modernidad".

El periodista menciona que la blancura era "propiedad de la élite", ya que denotaba que tenían "almas cristianas puras, iluminación del saber humanista y rostros cosméticamente brillantes", mientras que "la gente", que era el término que más se usaba para nombrar al vulgo, no podía permitirse el hecho de lucir bien, y mucho menos "ser blancos". Por tanto, el debate no estaría en si Shakespeare era racista, sino en cómo poco a poco la alta sociedad inglesa, mayoritariamente blanca, fue sirviéndose de sus obras para fundamentar las lógicas de dominación contra la población negra que han perdurado hasta hoy.




El 'robo' más sigiloso: vuelve la represión financiera para quemar la deuda... y tus ahorros

 



  • El runrún del mercado se intensifica: los bancos centrales bajarán los tipos...
  • ... mientras que la inflación seguirá por encima del objetivo del 2%
  • La represión financiera 'quema' la deuda, pero se come el ahorro conservador



Cuando resulta complicado vaticinar el futuro, a veces lo más útil es mirar al pasado, echar un vistazo a la historia. Hoy, la deuda pública global está en máximos históricos, el gasto de los gobiernos se mantiene en niveles relativamente elevados y a corto plazo no se contemplan ni grandes recortes de gasto ni subidas de impuestos. Mientras tanto, los bancos centrales están esperando al momento adecuado para empezar a bajar los tipos (algunos ya han comenzado a hacerlo) pese a que la inflación parece haberse estancado por encima del objetivo del 2%. El runrún de los mercados (analistas, inversores...) empieza a emitir la siguiente señal: "Represión financiera". Y la historia viene a reforzar este runrún. Los ecos del pasado nos dicen que gobiernos y bancos centrales están allanando el terreno para dar comienzo a una nueva era de represión financiera similar a la acaecida tras la Segunda Guerra Mundial.

La represión financiera consiste esencialmente en mantener los tipos de interés por debajo de la tasa de inflación durante un período prolongado para permitir que la deuda 'se queme', explica el veterano estratega de Société Générale Albert Edwards. ¿Cuál es el objetivo? Rebajar la deuda a través del robo silencioso y controlado de la inflación. ¿Las víctimas? Los de siempre, los consumidores y ahorradores conservadores. ¿Los ganadores? Los de siempre, los gobiernos que verán disminuir sus ratios de deuda sobre PIB sin la necesidad de haber implementado recortes reales con el consecuente desgaste.

Parte del plan ya ha quedado a la vista en algunas economías. Algunos países del sur de Europa han aprovechado la marea de inflación y crecimiento para rebajar su deuda pública hasta en 40 puntos porcentuales, simplemente devolviendo el gasto público a los niveles previos al covid. Pero la mayor parte del plan está aún por ver. Imaginen un escenario en el que la inflación se enquista en el 4% mientras que el BCE rebaja la tasa de depósito al 3% y limita la curva de rendimientos a ese nivel con la excusa de reanimar la economía. Pues bien, la represión financiera y los tipos de interés reales negativos serían ya una realidad.

Entre los analistas que están alertando de este escenario destaca Russell Napier, economista de Orlock Advisers que lleva años pregonando que estamos en una nueva era de la deuda en la que prácticamente la única vía que queda es la de la represión financiera. En una entrevista en marzo, Napier recordó su tesis de partida, que apunta directamente a China y sus políticas de devaluación de la moneda en los 90: "El tipo de cambio artificialmente barato del yuan hizo que las exportaciones chinas fueran altamente competitivas, lo que dio lugar a importantes superávits comerciales. China pudo movilizar recursos rápidamente y se convirtió en un actor importante de la economía mundial. Las consecuencias de este sistema monetario incluyeron altos niveles de apalancamiento debido a la deuda barata y un crecimiento excepcional del precio de los activos. La Fed y otros bancos centrales reaccionaron a estas políticas monetarias fundacionales, en lugar de impulsarlas".

De aquellos polvos, estos lodos. La dinámica que se dio a partir de entonces ha ido en aumento hasta el clímax del covid. La situación de pandemia dio pie a un estímulo sin precedente que ha inflado aún más la ya voluminosa burbuja de la deuda mundial. La solución, exponía Napier en otra entrevista hace unos meses en un podcast, se complica a cada día que pasa y no va a ser del gusto de todos. El economista propone cinco opciones para arreglar este ingente problema y solo una parece factible: la de la represión financiera.

Russell Naiper, sobre la deuda: "No hay apetito por la austeridad... al final tenemos una cosa llamada represión financiera, que es hacia donde creo que nos dirigimos"

"Está la austeridad. Creo que no hay apetito político para la austeridad. Está el default. Pero el impago, de hecho, a menudo te lleva a un lugar peor. No está claro que Grecia, tras el impago o, digamos, la reestructuración de su deuda, se encuentre en una situación mejor. El impago de Lehman Brothers no nos llevó a un lugar mejor. Por tanto, el impago no es realmente una opción. Lo que todos tenemos que esperar es un crecimiento real muy elevado, que tendría que ser una revolución de la productividad. (...) Pero el crecimiento de la mano de obra no se transforma por sí solo. Así que necesitaríamos un aumento real del crecimiento de la productividad y probablemente esté fuera del control del gobierno. Puede que tenga que surgir del sector privado. (...) Luego tienes la hiperinflación para destruir tu deuda y finalmente, esta cosa llamada represión financiera. Que es hacia donde creo que nos dirigimos", plantea Napier.

"Una de esas vías sería la mejor respuesta. Un alto crecimiento real, pero es poco probable que aparezca, y los otros tres creo que son políticamente muy poco probable que se adopten, lo que nos deja en la represión financiera. Esto es desinflar la deuda. Para ser absolutamente claro, es desinflar la deuda a un ritmo que no asuste a los caballos o, en este caso, a los ahorradores", continúa.

Hace años, Carmen M. Reinhart, Jacob F. Kirkegaard y M. Belen Sbrancia publicaron un artículo en el que lo explicaban de la siguiente forma: "La represión financiera tiene un máximo de eficacia en la liquidación de la deuda cuando está acompañada de una dosis regular de inflación... Un bajo nivel de tipos de interés nominales ayuda a reducir los costes de servicio de la deuda, además, un nivel de tipos de interés reales negativos notable ayuda a liquidar o erosionar el valor real de la deuda pública. La inflación no tiene por qué ser una sorpresa total para los participantes en el mercado, ni tampoco tiene por qué ser (históricamente) muy elevada".

Sturart Kirk, gestor de fondos, explicaba en el Financial Times que "la inflación bien podría ser la solución (al problema de la deuda), como parte de una política más amplia conocida como represión financiera. Reducir la deuda requiere que la inflación supere los tipos de interés durante un período prolongado, lo que a su vez significa control estatal de la política monetaria y los balances bancarios. Para que la represión funcione, los gobiernos también deben ordenar a las instituciones de ahorro del país (incluidos los propietarios de activos y aquellos que administran sus pensiones) que compren activos internos, en particular sus propios bonos, para asegurarse de que los rendimientos se mantengan por debajo de la inflación", comentaba este experto.

"Vaya, ¡qué desastre! ¿Adónde vamos a parar?", exclamaba Edwards, de Société Générale en uno de sus últimos informes tras ver el tirón de orejas del FMI a EEUU por sus crecientes déficits y su abultada deuda y sin desviar la mira de China, donde la deuda (la total: pública y privada) escala al 311% del PIB, según alerta Napier en su entrevista. "Si temes que EEUU esté caminando hacia el precipicio fiscal, los datos del FMI muestran que China está esprintando hacia el olvido fiscal", apunta Edwards, agregando que "el final del juego" pasará por una represión financiera con medidas como un control de la curva de tipos (YCC por sus siglas en inglés) que llegará "antes de lo que todos pensamos".

"Mi opinión es que décadas de política monetaria excesivamente laxa han permitido a los gobiernos arruinar su situación fiscal hasta el punto de que los ratios deuda pública/PIB siguen trayectorias totalmente insostenibles. No hay más que ver las proyecciones de la Oficina Presupuestaria del Congreso para EEUU. Sin embargo, con una reacción populista cada vez más intensa contra los altos niveles de desigualdad, solo puedo ver una manera de salir de este lío para las economías occidentales. Nada menos que la represión financiera, incluyendo el control de la curva de rendimientos. Sí, el mismo control que Japón acaba de abandonar", escribe el estratega de Société.

Una mirada a la II Guerra Mundial

Una posibilidad, la de controlar los rendimientos de los bonos soberanos, cuya adopción por parte de los bancos centrales occidentales (en EEUU se hizo de facto tras la Segunda Guerra Mundial) también contempla Napier, si bien expresa sus dudas de que políticamente en EEUU se pueda llegar a tanto. "Mientras los economistas occidentales se burlan de Japón por sus políticas de control de la curva, es hacia donde creo que se dirigen los EEUU y Europa a medida que los déficits gubernamentales intratables hacen subir los rendimientos de los bonos. Durante la próxima crisis, no se sorprendan de ver aún más japonización de la política de los bancos centrales occidentales", remarca, por su parte, Edwards.

El bregado analista de mercados echa la vista atrás hasta poco antes de la pandemia para denunciar que los responsables de política monetaria occidentales empezaran a virar hacia objetivos de inflación media, afirmando que harían funcionar las economías en caliente para crear esa inflación más alta: "Ese fue un intento de cambiar hacia la Represión Financiera, pero desafortunadamente tuvieron demasiado éxito y dejaron que el gato de la inflación rampante saliera de la bolsa". "¿Realmente quieren la Fed y el BCE que la inflación vuelva a los mínimos de inflación anteriores a la pandemia? En mi opinión, no", zanja.

Es innegable que la represión financiera ha sido una herramienta muy útil para rebajar la deuda. Esta fórmula redujo efectivamente los rendimientos reales para los tenedores de deuda pública y ayudó a los gobiernos a reducir sus relaciones deuda-PIB en el periodo 1945-1980, según una investigación de Reinhart y M. Belen Sbrancia del FMI. Según sus cálculos, los rendimientos reales de la deuda pública fueron negativos en muchos países durante ese periodo.

La propia Reserva Federal de Richmond aseguraba en un estudio que resulta muy complicado discernir quién tuvo la culpa de esa represión financiera por un "problema de medición: en la práctica, es difícil determinar en qué medida esos bajos tipos de interés reales fueron causados por controles financieros distorsionadores, como los topes a los tipos de interés (control de la curva), o en qué medida fueron causadas por sorpresas inflacionarias (una inflación más alta de lo esperado). "Es muy difícil descomponer los dos efectos que causan los bajos rendimientos reales", aseguraba Reinhart. Esa complejidad para averiguar quién tiene la 'culpa' es lo que ofrece a bancos centrales y gobiernos una oportunidad única para licuar la deuda metiendo la mano en el bolsillo de las familias (los tipos de interés reales empobrecen a los hogares ahorro conservador) sin que se den cuenta.


lunes, 20 de mayo de 2024

Apple ha logrado que puedas controlar un dispositivo con la mirada, pero sin necesidad de meterte un chip en la cabeza como Musk

 



  • Esta tecnología es posible gracias a la cámara del dispositivo y la IA 



Hoy en día nos hemos acostumbrado a ellas y ya no nos parecen gran cosa, pero no hace tanto las pantallas táctiles fueron una revolución tecnológica increíble y a la que miles de personas les costó acostumbrarse. Ahora son la norma, y si un dispositivo no tiene pantalla táctil parece estar retrasado tecnológicamente.

Y como ocurre en este sector, las compañías e investigadores trabajan para encontrar el siguiente gran invento y tecnología con la que interactuemos con los dispositivos inteligentes. La voz se ha postulado como una opción muy viable, y ahora con los asistentes virtuales tipo Siri o Alexa ya podemos pedirles numerosas tareas para que las hagan por nosotros sin necesidad de mover un dedo.

Pero la tecnología siempre aspira a más, y aunque ahora mismo parezca imposible cada vez hay más proyectos que nos permiten interactuar con estos aparatos sin decir ni mover nada, basta con nuestra mirada.

Comprobar Bonoloto: resultados del viernes
17 de mayo de 2024

Así es como ha explicado Apple la nueva función que presentaron el pasado miércoles en honor al Día Mundial de Concienciación sobre la Accesibilidad, pensado para aquellas personas con diferentes discapacidades para que no sean excluidas de la tecnología.

La herramienta Eye Tracking (Seguimiento ocular), consiste en un sistema impulsado por Inteligencia Artificial (IA), que permitirá a los usuarios navegar por su iPhone o iPad tan solo con la mirada. Para ello, esta herramienta aprovecha la cámara interior del dispositivo junto al sistema de aprendizaje automático integrado en el dispositivo para entender qué quiere hacer el usuario con tan solo su mirada.

Sin duda, lo que llama enormemente la atención, y de funcionar bien, será un enorme logro por parte de Apple es que no requiere utensilios o dispositivos extra para funcionar, algo muy alejado de la tecnología de Neuralink, la empresa de Musk que ha conseguido que un hombre controle una pantalla con la mirada, pero le han tenido que insertar un chip en la cabeza, y como te contamos la semana pasada, ya se han reportado fallos.

Los usuarios pueden navegar por los elementos de una aplicación y utilizar Dwell Control para activar cada elemento, accediendo a funciones adicionales como botones físicos, deslizamientos y otros gestos únicamente con los ojos.


El impresionante arancel que tiene que aprobar Europa para impedir la invasión del coche eléctrico chino

 



  • Serían necesarios aranceles en el rango del 40-50%, estima Rhodium Group
  • La investigación de Bruselas puede dejarlos en un rango de entre el 20-25%
  • Pero la Comisión puede introducir restricciones ambientales o de seguridad



El coche eléctrico se ha convertido en el gran campo de batalla comercial. Los tambores de guerra comercial que resuenan en Europa, EEUU y China tienen a este medio de transporte como objetivo. Los fabricantes de Europa y EEUU no quieren perder el tren del coche eléctrico, el problema al que se enfrentan es que ese mismo tren lleva en marcha en China desde hace muchos años y ha recorrido ya muchas estaciones. Si Europa quiere 'detener' al coche eléctrico chino tendrá que imponer drásticas medidas, cuyas consecuencias económicas son impredecibles.

En Europa y EEUU preocupa y mucho la invasión del coche eléctrico chino. En el Viejo Continente las importaciones de vehículos eléctricos de China se dispararon desde los 1.600 millones de dólares en 2020 a 11.500 millones de dólares en 2023, lo que representa el 37% de todas las importaciones de vehículos eléctricos en la Unión Europea. Cuota seguida a distancia por Japón. Aunque la cuota de mercado de los modelos de vehículos eléctricos producidos en China en el mercado europeo sólo ha aumentado ligeramente hasta el 19%, la cuota de marcas chinas y de propiedad china ha aumentado sustancialmente en los últimos dos años. Todo lo anterior deja entrever que las empresas chinas están ganando impulso de forma rápida en el mercado europeo.

El fabricante BYD, por ejemplo, ha señalado que su objetivo es asegurar, como mínimo, una cuota del 5% de las ventas de vehículos eléctricos en Europa para 2026 y estar entre las cinco principales empresas automotrices de Europa en el mediano plazo. El Seal U de BYD, por ejemplo, se vende por 20.500 euros en China, frente a los 42.000 euros de Europa, lo que deja un margen de beneficio mucho mayor en el mercado europeo. Esto pone de relieve el reto al que se enfrenta la Comisión Europea para mantener a raya a los vehículos eléctricos chinos, a menos que quiera recurrir a aranceles muy elevados que podrían dar lugar a contramedidas más importantes en el mercado chino.

Bruselas está ya preparando su plan de aranceles para intentar impedir que el coche eléctrico chino invada Europa. Los expertos de Rhodium Group hablan ya de aranceles inmediatos que se situarán entre el 15% y el 30% sobre el precio de importación. Sin embargo, estos aranceles podrían ser insuficientes para impedir que el coche eléctrico chino ocupe los garajes de los europeos. China cuenta con tres grandes ventajas que está exprimiendo al máximo: años de ventaja en la construcción de baterías, unos costes laborales mucho más bajos y el apoyo incondicional de Pekín a este sector. En su conjunto, todo ello genera una ventaja comparativa respecto a los vehículos hechos en los países desarrollados que parecen difícilmente salvables.

Los analistas de Rhodium explican en un nuevo informe que "es probable que la Comisión Europea imponga derechos compensatorios (aranceles) a las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China en los próximos meses para evitar el riesgo de que los coches subsidiados dañen la industria automovilística europea. Esperamos que la Comisión imponga derechos en el rango del 15-30%. Pero incluso si los aranceles se ubican en el extremo superior de este rango, algunos productores con sede en China aún podrán generar cómodos márgenes de beneficio en los automóviles que exportan a Europa debido a las sustanciales ventajas de costes de las que disfrutan", aseguran estos expertos.

Entonces, si con unos aranceles del 30% los coches chinos seguirán siendo más competitivos que los europeos, ¿cuál es el nivel de aranceles que debería poner Europa para que sus coches sean, al menos, igual de competitivos que los chinos? "Probablemente serían necesarios aranceles en el rango del 40%-50% (posiblemente incluso más altos para los fabricantes verticalmente integrados como BYD) para hacer que el mercado europeo sea poco atractivo para los exportadores chinos de vehículos eléctricos".

Como es poco probable que se impongan derechos compensatorios a este nivel, las autoridades en Bruselas podrían decidir recurrir a herramientas no tradicionales para proteger a la industria automotriz europea, incluidas restricciones basadas en factores ambientales o relacionados con la seguridad nacional, según estos expertos. Esta es una forma sutil de implementar medidas proteccionistas sin aplicar de forma directa un 'arancel escandaloso'. Algunos expertos apodaron a este tipo de medidas como el nuevo proteccionismo, consistente en estas medidas de efecto equivalente que se basan sobre todo en barreras técnicas, reglamentos técnicos, seguridad...

En septiembre de 2023, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, reveló la puesta en marcha de una investigación antisubvenciones sobre los vehículos eléctricos chinos, afirmando que "el mercado mundial está inundado de vehículos eléctricos más baratos", cuyos precios "se mantienen artificialmente bajos" gracias a las "enormes subvenciones estatales" del Gobierno chino. La Comisión tiene de plazo hasta noviembre para concluir la investigación, pero parece haberlo decidido de antemano.

La Comisión afirma en el anuncio formal de la investigación antisubvenciones que ha encontrado pruebas de subvenciones del Gobierno chino que han perjudicado a la industria de la UE y que los precios de los vehículos eléctricos chinos suelen ser un 20% más bajos que los de los modelos fabricados en la UE. La Comisión de la UE subraya que el término perjuicio se refiere tanto a un perjuicio real como a una amenaza de perjuicio o de retraso en la creación de una industria. Por lo tanto, incluso si se constata que las subvenciones chinas no causan perjuicio en la actualidad, pueden introducirse aranceles si la Comisión considera que la industria de la UE se verá perjudicada en el futuro.

"Esperamos que el resultado de la investigación sea un aumento de los aranceles sobre los coches eléctricos chinos hasta niveles en torno al 20-25%. La Comisión Europea suele iniciar investigaciones antisubvenciones a raíz de denuncias de empresas, pero esta investigación se basa en una iniciativa propia de la Comisión. La UE aplica un arancel del 10% a los coches eléctricos importados de China, mientras que EEUU aplica un arancel del 27,5%. China aplica a estos autos importados de la UE un arancel de entre el 15% y el 25% (dependiendo de las características), por lo que la UE tiene margen para aumentar los aranceles hasta igualarlos con los chinos", escribe el equipo de estrategas de Danske Bank encabezado por Allan von Mehren en un informe las rencillas comerciales entre la UE y China.

Esta misma semana está previsto que el presidente de EEUU, Joe Biden, anuncie una significativa revisión al alza del referido arancel a los coches eléctricos. Las informaciones de fuentes anónimas que recoge Bloomberg llegan a hablar de una subida del 27,5% hasta el 102,5%, lo que ayuda a dar una magnitud del problema.

Volviendo a Europa, el argumento de Bruselas "se ve reforzado por el hecho de que la UE considere estratégico el sector del coche eléctrico y tenga una estrategia de reducción de riesgos frente a China, es decir, de reducción de la dependencia. Dado que el empleo en el sector del automóvil representa el 8,5% del empleo manufacturero de la UE, también está en juego una gran parte de la industria tradicional europea", desarrollan desde el banco danés.

Danske Bank: "La Comunicación de la Comisión también da a entender que no importa si las subvenciones chinas perjudican o no a las empresas de la UE. Lo que importa es si perjudican a la industria dentro de la UE"

"El hecho de que la industria automovilística de la UE no haya presentado ninguna denuncia formal puede deberse a que la mayoría de los vehículos eléctricos importados de China han sido fabricados por empresas occidentales, sobre todo Tesla y Renault (que produce Dacias). Además, los fabricantes europeos tienen plantas de producción en China y no quieren provocar represalias. Si se imponen derechos antisubvención, tendrían que entrar en vigor entre julio y noviembre (cuando debe concluir la investigación)", apunta Andrew Kenningham, de Capital Economics. El analista avisa de que algunas empresas automovilísticas europeas podrían argumentar que los derechos antidumping, aunque legalmente justificados, no serían de "interés comunitario".

En las estadísticas de comercio exterior a las que se refiere la Comisión, explican desde Danske Bank, los bienes producidos por empresas extranjeras en China, como los coches de Renault, BMW y Tesla, cuentan como importaciones de China a la UE. Así pues, cuando los fabricantes europeos de automóviles producen coches -o partes de ellos- en China y los envían a la UE, el déficit comercial aumenta. Durante el primer semestre de 2023, sólo el 8,8% de los nuevos coches eléctricos de China importados a Alemania procedían de empresas chinas "puras". Por el contrario, Tesla, las marcas europeas de propiedad china y las empresas conjuntas entre empresas europeas y chinas representaron la gran mayoría.

Sin embargo, esto no disminuye el riesgo de un arancel más alto. La Comisión Europea espera que el porcentaje de ventas de vehículos eléctricos de empresas chinas aumente hasta el 15% en 2025 y le preocupa que la cuota de mercado siga subiendo si las empresas chinas bajan los precios debido al exceso de capacidad en el mercado nacional, la insuficiente demanda interna y las ayudas estatales.

"La Comunicación de la Comisión también da a entender que no importa si las subvenciones chinas perjudican o no a las empresas de la UE. Lo que importa es si perjudican a la industria dentro de la UE. Por lo tanto, el hecho de que también se concedan posibles subvenciones a empresas europeas en China no ayuda en este sentido, ya que aumenta la amenaza de que la producción de coches eléctricos se traslade a China. Una reciente encuesta empresarial de la Cámara de Comercio Alemana en China mostró que, especialmente el sector automovilístico alemán, sigue invirtiendo en China. El 63% de las empresas automovilísticas alemanas afirmaron que aumentarían sus inversiones en los próximos años", cierran desde el servicio de estudios del banco danés.