- El sector del petróleo y del gas, clave para Rusia, necesita 40.000 trabajadores
- Cada vez hay menos trabajadores jóvenes: ya sólo son el 14,9% del total, mínimos de 1990
- El ejército ha aumentado el salario un 17,2% en 2023 y paga bonus altos por reclutamiento
La guerra de Ucrania está agravando el problema del empleo de Rusia, y está salpicando a una industria clave para la economía del país, la del gas y el petróleo, uno de los motores que, precisamente, permite financiar el esfuerzo bélico. Cada vez escasean más los trabajadores en el sector de la energía; aunque los salarios históricamente han sido altos en la industria del gas y del petróleo, a día de hoy no son capaces de competir con lo que paga el ejército. A eso hay que añadir el problema demográfico que lleva ya décadas afectando al país.
La escasez de capital humano lleva ya tiempo afectando negativamente a la economía rusa. Como es habitual en los países de Occidente, Rusia tiene un problema demográfico, con una población activa cayendo desde hace casi 20 años. Las dificultades en este frente se están agudizando en los últimos años, en un momento clave para el país, ya que necesita que la industria del petróleo y el gas funcione bien para poder seguir financiando la guerra en Ucrania, pero las propias necesidades del ejército para mantener la ofensiva están castigando al sector, que no encuentra todos los trabajadores que necesita.
Uno de los problemas con los que se está encontrando el sector del petróleo y del gas es el aumento salarial que ha llevado a cabo el ejército para tratar de conseguir nuevos reclutas. Según la agencia Bloomberg, Rostec, la compañía estatal de defensa de Rusia, aumentó los salarios en 2023 una media del 17,2%. El aumento de los salarios encaja con la petición de Sergey Chemezov, CEO de la corporación de defensa del país, a Vladimir Putin el pasado mes de agosto: "Necesitamos más efectivos", solicitaba entonces.
Las cifras que publica la agencia ilustran el problema que tiene la industria del gas y del petróleo para poder competir con los salarios de los militares. Si bien los trabajadores del sector de la energía están bien pagados en Rusia, en comparación con la media del país (históricamente se ha pagado más del doble de la media de toda la economía), la realidad es que lo que paga el Estado por ir a la guerra es cada vez más competitivo. En los dos primeros meses del año, la media salarial de la industria del petróleo ha sido 125.200 rublos por mes, pero el ejército ya ofrece, sólo por alistarse, una prima de casi 200.000 rublos que paga el estado, y otra, que pagan las distintas regiones del país, que llegan a alcanzar 1 millón de rublos, según Bloomberg, lo que equivale al salario de casi un año entero.
"El ejército ya paga un bonus inicial por reclutamiento que iguala un año entero para la industria del crudo"
"La competición de los salarios de las fuerzas armadas frente a la industria del petróleo ha tenido un impacto en la disponibilidad de fuerza laboral", ha señalado a la agencia Dmitry Kasatkin, socio en la consultora rusa Kasatkin, la firma que utilizaba Deloitte en el país soviético hasta que dio comienzo la guerra en Ucrania.
Esta mayor competencia por parte del ejército está aumentando la escasez de capital humano en la industria de la energía. La consultora considera que el sector necesita unos 40.000 nuevos empleados este año, una realidad que también está dejando huella en las ofertas de trabajo que se están publicando en la red. Según los datos que recoge Bloomberg de la plataforma laboral hh.ru, el número de empleos vacantes que hay en este momento para el sector del gas y del petróleo ha aumentado un 24% interanual en el primer trimestre de 2024.
Alexei Zakharvov, presidente del portal Superjob.ru, explica a la agencia cómo "la escasez de mano de obra está afectando incluso a las industrias más lucrativas", como son la del gas y el petróleo. "Este sector no se puede permitir atraer capital humano con salarios mucho más altos, pero el Estado sí compite con su oferta de contratos laborales", señala.
Un problema demográfico estructural
El problema de fondo de Rusia no es nuevo, y es el mismo que tienen otras grandes economías desarrolladas en el planeta, como la europea, la japonesa, o incluso la china en los últimos tiempos: la demografía. El porcentaje de trabajadores menores de 30 años en el país ha caído hasta el 14,9% en 2022, la cifra más baja que se ha visto desde 1990. En los primeros años después de la caída de la Unión Soviética, el país sufrió un desplome de los nuevos nacimientos, y entre los años 2007 y 2021 la población activa de Rusia ha caído en 5,8 millones de trabajadores, según los datos de Bloomberg.
El Covid también ha tenido una parte de responsabilidad en el descenso de la población activa en los últimos años, con 750.000 muertes registradas en el país entre los años 2020 y 2022, de las cuales, más de la mitad, fueron consecuencia del virus, según los datos del Servicio Federal de Estadísticas de Rusia.
La guerra en Ucrania ha sido el último problema que está castigando a la demografía del país. Además de las muertes y los heridos que ha sufrido Rusia en el conflicto, que se cifran en el entorno de las 450.000 víctimas, según los datos que recoge el ministerio de Defensa británico, la invasión ha generado un fuerte descenso de la inmigración en el país. Según los datos del Servicio Federal de Estadísticas, en 2023 se incorporaron 110.000 inmigrantes al país, apenas un cuarto de los que entraron en 2021, el último año en el que hubo registros antes de que comenzase la guerra.