domingo, 31 de agosto de 2014

Atlantic City, no va más

El casino Revel, que costó 2.000 millones de dólares, cerrará en septiembre. / V.J.


La capital del juego agoniza. Este domingo cierra uno de sus casinos y lo harán dos más



“Llevo aquí 40 años, y este es el peor. En septiembre cierro y me voy a Florida. No hay nada que hacer. Aquí sólo hay casinos y una playa. La playa seguirá; los casinos… Ni yo me atrevo a adivinarlo”. La echadora de cartas Chanel Mitchell mata el tiempo con su iPad sentada en la puerta de su estudio esotérico del paseo marítimo de Atlantic City (Nueva Jersey). Esta cálida mañana de martes sólo un cliente ha requerido sus servicios. El suyo es uno de los muchos negocios que viven de los once hoteles casino de la ciudad. Pero el juego agoniza en Atlantic City. 
Tres de los principales establecimientos echan el cierre en cuestión de días. El Showboat lo hará este domingo. El Revel, la joya del lugar, un espectacular edificio de cristal que costó 2.000 millones de dólares, lo hará el 2 de septiembre. El Trump Plaza tiene previsto suspender su actividad en un par de semanas. En total, más de 6.000 trabajadores a la calle —una cuarta parte de la fuerza laboral del juego en la ciudad—, que se suman a los del Atlantic Club, que pasó a mejor vida en enero. En los años 90 había 50.000 personas empleadas en los casinos. En la actualidad son la mitad, un retroceso tres veces superior al de cualquier otro sector del Estado. 
El caso del Revel, el gran mamut del juego de la costa Este, es el más dramático. Impulsado por el Gobernador republicano Chris Christie para revitalizar la ciudad ante su imparable ocaso, fue inaugurado en 2012 tras una inversión descomunal. El gigantismo de su salones sólo es comparable con la desazón que produce verlos vacíos. En mayo se declaró en suspensión de pagos por segunda vez en su corta historia. Cada semana pierde dos millones de dólares. Su carísimo mantenimiento y la dura competencia de otro casino de lujo, el Borgata, lo hacen inviable. Nadie sabe qué hacer con el edificio. El alcalde, Don Guardian, cree que podría convertirse en una universidad.
Como si de un tsunami silencioso e invisible se tratara, casi todo en Atlantic City tiene aroma de fin de ciclo. Los comercios están casi vacíos, como las sillas frente a las tragaperras o las mesas de juego. En el paseo o boardwalk, apenas 20 chavales aguardan en la puerta del silencioso parque de atracciones, que abre solo por la tarde. Cerca, el Museo del Terror se apolilla bajo el calor y los empujadores indios de carritos para turistas charlan entre ellos sin clientes que cargar. “No hay gente. Y sin gente, esto se hunde”, comenta George, guardia de seguridad del Showboat, apostado junto al cartel que anuncia el cierre y recuerda a los clientes cómo retirar antes de hoy sus ganancias, ver reembolsadas las entradas para algún espectáculo o cambiarse a alguno de los otros tres hoteles que el grupo Caesars Entertainment tiene en la ciudad. 
David G. Schwartz, director del Center for Gaming Research de la Universidad de Nevada Las Vegas, considera que los motivos de la depresión de Atlantic City son dos. Uno es ajeno: la saturación de un negocio que se ha convertido en fuente de recursos para casi todos los Estados, con casi 1.000 casinos comerciales y concesiones al pueblo indio en todo el país, además del juego online. “Hay demasiada oferta. No hay nuevos mercados y en el noreste el 50% de la población vive a menos de 25 millas de uno. El problema de Atlantic City no es único”, explica Richard McGowan, profesor de economía de la Universidad de Boston y experto en la industria del juego. “Si puedes apostar cerca de tu casa, para qué vas a conducir dos horas”, señala Schwartz.
El otro motivo es un pecado propio. Atlantic City ha sido incapaz de conformar una oferta de ocio que completara las ruletas. “La gran lección que nos ofrece Atlantic City es que no se puede depender sólo del juego si quieres atraer turistas. En Las Vegas, por ejemplo, sólo el 50% de sus ingresos procede del juego. El resto lo aportan los espectáculos, las tiendas y los restaurantes”, añade McGowan. “Atlantic City tiene que ofrecer algo más, porque ya hay más sitios para jugar en la región”, corrobora Schwartz a este periódico.
Ese algo más ahora no existe. El autobús que llevó a EL PAÍS a la ciudad desde Nueva York llevaba sólo 16 pasajeros. Y un repaso a la oferta musical actual de algunos hoteles no es precisamente estimulante: Swon Brothers, Little Antony and the Imperials, The Cat Pajamas Vocal Band, The Temptations Review (featuring Dennis Edwards) y un nostálgico musical de homenaje a los Beatles.
Los casinos se aprobaron en los años setenta en Atlantic City con la esperanza de animar sus alicaídos hoteles. El Resorts se inauguró en 1978 y fue el primer casino legal en la costa este. En aquel tiempo, el juego estaba en Nevada y en Atlantic City. Cada lugar siguió un camino distinto. Mientras Las Vegas diseñaba un inventario de ocio variado para jugadores y turistas, Atlantic City se dedicó al monocultivo de la ruleta y no reinvirtió el dinero en sus habitantes. “Pusimos todos los huevos en una sola cesta. El 80% de nuestros ingresos ha procedido de los casinos. Fue un despropósito”, lamenta el alcalde.
Desde 2006, los casinos de Atlantic City han visto reducidos sus ingresos un 50%, según los datos del Center for Gaming Research. Los ingresos totales de los casinos de Nueva Jersey fueron el año pasado de 2.900 millones de dólares (en 2006 fueron 5.200 millones), una cifra similar a la conseguida en 1989. Si se descuenta la inflación, la fecha se retrasa a 1981, cuando había nueve casinos en lugar de los 11 actuales. “Todavía tenemos seis o siete casinos que ganan dinero”, afirma John Palmieri, director ejecutivo de la New Jersey’s Casino Reinvestment Development Authority. “Había 12. ¿Podemos sostener nueve? ¿Nos quedaremos con seis o siete? Esta es la cuestión”.
Uno de cada tres vecinos de Atlantic City vive por debajo del nivel de pobreza, lo que triplica la tasa de Nueva Jersey. El desempleo, del 13%, dobla la media de todo Estados Unidos. El paisaje de la ciudad no engaña. Un par de manzanas más allá del paseo marítimo, lejos de los neones, la música y los turistas, proliferan los prestamistas, las tiendas de licores y otros negocios de medio pelo. La criminalidad, seis veces superior a la del resto del Estado, hace que muchos visitantes no se alejen del paseo o que no salgan de sus hoteles. 
El precio que ha pagado la ciudad por su apuesta a todo o nada es muy elevado, y algunos no lo olvidan. “Negocios que existieron durante años fueron expulsados de la ciudad. Los responsables de este desastre deberían ser expuestos en público por su negligencia e incompetencia. No hicieron lo que había que hacer por esta ciudad y por los miles de empleados que han perdido su forma de vida por culpa de este insidioso negocio”, declaró en la prensa local Warren Massey, antiguo responsable de vivienda de la ciudad. Como consolarse es gratis, algunos citan las devastadoras tormentas Irene en 2011 y Sandy en 2012 como causa de la decadencia de la ciudad. Pero todos coinciden en que lo peor ha sido la falta de previsión ante el avance de los casinos en otros Estados del Noreste.
Es el caso de Maryland, que abrió el Maryland Live Casino en 2012, mientras que Massachusetts legalizo este tipo de negocios en 2011. En Pennsylvania, donde los casinos comenzaron a funcionar en 2006, el juego ha aportado a las arcas del Estado unos 8.000 millones en impuestos y creado miles de puestos de trabajo directos: 16.000 en 2013. También se han abierto casinos en Delaware y Connecticut. Asimismo, los ciudadanos del Estado de Nueva York aprobaron la creación de nuevas licencias para casinos además de las ya existentes explotadas por tribus indias (se calcula que en 2015 abrirán cuatro establecimientos). “El problema de Atlantic City es que nunca ha sido una capital del juego como tal, a la que llegar en avión, como Las Vegas. Ha sido una capital regional, y cuando otros Estados vecinos han abierto su casinos, ha sufrido más que ninguna otra”, comenta a EL PAÍS el profesor McGowan.
En el mismo periodo, los establecimientos de Nevada han mantenido sus ingresos o incluso los han aumentado. Ningún casino indio tiene la oferta de Las Vegas ni unos precios tan competitivos, sobre todo cuando la competencia global se acentúa. El enclave chino de Macao, capital del juego en Asia, está experimentado un crecimiento muy rápido. El profesor Schwartz calcula que el total de recaudación anual de todos los casinos en Estados Unidos ronda los 70.000 millones de dólares. Macao, con 35 casinos, roza ya los 50.000 millones. “Mientras los casinos pueden proporcionar otras formas de entretenimiento, sobrevivirán. Dudo que los casinos vayan a sufrir el destino de las tiendas de vídeo Blockbuster”, asegura McGowan.
Aunque la crisis de Atlantic City no sea trasladable a Nevada, lo cierto es que aparecen síntomas de fatiga en el negocio en diversos puntos del país. Los cierres y reducción de ingresos también han golpeado en Misisipí, Misuri y Iowa. Algunos Estados se están replanteando sus decisiones al respecto. En Massachusetts, los votantes decidirán en noviembre si se deroga una ley de 2011 que legalizó los casinos. Sin embargo, incluso los analistas más pesimistas dicen que algunos casinos de Nueva York pueden cosechar grandes ganancias, en particular los que están cerca de la ciudad y de sus 50 millones de turistas al año. “Los nuevos objetos brillantes nos atraen a todos", señaló en la prensa Geoff Freeman, director ejecutivo de la American Gaming Association. “La pregunta es qué sucede cuando el cartel de Gran Apertura se retira”.
El realizador francés Louis Malle retrató en 1980, en su película Atlantic City, a una ciudad que abría espacios en su suelo para albergar futuros casinos. Pese a tratarse del momento fundacional de un futuro enclave del juego, el filme mostraba ya un ambiente deprimente en el que malvivían dos personajes interpretados de forma magistral por Burt Lancaster y Susan Sarandon. “Deberías haber visto el Océano Atlántico en los viejos tiempos”, le comenta Lancaster, en el papel de un viejo mafioso retirado, a su compañero de reparto Robert Joy mientras caminan frente a la costa. Los viejos y buenos tiempos de Atlantic City.

Más casinos en Nueva York

Los ciudadanos del Estados de Nueva York han aprobado recientemente la construcción de siete casinos en el Estado en los próximos años. Tres de ellos podrían ubicarse en el área metropolitana. Los sueños del gobernador demócrata Andrew Cuomo vislumbran cuatro hoteles casino abiertos a principios del próximo año, nuevos ingresos, miles de puestos de trabajo y una inyección revitalizadora para zonas deprimidas del valle del río Hudson . “Nueva Jersey tiene casinos, Connecticut tiene casinos, Pennsylvania tiene casinos. Nosotros tenemos la gente, una hemorragia de gente que cruza las fronteras para ir a jugar. Si tenemos nuestros propios casinos, el dinero se quedará en este Estado”, explicó Cuomo.
Pero los analistas, economistas y empresarios del juego advierten de que el negocio sufre los efectos de una dura competencia, si no saturación, incluso en el una vez rico mercado del Noreste. Los casinos de Atlantic City cierran y otros, como Foxwoods, en Connecticut, recortan sus gastos. La imagen del juego como un surtido seguro de dinero ha pasado a mejor vida. Nadie ve con buenos ojos los planes de Cuomo. “Ha llegado quince años tarde a la partida”, declaró Harold L. Vogel, un analista de la industria del juego.
Incluso la posibilidad de situar los establecimientos cerca de Manhattan ofrece alguna que otra duda, sobre todo por la proximidad de otros. Nueva Jersey, por ejemplo, planea abrir locales de máquinas tragaperras en Jersey City, al otro lado del río Hudson. La decisión de colocar los enclaves en zonas deprimidas, como los Catskills, es buena sobre el papel, pero los inversores prefieren zonas más desarrolladas. Por ejemplo, la perspectiva de un casino en Orange County, a menos de una hora de Manhattan, ha perjudicado la posibilidad de hacer otro en los Catskills, donde se veía como una vía de revitalización. Sólo tres competidores aspiran a la licencia en los Catskills; seis a la de Orange County.


 30 AGO 2014 - 17:44 CESThttp://economia.elpais.com/economia/2014/08/28/actualidad/1409249532_443147.html

China ya iguala a la UE en I+D



El gigante asiático dedica el 1,98% de su PIB a investigación y desarrollo


El 45% del gasto gubernamental va para ocho agencias de defensa




China ya ha alcanzado a la suma de los 28 países de la UE en inversión en investigación y desarrollo, con un 1,98% de su PIB, según los últimos datos de la OCDE, correspondientes a 2012. Además, el gasto del gigante asiático en I+D lleva una progresión notable y se ha triplicado desde 1995, alcanzando, en términos absolutos, los 124.000 millones de euros, o 223.000 millones si se mide por paridad de poder adquisitivo (el sistema más adecuado de comparar inversiones), según un informe publicado este viernes en la revista Science.

Con esta cifra total, China sigue muy por detrás de EE UU (344.000 millones) y la UE (259.000 millones), pero está ya por delante de Japón (115.000 millones).
España, en 2012, dedicó 6.393 millones de euros a I+D (según el análisis presupuestario de la Confederación de Sociedades Científicas de España, Cosce), situándose en un gasto del 1,3% de su PIB, según la OCDE, lo que supone una disminución no despreciable de su máximo histórico, 1,4% del PIB, alcanzado en 2010.
Los datos de la OCDE, muestran que China ha llevado una progresión notable en los últimos años, pasando de dedicar un 1,70% de su PIB a I+D en 2009, a 1,76% en 2011 y 1,84% en 2011; mientras tanto, la evolución de la UE (los 28), ha sido de 1,91%, 1,95% y 1,98% respectivamente.
Los autores del informe de Science(Yutan Sun, de la Universidad Dalian china, y Cong Cao, de la Universidad de Nottingham británica) han analizado las partidas de I+D en China a raíz de la obligación de las agencias gubernamentales de hacer públicos sus informes anuales.
Destacan que el 45,2% del gasto total del Gobierno en Investigación y Desarrollo en 2011 no se detalla en las informaciones oficiales, y debe corresponder a ocho agencias relacionadas con la defensa que no hacen públicos sus datos. 
Hay que tener en cuenta, recalcan los dos investigadores, que en el caso del Gobierno estadounidense, más de la mitad de su gasto en I+D está relacionado con la defensa.
Yutan y Cong destacan que China potencia el esfuerzo en investigación aplicada y que en los últimos años va derivando hacia el desarrollo tecnológico, “lo que puede atribuirse a la evolución de política de innovación de China, que enfatiza el desarrollo sobre la investigación científica”. 
Diferentes instituciones, agencias y agencias y programas, incluidos los ministerios de Ciencia y Tecnología y de Educación, gestionan el presupuesto de I+D civil, sosteniendo fundamentalmente la ciencia básica. 
Además, destaca un superministerio, el de Industria y Tecnologías de la Información, que “controla grandes cantidades de recursos públicos” y se orienta sobre todo a la investigación aplicada y los megaproyectos.

 Madrid 29 AGO 2014 - 21:36 CESThttp://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/08/29/actualidad/1409339771_849536.html

¿Por qué están prohibidos los gases lacrimógenos en las guerras?

gases lacrimógenos

Usados por primera vez de manera formal en la Primera Guerra Mundial, estos gases han pasado a convertirse en uno de los métodos preferidos de la policía para controlar disturbios alrededor del mundo. Pero no en las guerras.

Una nube densa y blanca se asienta poco a poco en las calles obligando a decenas de personas a buscar refugio.
Es una escena común en manifestaciones alrededor del mundo y el culpable de esa nube es casi siempre el gas lacrimógeno, que está cumpliendo cien años.
En la Primera Guerra Mundial se utilizó por primera vez de manera formal una versión incipiente del gas moderno, con el objetivo de forzar a los soldados enemigos a escapar de sus trincheras para luego sí atacarlos con artillería u otras armas.
Con el paso del tiempo, el gas dejó de utilizarse en los conflictos armados -en los que está prohibido bajo la Convención de Armas Químicas, que entró en vigor en 1997- pero se convirtió en una de las herramientas preferidas por la policía para dispersar multitudes.
"La razón por la que está prohibido en la guerra es porque se supone que no se debe usar como un arma ofensiva", le explica a BBC Mundo Anna Feigenbaum, una profesora de la universidad británica de Bournemouth, que recientemente publicó un ensayo sobre la historia del gas en la revista estadounidense The Atlantic.
"La excepción en los cuerpos policiales es que no se está usando como un arma, sino como un agente de control", agrega.
El uso de este gas en protestas ha sido criticado porque puede conllevar a un uso indiscriminado o porque en ocasiones generar problemas de salud entre los manifestantes.


"La guerra de los químicos"

Hay discrepancias entre los historiadores consultados por BBC Mundo sobre cuándo exactamente fue el primer uso del gas lacrimógeno en la Primera Guerra Mundial, pero la mayoría tiende a apuntar a agosto de 1914, poco después del comienzo de la misma.
Doran Cart, curador senior del Museo Nacional de la Primera Guerra Mundial, en Kansas City, Missouri, dice que si bien no conoce documentos oficiales que lo confirmen, los franceses pudieron haber utilizado granadas lacrimógenas contra los alemanes en ese mes. Francia llevaba algunos años experimentando con esos gases.
El "punto de quiebre", según este historiador, fue en 1915, cuando los gases comenzaron a ser probados con más frecuencia aunque no siempre de manera efectiva.
Su desarrollo formó parte de un esfuerzo mucho mayor de las potencias por crear armas químicas, lo que llevó a la Primera Guerra Mundial a ser considerada "la guerra de los químicos".
Además de los lacrimógenos, también se utilizaron agentes como el gas mostaza, el gas cloro o el fosgeno, algunos de los cuales causaron un "sufrimiento agonizante" y casi 100.000 muertes, según datos publicados por Naciones Unidas.
"La sensibilidad de estos gases llega como resultado de la novedad y el terror", le explica a BBC Mundo el historiador Michael Neiberg, profesor de la Universidad de la Guerra del Ejército de Estados Unidos, en Pensilvania.
"Se convirtieron en la personificación de todo lo malo con la Primera Guerra Mundial: la naturaleza industrial de la guerra, la naturaleza total de la guerra".

"Agente para el control de los disturbios"

Pocos años después, en 1925, se firmó el Protocolo de Ginebra que, con considerables limitaciones, prohibió el uso de armas químicas en las guerras.
Al mismo tiempo, sin embargo, ya se estaban empezando a probar nuevos compuestos químicos de gases lacrimógenos y se estaba discutiendo cómo convertirlos en una herramienta para usos cotidianos. Por su condición no letal, no generaban tanta reticencia como otros gases.
Según escribe Feigenbaum, poco después del armisticio varias ciudades estadounidenses y territorios alrededor del mundo empezaron a comprar este gas, que fue utilizado en prisiones, huelgas y hasta en las cajas fuertes de los bancos para evitar robos.
La guerra de Vietnam también ayudó de manera particular a cambiar la percepción sobre este gas, que generó rechazo cuando fue usado por Estados Unidos tanto en ese país como para dispersar protestas en casa.
Para contrarrestar las críticas de que estaba envuelto en una guerra química, Washington comenzó a referirse cada vez más al gas como un "agente para el control de los disturbios" y con el paso del tiempo lo volvió un término de uso frecuente, según un estudio publicado en 2013 en el Yale Historical Review.
En el resto del mundo, el gas también se volvió más usual y en años recientes ha sido utilizado en la Primavera Árabe, en las recientes protestas en Brasil, en el parque Gezi de Estambul o en los disturbios en Ferguson, Misuri, sólo por nombrar unos cuantos casos.
"Se convirtió en algo de uso común porque es una manera de dispersar una multitud de manera relativamente barata y fácil", concluye Feigenbaum en su diálogo con BBC Mundo.
Ella explica que si se usa de manera adecuada tampoco causa heridas con sangre y sus efectos son normalmente superficiales, lo cual es beneficioso desde el punto de vista de la policía.
Pero inmediatamente añade que hay otro lado de la moneda: "La calle es el único lugar al que tenemos para ir cuando nos quitan el poder", dice.
"Si se envenena el aire, se les está quitando a las personas la habilidad para protestar".

Brasil en recesión: el impacto para América Latina

brasill, recesion
La caída de venta de autos a Argentina es visto como uno de los factores que provocó la recesión brasileña.

La noticia de que Brasil entró en recesión supone un revés para la presidenta Dilma Rousseff antes de las elecciones e instala más nubarrones sobre la economía de la región, ya ensombrecida por la crisis en Venezuela y el default en Argentina, señalan analistas.

El gigante sudamericano se contrajo 0,6% en el segundo trimestre del año respecto al primero, cuando también tuvo una caída de 0,2% según cifras oficiales divulgadas este viernes.
e trata de la primera vez que Brasil registra un retroceso económico durante dos trimestres consecutivos (lo que técnicamente pauta una recesión) desde la crisis financiera global de fines de 2008.
Rousseff, que se juega su reelección en octubre, aseguró que este escenario es “momentáneo” debido a factores especiales como el Mundial de Fútbol.
“Debido a la Copa tuvimos la mayor cantidad de feriados en toda la historia de Brasil”, comentó.
Su ministro de Hacienda, Guido Mantega, atribuyó además las nuevas cifras a la coyuntura internacional, una sequía en el país y una fuerte baja en la venta de autos a Argentina.
Pero los expertos advierten que hay problemas estructurales que ahogan desde hace cuatro años el fuerte crecimiento con que Brasil deslumbraba al mundo y apuntalaba a sus vecinos.
“Esto afecta mucho a la región porque es el mayor país de América Latina: todos los países que tienen relaciones comerciales con Brasil van a sufrir el impacto”, dijo Margarida Gutierrez, profesora de macroeconomía en la Universidad Federal de Río de Janeiro.

Cifras y votos

Aunque los expertos preveían un retroceso de la economía brasileña en el segundo trimestre, las cifras son más negativas de lo esperado a cinco semanas de los comicios nacionales.
“Esto puede tener una implicación sobre las elecciones”, sostuvo Gutierrez.
Una encuesta divulgada el miércoles indicó que la presidenta sigue siendo favorita para la primera vuelta, pero perdería por nueve puntos en una eventual segunda vuelta ante la ecologista Marina Silva, candidata del Partido Socialista Brasileño.
En el primer debate entre presidenciables esta semana, Silva criticó la situación económica de Brasil y acusó a Rousseff de mostrar un país “casi cinematográfico (que) no existe para la gente”.
Rousseff, del izquierdista Partido de los Trabajadores, sostuvo que en su gobierno se crearon las bases para un nuevo ciclo de crecimiento y que Brasil puede tener “una política de expansión en toda América Latina” con oportunidades para sus empresas.
Pero los datos divulgados por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) mostraron que en el segundo trimestre de este año las inversiones en el país cayeron 5,3% respecto al período previo y la actividad industrial cayó 1,5%.
“Todo aquel que tenga como comprador a Brasil está teniendo una caída importante en las perspectivas de compras”, indicó desde Buenos Aires el especialista Gustavo Segré, director de Center Group, una consultora comercial en la región.
No obstante, distinguió que las grandes industrias de la región con negocios en Brasil sentirán más el impacto que las pequeñas y medianas empresas, que aún tienen en el país un mercado atractivo por su gran tamaño.

Problemas de vecinos

La economía brasileña también parece estar sintiendo los problemas económicos y financieros de Argentina y Venezuela, dos socios clave en la región con los que integra el Mercosur.
Por ejemplo, las exportaciones de vehículos de Brasil a Argentina —que sostenían el comercio bilateral— se desplomaron 36% entre enero y julio, mientras que en el sentido contrario cayeron 24%.
Las tensiones parecen estar aflorando.
“Si las economías que nos compran no logran revertir su situación, difícilmente nuestros sectores exportadores puedan ser dinámicos”, se quejó el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, que esta semana se reunió con Mantega en Sao Paulo.
“Exportamos menos autos a Argentina y esa es una de las causas de que estemos creciendo menos”, indicó por su lado Mantega este viernes.
El ministro brasileño negó que Brasil esté en una verdadera recesión, argumentando que la caída del PIB fue pequeña y no afectó el desempleo ni el consumo. También previó una recuperación en el segundo semestre.
Sin embargo, admitió que deberá revisarse la previsión de crecimiento de 1,8% para este año. Economistas privados creen que en 2014 Brasil se expandirá menos de un punto porcentual.
Gutierrez explicó que la caída de las inversiones refleja una desconfianza en la economía y la incertidumbre de un posible ajuste en 2015, mientras la industria pierde competitividad por la apreciación de la moneda brasileña y los costos de producción.
Tal escenario tiende a golpear los flujos de comercio en la región, explicó la economista. “Esto va a atrasar inversiones (y) reducir niveles de producción”, concluyó.

sábado, 30 de agosto de 2014

Descifran la biología que está detrás de la expresión de rabia

Joven enojado
"La expresión está en todas las culturas, e incluso los niños con ceguera congénita hacen la misma cara sin siquiera haber visto una", dice el autor del estudio.

Todos la hemos hecho. Todos la hemos visto. Es la "cara de ira", de enojo, furia, rabia, o como quiera llamarle. Y ahora los científicos aseguran que más que una reacción cultural parece ser parte de nuestra biología básica como seres humanos.

Investigadores de la Universidad de California en Santa Bárbara (conocida como UCSB o UC Santa Bárbara) y de la Universidad de Griffith en Australia identificaron "las ventajas funcionales que provocaron la evolución de la apariencia específica de la cara de ira", explicó el centro de estudios estadounidense en su sitio web.
"La expresión está en todas las culturas, e incluso los niños con ceguera congénita hacen la misma cara sin siquiera haber visto una", explica el autor principal del estudio Aaron Sell, profesor de la Escuela de Criminología de la Universidad de Griffith y exinvestigador del Centro de Psicología Evolutiva de la UCSB.
Y la cara de ira es más que una muestra de enojo, sino que ha evolucionado para realzar las señales de fuerza del ser humano.

Demostración de fuerza

Los animales típicamente utilizan su morfología durante un conflicto para incrementar la evaluación de la capacidad de lucha de los rivales.
Y ahora, aseguran los científicos del estudio, publicado en la revista científica Evolution and Human Behaviour, "recientes investigaciones han demostrado que los seres humanos evalúan la capacidad de lucha de los demás al monitorear señales de fuerza, y que la cara contiene dichas señales".
Los investigadores sugieren que los movimientos musculares que conforman la expresión facial de ira fueron "seleccionados porque incrementan las evaluaciones de los demás de la fortaleza del individuo enojado", algo que, aseguran, "incrementa el poder de negociación" entre dos personas.
Este análisis va en contra de la teoría tradicional de que la cara de enojo es un conjunto arbitrario de características que evolucionaron para señalar una intención agresiva.
Para comparar ambas teorías, los investigadores manipularon uno por uno, y en ausencia de los otros, los músculos clave que constituyen la cara de ira.
El rasgo más común es fruncir el ceño, y también incluyen la apertura de las fosas nasales, los pómulos levantados, labios apretados y hacia fuera, la boca elevada, y la barbilla empujada hacia arriba y afuera.

Poder de negociación

Los investigadores consideraron que, teniendo en cuenta que la cara de ira incrementa el poder de negociación, el ser humano necesitaba comunicar su estado para evitar un conflicto y, por ello, aseguran, es que se necesita expresarlo facialmente.
"La cara de ira no sólo señala el inicio de un conflicto. Cualquier distinción facial podría indicarlo. Nuestra hipótesis es que la cara de enojo evolucionó de forma específica porque cumple algo más para quien la expresa", explica Sell.
"Cada elemento –añade– está diseñado para ayudar a intimidar a los demás, haciendo que el individuo enojado parezca más capaz de realizar un daño si no es apaciguado".
Una de las hipótesis de la que partieron los investigadores es que la cara de ira hace que una persona se vea más fuerte.
Utilizando caras generadas por computadora, demostraron que cada componente individual que conforma la cara de ira hacía que esas personas generadas por ordenador parecieran más fuertes.
Una de las características más comunes es el ceño fruncido. Los investigadores retocaron una imagen para colocarle las cejas bajas o levantadas.
"Con sólo esta diferencia, ningún rostro parecía 'enojado'. Pero cuando estas dos caras eran mostradas a los sujetos, decían que la cara con las cejas bajas parecían pertenecer a un hombre físicamente más fuerte", señala Sell.
El experimento, explica la UCSB, fue repetido con los otros rasgos de la cara de ira.
"Nuestra investigación previa mostró que los seres humanos son excepcionalmente buenos en evaluar la capacidad de lucha con sólo mirar a la cara de alguien", explica el autor principal del estudio.
"Dado que las personas que son juzgadas más fuertes tienden a salirse con la suya con más frecuencia, en igualdad de circunstancias, los investigadores concluyeron que la explicación de la evolución de la forma de la cara de rabia humana es sorprendentemente simple: se trata de una exhibición de una amenaza", añade.
John Toody, uno de los coautores del estudio, profesor de antropología en UCSB y codirector del Centro de Psicología Evolutiva de la universidad, explica que esto ayuda a entender por qué la evolución hizo que la cara se desarrollara de esa forma en los momentos de enojo para que aparezca al mismo tiempo que el inicio de la ira.
"La ira –agrega– se desencadena por el rechazo a aceptar la situación, y la cara inmediatamente se organiza para anunciarle a la otra parte los costos de no hacer la situación más aceptable".
Y lo que es "más gratificante de estos resultados", concluye, es que "ningún rasgo de la cara de ira parece ser arbitrario; todos entregan el mismo mensaje".

BBC Mundo, @bbc_ciencia  29/08/2014
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2014/08/140829_ciencia_estudio_biologia_cara_de_ira_jp.shtml

La enigmática estrategia de Vladimir Putin en Ucrania

Mapa del conflicto en Ucrania

Cada vez hay más preocupación en Kiev y en Occidente sobre el papel que está jugando Rusia en el este de Ucrania. Pero ¿qué es lo que el presidente Vladimir Putin está tratando de lograr?

Están claros los indicios de que Rusia está más confiada y es menos discreta sobre la presencia de sus soldados y equipos en el este de Ucrania.
Así como los avistamientos de tanques rusos y los informes de paracaidistas rusos, no sólo capturados por Ucrania, sino muertos "en cumplimiento del deber", las declaraciones de los líderes separatistas también han cambiado.
Después de meses de pedidos de asistencia a Rusia, los separatistas ahora dicen que se las pueden arreglar "sin ayuda exterior".
Todo esto podría indicar que los planificadores rusos sintieron que la situación militar de los separatistas apoyados por Rusia era lo suficientemente grave como para requerir más asistencia directa.
Igualmente, podría ser simplemente que a estas alturas a Rusia le preocupa menos la discreción y la negación.

Sensibilizar a la población

Durante la anexión de Crimea en marzo pasado, Putin y otros negaron que los "hombrecillos verdes" desplegados allí fueran soldados rusos. Esas negaciones fueron abandonadas más tarde.
Podría ser el caso de que hayan concluído que las negaciones de involucramiento militar ruso en el resto de Ucrania ya cumplieron su propósito y, del mismo modo, se pueden desechar.
En algunos aspectos, la forma en que se dan a conocer las noticias es similar a lo que ocurrió durante la intervención soviética en Afganistán en la década de 1980.
Entonces, al igual que ahora, las comunidades rusas cólo empezaron a conocer la escala y naturaleza del conflicto cuando los soldados comenzaron a llegar a casa muertos o heridos.
La censura informativa en la Rusia de hoy no es tan completa como en tiempos soviéticos, aunque los rusos comunes y corrientes nuevamente están viendo en sus propios medios algo enteramente diferente a lo que está ocurriendo en la vida real.
Ahora, sin embargo, organizaciones de bienestar del ejército, como el Comité de Madres de los Soldados, están en marcha para sensibilizar a la población mucho más rápidamente.
No obstante, la violencia e intimidación contra periodistas que informan sobre entierros secretos de paracaidistas rusos sugiere que, por ahora, a Rusia todavía le gustaría mantener este ángulo de la historia en secreto.
Después de emplear fuerzas rusas en el conflicto armado en Georgia en 2008, que era técnicamente ilegal incluso bajo la ley rusa de aquel entonces, Rusia enmendó su legislación para facilitar el envío de tropas al exterior con menos supervisión judicial.
Pero aún hay un procedimiento público que involucra al parlamento ruso para autorizar tales acciones.
El presidente Putin recibió autorización del parlamento en marzo para enviar soldados a Ucrania.
En junio, durante uno de los alivios periódicos de la tensión, Putin pidió que se revocara esa autorización.
Las declaraciones de que los soldados rusos en el este de Ucrania son "voluntarios" y están "de licencia" añaden una capa de negación inverosímil, y evitan las propias salvaguardas constitucionales y legales rusas contra el envío de soldados sin autorización.

¿Fuerzas de paz o pacificadores?

Mientras tanto, como siempre, los próximos pasos de Rusia en el este de Ucrania son una pregunta sin respuesta.
Una preocupación es que la participación más directa de soldados rusos podría crear las condiciones para una "intervención humanitaria" de Rusia, usando "fuerzas de paz".
La semana pasada se informó que Rusia había "creado la formación de una fuerza de paz de 5.000 efectivos", basados en unidades de las fuerzas de asalto aerotransportadas, la misma rama militar rusa a la que pertenecían los paracaidistas muertos y capturados en Ucrania.
Sin embargo, traducir la nueva designación de estos soldados de primera línea como "fuerzas de paz" puede ser engañoso.
La palabra rusa "mirotvorcheskiy" es más cercana a la palabra "pacificador", bastante alejada de la idea occidental de fuerzas de paz que llegan una vez que el conflicto terminó.
Después de todo, la incursión rusa en Georgia en 2008 fue descrita por Moscú como una "operación para imponer la paz en Georgia".
La semana pasada estuve discutiendo por teléfono el conflicto ucraniano con un general del ejército ruso. Su explicación para el repentino énfasis en las fuerzas de paz era revelador.
Rusia necesita las fuerzas de paz, especificó, "porque esa es la única manera de trasladar soldados a través de la frontera con otro países con una banda de música y todo el mundo contento de verlos".
Por ahora, esa es ciertamente una de las muchas opciones que Rusia mantiene abiertas.


El costo humano de la guerra en el este de Ucrania

  • Por lo menos 2.119 personas murieron y 5.043 resultaron heridas desde mediados de abril, según un informe de la ONU del 7 de agosto.
  • Únicamente en la región de Donetsk, 951 civiles han muerto, según dijeron las autoridades oficiales regionales el 20 de agosto.
  • El conteo oficial de víctimas sólo registra muertes certificadas en partes especialmente peligrosas de la zona de guerra, mientras que en la región de Lugansk se dice que las víctimas han sido enterradas informalmente, por ejemplo en jardines.
  • Los rebeldes (y algunas fuentes militares) acusan al gobierno de ocultar las cifras verdaderas de soldados muertos.
  • 155.800 personas han huido de otros lugares en Ucrania, mientras que al menos 188.000 se han ido a Rusia.

Toda la verdad sobre los superalimentos


Bayas de goji, semillas de chía, cacao, diente de león… ¿Son la panacea dietética, un negocio de moda o simplemente productos saludables?



La lechuga o los melocotones ya no son los de antes. Es tema de conversación de muchas mesas y una realidad que ha impulsado una nueva generación dietética: la de los llamados superalimentos. Ante la disminución de la calidad de los productos que consumimos hoy y, en ocasiones, frente a una dieta desequilibrada, la llegada de aquellos nuevos productos con propiedades extra es más que bienvenida: son altos en antioxidantes (como las vitaminas A, C y E) y fitonutrientes (sustancias químicas presentes en las plantas que aportan color y sabor, además de protección contra la radiación ultravioleta y las infecciones), eliminan tóxicos, contribuyen a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas o cáncer y combaten el envejecimiento. Es común oír hablar de las excelencias de productos tradicionales en la dieta mediterránea, como el aceite de oliva, el tomate o los frutos secos, pero también, en los últimos tiempos, de otros más exóticos a los que les atribuimos el mérito, a pesar de su tradición milenaria: la quinoa o las semillas de Chía.

Mito o realidad

¿Nos encontramos ante medicinas capaces de curar y blindar contra posibles dolencias o es esta una tendencia pasajera y sin fundamento, producto del interés popular del mundo desarrollado por la dieta y la salud? Una simple búsqueda en Google del término "superalimento" revela que cada 0,13 segundos alguien rastrea el término en Internet. Además, nos devuelve alrededor de 700.000 resultados. Sin embargo, a pesar de su omnipresencia, ni siquiera existe una definición oficial. “Es una moda o tendencia; no es algo nuevo. Hace años la comunidad científica denominó ingredientes funcionales a nutrientes que, sin aportar calorías, preservan la salud, como el aceite de oliva, los frutos secos o el pescado azul. De ahí viene el nombre de superalimento, pero este no goza de evidencia científica. Es cierto que son productos muy saludables, pero no curan: solo preservan la salud”, explica Irene Bretón, de la junta directiva de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
El nutricionista del Centro de Investigación Biomédica del Instituto Carlos III, Manuel Moñino, coincide en el planteamiento: “No existe el superalimento como tal. En su lugar, más que de productos concretos, hablaría de superpatrones alimentarios: no existen pruebas suficientes de sus pretendidas propiedades, de hecho, la mayoría de los estudios han realizado sus ensayos in vitro en animales y utilizan dosis muy elevadas de las sustancias, imposibles de alcanzar con la ingesta habitual del alimento que las contiene. Aún así, es cierto que algunos son ricos en sustancias bioactivas o en fitoquímicos que están en el foco de investigación, como los flavonoides, carotenos, compuestos fenólicos…”.
Son productos saludables, pero no curan: solo preservan
la salud”, advierte Irene Bretón
Para este experto, la mejor manera de aportar al organismo todo lo necesario es a través de una alimentación variada y rica en legumbres, frutas, verduras, frutos secos y cereales integrales, pero sin consumir en exclusiva un producto concreto ni excluyendo otros, como huevos o lácteos. “Lo que aporta salud o la quita son los patrones alimentarios y no el comer algo aislado. Recordemos que algunas modas sirven para hacer grandes negocios, que se lo pregunten a quienes comercializaron el salvado de avena, los zumos exóticos o las bayas de Goji, estas últimas consideradas por muchos un superalimento cuando no son diferentes de nuestras pasas”, denuncia.
En España nos gastamos más de 2.000 millones de euros enproductos milagro, lo que a veces incluye extractos de supuestos alimentos prodigiosos. Según Nieves Palacios, especialista en Endocrinología y en Medicina del Deporte, a la hora de confeccionar un menú no podemos olvidar las frutas, frutos secos y verduras cada día y legumbres y pescado dos o tres veces por semana. En 2013 The New England Journal of Medicine publicó los resultados de un estudio del Instituto Carlos III de Madrid en pacientes con riesgo cardiovascular que probaba que una dieta rica en dichos alimentos y baja en refrescos, carnes grasas y dulces reducía hasta un 30% la probabilidad de infartos. “El concepto “súper” se ha hecho popular en los medios de comunicación, no entre los científicos”, apostilla.

Exóticos y tradicionales

Lo que sí parece claro es que incorporar estos alimentos dentro de una dieta equilibrada es beneficioso tanto a nivel físico como emocional. “Produce bienestar emocional y aumenta la autoestima, al ser conscientes de que estamos cuidando nuestro cuerpo”, defiende Itxasne Tomé, psicóloga de la Clínica Ravenna.
Hay que consumir estos alimentos crudos o con la menor cocción posible para que mantengan sus propiedades intactas y facilitarle al organismo su absorción”, recomienda la doctora Rosso
Pero, ¿qué comprar? ¿Los aclamados de toda la vida o aquellos de nombre extravagante ensalzados por periodistas y blogueros? Paula Rosso, nutricionista del centro médico Lajo Plaza, no apuesta por ambas opciones. “Algunas tradiciones vuelven al descubrir científicamente sus principios activos: por ejemplo los ácidos Omega-3 y la fibra de la chia, protectores del sistema cardiovascular, o las bayas de Goji, excelente antioxidante, aunque se ha descubierto que algunas presentaciones comerciales incorporaban altas dosis de metales pesados, de ahí que se vendan menos. En cualquier caso, los alimentos mediterráneos también son una fuente de vitaminas y la base de nuestra alimentación”, añade la nutricionista. Y tan importante como qué tomar es la forma de hacerlo. “Este tipo de alimentos hay que consumirlos crudos o con la menor cocción posible y tomarlos muy frescos para que mantengan sus propiedades intactas y facilitarle al organismo su absorción”, aclara la doctora Rosso. Y nada de atiborrarse de uno y marginar todos los demás. “Hay evidencias de que las frutas y verduras combaten el cáncer, pero en forma de suplementos –es decir, aislando sus nutrientes fuera– no producen los mismos efectos. Incluir grandes dosis de un nuevo comestible puede suponer a veces desplazar otros de mayor valor nutricional y contribuir así al desequilibrio”, advierte Manuel Moñino.

¿Y qué hay de los transgénicos?

Aunque no hay correlación, algunos de los superalimentos pueden ser transgénicos, como el tomate morado. Curiosamente, somos el país europeo donde existen más cultivos de alimentos genéticamente modificados (es decir, producidos a través de la manipulación de secuencias de su ADN): en 2013 se cultivaron 138.543 hectáreas, un 19% más que el año anterior, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA). También somos el único país del continente en el que hay cultivos de este tipo a gran escala. Esto choca con una creciente incertidumbre social: ¿los transgénicos son malos? Por un lado, las empresas biotecnológicas implicadas se retiran en Europa por falta de mercado y, por el otro, hay una parte de la población que los rechaza, supuestamente porque necesitarían más productos químicos, ocasionarían una pérdida de biodiversidad y perturbarían el equilibro ecológico, además de poseer dudosas condiciones nutricionales. Sin embargo, para la doctora María José Barba, experta en nutrición, hasta ahora no se han observado daños notables en la salud o el medio ambiente. “En realidad los transgénicos usan menos cantidad de pesticidas o aquellos menos tóxicos, por lo que se reducen la contaminación del agua y los daños sobre la salud de los trabajadores, y suponen la vuelta a los campos de los insectos beneficiosos, incluso se aumenta la resistencia a ciertas plagas. Pero eso no significa que no pueda haber efectos negativos, y por ello los científicos piden una prudente valoración de cada producto antes de su difusión”, aclara. Además, la experta sugiere que, en los alimentos que contengan algún ingrediente transgénico, sea exigible advertirlo en su etiqueta, ya que una información completa permitirá que escojamos lo que comemos.

 29 AGO 2014 - 14:35 CESThttp://elpais.com/elpais/2014/08/28/buenavida/1409216586_402186.html