lunes, 20 de mayo de 2024

'DARK TOURISM': Esquí en Afganistán o maratones en Somalilandia: así funcionan las agencias que organizan viajes a destinos de riesgo


Un edificio en Kandahar, la segunda ciudad de Afganistán. 
(Untamed borders)



El turismo a lugares a los que Exteriores recomienda no ir es un sector de nicho, pero asentado y con un público fiel: las plazas de los 'tours' se agotan con medio año de antelación




"Una cosa es lo que te cuenten los medios y luego lo que ves con tus ojos es distinto. Vi un pueblo que ha sufrido mucho con la guerra y el yihadismo y gente que quiere salir adelante. Muy simpática, muy abierta". Pablo viajó el pasado mes de octubre a Siria con una compañía española que ofrece viajes en grupo a destinos a los que el ministerio de Exteriores recomienda no ir.

Afganistán, Corea del Norte, Chad, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Níger, Gaza, Siria, Sudán, Sudán del Sur, Somalia, Papúa Nueva Guinea, Ucrania y Yemen son los lugares a los que Exteriores recomienda no viajar "bajo ninguna circunstancia". En otros destinos, como Nigeria, Malí o Irak, la recomendación es no viajar salvo por "razones de necesidad". Pocos viajeros se atreven a ir, no solo por el riesgo inherente a esos viajes, sino porque además son viajes caros y en los que las condiciones materiales no suelen ser fáciles, tampoco para los turistas.

Randy es un locutor de radio norteamericano que ha visitado todos los países del planeta. Reconoce que antes de algunos viajes pasó verdadero pánico: "El miedo lo he tenido siempre antes de irme, porque luego en mis viajes no me ha sucedido nada malo. Recuerdo que los países que más miedo me daban fueron Haití, Venezuela, en el que viajé en un momento complicado, Afganistán, Corea del Norte y Somalia. Luego he aprendido que el mundo no es tan peligroso como te cuentan". "He tenido suerte, porque un par de veces me ha sucedido dejar un país y que a los pocos días haya habido un golpe de Estado o un atentado terrorista. Pero nunca he vivido una situación de verdadero miedo".

Young Pioneers es una de las empresas pioneras en este sector. Ellos mismos se definen como "especialistas en destinos a los que tu madre preferiría que no fueras". Comenzó en 2008 ofreciendo viajes a Corea del Norte, que solo admite turistas como parte de grupos organizados, y se convirtió en la agencia más popular de las que ofrecen tours en el país asiático.

En 2015 saltaron a los titulares de los medios porque uno de los viajeros que formaban parte de sus tours, Otto Warmbier, fue detenido en Corea del Norte. Warmbier, norteamericano de 22 años, fue retenido por las autoridades norcoreanas cuando se disponía a salir del país con el resto de su grupo y posteriormente condenado por intentar robar un póster de propaganda política del hotel donde se hospedaba. Tras más de un año preso, entró en coma y fue extraditado a los EEUU, donde falleció días después. Pocos meses después, Randy utilizó el mismo tour que Warmbier: "Es probablemente el viaje sobre el que más vueltas le he dado a hacerlo o no. Cambié de opinión 20 veces y al final lo hice. Y me alegro de haber ido".

Philippe ha visitado más de 170 países y también viajó al país juche con Young Pioneers antes de la pandemia: "Hice un tour privado con guías locales. Nos dieron un briefing un par de días antes de viajar con las normas sobre lo que se puede hacer y lo que no. Sinceramente, creo que Corea del Norte es un país muy seguro si sigues las normas".


placeholderRandy en Kabul. (Cedida)
Randy en Kabul. (Cedida)

Un viaje de unos diez días a Afganistán cuesta alrededor de 2700 euros con operadores como Young Pioneers y Against the Compass. El precio incluye comidas, desplazamientos, alojamientos, guías locales, seguridad y ayuda para gestionar los visados. Los vuelos, eso sí, corren a cuenta del cliente y dependiendo del destino pueden sumar otros 1000 euros al coste. Un vistazo a sus webs permite ver que las plazas en sus tours están agotadas con más de medio año de antelación.

El perfil del viajero que participa en estas expediciones es variado, según explica James Willcox, fundador de Untamed Borders, otra de las agencias que proporciona estos viajes. "Depende. Organizamos viajes culturales, expediciones, trekking. Normalmente, las personas que viajan a Siria o Libia han viajado mucho antes, no es su primer viaje. Son también personas que tienen cierta capacidad económica, porque no son destinos baratos. Pero aparte de eso, hay personas de todas las edades, hombres, mujeres, de distintos países. Normalmente, son personas curiosas y que han viajado mucho".


placeholderTuristas esquiando en Afganistán. (Untamed borders)
Turistas esquiando en Afganistán. (Untamed borders)

Los requisitos para participar en las expediciones dependen del viaje concreto: algunos países limitan o prohíben la entrada de determinadas profesiones, como periodistas o personas que trabajan en los cuerpos y fuerzas de seguridad. En otros casos, los más exigentes físicamente, existen ciertas limitaciones en función de la condición física. También hay países que prohíben la entrada de ciudadanos de los Estados Unidos e Israel.

Untamed Borders lleva desde 2007 ofreciendo viajes a Afganistán y otros destinos como Siria, Yemen y Somalia. Entre los paquetes que ofertan, hacer esquí o snowboard en Afganistán e Irak y participar en maratones en Somalia.

Todos los viajeros que participan en este tipo de itinerarios tienen la obligación de contratar un seguro que cubra cualquier contingencia médica, incluida la repatriación del cadáver en caso de muerte.


Cambios en Afganistán

Con la llegada de los talibanes al poder, la situación de seguridad en Afganistán ha mejorado, como explica Willcox: "Desde que empezamos en 2007 hasta ahora la situación ha cambiado mucho en Afganistán. Hasta 2021, la mayoría de los ataques antigubernamentales los llevaban a cabo los talibanes, y fueron aumentando hasta que lograron hacerse con el poder. Desde entonces, la violencia ha ido disminuyendo, pero aún quedan grupos que luchan contra los talibanes y cometen atentados".

Philippe viajó a Kabul en 2018 y lo recuerda como el lugar más inseguro en el que ha estado. "Fue probablemente mi viaje más peligroso. Como precaución, llevé ropas locales y estuve en un hotel que estaba muy protegido. Desde fuera no podías saber que era un hotel. Y por supuesto, contraté un guía muy experimentado". Randy, que estuvo en el país en 2019, recuerda que solo estuvo dos días y que dormía también en una "casa segura". "Fue un buen viaje, volvería sin dudarlo".


Medidas de seguridad

Antes de este tipo de viajes, los turistas suelen recibir una sesión informativa en el que los informan de la situación de seguridad en el país, no solo en lo referente al terrorismo, también en otras cuestiones, cuentan en Untamed Borders: "Les explicamos cuestiones sobre el agua o la comida, no hablar con determinadas personas fuera del grupo, no contarles, por ejemplo, en qué hotel van a dormir, no subir determinadas cosas a redes sociales hasta no abandonar el lugar...".

"Somos muy estrictos con esto, y si vemos que cualquier turista no respeta las normas, es inmediatamente expulsado del tour, algo que ya hemos tenido que hacer una vez este año", explica Dylan, de Lupine Travel, otra agencia que organiza viajes a este tipo de destinos.


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Imagen aérea de Kabul, la capital de Afganistán. (Untamed borders)

Otras medidas de seguridad que toma la agencia son no pasar demasiado tiempo en el mismo lugar, no publicar sus itinerarios y asegurarse de que sus conductores no vayan muy rápido y tengan el suficiente descanso: "Los accidentes de tráfico son con diferencia el mayor riesgo al que se enfrentan los viajeros. Intentamos llevar siempre dos coches para responder rápido si hay un problema", explican desde Untamed Borders.

"En los quince años que llevamos operando, nunca hemos tenido un problema de seguridad", dicen desde Lupine. "No obstante, dejamos claro que la seguridad no puede estar 100% garantizada. Muchos, cuando llegan a un país de alto riesgo dicen: 'es muy seguro, no es como lo esperaba'. No nos gusta esta actitud, porque puede llevar a la gente a relajarse. Todo parece seguro, hasta que deja de serlo. El peligro aparece un segundo y es importante saber reaccionar".


Los turistas conocen los riesgos

Las personas que, como Pablo, deciden participar en estos viajes, están informados de los riesgos que conllevan y deciden asumirlos: "Yo he estado muy seguro. Siria es un país en guerra, pero la gente escuchaba tiros y estaba tan tranquila. Allí es su día a día, es su normalidad. Había checkpoints tanto del gobierno establecido como de los rebeldes". Para Philippe, "en todos los países hay zonas seguras para visitar. Por ejemplo, Haití es seguramente el país más peligroso del mundo ahora mismo, pero el riesgo en el norte no es tan grande en realidad".

"El terrorismo puede suceder en cualquier lugar", dice Dylan desde Lupine Travel. "En 2017 estaba en Siria para informarme sobre zonas seguras para visitar. Cuando volví a Manchester, se produjo un atentado en un concierto en el que murieron 22 personas. Creo que los turistas deben ser informados sobre la situación. En Siria, por ejemplo, hay lugares muy inseguros para los turistas, pero hay ciudades maravillosas como Damasco y Alepo que son visitadas diariamente por turistas sin incidente ninguno".

Por eso, a pesar de tragedias como la de esta semana, no piensa cambiar su forma de viajar: "Iba a ir a Afganistán con Against the Compass en otoño, pero todavía no me han dado los días de vacaciones en el trabajo. Los terroristas lo que siembran es terror y si no viajas a Afganistán por ese miedo, al final ganan ellos. Si puedo, iré a Afganistán, no tengo ninguna duda".