viernes, 24 de mayo de 2024

Un estudio pidió a 200.000 personas que dijeran un número al azar entre el 1 y el 100: los resultados son sorprendentes



Fuente: TikTok



Los resultados de esta curiosa encuesta revelan datos muy interesantes sobre los sesgos que tenemos cuando hablamos de algo aleatorio




Un reciente estudio solicitó a 200.000 personas que eligieran un número al azar entre el 1 y el 100. Los resultados han revelado tendencias sorprendentes en la percepción de la aleatoriedad. A pesar de la amplia gama de opciones, determinados números se repetían con una frecuencia notable, lo que sugiere que nuestras elecciones no son tan aleatorias como podríamos pensar.

La investigación, descrita como la "encuesta de números aleatorios más extensa realizada hasta la fecha", obtuvo una distribución de los números en las respuestas que, mientras llegaban a las 200.000, se mantuvo extrañamente constante, lo que indica una inclinación global hacia ciertos números que son percibidos como más aleatorios que otros.



Números que desafían la aleatoriedad

Los resultados destacaron especialmente la recurrencia de los números "73" y "37". Estos números parecían ser considerados más aleatorios que el resto, lo que podría atribuirse a influencias culturales que los asocian con la suerte o la rareza.

Cuando se pidió a los participantes que escogieran un número que creían que otros también seleccionarían, se observó una tendencia a evitar los extremos y a concentrarse en un rango medio. Este fenómeno refleja una búsqueda de normalidad y tipicidad en las elecciones, lo que sugiere una percepción sesgada de la aleatoriedad. Otro detalle que confirma lo anterior es que los números acabados en 0 eran los menos frecuentes, probablemente por la creencia también sesgada de que esos números no son lo suficientemente “azarosos”.


Implicaciones de los patrones encontrados

Según los organizadores del estudio, estos patrones en la selección de números indican que la inversión en la percepción de la aleatoriedad no es aleatoria en absoluto. La consistencia observada podría tener implicaciones en diversos campos, desde la psicología hasta el diseño de algoritmos de seguridad y juegos de azar.

Este descubrimiento no solo provoca reflexiones sobre nuestra comprensión de lo aleatorio, sino que también podría influir en cómo diseñamos sistemas que dependen de la selección aleatoria. La investigación pone de manifiesto que, incluso en nuestras elecciones más espontáneas, existe una uniformidad que conecta a las personas a nivel global, revelando patrones comunes en la diversidad de nuestro pensamiento.



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