- Se trata de un símbolo de origen celta, con gran importancia en zonas como Galicia
Entre las diferentes simbologías que se pueden encontrar ampliamente tatuadas en el cuerpo de muchas personas, todas ellas iguales o, por lo menos, parecidas, se encuentra un símbolo que parece una mezcla entre tribal y estrella de tres puntas con simetría rotacional, del que mucha gente no conoce su significado, que tiene mucha historia. Se trata del triscelio, también conocido como trisquel o tríscele.
Este símbolo que se puede ver en la siguiente imagen, que se representa como un signo de tres puntas, a modo de estrella rotacional, como unas espirales entrelazadas, que tienen un punto céntrico común, es de origen celta, por lo que está íntimamente ligado con cinco territorios europeos: Bretaña, Isla de Man, Galicia, Asturias y Sicilia.
En cada una de estas zonas, los trisceles están representados de diferentes maneras. Por ejemplo, tanto en Galicia como en Asturias se representan mediante tres medias lunas que giran sobre un mismo punto, mientras que en Sicilia el signo se dibuja con una medusa en el punto céntrico y, en el caso de la Isla de Man, con tres piernas que se unen justo en la ingle.
Uno de los símbolos celtas
¿Por qué la gente se tatúa este símbolo? ¿Qué quiere decir o qué significa el triscelio? Pues bien, para la cultura celta, el número 3 era una cifra sagrada, que tenía conexión con diferentes elementos mitológicos o de la propia naturaleza.
Por ejemplo, las tres puntas del triscelio pueden representar:
- El nacimiento, la vida y la muerte
- El cuerpo, la mente y el espíritu
- El cielo, el mar y la tierra
- El pasado, el presente y el futuro
Para los celtas, el año se dividía en tres estaciones (primavera, verano e invierno), que están relacionados con la triplicación de la diosa de la fertilidad, por lo que este símbolo representa a la propia diosa, al igual que con otros elementos de la naturaleza, como las tres fases consideradas de la Luna (llena, menguante y creciente).
De este modo, el trisquel representa la evolución, el crecimiento, el equilibrio entre cuerpo, mente y espíritu, el aprendizaje, y ya en la pasada cultura se utilizaba como símbolo talismán, aunque por entonces solo los druidas podían portar el trisquel.
Tal es su importancia en las antiguas culturas, que se han encontrado vestigios de trísqueles grabados en piedra en toda la zona norte española, sobre todo en Asturias y Galicia, aunque también en Navarra, Cantabria y País Vasco.