lunes, 17 de junio de 2019

Así se diseñan los coches de Ferrari en Maranello

Resultado de imagen de ferrari


Imagen relacionada

Imagen relacionada


Entramos en el nuevo centro de diseño de la marca del "cavallino" en Maranello. Con una arquitectura que protege de miradas curiosas y bajo la dirección de Flavio Manzoni, allí se proyectan bajo estricta confidencialidad los deportivos del futuro. El último, un híbrido enchufable.

El nuevo Centro Stile de Ferrari agrupa por primera vez a todos los departamentos dedicados a esta actividad en una única sede. Está ubicada en el corazón del histórico complejo industrial de Maranello (Módena, Italia), unos 250.000 metros cuadrados donde se fabrican todos los modelos de la marca del cavallino desde 1947. El nuevo edificio llama la atención por la estructura que lo rodea, una especie de cesta de metal que aísla sus 5.600 metros cúbicos de miradas indiscretas. Una llamativa arquitectura que se codea con otras presentes en este recinto industrial con la firma de algunos de los más famosos arquitectos como Renzo Piano, Marco Visconti o Jean Nouvel.

Para esta nueva construcción, la empresa tenía en casa al arquitecto. Flavio Manzoni (Nuoro, Cerdeña, 7 de enero de 1965), jefe de diseño de Ferrari desde 2010, se licenció en arquitectura en Florencia con la especialización de diseño industrial y una tesis sobre Lancia que orientó su carrera profesional. "Desde niño era un apasionado del automóvil, pero también muy ecléctico. Mi padre me transmitió su pasión por la arquitectura, el arte, la música y el dibujo. Incluso el primer año de trabajo en Lancia seguía haciendo por la noche proyectos de arquitectura", confiesa Manzoni en su despacho del edificio en el que ha podido concentrar algunas de sus pasiones. Su oficina no es muy grande y está inundada de revistas, libros, maquetas de coches y algunas piezas de su colección de diseño industrial italiano de los años 70. En la mesa se acumulan dibujos y lápices.


Fachada del nuevo Centro Stile diseñado por Flavio Manzoni; aparcado, un Portofino, también obra suya.


El ADN de la marca

El origen de este centro se remonta al desembarco de Manzoni en Ferrari. "Llegué con el reto de crear un equipo de diseño casi desde cero. Por razones históricas, la colaboración con los carroceros siempre fue la base del trabajo de los GT. El objetivo de Enzo Ferrari era la competición, pero tenía que vender coches para financiar las carreras y recurría a los Pininfarina, Zagato, Bertone... Así que llegamos al siglo XXI siendo la única empresa del mundo sin departamento de diseño. Pero los proyectos modernos son muy complejos y ya no se puede separar la técnica de la forma. Además hay que proteger y desarrollar el ADN de la firma". Factor importante si consideramos que el último informe de la consultora Brand Finance Global 500 sitúa al fabricante italiano como la marca más fuerte del mundo por delante de McDonald's, Coca-Cola, Lego y Disney.




El despacho de Manzoni está lleno de libros, maquetas y piezas de su colección de diseño, como la silla o el teléfono blanco sobre la repisa. La silla se llama Poltrona (Fisiológica) de Pio Manzù. Está inspirada en los asientos del Fiat 127 que él diseñó.

Tras crear el equipo con un centenar de profesionales jóvenes, de diferentes países y capaces de cubrir todo el proceso, el problema era que estaban dispersos en tres edificios. "Era dificilísimo trabajar en espacios diferentes intentando crear la máxima sinergia y simbiosis", explica el director. Hasta que en enero de 2016 Sergio Marchione (presidente de Ferrari desde septiembre de 2014 hasta su muerte en julio de 2018) dio luz verde al Centro Stile. Flavio Manzoni y un pequeño grupo de colaboradores empezaron a definir un proyecto que combinase la funcionalidad con el arte. El elemento escultórico del edificio surgió de la necesidad de estar protegidos de las miradas externas. "Este trabajo es muy sensible y la confidencialidad es importantísima, el filtro se convirtió en el elemento que nos permitió darle una forma escultural en la que superficies cóncavas y convexas se insertan y crean líneas muy precisas", desvela.

Lo curioso es que cuando tuvieron que empezar a trabajar con estudios de arquitectura para hacer realidad el proyecto tuvieron problemas de lenguaje. "Nosotros hablábamos de tensiones, de aceleración de las superficies, palabras que no están en el vocabulario de un arquitecto", ironiza Manzoni. Sin embargo el resultado consigue transmitir el dinamismo, la aceleración y la belleza del capó de un Ferrari. Manzoni confiesa que fue un trabajo apasionante pero difícil, que absorbió el poco tiempo libre que tenía. Desde su llegada el equipo que dirige ha dibujado el premiado LaFerrari; el F12, sucesor del 599; el Portofino; el FXX K, el Ferrari más potente de todos los tiempos; o el Monza, el primer concepto barqueta del siglo XXI, sin parabrisas ni techo.


Vista del centro de logística de F1, proyectado por Luigi Sturchio.

Para abordar esta tarea Manzoni contaba con una larga e intensa experiencia. Tras seis años en Lancia, se fue a Seat como jefe de diseño de interiores; suyos son el Altea, el León y algunos prototipos. En 2001 regresó a Lancia y tres años después asumió la dirección del Centro Stile de Fiat y participó en el diseño del nuevo 500. En 2006 fichó por Audi y unos meses después se incorporó al centro de diseño del Grupo Volkswagen donde trabajó en el Scirocco y el Golf VI.


¿Cómo se diseña un Ferrari?

La pregunta parece inevitable. El director de diseño enumera: "Tiene que contar con tres características fundamentales: innovación tecnológica, placer de conducción y belleza. A diferencia de las marcas alemanas, cada proyecto es un capítulo nuevo, que empieza con características técnicas y objetivos diferentes. No tiene sentido una forma que se repita. Al mismo tiempo tenemos que pensar en algo que sea coherente, tiene que parecer inmediatamente un Ferrari, incluso sin el cavallino. Sin olvidar la estela de la tradición. Ferrari es, como decía Renzo Piano, la prudencia de la tradición y el coraje de la innovación", concluye su reflexión Manzoni.

Hay quien a día de hoy, con las exigencias de globalización, seguridad, emisiones..., se pregunta si se pueden seguir haciendo automóviles bellos. "Los productos masivos han perdido esa cubierta estética que, por suerte, en Ferrari mantenemos y buscamos cada día. Pero esto tiene que ver con factores que a menudo determinan una pésima calidad del diseño: las homologaciones, las modas, las exigencias de distinguirse... Eso no es diseño, no es belleza, es extrañeza. Así es difícil crear innovación y una belleza que en el pasado eran más frecuentes". Se diría que es un efecto más de la globalización. "Antes el diseño italiano se distinguía porque era verdaderamente único, completamente diferente del alemán o el francés. Al abrirse a todo el mundo se ha generado un efecto de homologación. A lo que se suma el hecho de usar la misma plataforma para hacer productos muy diversos que, obviamente, crea el efecto de que son todos iguales".

¿Cómo conceptualiza la belleza un diseñador que hace coches? "Nosotros la entendemos como una cualidad, incluso artística, del objeto. Lo difícil es partir de un proyecto técnicamente muy complejo y conseguir darle una forma muy sensual, artística, hacer una escultura dinámica. Para poder hacer esto, mis colaboradores y yo debemos antes entender el proyecto y luego conseguir integrar en una forma coherente todos los requisitos". Manzoni y su equipo están estos meses trabajando sin descanso a cuenta del lanzamiento de su último diseño, el SP90 Stradale, un híbrido enchufable que avanza el futuro de la marca, y varios proyectos más. Mientras tanto, en su tiempo libre, el hombre que pinta el futuro de Ferrari intenta "hacer arte puro, no aplicado, sobre todo escultura".




Arquitectura industrial


El Centro Stile de Ferrari en Maranello completa un proyecto que se inició en 1997 y se bautizó como Formula Uomo (un juego de palabras con la F1 y la humanización del trabajo). Los edificios industriales de los años 40 necesitaban una transformación y encargaron los proyectos a arquitectos reconocidos. Ese mismo año se inauguró la Galleria del Vento, diseñada por Renzo Piano (a la izquierda en la imagen inferior, una vista del complejo); en 2001 Marco Visconti realizó la Officina Meccanica, donde se elaboran piezas de motores; y en 2002 Luigi Sturchio, un edificio logístico. En 2004 Marco Visconti firmó la nueva Verniciatura (pintura) y en 2008 un espectacular restaurante. El edificio de montaje de dos pisos es obra del francés Jean Nouvel, premio Pritzker, hace una década.


Los Ferrari de Manzoni


Innovación tecnológica, placer en la conducción y estética. Son las tres directrices sobre las que el equipo dirigido por Flavio Manzoni trabaja en el Centro Stile de Maranello. Frente a la estandarización de los modelos para consumo masivo, el creativo defiende el estilo italiano y huye de las ocurrencias por el mero hecho de hacer algo diferente. Fiel al ADN de la marca, los automóviles que llevan su firma transmiten dinamismo y aceleración. Estos son los más destacados:


SF90 Stradale. Diseño futurista y aerodinámico para el primer híbrido enchufable que acaba de presentar la marca. Combina un motor V8 de 780 caballos con tres eléctricos con los que alcanza los 1.000.


Ferrari 488 Spider. Versión del 488 GTB y el V8 descapotable más potente: desarrolla 670 caballos. Lanzado en 2015, con el premio al mejor coche de su categoría en los Sport Auto Awards. 264.000 euros aprox.


Ferrari J50. Solo se fabricaron 10 unidades de este modelo en 2016 para conmemorar los 50 años de presencia de la marca en Japón. Recibió el premio Red Dot Best of the Best.


FXX-K. Data de 2015 y tuvo una evolución en 2017 con el paquete Evo, que lo hace aún más radical. Homologado solo para carreras, lleva un motor V12 de 1.050 caballos. Desde 2,5 millones de euros.


Ferrari Portofino. En 2018 llegó el sustituto del California, un elegante cuatro plazas con techo rígido. El motor es un V8 de 600 caballos. Desde 219.800 euros.


La Ferrari. Se le considera el sustituto del Enzo y fue el primer híbrido de la marca en 2016. Incluye un sistema Kers, heredado de la F1, que incrementa puntualmente su potencia hasta 963 caballos. Desde 2,3 millones de euros.



ANA MONTENEGRO
14 JUN. 2019 - 15:59
http://www.expansion.com/fueradeserie/motor/2019/06/14/5cfe4df3468aeb1c4e8b4677.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.