jueves, 27 de junio de 2019

Las ‘superdrogas’ que los soldados ingerían durante la Segunda Guerra Mundial

Las ‘superdrogas’ que los soldados ingerían durante la Segunda Guerra Mundial

El 23 de octubre de 1940, en plena Segunda Guerra Mundial, el dirigente nazi Heinrich Himmler, el primero a la izquierda, viajó a Barcelona (Carlos Pérez de Rozas)


Un documental desvela los estupefacientes que se daban a los soldados para realizar acciones que probablemente no harían en condiciones normales


Como ocurre en cualquier guerra, las batallas en la Segunda Guerra Mundial podían durar días, semanas o incluso meses. Por eso, los soldados debían de estar alerta casi las 24 horas del día si no querían ser derribados. Pero, ¿cómo era posible permanecer tantas horas en vilo sin que el cansancio haga apenas mella? La respuesta parece clara: las drogas.
El documental Secretos de la Muerte: Drogas de la Segunda Guerra Mundial, que se emitirá este martes a través del canal estadounidense PBS, destapa cómo los oficiales médicos de ambos lados distribuyeron algunos estimulantes para mantener a los soldados despiertos y para permitir a las tropas que desempeñaran acciones que probablemente no harían en condiciones normales.

La PBS emitirá este martes el documental ‘Secretos de la Muerte: Drogas de la Segunda Guerra Mundial’

Así, durante la década de los 40, las tropas nazis suministraban a los suyos de forma generosa una metanfetamina llamada Pervitin. Los estadounidenses y los británicos no estaban exentos de esta práctica, pues ellos contaban con la ayuda de otra droga, Benzedrine. Está última, incrementaba la agresividad y la confianza. Con ellas, los soldados podían estar hasta 10 días combatiendo sin dormir.
“Te impide dormir, pero no evita que te sientas fatigado. Tu cuerpo no tiene ninguna posibilidad de recuperarse de la fatiga que está sufriendo, por lo que llega un momento en el que sales de la droga y simplemente te colapsas, no puedes funcionar”, explicaba Holland en el informe.

Te impide dormir, pero no evita que te sientas fatigado. Tu cuerpo no tiene ninguna posibilidad de recuperarse de la fatiga que está sufriendo”

La mayoría de los oficiales que repartían estas drogas, desconocían el daño posterior y los efectos secundarios que causarían en los militares. No se tenían los mismos conocimientos que actualmente sobre estos estupefacientes y, además, existía cierta literatura científica a favor de ellos. Algunos de ellos, llegaron a comercializarse antes de la contienda como “estimulantes recreativos”.
La Oficina de Guerra británica creó un estudio, recogido en 2011 por el historiador Nicolas Rasmussen en The Journal of Interdisciplinary History, en el que se revela que sólo durante los tres meses que duró el ataque sin descanso de los bombarderos alemanes sobre el Reino Unido entre abril y junio de 1940, más conocido como Blitzkrieg, se enviaron 35 millones de tabletas de Pervitin al frente.

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