lunes, 1 de febrero de 2016

África se engancha al móvil

  • África se engancha al móvil
  • Dos mundos. Un masai habla con su móvil mientras vigila el ganado en la sabana. Kenia es uno de los países africanos donde el móvil se ha implantado más (Joseph Van Os - Getty)
  • Las nuevas tecnologías y la conexión a internet revolucionan el continente


En cuánto ve el smartphone, Stevie se lanza a degüello. “¿¡Me dejas hacer unas fotos!?”, pregunta. Lo sostiene en sus manos finas de niño de diez años, saca su cabeza rapada y su cuerpo menudo por la puerta de la chabola y apunta al mar de tejados de zinc de Kibera, uno de los barrios más humildes de Nairobi. Clic, clic, clic. De vez en cuando, desliza el dedo por la pantalla para ver cómo han quedado las fotos. Sabe cómo usarlo.
Stevie aún no tiene móvil propio, pero no tardará en tener uno y estar conectado a internet. Porque le fascina y porque hacia allí va todo el continente: África Subsahariana es la región del mundo donde más crece la penetración del móvil. En cuatro años, sus 329 millones de suscriptores únicos serán 504 millones. Pero no sólo es una cuestión de cantidad; el cambio viene de cómo los africanos usan el móvil. En un continente con carencias de infraestructuras, cobertura de teléfono o internet, e incluso de red bancaria, donde muchos no se pueden permitir un ordenador, el móvil se ha convertido en la puerta a un mundo digital lleno de posibilidades.
Nicolai D’Elia, el director de Airbnb en África, la plataforma de internet donde particulares alquilan sus casas por días, señaló el año pasado que el boom tecnológico en tierras africanas ha convertido al continente en objetivo prioritario para su empresa. “África es definitivamente una parte clave de nuestra nueva fase de crecimiento. Este es un mercado con 54 países y más de mil millones de personas, y con previsiones de crecimiento mayores que en casi todas las otras regiones del mundo”.
Sólo en Kenia hay más de 1.400 ofertas de apartamentos y habitaciones en Airbnb, el doble que hace un año. Según cifras de la compañía, que señala a Sudáfrica y Kenia como los dos países punteros, el número de usuarios de Airbnb en suelo africano ha crecido un 145% en doce meses y la cifra de viajeros africanos se ha triplicado en el mismo periodo.
Otros negocios ligados a la red móvil, como aplicaciones para pedir transportes, comida, consumir ocio o para comunicarse, no paran de crecer en tierras africanas.
Facebook, que el pasado junio abrió su primera sede africana en Johannesburo, señaló a Sudáfrica (19 millones de usuarios), Nigeria (15 millones) y Kenia (4,5 millones) como los países que más se conectan a su portal; pero subrayó también el cómo: más del 95% lo hace desde sus teléfonos. “El móvil no es una tendencia; es la adopción más rápida de tecnología punta en la historia de la comunicación”, apunta Nunu Ntshingila, responsable de la compañía en África.
En cuatro años, los 329 millones de suscriptores únicos serán 504 millones
En su estudio La revolución móvil de África, el consultor keniano Mark Kaigwa, experto en tecnología, mira hacia los bolsillos africanos para encontrar la raíz del terremoto que está ocurriendo: “En algunas zonas, hay más africanos con acceso a teléfono móvil que con acceso a electricidad”, escribe. Y desde esos teléfonos, los africanos cada vez se conectan más a internet.
Según el GSMA, asociación de operadores móviles y empresas, en el año 2019 el tráfico de datos en África Subsahariana se habrá multiplicado por veinte, el doble del crecimiento en el resto del mundo y estará sólo por detrás de la región de Asia-Pacífico en conexiones 3G.
Como el mercado se ha adaptado al bolsillo africano —el coste de un smartphone en África ronda entre 20 y 40 euros de media, a años luz de los precios europeos—, el boom de los teléfonos inteligentes conectados a la red ya es imparable: los 160 millones de smartphones del 2015 serán 540 millones en el 2020. Casi la mitad de la población del continente estará conectada a través de su teléfono, especialmente en seis países: Nigeria, Sudáfrica, Tanzania, Etiopía, Kenia y la República Democrática del Congo tendrán la mitad de los suscriptores de móvil de toda el África subsahariana.
Por eso, la pregunta de Divinah ya no sorprende. “¿Quieres pagar en efectivo, con tarjeta o con el móvil?”, dice cuando este periodista le pide la cuenta en el restaurante Under the Radar, del barrio keniano de Kilimani. En una esquina del local, hay un cartel que indica el número de cuenta M-Pesa, la plataforma keniana que permite hacer pagos o enviar y recibir dinero con el móvil.
En una década, el sistema de banca móvil ha cambiado la forma de pagar en Kenia: ya hay más de 28 millones de usuarios en el país, más del 60% de la población.
En cualquier rincón de Kenia es posible pagar con este sistema las tasas de la escuela, cuentas de restaurantes, facturas del médico o enviar dinero a familiares.
El triunfo del invento radica en su target: el porcentaje de usuarios de M-Pesa que viven con menos de un euro al día y, por tanto, tienen dificultades para acceder a cuentas bancarias o productos financieros, pasó del 20% en 2008 al 72% en el 2011.
Para Divinah, M-Pesa ha llegado para quedarse. “Casi todos lo usan; incluso en las zonas rurales es popular; es una manera de no tener que ir con dinero en efectivo y sirve para pagar casi cualquier cosa. Es un invento genial”, dice.

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