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Bush y Musharraf pactaron en 2001 que los militares estadounidenses podrían intervenir si el líder de Al Qaeda estaba en su país.
El permiso para matar a Bin Laden en suelo paquistaní existía desde hace diez años. Más concretamente desde que el líder de Al Qaeda consiguió escapar del Ejército de EEUU en 2001 en las montañas de Tora Bora. Eso es lo que pactaron el expresidente de EEUU Geroge Bush y el general Pervez Musharraf, entonces líder del Gobierno paquistaní.
El acuerdo, según informa este martes el diario The Guardian, permitía que las fuerzas estadounidenses llevaran a cabo cualquier tipo de acción militar unilateral contra Bin Laden y Ayman al Zauahiri (el número dos de la organización terrorista) y además establecía que Pakistán podría condenar la acción en público.
"Había un acuerdo entre Bush y Musharraf por el que si sabíamos donde estaba Osama, podíamos ir a por él", dijo un antiguo oficial estadounidense al periódico. La misma fuente explicó que "los paquistaníes podían gritar y llorar todo lo que quisieran después, pero no nos pondrían trabas".
Tras la salida de Musharraf y Bush es posible que el acuerdo quedara anulado, pero por cómo se han desarrollado los acontecimientos desde que la semana pasada los Navy Seals irrumpieran en Abbottabad para matar a Bin Laden, parece que era lo que más convenía a Pakistán. A las autoridades de Islamabad les interesaba que el líder de Al Qaeda desapreciera, pero también tenían que mostrar algún tipo de sorpresa y crítica por la operación para no calentar el explosivo clima que vive el país.
La sensación de indignación
El nuevo primer ministro paquistaní,Yusuf Raza Gilani ha seguido a rajatabla el guión. Un cable revelado por WikiLeaks, informaba de una conversación entre Gilani y un oficial estadounidense en el que daba el visto bueno al uso de los aviones no tripulados contra supuestos objetivos terroristas, pero se reservaba el derecho a quejarse de ello ante el Parlamento: "Me da igual lo que hagan siempre que se dirijan contra la gente correcta. Nosotros protestaremos ante la Asamblea Nacional y luego lo ignoraremos todo".
Ayer, ante el Parlamento, Gilani calificó la operación como "una violación de nuestra soberanía", pero inmediatamente después habló de la relación estratégica que les une con EEUU en la lucha antiterrorista.
El principal problema para el Gobierno de Islamabad no era la operación en sí, sino el hecho de que Bin Laden estuviera en Pakistán y las consecuencias que ello podría conllevar. Los tonos en los últimos días tras la tensión de la semana pasada parecen haber cambiado. Gilani calificó de "absurdo" las informaciones que indican a que la Inteligencia paquistaní permitió al líder de Al Qaeda ocultarse en Abbotabad durante años.
Y el domingo, el presidente de EEUU, Barck Obama, pidió una investigación independiente, que Gilani ofreció llevar a cabo ayer.
From PÚBLICO.ES Londres 10/05/2011
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