Foto from finanzzas.com
La mejor manera que tiene una empresa de extinguirse es no moverse, ni identificar una amenaza conforme se acerca.
La tecnología e internet se están convirtiendo en una amenaza para muchos sectores y negocios porque no están sabiendo aprovechar la oportunidad de usarla. El caso de la prensa, la música, el cine o la televisión es el eterno paradigma. La eliminación de los soportes clásicos como forma de distribución de los contenidos ha puesto contra las cuerdas a sus respectivas industrias por oponerse al cambio tecnológico.
Ya es tarde para que muchas empresas afronten la reconversión tecnológica. Sin embargo, todavía es pronto para otros muchos servicios, por ejemplo, la banca.La industria financiera, pese a jactarse de ser pionera en tecnología -que lo es-, ha dejado de estar en cabeza. La mejor muestra es la entrada definitiva en su territorio de un jugador como Google, el rey en la gestión y orden de la información, que acaba de dar un paso definitvo para poner en jaque a la industria de servicios financieros con su sistema de pago por móvil en comercios. Y ahora muchos se preguntarán, ¿es para tanto?
Sólo se puede responder sí o sí. El mercado potencial que acaba de abrir es tan grande como la penetración que tiene el móvil en la sociedad en que vivimos. Sólo en el primer trimestre de 2011 se vendieron 36 millones de teléfonos que operan bajo Android, el software para móvil, que acogerá la aplicación móvil denominada Google Wallett. En tres meses un población equivalente a un gran país europeo podría usar el nuevo sistema. Por el momento, la tecnológica restringirá el uso de esta aplicación a su teléfono Nexus S4G, en EEUU y con la operadora Sprint. Pero no tardará demasiado en extenderlo a otros países.
Google ha escogido dos socios y aliados intachables dentro de la industria: Citigroup y Mastercard. Recientemente, el buscador realizó un movimiento muy inesperado: emitir deuda (3.000 millones a 3, 5 y 10 años) pese a que cuenta, digamos, con 35.000 millones de dólares disponibles en su caja. Las interpretaciones al respecto no han quedado demasiado claras. Oficialmente lo hacen porque como van a subir los tipos de interés en EEUU es un buen momento para captar financiación barata. Otra versión más especulativa es que pueden realizar una operación de compra tan grande que no le llega con 35.000 millones y tiene que recurrir a la deuda.
Quizá la posibilidad más sencilla es que la compañía fundada por Larry Page y Serguei Brin quiera adentrarse un poco más en el mundillo financiero. De hecho, desde que emitió deuda hace un par de semanas, tiene ya su propio rating de AA-, un sello de alta solvencia que le permitirá granjearse la confianza para gestionar también los pagos de los millones de usuarios que guardan en sus productos su información personal. Este es precisamente el negocio al que se han dedicado los bancos durante las últimas décadas: gestionar gigantescas bases de datos de clientes y números. ¿Alguién sabe hacerlo mejor que Google o cualquier otra gran tecnológica como Microsoft, Apple o la líder en pagos digitales, PayPal (eBay)?
La mayoría del dinero está almacenado en bits y el efectivo en circulación se ha convertido en una pequeña parte del sistema financiero. Porque todo está informatizado. Quienes no operan por internet o móvil, la mayoría, acuden a una oficina bancaria para que sea el empleado de la sucursal el que lo haga por ellos. Pero la brecha digital en el uso de la banca móvil se acortará cuando la mayoría de servicios estén disponibles en el móvil. Los pagos en comercios con terminales individuales sustituirán progresivamente a las tarjetas de crédito e irán de la mano también de las cuentas corrientes, nóminas, depósitos e, incluso, las hipotecas.
La mayoría del dinero está almacenado en bits y el efectivo en circulación se ha convertido en una pequeña parte del sistema financiero. Porque todo está informatizado. Quienes no operan por internet o móvil, la mayoría, acuden a una oficina bancaria para que sea el empleado de la sucursal el que lo haga por ellos. Pero la brecha digital en el uso de la banca móvil se acortará cuando la mayoría de servicios estén disponibles en el móvil. Los pagos en comercios con terminales individuales sustituirán progresivamente a las tarjetas de crédito e irán de la mano también de las cuentas corrientes, nóminas, depósitos e, incluso, las hipotecas.
Veteranos banqueros como Francisco González, presidente de BBVA, han destinado parte de los recursos y esfuerzos de la entidad a impulsar el concepto de bancos de la información. En sus propias palabras en 2009, en el futuro, "el cliente ya no verá un banco convencional; interactuará con una gran plataforma que integre el mundo ‘real’ y el ‘virtual". Vivimos tiempos de cambio acelerado. Si en 2008 desapareció el concepto de broker sin banca comercial tras la caída de Lehman o en el periodo 2010 y 2011 casi definitivamente desaparecen las singulares cajas de ahorro. ¿Y el concepto de banco?
Esta semana se presentó en Madrid la Guía del Comercio Móvil 2011 de SyBase. Aunque no estuvo presente, en palabras de su consejero delegado, John Chen, que encabeza el informe, el móvil desplegará pronto la nueva corriente dominante del comercio electrónico... Será móvil, será mCommerce. "¿Recuerdas cuando un teléfono móvil sólo hacía una cosa: permitirte hablar con alguien? En la actualidad, los móviles personales son la fuerza detrás de una mezcla fascinante de servicios de mCommerce que causan cambios financieros y sociales en todo el mundo".
Por R. J. Lapetra from Cotizalia.com 28/05/2011
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