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Huguette Clark, con una fortuna de 500 millones de dólares, se codeó entre la alta sociedad neoyorquina con prominentes familias del momento como los Rockefeller.
Poco se conocía de ella. Era todo un misterio. Pero era la heredera de una de las mayores fortunas de EE.UU. Ahí es nada, porque la vida de la multimillonaria Huguette Clark era todo lujo. Sin embargo, muchos se preguntaban "¿quién era realmente?, ¿de quién se trataba? ¿Cómo era?" Bien podría inspirar el argumento de una película.
La misteriosa mujer falleció a los 104 años en un hospital de Nueva York donde ella misma se recluyó hace años, aunque el contacto con el mundo exterior ya lo había cortado hace ocho décadas. Era muy extraña. Nunca había pasado la noche en una de sus mansiones, en Connecticut, valorada en 24 millones de dólares y que había adquirido en el año 1954.
"La muerte de la señora Clark es una triste noticia para todo el que la quiso y respetó a lo largo de los años. Murió como quiso, con dignidad y privacidad. Vamos a tratar de seguir respetando su deseo de privacidad", dijo su abogado Michael McKeon.
Esta mujer, que se codeó entre la alta sociedad neoyorquina con prominentes familias del momento como los Rockefeller, los Astor y los Guggenheim, se casó a los 22 años y tras un breve matrimonio decidió encerrarse en una gran mansión de la Quinta Avenida de Manhattan con vistas a Central Park plagada de obras de arte. Previamente, había vivido en una mansión de 121 habitaciones construida por su padre y rodeada de obras de Donatello, Rubens y Degas, entre otros, recuerda el diario "The New York Times".
Durante las dos décadas que pasó recluida pese a no tener problemas graves de salud en el hospital neoyorquino donde falleció, la mujer vivió rodeada de muñecas antiguas y prácticamente nunca recibía visitas, informa "The Wall Street Journal".
Dudas sobre la gestión de su fortuna
La vida de esta rica heredera había pasado muy inadvertida hasta que el año pasado el canal MSNBC contó su historia y puso en duda si su fortuna, valorada en más de 500 millones de dólares (unos 360 millones de euros), estaba siendo bien gestionada por sus abogados.
La Fiscalía de Manhattan mantiene una investigación al respecto a petición de sus familiares, a los que Clark se negaba a recibir, según el "Daily News", que asegura que incluso estaba registrada en el hospital con un nombre falso. El apartamento que Clark tenía en la Quinta Avenida era considerado el mayor de esa conocida calle y se suma a otra mansión valorada en 71 millones de euros que tenía en California y a una propiedad de 17 millones que poseía en Connecticut. La misteriosa mujer -hija de uno de los "reyes del cobre" del siglo XIX y que llegó a ser el segundo hombre más rico de EEUU- jamás vivió en las viviendas que tenía fuera de Nueva York.
Clark se casó en 1928 con un hombre que procedía de una familia con cierto reconocimiento social, aunque "los artículos de cotilleo (de la época) comentaban que ella valía millones, mientras que él era un empleado de Wall Street que ganaba 30 dólares (21 euros) a la semana", apunta "The Wall Street Journal". A los dos años se divorció y abandonó toda vida pública. Ahora, con su muerte y sin herederos, deja una fortuna de 500 millones de dólares.
From ABC / MADRID 26/05/2011
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