viernes, 15 de agosto de 2025

La nueva fiebre de Silicon Valley tiene que ver con bebés prodigiosos: nace la industria de test genéticos para cribar embriones

 

Alamy.


En Silicon Valley, la nueva fiebre ya no es por la próxima gran startup, sino por la búsqueda de bebés prodigios con un elevado coeficiente intelectual. Startups genéticas prometen seleccionar embriones con más potencial cognitivo, padres tech de alto poder adquisitivo pagan hasta 50.000 dólares por estos servicios y las clínicas de fertilidad se han convertido en el nuevo laboratorio de la innovación.

Tsvi Benson-Tilsen es matemático y dedicó siete años a investigar cómo evitar que una inteligencia artificial avanzada acabara con la humanidad… hasta que llegó a la conclusión de que, al menos por ahora, es imposible. Lejos de rendirse, ha puesto su brillantez al servicio de otra misión: impulsar tecnologías punteras para crear humanos más inteligentes, capaces de salvarnos a todos. "Mi intuición es que es una de nuestras mejores esperanzas", afirma el cofundador del Berkeley Genomics Project, una organización sin ánimo de lucro que impulsa este campo. No es ciencia ficción, sino Silicon Valley, donde la carrera por criar bebés más inteligentes está en plena ebullición.

Los futuros padres en Silicon Valley llegan a pagar hasta 50.000 dólares por nuevos servicios de pruebas genéticas que prometen evaluar embriones en función de su coeficiente intelectual, publica The Wall Street Journal. Futuristas tecnológicos como Elon Musk animan a que las personas con gran capacidad intelectual tengan más hijos, mientras que agencias de búsqueda de pareja de alto nivel ponen en contacto a ejecutivos del sector con parejas brillantes, en parte para tener descendencia igualmente brillante. "Ahora mismo tengo uno, dos, tres directores generales del sector tecnológico, y todos prefieren gente de la Ivy League", afirma Jennifer Donnelly, una casamentera de élite que cobra hasta 500.000 dólares.

La Ivy League es un término que puede pasar desapercibido. Originalmente, en los años 50, el término nació como una liga deportiva universitaria, que incluía las principales universidades de EEUU, pero evolucionó como sinónimo de élite académica y social. En el artículo, cuando dicen que los directivos tech prefieren gente de la Ivy League, significa que buscan parejas que hayan estudiado en estas universidades, porque las asocian con inteligencia, éxito profesional y estatus.

Optimización genética

Esta nueva fascinación de Silicon Valley por lo que algunos llaman "optimización genética" refleja las creencias más profundas de Silicon Valley sobre el mérito y el éxito.

"Creo que tienen la percepción de que son inteligentes, que han tenido éxito, y que están donde están porque tienen 'buenos genes'", explica Sasha Gusev, genetista estadístico de la Escuela de Medicina de Harvard. "Y ahora piensan que pueden aplicar lo mismo a sus hijos", dice. Este creciente "fetichismo" por el cociente intelectual ha encendido el debate y ha alertado al mundo científico si son éticos los nuevos servicios de cribado genético. "¿Es justo? Es algo que preocupa a mucha gente", afirma Hank Greely, director del Center for Law and the Biosciences en la Universidad de Stanford. "Es un gran argumento para una novela de ciencia ficción: los ricos crean una supercasta genética que se impone sobre todos los demás, que quedamos como proletarios".

Sin embargo, en Silicon Valley, donde algunas guarderías de élite requieren pruebas de cociente intelectual para los niños, muchos padres no se sienten abrumados por dilemas morales al usar tecnología para discriminar embriones. "En Silicon Valley, adoran el índice de cociente intelectual y existe todo un ecosistema de personas con un patrimonio neto altísimo, que quieren utilizarlo como criterio a la hora de seleccionar el embrión", explica Stephen Hsu, cofundador de Genomic Prediction, una de las primeras empresas en ofrecer pruebas genéticas de embriones.

Técnica de fecundación in vitro. Alamy.

Las startups Nucleus Genomics y Herasight han empezado a ofrecer públicamente predicciones de cociente intelectual, basadas en pruebas genéticas, para ayudar a elegir qué embriones utilizar en la fecundación in vitro. Los precios van desde unos 6.000 dólares en Nucleus hasta 50.000 en Herasight. "No necesariamente es lo que más valoran los padres en otras partes. Hablas con padres en el resto de EEUU y… no todos quieren que su hijo sea un académico en Harvard. Algunos prefieren que sea como LeBron James" dice Hsu.

Entre quienes han recurrido a estas pruebas están Simone y Malcolm Collins, líderes del incipiente movimiento pronatalista, que promueve tener muchos hijos. Ambos trabajaron en tecnología y capital riesgo, y ya tienen cuatro hijos por fecundación in vitro. Usaron Herasight para analizar algunos de sus embriones. Simone Collins cuenta que eligieron el embrión con el que está embarazada por su bajo riesgo genético de cáncer, pero también estaban satisfechos porque figuraba "en el percentil 99 según su puntuación poligénica en probabilidad de tener una inteligencia excepcionalmente alta". "Nos pareció lo más increíble", comentó.

Si tuviéramos puntuaciones poligénicas para cosas como la perseverancia, la curiosidad o la ambición, nos interesarían mucho más

Planean llamarlo Tex Demeisen. El segundo nombre procede de la novela de ciencia ficción Surface Detail, de Iain M. Banks, en referencia al avatar de una nave de guerra conocida como Falling Outside the Normal Moral Constraints. Collins reconoce que la inteligencia alta está asociada a muchos beneficios, como mayores ingresos, pero afirma que desearía que existieran pruebas genéticas para detectar la ambición. "El 'quiero' importa mucho más que el 'puedo'", dice uno de los progenitores. "Si tuviéramos puntuaciones poligénicas para cosas como la perseverancia, la curiosidad o la ambición, nos interesarían mucho más".

Pocas parejas se someten a la costosa y complicada fecundación in vitro sin necesidad médica. Pero una pareja de ingenieros de software lo hizo voluntariamente. Querían reducir riesgos de enfermedades familiares como el Alzheimer o el cáncer, y también se interesaron por las predicciones de conciente intelectual con la esperanza de que sus hijos pudieran resolver grandes problemas globales y disfrutar de una vida intelectual plena. Se describen como "típicos en gente informática" que disfruta con la ciencia ficción, los rompecabezas lógicos y las discusiones amistosas.

Cuando recibieron los resultados de Herasight, crearon una hoja de cálculo compartida y puntuaron la importancia de cada rasgo. "¿Qué porcentaje extra de riesgo de Alzheimer compensa una reducción del 1% en el riesgo de trastorno bipolar?", se preguntaron con los cálculos de un excel. Tras intensas discusiones y cálculos complejos, elaboraron un ranking para cada embrión. El embrión con mayor puntuación total, y con el tercer cociente más alto, fue el que se convirtió en su hija.

"¿Qué tan fiables son las predicciones de CI mediante pruebas genéticas? No demasiado", responde Shai Carmi, profesor asociado en la Universidad Hebrea de Jerusalén, pionero en los modelos usados para este fin. Carmi señala que los investigadores han encontrado cierta correlación entre la capacidad cognitiva y el efecto acumulativo de miles de variantes genéticas, pero los modelos actuales explican solo entre un 5% y un 10% de las diferencias de capacidad cognitiva entre personas. Si los padres clasifican sus embriones por cienciente intelectual previsto, podrían obtener entre tres y cuatro puntos adicionales en promedio respecto a elegir al azar. "No va a convertir a tu hijo en un prodigio", asegura.

Ecografía de un bebé. Alamy.

Otros expertos advierten de consecuencias no deseadas: seleccionar por alto cociente intelectual podría aumentar a la vez el riesgo de trastornos como el espectro autista. También hay vías más tradicionales y milenarias para buscar hijos más inteligentes: educación o tener descendencia con una persona inteligente. "Probablemente sea más divertido", bromea Paula Amato, médica de fertilidad en la Universidad de Ciencias y Salud de Oregón.

El motivo más peculiar para querer bebés más inteligentes surge de un grupo de científicos informáticos de Berkeley, conocidos como racionalistas, que temen que la IA suponga un riesgo existencial para la humanidad. "Creen que una forma de lograr una IA segura es que haya humanos más inteligentes construyéndola", explica Hsu, cofundador de Genomic Prediction. "Algunos están comprometidos con un programa eugenésico a largo plazo para crear humanos más inteligentes, que sean los que logren que la IA sea segura".


¿Y si el objeto interestelar 3I/ATLAS es un test de Turing de una inteligencia superior?



(Inteligencia artificial -Max Barry/Nation States)



La trayectoria anómala del 3I/ATLAS y su velocidad lo alejan de ser un cometa al uso y pueden indicar un posible origen tecnológico. ¿Será la manera en la que una civilización interestelar testa nuestra inteligencia?



En 1949, Alan Turing concibió el juego de la imitación, una prueba de la capacidad de una máquina para mostrar inteligencia artificial equivalente a la de un ser humano. En la correspondiente Prueba de Turing, un humano interroga a un sujeto mediante una serie de preguntas y respuestas. Si el evaluador no puede distinguir una máquina de un humano, se concluye que la inteligencia artificial de la máquina ha superado la Prueba de Turing.

Se me ocurrió que un objeto interestelar con propiedades anómalas, como 3I/ATLAS, podría ser la Prueba de Turing de la inteligencia natural de la humanidad por parte de alguna inteligencia alienígena superior. Es bien conocido por cualquier viajero interestelar que hay abundantes rocas heladas en los sistemas planetarios. Estas constituyen los bloques de construcción sobrantes del proceso de formación de los planetas. Por esa razón, un alienígena podría suponer que cualquier observador inteligente en la Tierra debe estar familiarizado con las rocas espaciales, ya que impactan la Tierra con regularidad. No tan deprisa.

El físico alemán Ernst Florens Chladni fue el primero en publicar en 1794 la idea de que los meteoritos podrían ser rocas que no se originaron en la Tierra, sino en el espacio exterior. Recopiló todos los datos disponibles sobre varios meteoritos y concluyó que debían tener sus orígenes en el espacio. La comunidad científica de la época respondió con resistencia y burla. Pasó casi una década antes de que se alcanzase una aceptación general del origen de los meteoritos desde el espacio, principalmente después de que el científico francés Jean-Baptiste Biot recogiese datos y testimonios sobre la caída de miles de meteoritos en 1803 desde los cielos de L'Aigle, Francia.

Aunque inicialmente fue ridiculizada como disparatada por la comunidad científica, la noción de que existen rocas en el espacio exterior fue finalmente aceptada como verdadera. Este cambio de mentalidad es una marca de inteligencia. La ciencia es un trabajo en progreso mientras aprendemos de nuevos datos anómalos.

Avancemos hasta el 1 de julio de 2025, cuando fue descubierto el objeto interestelar 3I/ATLAS. El objeto fue inmediatamente declarado por la comunidad científica como una roca helada, un cometa. Esto es lo que generaciones de expertos en cometas aceptaron como su paradigma después de 1803. Pero seguramente también deben ser conscientes de otros desarrollos desde 1803. En 1957, el primer objeto artificial, Sputnik-1, fue lanzado, seguido por numerosos objetos tecnológicos que se unieron a la población de rocas en el espacio exterior.

Sin un análisis detallado, distinguir un objeto espacial tecnológico de una roca natural es complicado. Por ejemplo, el telescopio Pan STARRS en Hawái descubrió en 2020 un objeto etiquetado como 2020 SO que fue empujado por la presión de la radiación solar y fue posteriormente identificado como una etapa superior Centaur de un lanzamiento de la NASA en 1966 de la nave espacial Surveyor 2. De manera similar, el 2 de enero de 2025, el Centro de Planetas Menores anunció un asteroide cercano a la Tierra que fue posteriormente identificado como el coche Tesla Roadster lanzado en 2018 por SpaceX a una órbita elíptica alrededor del Sol. Este objeto cercano a la Tierra no era una roca, sino un coche. ¿Eso encendió la alarma de que los expertos en cometas y asteroides podrían confundir objetos tecnológicos interestelares con rocas? En absoluto.

Pan STARRS también descubrió el objeto interestelar anómalo, 1I/`Oumuamua, que exhibió aceleración no gravitacional que declina con el cuadrado de la distancia heliocéntrica —como si fuese empujado por la presión de la radiación solar, sin mostrar evidencia alguna de evaporación cometaria. Cuando propuse que podría ser de origen tecnológico, igual que 2020 SO, esta noción fue ridiculizada por los expertos en cometas, en un eco histórico del escrutinio de Chladni.

Esto nos lleva al último objeto interestelar, 3I/ATLAS. La imagen del Telescopio Espacial Hubble de 3I/ATLAS muestra un resplandor delante del objeto, pero no una cola cometaria prominente detrás de él, como es el caso de los cometas comunes. Las mediciones espectroscópicas no muestran evidencia de gas molecular o atómico que acompañe el resplandor alrededor de 3I/ATLAS, como es el caso de la mayoría de los cometas (véanse los informes aquí, aquí y aquí, así como la discusión sobre el hielo de agua aquí). Con el albedo típico del 5% para un asteroide, el diámetro de 3I/ATLAS necesita ser de 20 kilómetros para dar cuenta de su brillo. Pero como se argumenta en mi primer artículo sobre él, el reservorio de material rocoso en el espacio interestelar muestra que solo puede vemos una roca de 20 kilómetros una vez cada 10.000 años.

La posibilidad alternativa de que 3I/ATLAS sea un objeto tecnológico que se dirige al sistema solar interior explica su trayectoria retrógrada alineada con el plano eclíptico de los planetas alrededor del Sol (probabilidad del 0,2%), y su momento de llegada perfectamente ajustado a un encuentro cercano con Marte, Venus y Júpiter (con una probabilidad del 0,0005%, como se discute aquí). Como expliqué en un ensayo reciente, la columna de polvo compacta que precede a 3I/ATLAS puede ser suministrada durante seis meses por una capa de un milímetro de grosor de un objeto de 20 kilómetros. Tal capa fina podría haber sido suciedad que se acumuló en la superficie sólida de 3I/ATLAS después de que fuese bombardeado por gas y polvo interestelar durante su viaje interestelar.

¿Podría 3I/ATLAS ser la Prueba de Turing de la inteligencia humana por parte de una Inteligencia alienígena superior?

Con eso quiero decir que una inteligencia alienígena envió un objeto anómalo hacia el sistema solar interior para probar el nivel de inteligencia humana. Si los expertos terrestres en cometas insisten en que un origen tecnológico de 3I/ATLAS es "disparate sobre zancos, y es un insulto al emocionante trabajo en curso para entender este objeto," como argumentó el profesor Chris Lintott de la Universidad de Oxford el mes pasado, entonces los evaluadores pueden concluir justificadamente que los humanos fallaron la prueba y no merecen un estatus alto en la clase de civilizaciones inteligentes dentro de la galaxia Vía Láctea.

Como sugerí en un ensayo reciente, una manera de averiguar si 3I/ATLAS es tecnológico sería enviarle un mensaje. Cuando un periodista me preguntó ayer qué mensaje deberíamos enviar a 3I/ATLAS en caso de que albergue inteligencia, sugerí: "¡Hola, bienvenido a nuestro vecindario. ¡Paz!" A la BBC le encantó esta respuesta y me llamó para una entrevista de seguimiento.

El 3I/ATLAS es una cita a ciegas de proporciones interestelares. Como optimista, prefiero aproximarme a él con una mentalidad positiva. Cómo seguiríamos el saludo inicial con inteligencia alienígena dependería de los datos que recojamos. Después de confirmar que un objeto interestelar es definitivamente tecnológico y, por tanto, se clasifica con `10' en la escala de Loeb, una organización internacional de políticos necesitará decidir cómo manejar la situación.

El reto se asemeja a cómo una familia elige dar una respuesta adecuada a un visitante que apareció sin avisar en el patio trasero. La respuesta debe ser pronta si el visitante se aproxima a la puerta principal.

¿Sería un encuentro alienígena hostil o amistoso? Es difícil saberlo, ya que las incertidumbres son mayores que con otros riesgos existenciales, como la inteligencia artificial, el cambio climático global o el impacto de asteroides. Esperemos que la humanidad aprenda a evolucionar a un nivel superior de inteligencia siguiendo sus Pruebas de Turing interestelares.



Agua con gas: ¿es más saludable que la natural?




Un chico bebe agua en Madrid. 
(Europa Press/Ricardo Rubio)



Se dice que favorece el tránsito intestinal y que potencia la sensación de saciedad. Sin embargo, ¿sería recomendable sustituir el agua sin gas por la gasificada?




A estas alturas, a nadie se le escapa que, para estar perfectamente hidratado, el organismo necesita alrededor de 2 litros de agua al día. Ahora bien, ¿significa esto que para cumplir con el precepto deberíamos beber, sí o sí, ocho vasos de agua, o podríamos obtener los niveles de hidratación adecuados mediante de otras vías, como el agua que aportan los alimentos o el consumo de otras bebidas, como, por ejemplo, el agua con gas?

Precisamente, desde hace un tiempo, el consumo del agua gasificada está ganando adeptos entre la población. Los motivos que justifican esta tendencia se reparten entre la salud y el simple gusto de sentir las burbujas en la boca. Esto último, entra dentro de lo personal, y ahí no hay nada que decir. Sin embargo, respecto a la salud, la pregunta clave sería: ¿es el agua con gas más beneficiosa que el agua sin gas?

Aunque es cierto que el agua no tiene rival desde el punto de vista nutricional, también lo es que “el gas carbónico añadido al agua no supone un riesgo para la salud de las personas sanas”, aclara María Barado Piqueras, profesora y directora académica del Área de Nutrición y Deporte de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

De hecho, “aunque puede provocar sensación de hinchazón, eructos o molestias digestivas leves en algunas personas, especialmente si se consume en grandes cantidades o con rapidez, se elimina fácilmente a través de la respiración”, asegura la experta quien, además recalca que “no se han identificado efectos negativos relevantes asociados a su consumo moderado”.

Por otro lado, desde el punto de vista de la hidratación, ambas opciones (con y sin gas) son equivalentes. “No hay evidencias que indiquen que el agua con gas hidrate mejor que la sin gas. La elección entre una u otra puede basarse en preferencias personales o en la tolerancia digestiva”, concluye.


¿Qué hay de cierto en sus posibles beneficios?

Hemos visto que el agua con gas es una bebida que no entraña riesgos para la salud. Pero ¿se le pueden atribuir beneficios propios y exclusivos? Según la experta “existen estudios que sugieren que el agua con gas puede favorecer la motilidad gástrica y contribuir a aliviar la sensación de pesadez tras las comidas. En algunos casos, también puede ayudar a estimular el tránsito intestinal, lo que resulta útil en personas con estreñimiento funcional leve. Sin embargo, estos efectos no son universales y dependen de la tolerancia individual".

Por tanto, parece que no hay nada que impida que este tipo de agua forme parte de una dieta saludable, ya que “no contiene calorías, azúcares ni edulcorantes (salvo en versiones saborizadas)”, apunta Barado quien subraya que “es una alternativa adecuada a otras bebidas con contenido calórico o azucarado, siempre que su consumo no sustituya por completo al de agua sin gas”.

De modo que su consumo es perfectamente admisible. Ahora bien, ¿existe una cantidad diaria máxima? La profesora de la UNIR señala que “esta bebida puede formar parte del total de líquidos recomendados diariamente, el cual suele situarse en torno a los 1,5 y 2 litros. Y es que, no existe una cantidad diaria específica establecida para el agua con gas. Se considera que, en personas sanas, un consumo moderado, como uno o dos vasos al día, es perfectamente seguro. Si se presentan molestias digestivas, conviene ajustar la cantidad o frecuencia”.

"Es una alternativa adecuada a otras bebidas con contenido calórico o azucarado"

Por otro lado, probablemente debido a la distensión gástrica que produce el gas, “hay estudios que le atribuye la propiedad de aumentar la sensación de saciedad. Esto podría contribuir a controlar el apetito en ciertas situaciones. Sin embargo, no debe considerarse una herramienta principal para la pérdida de peso”, advierte Barado.


Casos en los que se desaconseja

La experta recalca que un consumo moderado de agua con gas en personas sanas no conlleva riesgo alguno para la salud. Sin embargo, advierte que “en personas con trastornos como el reflujo gastroesofágico o la gastritis, el agua con gas puede agravar los síntomas, al aumentar la presión en el estómago o estimular la secreción ácida. En estos casos, es aconsejable limitar o evitar su consumo, y seguir las indicaciones del profesional sanitario”.

Asimismo, “en personas con mayor sensibilidad digestiva, como algunas embarazadas o adultos mayores, es posible que genere molestias, por lo que conviene valorar la tolerancia individual”. Y añade: “En niños, no existe una necesidad específica de consumir agua con gas, pero no está contraindicada si se toma de forma ocasional”.

Por último, la profesora nos recuerda que “el agua con gas tiene una acidez ligeramente superior a la del agua sin gas debido al CO₂, lo que podría contribuir a la erosión dental si se consume en grandes cantidades y de forma continuada. No obstante, -continúa- su potencial erosivo es mucho menor que el de bebidas como refrescos o zumos ácidos. Tomarla con moderación y no mantenerla en la boca ayuda a minimizar cualquier riesgo”.


jueves, 14 de agosto de 2025

La deuda de Estados Unidos está desbocada: ya supera en cantidad al PIB de China, Japón, Reino Unido, India y Alemania juntas

 

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  • El pasivo bruto federal bate su propio récord al llegar a los 37 billones de dólares y se sitúa en el 123% del PIB 
  • El FMI pronosticaba en abril que llegaría al 122,5% del PIB este año



Estados Unidos bate su propio récord de deuda. Según informaba este miércoles el Departamento del Tesoro, el pasivo bruto del país superaba los 37 billones de dólares (unos 31,8 billones de euros). El cómputo de la deuda federal incluye 29,64 billones de dólares (25,46 billones de euros) en deuda pública y otros 7,36 billones de dólares (6,32 billones de euros) en deuda intragubernamental, lo que sitúa la proporción en torno al 123% del PIB. "El cómputo global equivale al valor de las economías de China, Alemania, Japón India y Reino Unido juntas", explicaba en un informe la Fundación Peterson.

Los expertos alertan que estos niveles de endeudamiento solo se pueden comparar con los que se registraron tras la Segunda Guerra Mundial, a pesar de que existe cierta expansión económica y todavía el país no está directamente involucrado en ningún conflicto bélico.

La Oficina de Presupuestos del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) preveían en enero del año 2020 que la deuda bruta de Estados Unidos alcanzaría este punto después del año 2030, pero es cierto que el pasivo del país se incrementó de manera notable durante la pandemia. Durante el primer mandato de Donald Trump y el de Joe Biden, el gobierno federal se endeudó fuertemente para poder reequilibrar la economía tras la parálisis del Covid. Por otro lado, El Fondo Monetario Internacional (FMI) preveía en su Monitor Fiscal de 2025, publicado en abril, que la deuda de Estados Unidos cerraría este año en el 122,5% del PIB y que seguiría aumentando hasta el 128,2% del total de la economía del país para el año 2030. Por tanto, estos 37 billones de dólares ya superaron con creces los pronósticos del organismo bilateral y de los organismos nacionales.

Pero esto solo será el principio. Tras la aprobación de la nueva "gran y bella" reforma fiscal que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acaba de aprobar, amenaza con desbocar todavía más la deuda y el déficit del país. De acuerdo con un informe del Comité para un Presupuesto Federal Responsable (CRFB, por sus siglas en inglés), las propuestas de recortes fiscales del presidente podrían disparar la deuda nacional hasta representar el 145 % del PIB en 2035, que coincide con el horizonte de aplicación del proyecto de ley. Además, el déficit, que ya de por sí es elevado, podría alcanzar el 9,6 % del PIB al finalizar ese mismo período fiscal.

El think thank asegura en un informe que su estimación está en que la Ley One Big Beautiful Bill (algo así como Una bella y grande factura) "añadiría 3,3 billones de dólares a la deuda, incluyendo intereses, o 5,2 billones si sus disposiciones temporales se hacen permanentes".

Para el año 2027, cuando las políticas fiscales propuestas estén plenamente implementadas, se estima que el déficit federal se incrementará en casi 600.000 millones de dólares, lo que representa alrededor del 1,8 % del PIB. Según los especialistas del organismo, este aumento refleja el efecto neto de unos 770.000 millones de dólares en nuevos préstamos frente a apenas 180.000 millones de dólares en medidas compensatorias.

Pero el propio CBO predijo en su momento, cuando salió a la luz el plan fiscal de Trump y antes de que fuese aprobado por las Cámaras, que esta reforma de impuestos añadiría 4,1 billones de dólares a la deuda nacional en la próxima década.

El presidente y director ejecutivo de la Fundación Peterson, Michael Peterson, advirtió que el endeudamiento público ejerce una presión al alza de los tipos de interés, lo que "aumenta el coste" para todos y reduce la inversión del sector privado. Esos costes a los que se refiere Peterson son los préstamos hipotecarios o para personales y de automóviles. También se traducirá en salarios más bajos, debido a que las empresas tendrán menos dinero para invertir, y servicios y bienes más caros.

Está claro que esta tendencia va a seguir al alza y esto es síntoma de preocupación para los inversores. En conversaciones de este periódico con expertos inversores, varios aseguraron que el hecho de que la deuda de Estados Unidos esté adquiriendo un volumen tan alto de una manera tan acelerada, puede poner en peligro el bono estadounidense como "valor refugio".

Para tener una idea de cuánto crece ahora mismo el 'agujero' en las cuentas estadounidenses y a qué ritmo, Peterson aseguró que ahora "estamos añadiendo un billón más a la deuda nacional cada cinco meses". "Esto es más del doble de rápido que el ritmo promedio de los últimos 25 años", reiteró.

La presidenta del CRFB, Maya McGineas, reiteró en una declaración que espera que este hito de los 37 billones de dólares de deuda "sea suficiente para despertar la responsabilidad de los políticos a la realidad de que necesitamos hacer algo, y debemos hacerlo rápidamente".

Una gran rebaja de impuestos

La ley plantea, tal y como prometió el magnate en campaña, una prórroga de las reducciones de impuestos implementadas en la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos de 2017, haciendo permanentes los niveles más altos de deducción estándar, con un aumento temporal de 1.000 dólares adicionales para contribuyentes solteros para los años fiscales 2025-2028. Por otro lado, los intereses de préstamos para vehículos personales son deducibles hasta 10.000 dólares al año, con una deducción para las personas de altos ingresos a partir de los 100.000 dólares (200.000 para quien hace una declaración conjunta).

Asimismo, en consonancia con sus promesas electorales, elimina también los impuestos sobre las propinas y las horas extra, aumenta el crédito tributario por hijos temporalmente hasta los 2.500 dólares por hijo entre 2025 y 2028; incrementa el límite de deducción de los impuestos locales (SALT) de 10.000 dólares a 40.000 dólares por hogar.

Lorenzo Bernaldo de Quirós, economista y presidente de Freemarket, describió la propuesta fiscal como "insostenible". A su juicio, las reducciones impositivas no encontrarán compensación alguna en los ingresos procedentes de los aranceles. También advirtió que aplicar un recorte tributario de tal magnitud en un contexto de crecimiento económico debilitado equivale, en sus palabras, a la crónica de una muerte anunciada.

Lo cierto es que, si se atienden a los datos de recaudación del Tesoro correspondiente al mes de junio, los ingresos por aranceles aumentaron. En concreto, se recaudaron unos 27.000 millones de dólares en aranceles en el sexto mes, frente a los 6.000 millones de junio del año anterior.

Pero, a pesar de ese incremento, las tarifas a productos extranjeros siguen siendo un ingreso menor. Hasta el momento, los derechos de aduana —que incluyen los aranceles— han generado 108.000 millones de dólares en el presente año fiscal. Junio marcó el récord mensual más alto hasta ahora, y si se mantiene la tendencia, se estima una recaudación anual cercana a los 300.000 millones. Es una cifra relevante, pero insuficiente para un gasto de 7 billones de dólares.

Desde la Fundación Peterson son muy claros y dicen que "de cara al futuro, es crucial que los líderes del país prioricen políticas fiscalmente responsables que encaminen al país hacia una senda más sostenible".


El petróleo se asoma al abismo: en 2026 sobrará más crudo que nunca, incluso por encima del año del Covid

 

El petróleo se acerca al ocaso: la sobrefoerta de 2026 será la más grande de la historia. Foto: zhengzaishuru



  • El frenazo en el consumo y una producción fuerte disparará la sobreoferta
  • Todo el mundo, tanto la OPEP, como sus rivales, está aumentando la producción con fuerza
  • Un descenso de los precios del petróleo apoya las bajadas de tipos de la Fed



La industria del petróleo se encuentra en un momento complicado por la caída de precios que se está produciendo este año, y todo apunta a que el descenso continuará en los próximos meses si se cumplen las previsiones de oferta y demanda que acaba de lanzar la Agencia Internacional de la Energía (IEA). El organismo ha publicado su informe mensual de agosto y las cifras son preocupantes: si nada cambia en la situación actual del mercado, el año que viene los inventarios mundiales crecerán a un ritmo de 2,96 millones de barriles diarios, la mayor sobreoferta que se ha visto en toda la historia en un año completo, incluso superando el año 2020, en plena pandemia de Covid-19.

Los motivos que llevan a la IEA a llegar a esta conclusión son claros: el mundo entero está aumentando la producción de petróleo con rapidez, en un momento en el que el consumo se está frenando con fuerza, y continuará haciéndolo el año que viene. Si esta tendencia no cambia, el consumo mundial de petróleo aumentará sólo en 700.000 barriles diarios el año que viene, una cantidad que no hace sombra a los nuevos millones de barriles diarios que van a entrar por parte de los grandes productores de crudo.

Por un lado, la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios externos, en cártel conocido como OPEP+, acaba de confirmar que, en septiembre, se completará el último aumento masivo de su producción, acordado en julio, y que hará que el aumento total del año 2025 será de 2,2 millones de barriles. Esta cantidad es la que la OPEP+ pretendía inyectar en los mercados, pero esperaba hacerlo a un ritmo más lento, completando el aumento de oferta en septiembre de 2026, y no un año antes, como finalmente han hecho.

Al mismo tiempo, los rivales de la OPEP+, es decir, países como Estados Unidos, Guyana, Canadá o Brasil, no se han quedado de brazos cruzados, y en vez de asumir que la OPEP+ se comería parte de su cuota de producción, también han avanzado en el proceso de aumento de oferta: la IEA acaba de aumentar la cifra de incremento de producción que espera para estos países no-OPEP y, si en julio esperaba que su oferta creciese a un ritmo medio de 900.000 barriles diarios en 2026, ahora creen que será de 1 millón de barriles diarios.

La cantidad de crudo que no tendrá comprador será récord

Si se combina el aumento de la oferta de la OPEP+, y de sus rivales, junto a un consumo que no consigue repuntar, en un momento en el que el crecimiento económico se está enfriando, y en el que existe miedo por el impacto de los aranceles en la economía mundial, la tormenta perfecta está preparada para la industria del crudo. Los 2,96 millones de barriles diarios que habrá de sobreproducción el año que viene son la cifra más alta que se ha visto nunca, incluso por encima de los niveles que se tocaron en el año 2020, el año más duro de la pandemia (en un solo trimestre, 2020 sí fue peor, ya que se llegó a alcanzar una cifra de sobreoferta de 7 millones de barriles diarios, en el momento en el que coincidieron los confinamientos en todo el mundo).

Buena parte del estancamiento que se espera para el consumo de petróleo tiene que ver con la transición energética. Según la agencia, el pico de demanda histórico se tocará a finales de la década, a medida que el mundo continúa alejándose de los combustibles fósiles y, en el caso de la automoción, los sustituye por vehículos eléctricos.

La advertencia de la IEA llega en un momento en el que el mercado ya está sufriendo la sobreproducción de crudo, con los inventarios mundiales del recurso energético en máximos de los últimos 46 meses, en 7.836 millones de barriles, según los datos que publica la agencia. No hay que olvidar que la demanda de 2025, y la que se prevé para el año que viene, crecerá, según las estimaciones, a un ritmo menos de la mitad de rápido que en 2023.

El Brent vuelve a los 65 dólares...

Coincidiendo con la temporada estacional de verano, en la que el consumo de petróleo suele aumentar, el barril Brent europeo ha pasado unos meses de verano en los que se ha movido en el entorno de los 70 dólares, de media. Sin embargo, en las últimas sesiones el precio del barril está sufriendo la presión bajista, y este miércoles, tras perder un 1,5%, ha vuelto a cotizar en los 65 dólares, por primera vez desde principios de junio.



Además, las últimas casas de análisis en actualizar sus previsiones para los precios del barril en los próximos trimestres están recogiendo las malas perspectivas para la demanda, y la sobreoferta que se espera para el barril: Goldman Sachs ve al 'Brent' en 53 dólares dentro de un año, mientras JP Morgan lo espera en los 57 dólares, e ING lo sitúa en los 58 dólares, según los datos que recopila la agencia Bloomberg.

...y más caídas apoyan el recorte de tipos de la Fed

Si el escenario que plantea la IEA se materializa, y el precio del crudo lo sufre en sus carnes, como esperan algunas casas de análisis, esto puede ser la guinda del pastel que permita a la Reserva Federal acometer un recorte de tipos sostenido en los próximos meses. Ya hay voces que están planteando la posibilidad de que haya un recorte de tipos de 50 puntos básicos en próximas reuniones, por encima de los 25 que suelen ser habitual y que descuentan ahora los mercados, y un precio de la energía a la baja, arrastrado por las caídas del crudo, apoyará un movimiento de este tipo.

Frente a unos aranceles que amenazan con impulsar la inflación en los próximos meses, a medida que los inventarios de bienes en Estados Unidos se van agotando y las empresas tienen que reponer con importaciones que ya incluirán las nuevas tasas en su precio, la caída de los precios del petróleo pueden tener un impacto que contrarreste parte del aumento inflacionista por los aranceles.

No hay que olvidar que el precio del crudo, y de otros recursos energéticos, tiene un impacto significativo en las cadenas de suministro mundiales y en los precios de otro tipo de bienes, y, como se vio en 2022, con un rápido aumento de la inflación tras las subidas de precio de la energía, ahora puede ocurrir a la inversa.


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