- "El control del BCE sobre las condiciones monetarias podría verse debilitado"
- La demanda de bonos de EEUU podría dispararse
- El euro perdería su oportunidad de aumentar su rol en el mercado financiero global
El propio Banco Central Europeo (BCE) teme que un factor inesperado le quite sus poderes monetarios y trunque su sueño de que el euro gane peso ante la debilidad del dólar: el mercado cripto. Aunque las criptomonedas no compiten directamente con el dinero fiat, las stablecoins sí lo hacen. Y de momento, el liderazgo de la divisa americana en este terreno es arrollador. De hecho, las monedas estables respaldadas por el euro son solo el 1% del total del mercado. Y eso puede dejar fuera de juego al BCE y arrebatarle el control de la política monetaria, tal y como reconoce el propio organismo en un informe publicado este lunes. Incluso, el BCE señala que, aunque debería, no puede ser neutral en esta cuestión porque el dominio estadounidense de las stablecoins podría salirle muy caro al euro. Y no solo a la moneda o al propio banco central, sino también a los bancos.
Las stablecoins o monedas estables son criptomonedas vinculadas a una divisa. Nacieron con el objetivo de reducir la volatilidad de otras criptos como bitcoin o ether, ya que cada stablecoin siempre vale un euro, un dólar o la divisa por la que esté respaldada. De hecho, cada token que se emite tiene que tener una reserva equivalente en una proporción 1:1. A diferencia del bitcoin, que se ha convertido en un activo digital, las stablecoins no son productos de inversión, sino monedas digitales, que funcionan con tecnología blockchain (la misma que sustenta las criptos).
Actualmente, USDT, una stablecoin emitida por la empresa Tether, es la más grande. Por motivos regulatorios, no está autorizada en Europa. Tiene un valor de mercado de más de 163.500 millones de dólares, según CoinMarketCap. Cada USDT equivale a un dólar. USDC, perteneciente a la compañía Circle, tiene una capitalización de 64.200 millones de dólares y está vinculada a la divisa americana. EURC, también de esta última firma, tiene un valor de 209 millones de euros. Son las principales stablecoins y la vinculada a la moneda comunitaria tiene un papel bastante marginal. De hecho, según los propios datos del BCE, de toda la capitalización de este tipo de criptos, el 99% corresponde a stablecoins vinculadas al dólar.
Al organismo que preside Christine Lagarde le preocupan las stablecoins. "Han dejado de ser un nicho. Se están convirtiendo en algo integral en las finanzas digitales", apunta el informe. Su oferta podría multiplicarse por ocho y pasar de los 250.000 millones de dólares actuales a los dos billones en 2028, según la misma fuente.
La razón es que las monedas estables son una alternativa real al dólar o al euro. Hacer pagos con ellas es más rápido y más barato que operar con un banco. La tecnología blockchain hace que los envíos de dinero sean prácticamente instantáneos. Por eso, las stablecoins ofrecen ventajas para realizar pagos y son especialmente útiles para transacciones transfronterizas, ya que tardan una fracción de lo que lo hace la misma operación por un cauce tradicional. De hecho, se usan mucho para remesas.
No solo es que nadie cuestione la funcionalidad de las stablecoins, sino que las empresas de pagos principales, Mastercard y Visa, ya las están integrando en sus negocios. Además, hay compañías, como Amazon o Walmart, que se plantean sacar su propia stablecoin, según una información de The Wall Street Journal, aún no confirmada oficialmente.
"Podrían atraer los depósitos que están en los bancos tradicionales, lo que podría poner en peligro la intermediación financiera y dañar la disponibilidad de crédito"
"Aunque se prefiere que las instituciones públicas permanezcan neutrales, en este caso, optar por una estrategia ciega podría salir caro", afirma el BCE. Está claro que si las stablecoins siguen ganando mercado como método de pago, ocuparán una parte relevante del sistema financiero. Como alternativa a las remesas, a las transferencias, a los bizums o a los pagos en compras online e incluso presenciales. De hecho, también pueden atraer el dinero que ahora está en los depósitos.
"Si las stablecoins que devengan intereses se convierten en algo común y más negocios empiezan a usarlas, estas monedas estables podrían atraer los depósitos que están en los bancos tradicionales, lo que podría poner en peligro la intermediación financiera y dañar la disponibilidad de crédito", apunta el mismo documento. Y, si se imponen las stablecoins vinculadas al dólar, el Banco Central Europeo se quedaría totalmente fuera de juego.
El BCE insiste, en cualquier caso, en cómo su poder monetario quedaría claramente dañado si se impone el uso de las stablecoins basadas en dólares. "Si las monedas estables en dólares estadounidenses se generalizan en la eurozona, el control del BCE sobre las condiciones monetarias podría verse debilitado", señala el informe. La institución comenta que "esta intrusión, aunque gradual, podría replicar los patrones observados en las economías dolarizadas, especialmente si los usuarios buscan una seguridad percibida o ventajas de rendimiento que no están disponibles en los instrumentos denominados en euros". Esta dinámica "sería difícil de revertir, dado el carácter de red de las monedas estables y las economías de escala en este contexto".
En ese sentido, desde Fráncfort creen que hay que impedir como sea que en una etapa inicial las monedas estables dolarizadas vuelen solas sin alternativas. "Si se establece un dominio inicial, este podría consolidarse, a menos que haya alternativas creíbles", afirma el organismo. Además, advierten de que si esto ocurre, si el dólar vuela solo, "proporcionaría a EEUU ventajas estratégicas económicas, permitiéndole financiar su deuda a menor coste y ejercer su influencia a nivel global". Para Europa, "esto significaría mayores costes de financiación en comparación con Estados Unidos, menor autonomía en política monetaria y dependencia geopolítica".
El dólar digital al rescate del dólar
Varios analistas ya estaban hablando de cómo el dólar digital tiene el potencial de cambiar las reglas de juego y reposicionar de nuevo al dólar en un momento de esplendor. Actualmente, el billete verde se encuentra en un mal momento debido a la incertidumbre que están generando las políticas fiscales y comerciales (entre otras). Ambos frentes han desatado una ola de desconfianza y un éxodo de los inversores hacia activos denominados en otras monedas, destacando el euro, aunque el dominio del dólar en el sistema financiero mundial sigue siendo incuestionable. Anthony DeMeo, gestor de fondos en Muzinich, comenta que las stablecoins podrían reforzar aún más a la divisa americana.
"Están surgiendo dos dinámicas potencialmente poderosas que podrían fortalecer la demanda interna de bonos y letras del Tesoro de EEUU a largo plazo: el aumento de las stablecoins respaldadas por dólares estadounidenses y los cambios propuestos en las reglas de capital bancario de EEUU", comenta DeMeo. Respecto a lo primero destaca que, tras la aprobación de la Ley Genius, la que regula este ámbito al otro lado del Atlántico, "se podría marcar un punto de inflexión para una posible emisión de dólares digitales por parte de bancos, fintech e incluso grandes minoristas. Este mercado puede ser una gran fuente de demanda de bonos, dado que todas las stablecoins deben estar respaldadas por activos líquidos libres de riesgo, como los bonos a corto plazo". Los cálculos de Muzinich proyectan una demanda procedente de estas monedas estables que supere el billón de dólares para 2030. Eso superaría las tenencias de deuda de China en la divisa americana.
En resumen, para finales de la década podríamos estar hablando de que el mayor comprador de bonos de EEUU con diferencia sería resultado de las operaciones de respaldo de estas criptomonedas. Para poner en contexto la cifra, Japón tiene actualmente 1,06 billones de dólares en bonos americanos de todo tipo y China tiene unos 759.000 millones. Por su parte, Reino Unido tiene unos 720.000 millones. En definitiva, los extranjeros tienen en sus manos cerca de un 30% de todos los bonos. Las stablecoins "crean una base de demanda interna de bonos del Tesoro que no depende de compradores extranjeros", apunta el mismo análisis.
¿Y el euro digital?
Desde el BCE insisten en la necesidad de apoyar la creación de todo tipo de monedas estables denominadas en euros para impedir que este escenario se materialice. De hecho, afirman que es preferible dejar de lado la neutralidad que les correspondería como institución pública. La idea sería impulsar "criptomonedas basadas en el euro con altos estándares, que mitiguen el riesgo y que puedan satisfacer las necesidad legítimas del mercado y reforzar el papel internacional del euro".
Dan mucha importancia a esto último pues, si bien el euro digital es "esencial para un sólida defensa de la soberanía monetaria europea", también hablan de que "un mayor uso de esta tecnología en los mercados mayoristas" es esencial para que podamos mantener la relevancia en la futura infraestructura financiera". "La incertidumbre actual está ofreciendo una oportunidad histórica para Europa. Si el Eurosistema sabe aprovechar esta ventaja, el euro podría emerger de este periodo como una moneda más fuerte. En un mundo de arenas movedizas, el euro tiene el potencial de ser la base sobre la que otros puedan construir", zanja el informe.