miércoles, 9 de julio de 2025

SOBRE LA "SOLEDAD CONECTADA" De la cultura del 'rollo' a la ansiedad del vínculo: ¿están los jóvenes menos predispuestos a los amores de verano?



Foto: Uriel Sinai/Getty Images.



Charlamos con un psicólogo que trabaja con adolescentes para explorar cómo la tecnología, la soledad y el aburrimiento han deformado las historias de amor que antes podían durar una vida entera o apenas un verano



AElena (31 años) le parece muy loco que su sobrina, Sofía (14) ya haya tenido tres novios. Probablemente, según ella, los dos primeros surgieron como el típico juego entre niños de imitar lo que hacen los adultos. Sin embargo, sospecha que el tercero y último podría convertirse en lo que sería su primer amor o amor de la adolescencia. Lo intuye porque habla de él de una manera distinta, mucho más madura. Lo que más le sorprende de su sobrina es que, lejos de dejarse llevar por la situación, como ella a su edad, emplea términos sacados de TikTok como "love bombing" o "ghosting" y racionaliza mucho la relación que mantiene con él, como si fuera toda una experta de las relaciones humanas con tan solo 14 años.

No es un secreto que vivimos en un gran boom de contenidos de psicología y terapias de pareja. Muchos de esos contenidos, que antes estaban alojados en revistas especializadas, ahora circulan por redes sociales como TikTok al volverse internet cada vez más audiovisual y menos textual. Por esto mismo, TikTok es una de las redes más consumidas por los jóvenes. Según un estudio de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, 1 de cada 5 jóvenes de entre 12 y 18 años pasa más de dos horas al día en la app. Más allá del diagnóstico apocalíptico que suele imperar respecto al consumo excesivo de redes sociales por parte de los jóvenes y sus efectos cognitivos, sobresale esa función formativa y educativa que muchos reciben de influencers o psicólogos online, fomentando un aprendizaje continuo en las áreas que más curiosidad y fascinación les suscitan, como viene siendo el amor o las relaciones íntimas.

El resultado es casos como el de Sofía, que con 14 años parece saberlo todo sobre las dinámicas que suelen darse en los primeros romances. Ella es afortunada de cara a sus iguales, pues la mayoría no tiene experiencias románticas tan pronto o con tanta facilidad. Muchos adolescentes hacen uso de las redes para paliar los sentimientos de soledad que atraviesan, especialmente en épocas tan largas o con tanto tiempo libre como el verano. Por tanto, hay una contradicción en el uso y abuso de las tecnologías: por un lado, los jóvenes se enfrentan a más problemáticas ansioso-depresivas debido al consumo excesivo; pero, por otro, y como reconoce un informe de UNICEF, también perciben un beneficio social al sentirse más acompañados y entendidos por gente que ven al otro lado de una pantalla.


"Hubo un tiempo en el que la pareja era el modo de llegar al sexo; en no pocas ocasiones, sucede al revés: el sexo va antes, y luego la pareja"

Esta "soledad conectada", como podríamos llamarla, sumada a una mayor toma de conciencia de los problemas y las relaciones de poder basadas en el género, han propiciado un contexto afectivo bastante complejo entre los que nacieron y se criaron con las tecnologías, la generación Z. "Se podría decir que el uso de Internet nos promete una idea de encuentro que nunca acaba de darse del todo", afirma Ricardo Fandiño, psicólogo y coordinador general de Aseia (Asociación para a Saúde emocional na Infancia e a Adolescencia). "Y nos sentimos decepcionados. El desarrollo emocional del humano, tal y como lo conocemos, depende del contacto piel con piel. Prescindir del mismo nos sitúa en un nuevo territorio afectivo que genera nuevos malestares, lo que hace que la demanda de recursos de salud mental hayan aumentado de forma muy significativa".

Fandiño, quien cuenta con una sólida experiencia ayudando y acompañando a adolescentes, afirma que el verano además es una época en la que los sentimientos de soledad pueden ser más acuciantes, sobre todo "en familias que tienen dificultades para pagar un campamento o no pueden irse de vacaciones, teniendo que trabajar". En esos casos, "Internet aparece como un intento de aliviar la soledad, pero al mismo tiempo termina dejando un rastro de tristeza, de desazón o de decepción".


Del 'rollo' a la 'situationship': dos novelas

Hay que tener en cuenta que la pareja heterosexual estable ya no es el único menú identificatorio que se les ofrece a los jóvenes, como explica el experto. "Hubo un tiempo en el que la pareja era el modo en el que llegábamos al sexo, y esto se ha dado la vuelta, hasta el punto de que en no pocas ocasiones los adolescentes circulan desde el sexo a la pareja", admite. La fórmula de la pareja, aunque sigue siendo muy importante, ya no tiene el mismo papel estructurante social que tuvo, al igual que ocurre con el modelo de la familia nuclear.

En Gente Normal, la escritora Sally Rooney nos ofrece una perspectiva literaria muy interesante sobre cómo dos sujetos que se quieren y se desean, Marianne Sheridan y Connell Waldron, encuentran graves dificultades para encajar en un proyecto estable. Existe una gran brecha entre lo que los dos sienten y lo que realmente hacen o expresan. Él es incapaz de reconocer públicamente su relación con Marianne de cara a los demás debido a que ella es una marginada; mientras, ella arrastra una serie de traumas familiares que la llevan a pensar que no es digna de amor y que es mejor resultar evasiva con él.

Al final y a pesar de que se quieren durante largos años, sus acciones contradicen a sus sentimientos, abocándoles a la frustración y la tristeza. Cada vez que están a punto de consolidar su relación, cualquier gesto o palabra no dicha los aleja. Su vínculo les produce ansiedad, por lo que prefieren simplemente moverse en el terreno de la ambigüedad antes que forjar un compromiso real que resulte en fracaso.

En contraposición, tenemos la novela El cuaderno de Noah (1996), de Nicholas Sparks (cuya adaptación cinematográfica es mucho más famosa), cuya historia hará las delicias de todos esos amores de adolescentes que bien tuvieron a formarse en verano y a día de hoy, en su época adulta, continúan contra viento y marea. Allie y Ham se conocen en Carolina del Norte en los años 40 y lo suyo es un flechazo genuino, y ya nada más conocerse planean un futuro juntos. Sin embargo, la guerra y las intromisiones familiares les separan. Al final, la lealtad de Noah y la nostalgia de Allie por ese amor de verano es lo que les vuelve a juntar. Nada de ghosting ni love bombing, amor de adolescencia que deviene en amor de toda la vida.


El amor y el aburrimiento: ¿un nicho de consumo?

"La pareja estable en la juventud pretendía ser un ensayo del proyecto familiar estable que sostenía el entramado social", explica Fandiño, apreciando ese cambio generacional en el modo de relacionarse de los jóvenes de ayer y de hoy. "Eso era en tiempos de un capitalismo donde la figura hegemónica era el trabajador productor de plusvalía. Actualmente, la figura hegemónica es la del consumidor y productor de contenidos, y ese es un esfuerzo fundamentalmente del yo, por el que las relaciones afectivas quedan orilladas y muchas veces instrumentalizadas o espectacularizadas en función de un interés libidinal mucho más narcisista".

"Los centros comerciales se han convertido en puntos de encuentro de adolescentes, que a su vez han devenido en grandes nichos de mercado"

Volviendo al tema de la soledad, el verano es especialmente proclive a que estos sentimientos se den, lo que antes podía derivar en un mayor ansia por vivir una aventura romántica. Sin embargo, muchos jóvenes se sentirán deshabilitados para ese encuentro, empujándoles al aburrimiento, lo que a su vez les generará más dependencia del uso de las tecnologías. "El aburrimiento es crucial desde una perspectiva social y psicoeducativa", admite el psicólogo.

"El aburrimiento está desincentivado socialmente, las ciudades no están orientadas al ocio infantil y juvenil", prosigue Fandiño. "No en vano, los centros comerciales se han convertido en puntos de encuentro de infancias y adolescencias, que a su vez han devenido en grandes nichos de mercado. Llenar de contenidos todo su tiempo se ha convertido en una estrategia económica de gran rentabilidad, y por ello el uso de las pantallas es un mecanismo de primer orden para reorientar el tiempo de aburrimiento a tiempo de consumo".


Una brecha ideológica entre chicos y chicas

Por último, otro de los factores que contribuyen a unos mayores índices de soledad y aislamiento entre los jóvenes es el ideológico. Un estudio de la Asociación Española de Ciencia Política y de la Administración confirma que en la Generación Z (entre los 18 y 25 años, es decir, no necesariamente adolescentes), los hombres están mucho más escorados a la derecha, mostrando actitudes cada vez más conservadores y menos favorables a la igualdad, que las mujeres de su misma edad. Esto, sin ninguna duda, repercute con creces en las relaciones heterosexuales de los jóvenes, llevando a muchos de ellos hacia el resentimiento por el empuje feminista y a ellas a una mayor conciencia de los abusos y desigualdades que se pueden dar dentro de una relación.

"El resentimiento masculino se transforma en consigna y el desencanto se canaliza a través de lógicas reaccionarias"

"Muchos adolescentes se enfrentan al desafío de construir su identidad masculina en un tiempo marcado por la emergencia del feminismo", asevera Fandiño. "Este proceso, lejos de ser una amenaza, podría ser una oportunidad. Sin embargo, los jóvenes no encuentran siempre en los adultos espacios simbólicos que les permitan elaborar sus dudas sin sentirse cuestionados o desplazados. Esa sensación de desconcierto o pérdida es instrumentalizada por discursos de ultraderecha que ofrecen un relato melancólico: una masculinidad supuestamente 'pura', fuerte y superior está en peligro. Así, el resentimiento se transforma en consigna y el desencanto se canaliza a través de lógicas reaccionarias".

En casos muy extremos, los hombres caerían en la más pura misoginia, despreciando a las mujeres hasta límites insospechados. No en vano, una de las series más vistas y comentadas este año se titula expresa y precisamente Adolescencia, en la cual un joven de tan solo 13 años es acusado presuntamente de asesinar a una compañera de su clase. "El fanatismo gana terreno cuando las instituciones pierden la legitimidad", opina el psicólogo. "Si la familia no acoge, la escuela no escucha y el mundo adulto decepciona o humilla, el adolescente buscará otros referentes. Y si lo que encuentra es un discurso cerrado, binario, emocionalmente intenso y aparentemente coherente, es probable que se aferre a él".

"El resentimiento por parte de ellos tendría que ver con que el privilegio de ser hombre está en cuestión", concluye Fandiño. "Ya no es suficiente con los típicos atributos de seducción fálicos. Las mujeres reivindican, por ejemplo, la responsabilidad afectiva y el compromiso con los cuidados". Por otro lado y por fortuna, "las mujeres jóvenes son menos tolerantes a las actitudes machistas. Una de las causas a las que se puede atribuir el crecimiento de la violencia sexual perpetrada por hombres jóvenes contra mujeres jóvenes es precisamente que estas denuncian situaciones de agresión que en otras épocas quedaban silenciadas por la vergüenza, la culpa o la normalización".