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No eres de donde vienes .... eres adonde vas...
En lo que ha supuesto una de las mayores operaciones policiales de Reino Unido, la policía ha logrado detener a una poderosa banda que se dedicaba al robo y envío de teléfonos móviles, sobre todo iPhone, a China. Se cree que este organismo había logrado ya traficar más de 40.000 dispositivos entre todas sus acciones.
Las autoridades hablan de que podría tratarse de la mayor mafia de robos de móviles en la capital inglesa de Londres, donde 18 sospechosos fueron detenidos y se redaron más de 28 casas y locales durante el operativo.
Según detallan desde la BBC, en la redada se consiguieron recuperar más de 2.000 teléfonos móviles que habían sido sustraídos mediante numerosas técnicas de robo, algunos de ellos con violencia.
Esta macroperación policial se fraguó gracias a la función de un iPhone robado después de que la víctima lo rastreara y localizara mediante la herramienta de Ubicación.
"Durante la Nochebuena una víctima ubicó en un almacén cerca del aeropuerto de Heathrow (oeste de Londres) un iPhone que le habían robado", explica el inspector de la policía británica Mark Gavin. "El equipo de seguridad del lugar estaba dispuesto a ayudar y descubrieron que el teléfono estaba en una caja, junto a otros 894 dispositivos".
Los agentes descubrieron que la inmensa mayoría de estos dispositivos habían sido robados y que todos tenían como destino Hong Kong. A medida que la investigación continuaba, la policía identificó a dos hombres como artífices de estos robos, y tras seguirles durante semanas lograron detenerles descubriendo docenas de teléfonos en el vehículo que utilizaban, y unos 2.000 dispositivos más en propiedades vinculadas a ellos.
Muchos de estos dispositivos iban envueltos en papel albal con el fin de evitar que fueran rastreados. La semana pasada, los agentes efectuaron otras 15 detenciones bajo sospecha de robo, manipulación de bienes robados y conspiración para robar.
Según señala el medio antes indicado, la cifra de dispositivos robados ha pasado de 28.609 en 2020 a 80.588 en 2024, principalmente por el aumento de demanda de móviles de segunda mano.
"Hemos escuchado que algunos delincuentes están dejando de traficar drogas y se han pasado al negocio del robo de teléfonos porque es más lucrativo", señaló la ministra para la Policía y el Crimen de Reino Unido, Sarah Jones.
Las investigaciones llevaron a descubrir que a los ladrones se les paga casi 350 euros por móvil robado, y que los dispositivos robados se vendían en China por más de 4.500 euros principalmente porque estos smartphones tienen acceso a internet y permite a los clientes eludir la censura en China.
Durante décadas, el sector del lujo ha sido uno de los más resilientes ante crisis, guerras, inestabilidades políticas e incluso depresiones de divisas. Más allá también de los años de pandemia, que afectó de manera especial al sector turístico y a la hostelería, el lujo ha mantenido siempre unos márgenes elevados debido a su diferenciación y a la fidelidad de su cliente. El lujo siempre entendido como bien material asociado a grandes marcas y que ahora observa con incredulidad cómo "50 millones de consumidores han optado por abandonar el mercado de bienes de lujo o se han visto obligados a hacerlo. Es una señal para las marcas de que ha llegado el momento de reajustar sus propuestas de valor", en palabras de la socia de Bain y Company en España, Cira Cuberes.
Así, los cambios en los hábitos de consumo también han pasado factura al sector más caro del mundo que ahora pierde terreno en favor de una nueva moda de distinción basado en los servicios de lujo: los viajes y las experiencias como muestra de ostentación. Grandes firmas ya han comenzado a dar acuse de recibo. Hace unos días, las acciones de Ferrari tuvieron su mayor caída (un 12%) desde que saliera a bolsa en 2016, y la alemana Porsche ha registrados un notable descenso de casi el 8% en sus ventas durante el primer trimestre de 2025; con un batacazo especialmente importante en China (-42%).
Fuera del sector automovilístico, Gucci ha reconocido un brusco descenso del 25% en sus ventas solo durante los tres primeros meses del año, mientras que Louis Vuitton ya cerró 2024 con una caída en su facturación de más del 1,5%. Por su parte, las acciones de Burberry tienen un 30% menos de valor que hace dos años. Una coyuntura que deja en evidencia las fortalezas del sector y pone a prueba su adaptación a nuevos contextos de consumo.
Proliferación de alojamientos 5 estrellas
Hace años que la democratización de los viajes ha provocado una competencia por la experiencia más exclusivas y únicas. Este apetito efímero es responsable del turismo de masas que asola ahora a los destinos más populares del mundo, como París, Venecia o las Islas Canarias. Sin embargo, el sector turístico no para de crecer.
En un primer momento son los alojamientos. La llegada masiva de turistas ha provocado la proliferación de Viviendas de Uso turístico que a su vez ha generado en paralelo toda una problemática entorno al acceso a la vivienda de los propios locales. Solo en la comunidad de Madrid, las VUT han crecido en un 50% en tan solo dos años y ya ronda las 19.000, casi el doble que en Barcelona.
Si bien, lo más llamativo para el sector han sido el incremento en hoteles de lujo: solo entre 2025 y 2027 se estima que abrirán en España 130 nuevos hoteles de lujo y gran lujo. En este caso, Andalucía concentra el mayor número de proyectos con 61, seguida de la Comunidad Valenciana con 16 y Madrid con 12, según confirma la consultora Colliers. Por segundo año consecutivo, nuestro país supera a Reino Unido y ya es el mercado más atractivo para la inversión hotelera. A nivel europeo, España está consolidada como uno de los países con mayor densidad de hoteles de lujo con un total de 520 establecimientos y casi 70.000 habitaciones.
En relación, Marbella se ha convertido (aunque ya lo era antes también) en el destino más exclusivo de España, con una tarifa media por noche de 395 euros, algo por encima de la media nacional de los grandes hoteles de 5 estrellas, en casi 340, según el Instituto Nacional de Estadística. Hilton, Four Seasons, Nobu, Hyatt, Rosewood son algunas de las grandes firmas de lujo que ya han aterrizado en Madrid y en España en los últimos años.
Si algo que va viento en popa dentro del sector es el mercado inmobiliario, que experimenta una gran expansión frente al declive del bien material de lujo. Una fuerte demanda y un aumento de los precios sostienen un negocio en donde las viviendas de lujo de más de 3 millones de euros en España han crecido un 37% entre 2019 y 2024, según los últimos datos del Grupo Tecnitasa. Para este año, las previsiones de crecimiento son mayores: el informe Luxury Outlook 2025 elaborado por Sotheby's International Reaty apuesta en un 35% el desarrollo del inmobiliario de lujo.
De media, los precios crecieron en torno al 4,5%, aunque el interés concreto en ciertas zonas produjo un desarrollo por encima de la media, como en el caso de Alicante (9,6%), Madrid (7,5%) y Barcelona (7,8%).
Aunque, sin dudad, el mayor estímulo del mercado ha sido la inversión extranjera, en gran medida la que llega de Latinoamérica, que aún observa con buenos ojos la inversión en 'prime' español como gran activo de valor refugio ante contextos político y económicos inestables. Según el informe LATAM 2025, elaborado por CEX-Invest en España, la inversión extranjera en nuestro país no para de crecer y son los mexicanos los que mayor presencia tienen en el mercado: acaparan más de un 50% de las inversiones y acumulan un total de casi 34.000 millones. En segundo lugar, Argentina, con un 15,8%, Brasil con un 9,2% y Colombia con un 9%.
Entre todo, una de las tendencias que más destaca son las 'branded residences', inmuebles de lujo ligados a grandes firmas de reconocimiento que ofrecen experiencias residenciales y que se espera que crezcan hasta las 1.200 unidades en 2027, según Idealista.
Más allá de políticas financieras, inflación o aranceles, el cambio de paradigma resulta más básico en tanto a que el lujo ya no se mide por cuánto poseas sino por cuánto experimentes. Gran parte de la responsabilidad se achaca a la globalización y con más énfasis a la digitalización y las redes sociales.
El cambio generacional, de la 'baby boom' hacia los millennials y la generazión Z muestra el cambio de preferencia en torno al valor de la privacidad, las experiencias e incluso la sostenibilidad. Se suma además el crédito dado, viral tras viral, por influencers y creadores de contenido a plataformas de viajes, experiencias únicas, turismo experimental, gastronomía y demás servicios de lujo, incluyendo inmersiones culturales, prácticas culinarias, estancias exclusivas en hoteles y hasta eventos privados de lujo. Todo a través de una tendencia hacia lo efímero que atrae clientes con el señuelo de la personalización, las ediciones limitadas y los servicios a medida.
Un país casi invisible, encerrado en sí mismo durante décadas, se está convirtiendo en la gran sorpresa de Asia, consolidándose como la economía de mayor crecimiento de la región. Todo esto a medida que emprende una reapertura histórica y una revolución económica muy poco común. Perdida entre las inmensas estepas euroasiáticas, Uzbekistán es el heredero de un territorio milenario. Aunque poco conocida en Occidente, Samarcanda, su ciudad más ilustre, fue uno de los puntos clave de la ruta de la Seda. Fue una gran metrópoli desde el siglo VII antes de Cristo. El mismo Alejandro Magno la visitó y la usó como base de su gran campaña militar en la zona. En la edad media, uno de los grandes conquistadores de la historia, Tamerlán, convirtió Samarcanda en la capital de un imperio que iba desde Turquía hasta la India. Sin embargo, tras la caída de este imperio y la pérdida de la Ruta de la Seda, la ciudad milenaria dejó de estar en el centro del mundo y comenzó un largo declive y aislamiento que ha llegado hasta la actualidad, pasando por una república soviética y una economía agrícola y minera. Ahora Uzbekistán se ha convertido en el país de moda en la región, con una enorme revolución económica que la está volviendo a poner en el mapa.
La república centro asiática proyecta un crecimiento del 6,7% según las previsiones de Asian Development Bank de cara a 2025. Una décima más que Vietnam y dos más que la India. Se trata así del país con más rápido crecimiento de la región y la institución proyecta que repetirá en 2026. En 2024 ya firmó un crecimiento del 6,5%. A pesar de que se trata de un país muy pobre, ya ha superado en PIB per cápita a la India pasando de 1.800 dólares en 2019 a 3.161 actuales. En ese mismo periodo el gigante asiático solo ha pasado de unos 2.000 dólares a 2.700. A pesar de que el país lleva disparando años sus exportaciones de oro gracias al rally en los precios, impulsando así su PIB, por fin se están disparando todas las patas de su economía y logrando volver a abrirse al mundo.
El dinero del metal amarillo se está convirtiendo en la gasolina de un potente plan de diversificación que está dando sus resultados desde el año pasado. Lo más visible de su apertura al mundo ha venido de la mano del turismo. El país ha disparado la llegada de visitantes con 10,2 millones de turistas extranjeros que generaron 3.500 millones de dólares en ingresos. Se trata de un despegue del 150% en un solo año. Unas cifras comparables con países como Perú (11 millones de turistas). Todo esto siendo un país de Asia central de 36 millones de habitantes. Este éxito turístico se ha dado con el primer vuelo Uzbekistán-España en septiembre de 2024. En 2025 Uzbekistán Airways ya ha abierto una ruta permanente Madrid-Taskent. El país ha pasado de ser algo totalmente desconocido a anunciarse en todas las agencias de viaje como uno de los destinos exóticos más recomendados.
Este boom turístico ha tenido su importancia dado que el sector ha pasado de ser inexistente a representar el 3% de su PIB pero realmente ha sido una manifestación de un cambio mucho más grande. El país ha realizado una serie de reformas agresivas para poner otra vez Samarcanda en el mapa, con todo tipo de medidas que han ido desde la infraestructura, hasta el turismo pasando por todo tipo de servicios. El objetivo es que el país deje de ser una economía agrícola para, en tiempo récord, volver a situarse como una de las capitales más prósperas del mundo. Recuperar la antigua opulencia y urbanidad de la tierra clave de la ruta de la seda.
Desde la capital del país se han puesto en marcha 9 enfoques clave para despertar la economía de la región y consolidarla como una de las de más rápido crecimiento. Todo empezó en 2024 tras unos préstamos del Banco Mundial (880 millones de dólares) el año anterior. Al igual que Arabia Saudí con su visión 2030, el presidente del país, Shavkat Mirziyoyev, anunció la "estrategia Uzbekistán 2030". El proyecto contaba con 78 medidas que se implementarían ese mismo año y 61 proyectos de ley para llevarla a cabo.
En 2017 el país ya inició una senda de liberalización de la economía, sin embargo recientemente los elevados precios del oro han permitido expandir sus iniciativas. Uzbekistán ganó 6.600 millones de dólares por la exportación de oro en 2024, siendo el 28% de todas sus exportaciones (38% el primer trimestre de 2025). Mientras el resto de países compran esta materia prima para abastecer sus reservas, el Consejo Mundial del Oro muestra que Uzbekistán es el país que más vende.
La estrategia es clara, vender ese activo aprovechando los altos precios para diversificar la economía al igual que Arabia Saudí hace con sus megainversiones basadas en los ingresos petroleros para activar otras ramas de su tejido productivo. Hasta ahora el oro era una de sus grandes fuentes de riqueza y la agricultura masiva de algodón era otra. Sin embargo, el país está usando este dinero para invertir en industria química, metalúrgica y, especialmente, crear una gran reserva de divisas con las que atar la inflación, su moneda y abrir sus fronteras a la inversión internacional. De momento ha logrado una estabilidad económica que ha permitido un importante impulso.
De la mano de ese esfuerzo han reducido los monopolios estatales, privatizado grandes partes de su economía y cambiado toda la ley de inversión extranjera, dando protección legal a quien quiera llevar su dinero al país. Por su parte, en pleno mundo de los aranceles, han derribado los suyos. También han mejorado la infraestructura de todo el país desde carreteras a aeropuertos. Expansiones urbanas de decenas de miles de hectáreas, han levantado ferrocarriles en tiempo récord para unir sus ciudades. También han puesto en marcha grandes proyectos de energía solar y eólica para mejorar los costes energéticos.
El resultado es claro, el dinero del exterior ha llegado al país. Según cifras de LloydsBank, la inversión extranjera directa se disparó un 60% el año pasado hasta los 34.900 millones de dólares, basándose en un informe del ministerio de Industria, Comercio e Inversión. Se proyecta que las inversiones internacionales en el país alcancen los 42.000 millones de dólares en 2025, a medida que este impulso cobra mayor impulso. Una enorme cantidad de dinero que está ya logrando que su industria se diversifique y dejen de ser un país de arados, algodón y minas, para convertirse en uno de industria y servicios.
"El crecimiento del PIB de Uzbekistán del 6,5 % en 2024 es el resultado de los esfuerzos específicos del gobierno para desarrollar sectores clave de la economía, como la industria y la construcción", declaró Kanokpan Lao-Araya, director del Asian Development Bank para Uzbekistán. "Gracias a los continuos esfuerzos para mejorar la infraestructura y la integración regional, Uzbekistán se encuentra en una posición privilegiada para lograr un crecimiento sostenible y equilibrado en los próximos años". En 2024, la producción industrial total de Uzbekistán alcanzó los 885,8 billones de soums, un aumento del 6,8% respecto al año anterior. La manufactura representó el 85,1% de esta producción. Los sectores clave fueron los metales, los alimentos, los equipos electrónicos y la industria textil. Todo esto gracias a una enorme inversión en maquinaria pesada que ha sido clave para que pueda darse la expansión.
Al mismo tiempo el país ha realizado un esfuerzo notable en mostrarse de cara al mundo y reforzar el turismo. La ambición de Taskent es que Uzbekistán sea el Hub que una Oriente y Occidente, como una vez Samarcanda fue el punto medio de la Ruta de la Seda. Para ello han realizado grandes inversiones en conectividad aérea para abrir la ciudad a las principales capitales del planeta, han simplificado al máximo los visados para turistas y han promocionado sus ciudades milenarias de forma agresiva.
"Prevemos un crecimiento del PIB real del 5,6 % en promedio entre 2025 y 2028"
El resultado de todas estas medidas ha sido también una demanda interna muy fuerte que está sumado a este círculo virtuoso de la república centro asiática. S&P Global lo destaca en su último informe en el que le sube la nota a BB- gracias a "un sólido crecimiento y un impulso reformista". Según la agencia "Las reformas económicas en curso y una demanda interna resiliente, apoyadas por la inversión y las remesas laborales, ayudarán a sostener un crecimiento del PIB fuerte a pesar de las tensiones e incertidumbres del comercio mundial".
La firma explica que "La revisión de la perspectiva positiva refleja los continuos esfuerzos para liberalizar y mejorar la resiliencia de la economía de Uzbekistán (proceso iniciado en 2017), así como para fortalecer la gobernanza y la gestión macroeconómica. Prevemos que las reformas económicas en curso, las inversiones gubernamentales y las remesas respaldarán las sólidas perspectivas de crecimiento del país, con un crecimiento del PIB real del 5,6 % en promedio entre 2025 y 2028".
Sin embargo en su informe recordaban que Uzbekistán es muy pequeña y eso la condena a la volatilidad si las condiciones a su vera se enturbian. "Nuestras calificaciones se ven limitadas por la baja riqueza económica de Uzbekistán, medida según el PIB per cápita, la alta exposición a la volatilidad de los precios de las materias primas y la relativa flexibilidad de la política monetaria. En nuestra opinión, a pesar de las reformas, las respuestas políticas son difíciles de predecir, dado el proceso de toma de decisiones altamente centralizado, los mecanismos de rendición de cuentas en desarrollo y los limitados controles y contrapesos entre instituciones.
Si bien lo conseguido es mucho, los riesgos también están ahí. De momento la antigua Samarcanda vuelve a presentarse al mundo tras un largo periodo de y su crecimiento sigue a la cabeza de Asia y su desarrollo inesperado abre la puerta a que el país de los mineros y el algodón, deje de ser una nota a pie de página y se convierta en una economía diversificada desde el turismo hasta la industria. Queda por ver si la transformación podrá completarse o si el el 'boom' por las ventas de oro acabará y volverá a la casilla de salida.