Los latinoamericanos prefieren los departamentos con
terrazas amplias para hacer asados, como éste en Miami.
En la torre de condominios de lujo Marquis Residences en el centro de Miami,
un departamento piloto estaba adornado con muebles de madera rústica creados por
un prestigioso diseñador de California.
Las unidades de dos habitaciones, sin embargo, demoraban en venderse. "Pensé
que [los interiores] eran fabulosos", relata Lori Ordover, una consultora del
proyecto. "Pero no inspiraban a los compradores".
Paulo Bacchi, un famoso ebanista y diseñador de Brasil, fue contratado el año
pasado para cambiar la apariencia del departamento. Ahora, tiene sofás
seccionales de cuero blanco y otros toques contemporáneos.
Bacchi, presidente ejecutivo de la minorista de diseño Artefacto, publicó los
diseños en el sitio web de su empresa, lo que, en opinión de Ordover, ayudó a
captar el interés de más brasileños en los condominios. Quince unidades se
vendieron en el primer mes después del cambio. Ahora, sólo queda una de las 306
unidades y 30% de los compradores son brasileños.
Las ventas de bienes raíces en EE.UU. a compradores extranjeros se han
disparado y las inmobiliarias están diseñando para un público global. Las
residencias que buscan captar compradores sudamericanos, por ejemplo, tienen
extensas terrazas. Otros apartamentos tienen tinas y bidets de estilo europeo.
"Puedo mirar un apartamento o una casa y casi adivinar la nacionalidad de los
compradores que viven allí", apuntó Mark Zilbert, director gerente y presidente
ejecutivo de Zilbert International Realty, en Miami. "Puede ser deliberado o no,
pero [las constructoras] están incorporando muchas características que atraen a
ese tipo de gusto".
Los diseños tratan de aprovechar el robusto apetito de las élites
internacionales que buscan una segunda vivienda en EE.UU.
Los compradores internacionales adquirieron US$82.500 millones en bienes
raíces residenciales en EE.UU. en 2012, un alza frente a los US$53.400 millones
de 2010, según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR, por sus
siglas en inglés).
Los compradores de otros países gastan en promedio cerca del doble que el
típico comprador estadounidense, según NAR, con un precio de compra promedio de
US$400.000.
Un 26% de todas las ventas de viviendas en Florida en 2012 fueron a parar a
no estadounidenses y el estado es el que tiene la mayor cantidad de compradores
extranjeros, según NAR. Alrededor de 60% de los compradores en Miami, por
ejemplo, provinieron del exterior el año pasado, indicó la Asociación de Agentes
Inmobiliarios de Miami.
El tasador de bienes y raíces Jonathan Miller calcula que compradores
foráneos adquirieron hasta un tercio de los departamentos y viviendas vendidos
en Mahattan el año pasado. En el caso de los inmuebles nuevos, la proporción
sube a la mitad.
Un departamento piloto en Baccarat Residences, una torre de condominios de
cristal de 50 pisos en construcción frente al Museo de Arte Moderno, en
Manhattan, exhibe una pared de bronce con pequeños pedazos de vidrio hecha por
un artista británico. Es un look más orientado a satisfacer un paladar global.
"Los estadounidenses son mucho más conservadores, al igual que en la moda",
señaló Tony Ingrao, el diseñador de interiores. "Casi hay un gusto global que
está surgiendo".
El edificio, diseñado por Skidmore Owings & Merrill, tendrá 61
departamentos cuyos precios oscilan entre US$3,5 millones y US$60 millones una
vez que termine de construirse en 2014.
Los promotores de Vizcayne, torres gemelas de 49 pisos en el centro de Miami,
crearon unidades piloto en las que participaron diseñadores de cinco países:
Venezuela, Brasil, España, Colombia y EE.UU. "Es cuestión de matices", manifestó
Philip J. Spiegelman, ejecutivo de la constructora. "A los colombianos les
podría gustar lo muy moderno contemporáneo, mientras que los brasileños
preferirían algo más contemporáneo conservador".
Antes de crear las unidades modelo para el gusto internacional, 653 de los
849 apartamentos del edificio no se habían vendido. Después, la situación
cambió. Las ventas comenzaron en marzo de 2011 y ahora quedan unas 150 unidades
disponibles con precios que van desde US$300.000 hasta US$2,2 millones. La
mayoría de los compradores proceden de Argentina, Venezuela y Brasil.
La brasileña Natalie Brabner acaba de pagar US$1,8 millones por un
departamento de tres dormitorios en Echo Aventura, cerca de Miami. Cuando se
inaugure, los apartamentos tendrán terrazas amplias con cocinas al aire libre.
"A los brasileños, les encanta pasar las tardes reunidos y haciendo un pequeño
asado", expresa. Los departamentos tienen cuartos de servicio, lo que también es
atractivo en caso de que el matrimonio decida viajar con la sirvienta o niñera.
"Es un estilo de vida distinto en Brasil, y uno puede costearlo", explicó.
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