Los gobiernos de todo el mundo aprovechan el debate de la Asamblea General de la ONU para presentar ante la comunidad internacional sus temas de interés.
La participación esta semana por primera vez de Raúl Castro en el debate de la Asamblea General de la ONU ha generado grandes expectativas.
Sin embargo, por su estilo personal, por la coyuntura diplomática de acercamiento a Estados Unidos y a juzgar por sus intervenciones en otros encuentros, resulta poco probable que el mandatario cubano ofrezca un discurso muy radical.
El debate de la Asamblea General es el foro diplomático por excelencia, al que cada año acuden los estados con el objetivo de fijar su posición sobre la actualidad internacional y, sobre todo, intentar dar mayor resonancia a los temas de su agenda diplomática.
Muy pocos lo logran.
Ahora que la ONU cumple 70 años de fundada, BBC Mundo ofrece una mirada a las intervenciones más impactantes ocurridas en la Asamblea General.
1. Un Guinness para Fidel Castro
El 26 de septiembre de 1960, apenas 19 meses después del triunfo de la revolución cubana, Fidel Castro se presentó ante la Asamblea General de la ONU y se aseguró un lugar en el libro Guinness de Récords.
¿La razón? Pronunció un discurso de 4 horas y 29 minutos. El más largo en toda la historia de la ONU.
Sus primeras palabras fueron: "Aunque nos han dado fama de que hablamos extensamente, no deben preocuparse. Vamos a hacer lo posible por ser breves".
2. El zapato de Kruschev
No le correspondía intervenir en ese momento, pero él se robó todo el protagonismo de la sesión.
El 13 de octubre de 1960, el primer ministro soviético Nikita Kruschev reaccionó con furia ante el discurso del delegado de Filipinas que acusaba a la Unión Soviética de haberse "tragado" a los países de Europa del Este y de haberlos despojado de sus derechos.
El premier soviético golpeó con fuerza su mesa con ambos puños, se quitó su zapato derecho y comenzó a golpear la mesa con él.
El historiador William Taubman, autor del libro Kruschev: el hombre y su era, ha recogido versiones que niegan que el líder soviético haya efectivamente golpeado la mesa con el zapato y aseguran que lo levantó en el aire en forma amenazante y lo colocó sobre la mesa sin golpearla.
En cualquier caso, desde aquel día la pregunta más recurrente de los turistas que visitan la sede de la Asamblea General es: ¿dónde fue que Kruschev golpeó la mesa con su zapato?
3. Arafat, un revólver y una rama de olivo
El 13 de noviembre de 1974, en su condición de presidente de la Organización para la Liberación de Palestina, Yasser Arafat fue invitado a comparecer ante la Asamblea General por solicitud del Movimiento de Países No Alineados.
Su presencia en la ONU causó malestar en Israel y en otros países debido a las acciones violentas cometidas por miembros de la OLP como el asesinato y secuestro de atletas que acudieron a participar en las Olimpíadas de Munich en 1972.
En su discurso, Arafat defendió a la OLP al calificar sus acciones como parte de una lucha armada y pidió establecer un estado nacional independiente para los palestinos.
Su discurso culminó con la frase: "He venido portando una rama de olivo en una mano y el arma de un luchador por la libertad en la otra. No dejen que caiga de mi mano el ramo de olivo".
Tras su comparecencia, la OLP recibió el estatus de observador en la ONU y la Asamblea General reconoció el derecho a la autodeterminación de los territorios palestinos.
4. Idi Amín se niega a hablar en inglés
En 1975, cuatro años después de llegar al poder a través de un golpe de Estado, el mandatario ugandés de facto acudió al debate de la Asamblea General de la ONU.
En su presentación dijo que no hablaría en inglés, idioma que dominaba perfectamente, por ser una lengua imperialista y colonialista, por lo que cedió la palabra a su representante permanente ante la ONU, quien leyó su discurso en inglés.
En el texto, Amín acusó a Amnistía Internacional de calumniar a 100 países del mundo al afirmar que violaban los derechos humanos y aseguraba que la ONG se alimentaba de rumores y maquinaciones de criminales desacreditados en el exilio.
Se estima que unas 300.000 personas murieron o desaparecieron durante su régimen.
5. Chávez encuentra al diablo
"Ayer estuvo el diablo aquí, en este mismo lugar, huele a azufre todavía, en esta mesa, donde me ha tocado hablar", esas palabras del entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fueron las más destacadas de la Asamblea General de 2006.
La frase, empleada por Chávez, para referirse al entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, cosechó titulares en la prensa de todo el mundo.
En ese discurso, el gobernante venezolano también recomendó la lectura deHegemonía o Supervivencia, un texto del intelectual estadounidense Noam Chomsky. La mención catapultó al libro al número 1 de los libros más vendidos en Amazon.
6. Gaddafi y su lista de agravios
Pese a haber llegado al poder en 1969, no fue sino hasta el año 2009 cuando Muamar Gaddafi hizo su primera aparición en la Asamblea General de la ONU.
En un discurso de 100 minutos, el mandatario libio desarrolló una larga lista de reclamos, la mayor parte destinados al Consejo de Seguridad al que equiparó con al Qaeda.
"No debería ser llamado Consejo de Seguridad, debería ser llamado Consejo del terror", dijo.
Además, desplegó numerosas acusaciones contra Estados Unidos, responsabilizándole de haber desarrollado la llamada gripe porcina y poniendo en duda la versión oficial sobre el asesinato del presidente John F. Kennedy.
La presencia de Gaddafi en Nueva York llamó la atención también fuera de la ONU, pues luego de varias solicitudes negadas logró autorización para desplegar su enorme tienda beduina en un terreno propiedad de Donald Trump en las afueras de la ciudad.
7. Ahmadinejad ofrece su versión del 11-S
Si faltaban teorías sobre lo ocurrido en los atentados del 11-S en Washington y Nueva York, el presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad decidió compartir la suya durante la sesión de la Asamblea General de 2010.
"Algunos sectores dentro del gobierno de EE.UU. orquestaron los ataques (de 2001) con el objetivo de revertir su declive económico, mejorar su posición en Medio Oriente y salvar al régimen sionista" de Israel, afirmó el mandatario.
Ante sus palabras, abandonaron la sala en protesta los representantes 33 delegaciones diplomáticas –incluyendo a todos los miembros de la Unión Europea, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Costa Rica–.
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