domingo, 24 de diciembre de 2017

Del pronóstico a la realidad: cuánto costará el Brexit

DreamstimeEXPANSIÓN


Los cálculos antes del referéndum oscilaban entre el 1% y el 9% del PIB, es decir, unas pérdidas anuales de entre 20.000 y 180.000 millones de libras frente a la opción de permanecer en la UE.
"Esta semana enviaremos 350 millones de libras a la UE; creemos nuestro propio sistema sanitario". Este mensaje, colocado en un enorme autobús rojo, parece que fue decisivo en el referéndum del Brexit del año pasado. La campaña favorable a abandonar la UE prometía- en términos absolutos- beneficios para los ciudadanos británicos si votaban a favor del Brexit, en claro contraste con la opinión de la mayoría de los economistas, que advertían de las consecuencias de la salida para Reino Unido.
Los cálculos antes del referéndum sobre las consecuencias a largo plazo para la economía oscilaban entre el 1% y el 9% del PIB, es decir, unas pérdidas anuales de entre 20.000 y 180.000 millones de libras frente a la opción de permanecer en la UE.
La campaña favorable al Brexit ganó la batalla de la publicidad y el referéndum. Pero ¿quién resultó vencedor en los pronósticos sobre la economía? Casi año y medio después de la votación y 15 meses después de conocerse datos en detalle, es posible empezar a responder a esta importante cuestión.
Los economistas partidarios del Brexit pronosticaron que, tras el referéndum, el PIB crecería un 2,7 % en 2017.
El Departamento del Tesoro calculó que se produciría una suave recesión. Ninguno acertó. El crecimiento en 2017 se ha ralentizado al 1,5%, en un momento en el que la economía global se está fortaleciendo. Según economistas como Robert Chote, presidente de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR, por sus siglas en inglés), que elabora las previsiones oficiales del Gobierno, es más importante evaluar qué habría pasado si el voto hubiera sido contrario al Brexit.
Los numerosos estudios elaborados sobre las consecuencias de la salida de la UE coinciden en afirmar que la producción de Reino Unido es ahora un 0,9% inferior a lo que habría sido si el país hubiera votado en contra del Brexit. Eso equivale a una pérdida semanal de 350 millones de libras para la economía británica, una ironía que no debería pasar inadvertida para los que votaron a favor del Brexit tras leer la publicidad de aquel autobús .

Reducción del PIB

Jonathan Portes, profesor de Economía en el King's College de Londres y uno de los expertos que ha colaborado en un estudio sobre las consecuencias del Brexit, asegura que "lo que ha quedado claro es que el Brexit ha reducido el crecimiento de la economía británica en un 1%". Las empresas también hablan con más claridad sobre el impacto económico, responsabilizando al Gobierno por su lentitud en las negociaciones con la UE. En octubre, el FMI destacó a Reino Unido como la "notable excepción" a la recuperación de la economía global, mientras que la OCDE ha expresado su preocupación por la "ralentización de la economía británica a raíz del Brexit".
En la London School of Economics han examinado el impacto directo de la depreciación de la libra desde el referéndum en los precios y en el nivel de vida. Tras la caída del 10% de la divisa tras el referéndum de junio de 2016, la inflación en Reino Unido ha subido más que en otras economías avanzadas. Empezó con los precios del petróleo y se extendió a los alimentos y otros productos, lo que ha provocado un incremento de la inflación del 0,4% en el momento del referéndum al 3,1% el mes pasado.
En el estudio también se reconoce que "el aumento de la inflación ya está afectando a los hogares británicos" y que, "de media, el Brexit ha costado a un trabajador medio casi el salario de una semana", aunque la cifra podría oscilar si se realiza un examen completo del impacto económico de abandonar la UE.
Otros efectos son más evidentes. La inversión empresarial creció a un ritmo anual del 1,3% en el tercer trimestre, dato que contrasta con las previsiones oficiales que apuntaban a un crecimiento anual del 6,1% para todo 2017.
Las exportaciones, incrementadas por la depreciación de la libra, se han consolidado. La OBR ahora espera un aumento del 5,2% en el volumen de bienes y servicios que se han exportado en 2017 frente a los pronósticos anteriores al referéndum que apuntaban a un 2,7%. La inmigración de la UE a Reino Unido cayó un 40% en el primer año tras la votación. En opinión de Portes, "esta reducción de la inmigración se traduce en una reducción del crecimiento de entre el 0,1% y el 0,2%".
Los economistas que trabajan en el impacto del Brexit sobre la economía necesitan crear un mundo imaginario en el que Reino Unido hubiera votado a favor de permanecer en la UE para comparar esa realidad con la evolución económica del país desde la votación. Aunque el escenario virtual no se puede conocer con exactitud, se pueden establecer ciertas comparaciones y dividirlas en tres grandes categorías.

Escenario hipotético

La primera, comparar la reciente evolución de la economía británica con el pasado. Un rendimiento peor del que ha registrado el país en los últimos años avalaría la idea de que el referéndum ha afectado a la evolución económica. Pero un posible fallo de esta estrategia es responsabilizar al Brexit de la debilidad de la economía si el último año iba a ser débil en cualquier caso.
Otra alternativa es comparar la evolución de Reino Unido con la de otros países. Utilizar su posición normal en la liga del G7 de economías avanzadas es una posibilidad, como lo es comparar la evolución de Reino Unido con la de economías similares.
Una estrategia más sofisticada consiste en utilizar un algoritmo estadístico para elaborar un mecanismo que compare países, un método llevado a cabo por un grupo de académicos de las universidades de Bonn, Tübingen and Oxford.
Estas técnicas suelen ser vulnerables a las oscilaciones de otros países, como un repentino boom en la eurozona que en ningún caso se esperaba que fuera igualado por Reino Unido. Una tercera estrategia es analizar las previsiones para la economía británica elaboradas antes del referéndum y compararlas con los resultados reales. Su punto débil es que hay un gran número de pronósticos anteriores al referéndum, aunque es cierto que las cifras reflejan los mejores datos que se tenían en ese momento.
Jagjit Chadha, director del Instituto Nacional de Investigación Económica y Social, opina que todos los métodos sirven para tener un cálculo aproximado del impacto del Brexit hasta la fecha. "De no haberse hecho, no sabríamos cómo habría respondido la economía del país a las noticias en los últimos 18 meses", asegura Chadha. Los resultados varían según las comparaciones que se hagan, aunque todos muestran que la economía británica se ha visto afectada, y que hay que tener en cuenta de que la salida oficial de la UE no está prevista hasta el 29 de marzo de 2019.
Si se comparan los últimos cinco trimestres con el ritmo histórico de crecimiento de Reino Unido, el crecimiento del 1,9% del PIB del segundo trimestre de 2016 y del tercer trimestre de 2017 es más bajo de lo que correspondería según los datos históricos. En función del periodo de comparación que se elija, la economía británica tendría que haber crecido entre un 2,5% y un 3,2% en el mismo periodo. Los datos más bajos se registraron con la llegada al poder del Gobierno conservador en 2010, mientras que los más altos se registraron en las tres décadas anteriores a la crisis financiera.
Según esta comparativa, el impacto a la economía se situaría entre un 0,6% y un 1,2% del PIB. Las comparaciones geográficas llegan a una conclusión parecida. En los últimos 25 años, la tasa de crecimiento interanual de Reino Unido siempre se había situado en la franja alta del G7. Si ese rendimiento hubiera continuado, el PIB habría crecido un 2,9% desde el referéndum. El algoritmo estadístico produce un cálculo según el cual el Brexit ya habría provocado una caída del PIB del 1,3% desde la votación.
Esto equipara el rendimiento de Reino Unido a una media ponderada de otros países entre los que se encuentran EEUU, Canadá, Japón y Hungría. Ante la pregunta de si es razonable comparar la evolución de la economía británica con la de Hungría, el profesor Moritz Schularick de la Universidad de Bonn, asegura que, "al igual que Reino Unido, Hungría es una economía europea que, al estar fuera de la eurozona, fue capaz de utilizar una política monetaria más agresiva después de la crisis".
Los cálculos que utilizan las previsiones pre-referéndum ofrecen un margen dentro de los mismos límites: entre el 0,6% y el 1,1% del PIB. La cifra más alta se basa en el análisis de los economistas partidarios del Brexit, que en principio pronosticaron un fuerte crecimiento tras la votación.
El profesor Patrick Minford, que llevó a cabo esos pronósticos, cree que "los cálculos de la Oficina Nacional de Estadísticas no son convincentes porque no se ha tenido en cuenta la mejora en la calidad de sectores como la educación y el sanitario". Sin embargo, todo esto se sabía antes del referéndum.

Pronósticos

En general, 14 pronósticos distintos elaborados por Financial Times y distintos economistas calculan un impacto en el PIB de entre un 0,6% y un 1,3%, con un promedio del 0,9%. Con unos ingresos de 2 billones de libras en el año que terminó en el tercer trimestre de 2017, eso significa que Reino Unido produciría 18.000 millones de libras menos al año de lo que cabría esperar, lo que se puede atribuir directamente al resultado del referéndum. Los economistas defensores del Brexit afirman que estos datos son razonables.
Julian Jessop, responsable de la división del Brexit en el Institute of Economic Affairs, cree que "muchos partidarios del Brexit aceptan que haya consecuencias a corto plazo; es evidente que la economía está más debilitada de lo que estaría, entre un 0,5 y un 1% . En cuanto al largo plazo, está por ver. El Brexit crea muchas oportunidades y le corresponde al Gobierno aprovecharlas".
En la campaña del referéndum, el autobus rojo hizo una comparativa distinta, aunque incorrecta, sobre la aportación de Reino Unido a los presupuestos de la UE. En la publicidad se decía que Reino Unido aportaba al año 18.000 millones de libras, cuando en 2016 el Tesoro cifró la aportación en 8.600 millones.
Esto sólo deja una última comparativa posible. Paul Johnson, director del Instituto de Estudios Fiscales, asegura que "por cada 1% de PIB que se pierde, se pierden 10.000 millones de libras de ingresos fiscales". Si en los últimos cinco trimestres se ha perdido un 0,9% del PIB, las arcas públicas han sufrido una pérdida de 9.000 millones de libras. Por tanto, incluso antes de que Reino Unido abandone la UE, el resultado del referéndum le está costando al Gobierno británico más de lo que seguramente recuperaría poniendo fin a sus aportaciones a Bruselas.

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