El precandidato republicano Donald Trump ha hecho algunos de los comentarios más polémicos de la carrera presidencial en EE.UU.
Sin embargo, Trump sigue encabezando las encuestas en la contienda republicana.
Pero, ¿cómo se explica que tanta gente lo siga apoyando cuando tanta otra lo acusa de racismo, de ir en contra de algunos de los valores sagrados de EE.UU., e incluso de mentir?
Lo cierto, en cualquier caso, es que en cada evento de campaña son miles los que tratan de darle al menos un vistazo al postulante que puso de cabeza las primarias republicanas.
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Sus seguidores llevan broches de su campaña, letreros hechos a mano y fotos del célebre multimillonario con la esperanza de conseguir un autógrafo.
Razones
Y si se les pregunta por qué Trump es su candidato, responden casi unánimemente que es porque es un ganador, que no está sometido a los intereses o influencias del establishment político que –sienten– los ha abandonado.
"No es un político, es un hombre más", dice Mary Faulk, durante un acto proselitista de Trump cerca de su casa en Manassa, Virginia.
"Es un hombre que trabajó duro para llegar donde está y creo que eso es lo que necesitamos. Tengo 66 años, nuestro país está en problemas y tenemos que hacer algo", agrega.
Y, como ella, son muchos los que creen que su falta de experiencia política no es un defecto, sino una ventaja.
"De cierta forma todavía tiene mucho que aprender, pero todos sabemos que es un excelente administrador y muy, muy inteligente", dice Kathy Barker, una de los miles de asistentes al mitin de Virginia.
"Estoy segura de que va a aprender y a desarrollar las políticas que van a hacer que EE.UU. vuelva a ser superpoder que una vez fue".
"Dice lo que realmente siente"
¿Pero qué hay de las controvertidas declaraciones de Trump?
Sus simpatizantes las ven como evidencia de que no se va a echar para atrás cuando las cosas no vayan bien y que tiene opiniones propias, no un discurso diseñado por asesores al que renunciará una vez electo.
"A diferencia de los demás, él dice lo que piensa y no se contiene", comenta Nicholas Poucher, un seguidor de Trump de 16 años de Lakeland, Florida, quien fue a verlo en un acto en Orlando.
"Dice lo que realmente siente, aunque no todo lo que diga sea necesariamente correcto", añade.
Y mientras muchos sentían que Trump se había pasado de la raya con su llamado a cerrar las fronteras de EE.UU. a todos los musulmanes, una encuesta encontró que su posición es compartida por casi dos tercios de los votantes de las primarias del Partido Republicano.
Puede que el magnate sea polémico para muchos, pero no para la mayoría de los republicanos que van a elegir al candidato presidencial.
Demografía
En septiembre David Brady y Douglas River, de la Hoover Institution, analizaron los datos demográficos de los simpatizantes más duros de Trump.
Y encontraron que son mayoritariamente más viejos, menos ricos y menos educados que el promedio nacional.
También establecieron que más de la mitad son mujeres, cerca de un tercio tienen más de 65 años y sólo un 2% es menor de 30.
La mitad de sus potenciales votantes se graduaron de secundaria, pero sólo un 19% de la universidad. Poco más de un tercio gana menos de US$50.000 al añoy 11% gana salarios de seis cifras o más.
E ideológicamente los simpatizantes de Trump vienen de todos lados: 20% se identifica como moderados, 65% como conservadores y 13% como muy conservadores. Y cuando el neoyorquino entró a la campaña, les robó votos a todos los otros precandidatos republicanos.
Y, en los meses siguientes, a pesar de hacer un comentario polémico tras otro, sus números se mantuvieron impresionantemente consistentes.
Pesimismo
Por lo demás, un grupo focal realizado a inicios de esta semana por Frank Luntz encontró que, en su gran mayoría, los simpatizantes de Trump son pesimistas sobre el futuro del país y odian con pasión al presidente Obama y los "medios de comunicación liberales".
También miran con sospecha a los musulmanes y se mantienen firmes en el apoyo a su candidato, hasta el punto de estar dispuestos a seguirlo incluso si deja al Partido Republicano y se presenta como candidato independiente.
Y si algo consiguieron los comentarios polémicos de Trump (y las críticas a ellos) fue reforzar la convicción de sus simpatizantes: de los 29 participantes en el grupo focal, sólo uno dijo que esas declaraciones lo estaban haciendo pensar en no votar por el multimillonario.
Lo que evidencia lo que el corresponsal del Washington Post Max Ehrenfreund cha calificado como "una verdad evidente e incómoda" y su popularidad.
Ehrenfreund habló con varios psicólogos e identificó tres claves del apoyo a Trump.
"Nos gusta la gente que habla en grande", dijo. "Nos gusta la gente que dice quenuestros problemas se pueden solucionar fácilmente, aunque no sea así. Y no nos gusta la gente a la que no le gustamos".
¿Respaldo sólido?
Todavía faltan unos dos meses para que empiece el proceso de nominación presidencial en Iowa, New Hampshire y en otros estados.
Y hasta que la votación empiece, no hay manera de saber si el apoyo a Trump es realmente sólido.
Hay encuestas que señalan que los partidarios de Trump, aunque devotos, podrían no salir a votar el día de la elección.
Además, aunque en Nueva York tenga gente leal, es poco probable que pasen del 30% al 35% del electorado republicano debido a la valoración negativa del precandidato a raíz de las recientes polémicas.
Ese procentaje puede alcanzar cuando el campo de juego está fragmentado, pero no servirá tanto cuando los candidatos menos exitosos se vayan retirando.
Claramente Trump empezó su carrera hacia la candidatura presidencial republicana con fortaleza, pero bien podría perder terreno a lo largo de la contienda.
O eso, al menos, es lo que el establishment republicano quiere creer por el momento, para despejar la inquietud y poder dormir por la noche.
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